La música gobernaba el lugar, la gente se divertía bailando al ritmo de la música pero por otra parte mucha gente se encontraba borracha.
Las luces del lugar se movían a todos lados adornando de una manera muy bella el lugar, al ritmo de la música YoonGi saltaba mientras subía el volumen de la canción. Este era su trabajo soñado, el ideal para el. Desde su adolescencia recordaba que adoraba la música con todo su ser, no podía vivir ni un momento sin sus preciados audífonos escuchando a todo volumen algún grupo.
YoonGi paró de repente bajando su mirada y buscando mezclar los sonidos perfectos para cambiar de canción moviendo el monitor.

—Joven YoonGi — emitió el chico que lo había contratado intentando atraer su atención

El pelinegro llevó sus manos a sus audífonos quitándoselos al instante, llevó su mano a su cabello desatando su cabello recogido en una liga, al voltearse se encontró con aquel chico le devolvió una sonrisa encantadora.

—Ya es hora — casi gritó para que lo escuchara
YoonGi asintió volteándose nuevamente para comenzar a desconectar su equipo, el cual llevaba a las discotecas que lo contrataban sin embargo esta noche era especial, había cumplido uno de sus sueños. El haber sido contratado por la discoteca que adoraba desde que era un adolescente.
Una vez guardo todo en su mochila de manera cuidadosa no dudo en quedarse por unos momentos más, se acercó a la barra para pedir alguna bebida. Su sorpresa fue cuando un chico tomó su bebida antes que él y no dudó en tomarlo todo agradeciendo al mesero una vez dejó el vaso totalmente vacío.

—Disculpa, eso era mío — emitió YoonGi girándose para ver a aquel individuo.

—Oh lo lamento, bonito. — YoonGi por supuesto no espero que aquel chico tan apuesto también tuviera una voz tan dulce.
YoonGi mentiría si dijera que no se quedó solamente para ver como acabaría aquella noche de aquel pelirrubio.

Dos tragos, tres, cuatro, y cinco más.
Ese chico estaba totalmente borracho y en este momento se encontraba bailando encima de una mesa al ritmo de la música, sería muy desconsiderado de Min dejarlo a su suerte.

—Joven, no debería de seguir bebiendo. — emitió YoonGi al ver cómo se tambaleaba
YoonGi lo tomo de los hombros intentaba reincorporarlo pero sólo logró apoyarlo en su pecho para mantenerlo de pie y estable.

—Que chico más bonito, tienes novio?
El pelinegro no pudo evitar sonrojarse por la vergüenza sin embargo llevó al rubio hasta la entrada.
Fue en ese momento en el que YoonGi creyó haber encontrado al amor de su vida, el moría por experimentar lo que era el amor y finalmente creía haber encontrado a la persona indicada

—¿Por qué lo preguntas? ¿Acaso quieres ser mi novio?
El simplemente bromeaba pero lo que no se esperaba era que aquel chico bonito lo acercara a él y uniera ambos labios en un beso.

No dudó en corresponderle de inmediato llevando sus manos a las mejillas contrarías para intensificar aquel beso, sintió como las manos del rubio subían por su espalda hasta llegar a su cuello donde sin esperar pasó sus brazos alrededor de este mismo.
Las manos del pelinegro las llevó hasta la cintura del rubio acercándolo lo más que podía a él, a pesar del claro sabor a alcohol que tenía sus labios el beso era lo mejor de su noche.

YoonGi esperaba que ese no fuera su único encuentro sin embargo su mala suerte como siempre gobernó la situación, pasaban días y no volvió a encontrar a aquel rubio en esa discoteca, ojalá fuera una broma de mal gusto pero Min volvió a ir después de ese día a aquel bar con la esperanza de volver a encontrarlo pero no fue así.

—Deje de preocuparse tanto por eso, Hyung. — saludó JeongGuk al verlo tan estresado.
Al escucharlo se volteó para observarlo con atención y rodó sus ojos, JeongGuk no lo entendía por qué nunca había experimentado lo que era enamorarse.

Simplemente no poder pensar en otra persona que no sea él, uno de los muchos efectos que conlleva enamorarse.
Sin embargo lo más duro era desenamorarse, dolía y era difícil. Podía durar meses o incluso años. Por ello YoonGi insistía tanto en encontrarlo.

—Dejalo Ggukie, últimamente Yoonie a estado muy distraído — detrás de JeongGuk apareció Geum-jae, el hermano de YoonGi. —Quizá se trate de aquel chico que me contaste.

No le quedó otra forma que asentir con la cabeza desanimado —Geum si lo conocieras entenderías de lo que habló.

—No lo dudó, hermano. — se tomo un tiempo para seguir hablando — cambiando de tema, recuerdan a Jiminnie?

—Los hermanos Min enamorados ¿cuando será que cupido también me tome en cuenta a mi?
En la sala resonó la risa de Geum y sonrió al ver como JeongGuk se quejaba y hacía un pequeño berrinche.

—Le dije a Minnie qué llegara en unos minutos más para darles una noticia ¿hay algún problema? — al ver como ambos negaban sonrió y se acercó a la entrada desapareciendo de la vista de los dos.

—Como es posible que aún no conozcas a Jiminnie? Es la pareja de tu propio hermano! — Yoon rodó los ojos — Realmente nunca me llamo la atención conocerlo, ademas estoy más interesado en encontrar al chico del bar... — confesó avergonzado.

Al escuchar como Geum-jun llamaba a los dos voltearon al mismo tiempo, JeongGuk por su parte saludando a la pareja de Geum pero por lo contrario; YoonGi abrió sus ojos sorprendido

—El es Jiminnie, mi prometido.

Nota: Lamento la tardanza, odio tener cosas que hacer y no poder actualizar.
Muchas gracias a Sam que hace mis portadas y banners de todas mis historias sammatown

©𝗐𝗁𝗈𝗌𝗄𝗈𝗈𝟢