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Si decía que odiaba que TaeHyun lo tocara, estaría mintiendo a los cuatro vientos.

Jamás negaría la satisfacción que sus manos le daban, ni el placer que recibía de todo su cuerpo, la atracción física hacia ese vampiro estaba a flor de piel desde un inicio y se mantenía así.

—Dime, precioso, ¿Qué es lo que más me gusta hacerte? —preguntó el vampiro en un tono seductor, pasando su mano por el cuello de su esposo, un cuello blanco y que ya no tenía las marcas de la última vez.

Así que se encargaría de hacer más.

Inclinó su cara, pasando su lengua por la mejilla de su esposo, saboreando su piel como el completo manjar que era.

Se hizo un espacio entre las piernas ajenas, su muslo quedó rozando la entrepierna del otro, BeomGyu jadeó, moviéndose sobre él.

TaeHyun lo tomó del cabello, haciéndolo arrojar la cabeza hacia atrás con brusquedad, BeomGyu soltó un pequeño jadeo sintiendo un escalofrío con el gesto.

—Te hice una pregunta —recordó, aprovechando el cuello expuesto del otro para repartir besos húmedos, pasando su lengua en ciertas partes.

BeomGyu gimió sintiendo la pierna ajena moverse contra su miembro erecto.

—M-meterme... Meterme los dedos... —contestó en un jadeo entrecortado, TaeHyun sonrió, dejando un beso en su manzana de Adán.

—Correcto, precioso —felicitó besando su mejilla— Abre la boca —ordenó, recibiendo casi de inmediato el gesto, metió los dedos de su mano libre en ella, rozando con la lengua ajena, el otro lo observó fijamente, succionando los dedos antes de pasar su lengua por entre los dedos que tenía, tomó la muñeca del vampiro con una de sus manos, con su cabeza moviéndose de arriba a abajo y sin quitarle la vista al otro de encima.

TaeHyun solo lo observó, soltando su cabello para tomar el vaso de vodka que tenía, bebió de él antes de vertir lo que restaba en el cuerpo ajeno, BeomGyu sintió el frío alcohol en su torso desnudo hacer contraste luego con la caliente lengua de su esposo que pasó por todo su torso para saborear el vodka.

El vampiro lamió su pezón, sintiendo la pieza de metal en su lengua, jugó con ellas un rato, gozando de las vibraciones que iban a sus dedos cada vez que el otro gemía, restregando su pelvis con más intensidad.

TaeHyun sacó sus dedos de la boca ajena, mirando la expresión de su esposo, deseoso por más, ansioso por recibir algo más que toques superficiales.

En unas horas tenía una reunión con la corte vampiro, además de ir a ver a su padre para acordar parte del protocolo de la fiesta, y ahora, hablar sobre los Kim.

—TaeHyun... —el humano lo llamó, enroscando sus brazos en los hombros ajenos, dando pasos para hacer el vampiro retroceder, empujándolo con fuerza hasta el sillón cercano.

Bajó sus pantalones y ropa interior, tomando asiento en su regazo.

Unió sus labios con los ajenos, recibiendo la lengua del vampiro en su cavidad bucal con gusto, gimió aferrándose al sillón, sintiendo uno de los dedos húmedos de su esposo empujar contra su entrada, gimió de nuevo, sintiendo al vampiro morder su labio inferior, sintió un escalofrío cuando uno de los colmillos atravesó un poco su labio antes de separarse.

—Que duela... —murmuró sobre los labios ajenos. TaeHyun sonrió empujando un segundo dedo, gozando de la mueca adolorida pero a la vez placentera de su esposo.

Gozar del dolor era el poder más grande que podía tener una persona, desde su perspectiva.

—Claro que dolerá, bizcochito... —afirmó impulsando su mano libre a uno de los glúteos ajenos, dejando una palmada con rudeza, el cuerpo sobre él se tensó por el golpe, aún así, pudo escuchar un gemido desesperado.

