CAP. 04 - VICTORIAS
(Volviendo a la fiesta. Piso de Björk)
Edward se pavoneaba como el macho alfa. La intuición de Björk era bastante buena, ella guiaba mucho de su trabajo a base de intuiciones, que la llevaban a descubrimientos más grandes. Aún no se había graduado y su nombre ya estaba sonando entre los mejores periodistas novatos del medio.
―¿No recuerdo haberlos invitado? ―(Björk)
―¡Oh vamos! ¡PERO SI CASI FUIMOS PAREJA!, tú sabes... además conocemos a más de la mitad de los presentes.―(Edward)
―¡Oh Rayos! ¿No has tomado tu Haloperidol*?, te compadezco, deberías cuidar más tu salud mental. Ahora dime ¿qué hiciste con Sese? ―(Björk)
―Ouuuuuuuuuuuuuuuuuch ―(amigos de Edward)
*Fármaco utilizado para tratar delirios o alucinaciones crónicas en pacientes mayormente esquizofrénicos.
―Te desconozco totalmente, no crees que te estás volviendo algo paranoica. Según mis amigos que llegaron antes que yo, tu héroe de la medicina se fue con una chica que conoció en tu fiesta. ―(Edward)
―Una chica que nadie conoce, excepto tus amigos. Eso es extraño, bastante extraño. ―(Björk)
―¡Vamos! es una fiesta, no arruines el momento del equipo de investigación, si alguien del equipo conquista a una chica, también hay que celebrarlo ¿verdad chicos?, ¡SE TIENE QUE CELEBRAR! ―(Edward)
―Algo que no puedo tolerar, es que mi chica haya sido robada por Sese. Pero no importa, no importa... hay que celebrar sus logros... ¡en todas las áreas! ―(Frank)
―Al menos celebramos VICTORIAS. El día que celebres alguna que no sea tu cumpleaños o Halloween, no dudes en invitarme. Diviértanse chicos. ―(Björk)
―Ten por seguro que nos estamos divirtiendo, hasta voy a publicar una que otra foto de lo fabuloso que lo estamos pasando. ―(Edward)
El sarcasmo de Edward era una afirmación más que elocuente de que tuvo que ver con la desaparición de Sese. Claro que sería alguna de sus bromas pesadas. A pesar de lo engreído y dominante que era, no cruzaría la línea de la legalidad para poner en peligro la vida de alguien, quizá podría humillarlo, pero no desaparecerlo. Sin duda era un mal perdedor. Desde que empecé a salir públicamente con Sese, no pudo soportar las bromas de sus amigos de que una rata de laboratorio lograra lo que él no.
Desde un inicio, mi relación con Sese fue inmediata, la sensación familiar de conocernos profundamente, sumado a un entendimiento tácito casi sin palabras de los pensamiento de uno al otro, y sobre todo por el apoyo en las buenas y en las malas; todo esto nos hacían sentir un dúo formidable. Ante los ojos del público de nuestro mundo social, éramos una estupenda pareja, excepto por un pequeño detalle, que aún no éramos una pareja formal. A pesar de tener todos los indicadores emocionales y algunos conductuales de un par de enamorados, nunca habíamos llegado a la segunda base, nunca nos habíamos planteado las típicas preguntas: ¿qué somos? y ¿qué vamos a hacer con esto que somos?; mi vida estaba repleta de horarios que cumplir y ni qué decir de la vida de Sese.
-¡Mila!, ¡Mila!, hazme un favor inmenso. ―Mientras la arrastraba por el brazo hacia una esquina.―(Björk)
―Lo que quieras cariño. ―(Mila)
―Llévame al muelle, al más lejano. Tenemos que encontrar a Sese. ―(Björk)
―¿A qué muelle y qué hace en el muelle?, ¿no debería estar aquí? ―(Mila)
―No lo sé, pero tengo la sensación de que está ahí. Su teléfono está muerto. Suena muy loco, pero mi intuición pocas veces falla y lo sabes. ―(Björk)
―Uhmmmmm. Solo espero que tenga los pantalones puestos. Jajajaja... ¡ok sorry, vámonos ya!―(Mila)
Ambas salimos en dirección al muelle del noreste.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro