cuarenta
El azabache tomo una botella de la basura, rompiéndola en la esquina de una banca, Deuz había dicho a Fred que la policía estaba en camino, a pesar de no ser cierto.
Fred caminaba por el pasillo con una botella rota en mano.
Deuz corría como loco.
- ¡Te lo advertí! - grito Fred con los ojos vacíos -.
- Lo, lo siento... - jadeaba Deuz mientras corría -.
Sin salida. Era un pasillo sin salida, entró al baño de la puerta izquierda y se encerró en un cubículo.
Como se arrepentía haber mentido a Fred.
Pronto Deuz comenzó a pensar.
Si los guardias no llegaban a tiempo... El podría morir.
Era una idea aterradora, no le importaba morir, lo aterrador era dejar solo a Loon, lo necesitaba, y lo sabía.
Cuando escucho la puerta del baño abrirse no pudo evitar ser invadido por el miedo.
¿Todo, terminaría así?
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