Para TaeHyun solo era una sesión cotidiana, un poco más rápida que las demás.

Pero para BeomGyu, sabía que era la última vez que estaría de esa forma con TaeHyun.

Por eso, se dedicó a aprovechar al máximo el cuerpo del vampiro, gimiendo a diestra y siniestra y dejándose llevar por todas las sensaciones dolorosas y placenteras de su cuerpo.

Encajó sus uñas a la tela del sillón cuando el grosor en su entrada aumentó, los dedos siendo reemplazados por el miembro de su esposo, sintió un cosquilleo en su vientre, el gemido salir de su boca con gusto, escuchándose por fuera del bar.

—Muévete —animó el vampiro pasando su lengua por su pecho, sujetando sus muslos, encajando sus uñas largas y puntiagudas en los muslos ajenos, atravesando poco a poco la piel, sintiendo a su esposo moverse encima de él con lentitud.

Escuchó pasos fuera del pasillo, frunció el ceño mirando a la puerta, estaba entre abierta.

Nadie los iba a interrumpir.

BeomGyu se aferró a los hombros del vampiro cuando se vió levantado en los brazos ajenos, jadeó sintiendo el miembro salir de él.

TaeHyun caminó hasta la puerta, estampando el cuerpo de su esposo contra ella, cerrando la puerta con fuerza y entrando en él con rudeza.

—¡AH, SI! —el humano gimió, gritó del placer, aferrándose de la ropa del vampiro, arrugando la tela al sentir las embestidas rudas dentro de él.

Por otro lado, Ken retrocedió un paso, sabiendo que no tocaría la puerta, carraspeando un poco incómodo, mirando de reojo la puerta rebotar una y otra vez, con sonidos secos.

—¡Mngh! ¡Más duro! —pidió el humano del otro lado en medio de un gemido, TaeHyun lo observó, cubriendo la nariz y boca del otro con una mano, BeomGyu arqueó las cejas, ahogando sus gemidos en la palma del vampiro que dejó de embestir, solamente manteniendo su miembro dentro.

—Habla y vete —ordenó el vampiro sintiendo las manos de su esposo apretar su ropa, BeomGyu lo observó suplicante, sintiendo la respiración faltarle poco a poco.

TaeHyun lo observó, llevando su otra mano al pezón derecho ajeno, jugando con la pieza de acero, miró a su esposo blanquear los ojos del placer, apretando más sus piernas alrededor de su cintura.

—Señor, la reunión en la corte vampiro se adelantó una hora, debe estar allá en menos de una hora —comunicó el guardia retrocediendo con rapidez, saliendo del pasillo y luego de la mansión, pasando sus manos por su cara.

—¿Oíste eso? Vamos a tener que apurarnos —habló el vampiro volteando a ver a su esposo, BeomGyu asintió, jadeando cuando pudo respirar correctamente.

Se abrazó al vampiro con piernas y brazos, gimiendo al sentir las embestidas cada vez más rudas, llegando directamente a su próstata.

No se cohibió en expresar lo bien que se sentía en ese momento, tampoco en pedir aumento de ritmo en cierto punto, sintió su espalda desnuda rozar otra superficie que no era la dura de la puerta.

El vampiro lo dejó en el sillón cercano  de dos plazas, lo sujetó del cuello con ambas manos, apoyando todo su peso ahí, y de paso, apretando para privarlo del aire.

BeomGyu se aferró al cuero del sillón, jadeando por aire, abriendo más sus piernas para darle más acceso al vampiro que lo observó fijamente, gozando de ver cómo poco a poco iba perdiendo el aire.

Se acercó a él, rozando sus narices.

—Jamás tendré sexo contigo como si fuera la última vez... —habló, impactando su aliento contra los labios ajenos que estaban abiertos en un vano intento de recuperar el aire que las manos de su esposo le prohibían— Porque yo nunca me iré de tu lado y tú tampoco lo harás... —sentenció, su esposo abrió la boca, sacando la lengua.

Una petición que ambos conocían en silencio.

El vampiro no tuvo más que cumplir la petición de su esposo, escupiendo directamente en su boca antes de soltarle el cuello, dejándolo tomar aire.

BeomGyu aguantó un gemido, temiendo ahogarse, saboreó la saliva de su marido antes de tragar, retorciéndose en su lugar cuando llegó al orgasmo, el vampiro se escondió en su cuello, encajando sus colmillos en la piel una y otra vez, saboreando su sangre y dejando grandes chupetones que por la intensidad, se volverían morados y tendrían una duración muy larga, además del enrojecimiento por la marca de los dedos que quedaría.

BeomGyu arqueó la espalda, sintiendo aún las embestidas, gimió cuando se sintió completamente lleno, el semen caliente de su marido llenándolo mientras este besaba todo su cuerpo, dejando sus marcas por su torso, una mordida alrededor de cada pezón, chupetones alrededor de su ombligo y un montón de mordidas fuertes y desordenadas en sus costados.

—Todavía... Queda tiempo —animó con la respiración agitada, atrayendo al vampiro por la nuca, besándolo mientras lo abrazaba por los hombros, alzando su cadera para estar aún más juntos— Amo cuando me besas... —susurró el humano, volviendo a besar a su esposo, disfrutando como siempre de sus besos.

Nunca negaría el gusto que le generaba besarlo, eran labios suaves y que le contestaba hasta con más intensidad de la que él contestaba.

No estoy mintiendo...

—Me tengo que ir, precioso —recordó el vampiro sabiendo que debía ducharse, cambiarse de ropa, y ponerse en marcha, después de todo, tenía que estar puntual y no haría nada a las prisas, lo odiaba.

BeomGyu frunció el ceño.

—Bien, fuera de aquí —aceptó con un tono molesto, empujando por el pecho a su esposo, BeomGyu miró a lo lejos la mesa en dónde estaban los tragos, también habían dejado sus dagas allí antes de iniciar el encuentro— ¿No que te tienes que ir? ¿Qué haces viendo? —preguntó caminando hasta ese lugar, dándole un trago a uno de los vasos a medio tomar, sujetó una de las dagas, miró el filo antes de ver a su esposo, TaeHyun se levantó del sillón, mirándolo fijamente— Eres el líder de este territorio... ¿Quién te va a reclamar algo si llegas tarde? —preguntó apoyando el filo en su muslo libre de cicatrices, apoyó con fuerza, haciendo una incisión, deslizó el filo por su propia piel, sintiendo el intenso dolor y a la vez el placer que eso le daba— Pero ya veo que te importan otras cosas que no soy yo...—alzó los hombros acercándose con unos pasos a él de nuevo, TaeHyun no se movió de su lugar.

—Sabes que es importante —recordó, BeomGyu soltó una carcajada.

—¿Enserio? Si es tan importante, ¿Por qué sigues aquí, mi amor? —preguntó en un tono dulce tocando la punta de la nariz ajena con su índice, TaeHyun apartó la cara con molestia, abrazando su cintura. El humano rió— Arrodíllate —ordenó jugueteando con el arma blanca en manos, TaeHyun le obedeció con un suspiro, colocando las rodillas en el suelo, e inclinándose a la altura de sus muslos, sacó su lengua, pasándola por la incisión que había hecho su esposo, soltando un sonido de gusto por el sabor de su sangre.

BeomGyu lo tomó del cabello, haciéndolo alzar la mirada.

—Si el líder llega tarde, no pasará nada, pero si el líder pretende dejar a su esposo insatisfecho habrá más de un problema, ¿Lo tienes claro, cariño? —preguntó ladeando la cabeza, TaeHyun lo observó fijamente, ladeando una sonrisa de satisfacción.

—Lo tengo claro, precioso.

—Entonces cógeme como se debe —pidió separándose del vampiro, entregando la daga en sus manos.

Confiaba que el vampiro sabría que hacer con ella.

El ir a la corte vampiro obviamente pasó a segundo plano con sus palabras, lo supo muy bien y no evitó reír cuando tuvo de nuevo al vampiro encima suyo, dejándolo en el sillón, encajando sus uñas en su cadera para embestirlo, privándolo de moverse, abriendo su piel en cortes finos que lamía con vehemencia, haciéndolo gozar de placer cuando estuvo dentro de él nuevamente, cuando lo golpeó y privó de aire nuevamente, sacándole lágrimas de puro placer.

—¿No querías esto, precioso? Fuiste tú quien lo pidió —recordó el vampiro sujetando las manos de su esposo tras su espalda, el humano con las rodillas en el sillón, manteniendo su cadera arriba y su mejilla apoyada en el espaldar, su esposo lo embestía con rudeza, sacándole lloriqueos de placer.

Gimió apoyando su frente en el espaldar del sillón, sintiendo su segundo orgasmo cerca.

—¡No, no! ¿Que carajos haces? —preguntó el humano cuando se sintió vacío y libre, se sujetó del sillón , volteando a ver a su esposo, TaeHyun sacó el cinturón de su pantalón.

—Cállate —ordenó, dando un latigazo exactamente en su muslo, el otro se encogió de dolor, jadeando y observando a su esposo.

Era la primera vez que usaba un cinturón, y la idea le estaba agradando, aún más por el escosor que le causaba en la piel.

—Como estabas —ordenó de nuevo el vampiro, mirando a su esposo obedecerle, volteando a verlo sobre su hombro.

Su garganta dolió cuando gritó por el dolor que le causó recibir otro latigazo en la parte trasera de sus muslos, jadeó sintiendo la lengua del vampiro pasar por la misma zona, haciendo que el escozor fuese más intenso.

Mordió su labio inferior, sintiendo sus mejillas húmedas, lágrimas de dolor y placer deslizándose por su cara.

Su cuerpo se volvió a tensar sintiendo el latigazo en su glúteo derecho, tembló soltando un lloriqueo.

—Te encanta tanto el dolor... —murmuró el vampiro masajeando la piel que había golpeado, mirando las gotas de semen resbalar por el sillón, su esposo temblando por su segundo  orgasmo, se inclinó a él, rozando sus colmillos por su espalda blanca y sudada, dejó un par de chupetones, mordiendo con fuerza su piel, juntó su pelvis a él, atrapando su oreja entre sus labios, BeomGyu jadeó con cansancio, sintiendo su cuerpo laxo, aún así, ladeó la cabeza para que el vampiro tuviera aún más acceso a su cuello, llenando de más marcas todo la extensión— Te gusta tanto que te maltrate... Te fascina cuando te meto los dedos... —habló, rozando su nariz por su cuello, el otro jadeó arqueando la espalda, sonrió ante las palabras de su esposo, volteó a verlo, sintiendo la respiración de su esposo en su mejilla.

—No solo los dedos... —contestó sacando la lengua, jadeando cuando el vampiro la tomó entre sus labios, succionando.

Se separaron en un chasquido, la saliva haciendo que sus labios y mentones se vieran aún más brillantes.

—Y también amas que te coma el culo —murmuró el vampiro antes de retroceder, obligándolo a colocar las manos hacia atrás, sosteniendo con su mano derecha.

El otro gimió, apoyando su frente en el sillón, sintiendo sus piernas temblar apenas sintió la lengua de su esposo pasearse hasta su entrada, metiendo la lengua mientras lo sujetaba de los muslos traseros.

El sonido húmedo de la saliva, el chasquido que producían los movimientos de su lengua, la barbilla del vampiro llena de saliva, la poca capacidad de respirar que le permitía la posición, se separó con un sonido húmedo, irguiéndose en su lugar.

Golpeó una última vez los glúteos de su esposo, haciendo al cinturón marcar la piel de lo fuerte que eran los golpes.

Con su mano izquierda tomó el cinturón para ajustar las manos de su esposo que arqueó la espalda y gimió alto, sintiendo de nuevo como el vampiro se abría paso por su entrada en embestidas rudas y rápidas, una tras otra llegando a su próstata y estimularlo sin parar.

Sus muslos temblaron, el cabello se pegaba a su frente del sudor, no podía mantener la boca cerrada por los gemidos que salían, un fino hilo de saliva bajando por su barbilla.

TaeHyun lo observó fijamente, soltando un jadeo al sentir las paredes ajenas apretarlo.

Con el placer a flor de piel, fue inevitable aumentar aún más las en embestidas, TaeHyun pegó su pecho desnudo a la espalda ajena, el otro jadeó con desespero volteando a la derecha, miró al vampiro sobre su hombro, lamiendo su mejilla.

—El sabor de tus lágrimas es adictivo... —murmuró el vampiro con respiración agitada, el otro lloriqueó sintiendo dolor en su cuerpo, sus manos apresadas, la cortada en su pierna y el vampiro mordiendo su cuello constantemente, dejando aún más chupetones que se estaban volviendo de un intenso color rojo.

Lloriqueó apretando los ojos, el cosquilleo en su vientre se intensificó, el orgasmo construyéndose otra vez en él, el vampiro lamió su cien, gimiendo en su oído antes de tener su orgasmo.

Ambos se liberaron casi al mismo tiempo, TaeHyun abrazó por la cintura a su esposo que dejó su cuerpo laxo, con respiración errática.

—Me voy —avisó besando su espalda, repartiendo besos por dónde había mordidas o marcas, el otro jadeó cansado, sintiendo un escalofrío cuando el vampiro salió de él, quitando el cinturón que apresaba sus muñecas.

BeomGyu observó sus muñecas, maltratadas y enrojecidas por la presión del cinturón, incluso sus dedos cosquilleaban un poco.

Tomó asiento en el sillón con un suspiro, mirando a su esposo acomodar su ropa interior, obviamente ambos necesitaban una ducha.

TaeHyun fue el primero en retroceder, debía ducharse lo más rápido posible, cambiarse y ponerse en marcha a la corte vampiro.

BeomGyu tomó del suelo la camisa de su esposo, se la colocó abrochando solo el botón del centro.

—Hey —llamó con el ceño fruncido, TaeHyun se detuvo en la puerta.

—¿Qué?

—Dame un abrazo —pidió el humano levantándose de su lugar, sintiendo la saliva y el semen deslizarse por sus muslos traseros, sus piernas temblar, TaeHyun frunció el ceño abriendo la puerta.

—No tengo tiempo, ya voy tarde por tu culpa —culpó, BeomGyu bufó tomando del sillón la daga olvidada.

TaeHyun dió un paso hacia la derecha con rapidez cuando su esposo tomó impulso, arrojando la daga y encajandola en el marco de la puerta.

—Que me des un abrazo, TaeHyun —repitió en tono amenazante y exigente, abriendo los brazos hacia el vampiro que caminó hacia él, rodeando su cintura con sus brazos y recostando su barbilla en su hombro.

BeomGyu sonrió de medio lado, abrazándolo por los hombros mientras le acariciaba el cabello.

—Que te vaya muy bien en la corte —deseó en un tono suave, el vampiro besó su hombro por encima de la tela de su propia camisa, se separó del humano, mirándolo fijamente y con seriedad.

TaeHyun sintió las manos de su esposo en sus mejillas, acunando su cara.

—Te amo —habló BeomGyu mirándolo fijamente a los ojos, inclinándose a besar la punta de su nariz, el vampiro se hizo un poco para atrás con el ceño fruncido, pero el humano lo sostuvo con fuerza, sonriendo cuando logró dejar un casto beso en la nariz ajena.

—Te adoro, precioso —contestó el vampiro antes de retroceder, saliendo al fin del lugar, apurando sus pasos.

Iba veinte minutos tarde.










































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Fue algo leve la verdad

The_Dark_Diamond04

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