Dos días después.

Habían pasado dos días luego de esa maravillosa sesión de sexo que habían tenido, sus energías se habían renovado, y a pesar de que seguía con las marcas en sus muñecas y en su cuello no le dolían.

Esa mañana había despertado con el brazo del vampiro sobre su cintura, además de sentir la respiración pausada del mismo en su nuca.

Mordió su labio inferior quedándose estático en su lugar, sintiendo el cuerpo del vampiro completamente pegado al suyo.

Se sintió bien despertar así, sintió un pequeño hormigueo en su pecho.

—Si ya despertaste es mejor que vayas a asearte para ir a desayunar —habló el vampiro con un tono suave, su aliento chocó con su nuca, un aliento caliente que le dió algo de cosquillas.

—En un momento... —murmuró antes de voltearse entre los brazos del vampiro para observarlo.

Ahí estaba Kang TaeHyun observándolo con seriedad, moviendo sus ojos por su cara, alzó su mano derecha para dejarla en su mejilla, acarició con su pulgar.

¿Debería de creerle? Se preguntó cuando sintió los labios del vampiro en su mejilla algo amoratada, luego en sus comisuras. Besando todo a su paso.

TaeHyun lo observó, escuchó los latidos de su corazón aumentar un poco, se separó del beso con una pequeña sonrisa.

Lo estaba logrando.

—¿Qué haremos hoy? —preguntó mientras se levantaba de la cama, pasando sus manos por su cabello, TaeHyun también tomó asiento.

—No hice planes para este día, así que decide tú —contestó levantándose por completo, tomando su teléfono del buró a su lado. BeomGyu lo observó impresionado, pero no dijo nada, simplemente fue al baño a asearse y cumplir su rutina de todas las mañanas.

Mientras cepillaba sus dientes, escucho su teléfono, volteó a verlo en la mesa de noche y sin dudas salió del baño para tomarlo en manos, notando que TaeHyun había desaparecido de la zona de la cama. Volteó a la derecha, el vampiro estaba en el balcón, paseando de lado a lado mientras veía su teléfono con seriedad.

BeomGyu volvió al baño en silencio, siguiendo con su cepillado mientras veía el mensaje que había llegado.

Era un número desconocido.

Número desconocido

Mi niño, ya compré el teléfono, es tu tía

BeomGyu escupió su pasta dental y enjuagó su boca con agua antes de mover sus dedos para registrar el número.

Días atrás le había pedido a la mujer que tuviera un teléfono y le había dejado su número en una nota bajo el escritorio de Kang, por reglas del servicio ningún empleado podía tener uno, pero BeomGyu se aseguraría que se hiciera la excepción con la mujer.

Tía Che.

Pensé que eran cosas mías, pero Ken me ha estado haciendo un seguimiento casi todos los días, es muy obvio

Yo.

Seguro lo mandó Kang, no se preocupe señora Che.

Eso lo buscó desde que empezó a hablar mierda de él

¿Te ofende que hable así de tu marido? Abre los ojos, mi niño, por favor no sé cuántas veces te lo he dicho ya

No hay nadie más preocupado por ti que yo, me preocupa lo que pueda hacerte en esos días que estuvieron solos

Sé que se preocupa por mi y lo agradezco más que nadie, pero no siento que me sea de ayuda su manera de actuar ante Kang

Se lo merece, es un cretino manipulador

No es algo que deba decir a los cuatro vientos

—La señora Che tiene un teléfono, ¿Tú se lo regalaste? —preguntó entredientes TaeHyun arrojando su propio teléfono a la cama luego de leer el reporte que le pasó Kang de la mujer. Se veía enojado.

BeomGyu volteó a verlo mientras secaba su cara.

—Ella sola lo compró —contestó apagando la pantalla del teléfono cuando TaeHyun se acercó más a él.

Las últimas veces la señora Che se había comunicado por llamadas, usando el teléfono local de la mansión que usaban todos los empleados internos, y dicho teléfono tenía la opción de grabar las llamadas. Esa opción estaba activa todo el día.

Y que ahora le mujer tuviera un teléfono propio solo significaba algo para él.

Había cosas de las que no podía saber.

—¿Te escribió? —preguntó desviando la mirada al teléfono de su esposo, BeomGyu lo sujetó con su mano izquierda, caminando para salir del baño, esquivando a Kang.

—Claro que me escribió —contestó deteniéndose cuando el vampiro lo jaló de la muñeca. Maltratando los moretones en ella.

—Quiero ver —ordenó tratando de quitarle el teléfono, BeomGyu se movió con rapidez, negando con la cabeza.

—¿Para qué? Déjame en paz —retrocedió sintiendo el agarre del vampiro hacerse más fuerte.

—¿Qué te ha dicho que no quieres que vea? —preguntó dando un paso hacia adelante, BeomGyu retrocedió con el ceño fruncido.

—Es mi privacidad, ¿Acaso yo te reviso tu teléfono? No me meto en tus cosas así que tú no te metas en las mías, ¡Me estás lastimando, carajo! —gritó moviendo con insistencia su muñeca, TaeHyun quitó el agarre de esa zona y lo pasó a su brazo, atrayendo su cuerpo al suyo con fuerza.

—Tu no me revisas el teléfono porque no te da la jodida gana —contestó el vampiro forcejeando con él para tomar el teléfono, BeomGyu se agitó, evitando que el vampiro lo sujetara.

En ese momento, llegó un mensajes, ambos llevaron la mirada al aparato.

La única notificación que había era de ese mensaje y se podía ver parte de él.

Tía Che.

Cómo deseo que escapes de esa porquería y... [Leer más]

BeomGyu sintió un escalofrío recorrer su espina dorsal, TaeHyun apretó la mandíbula, sus ojos cambiaron a carmesí.

—¿Escapar?... ¿¡Esa vieja maldita te está diciendo que escapes!? —preguntó a gritos aún con la mirada fija en el teléfono, su agarre se apretó aún más. El vampiro le arrebató el teléfono de la mano con fuerza antes de arrojarlo contra la pared cercana, el aparato cayó con la pantalla al suelo— ¿¡Por eso no querías que viera!? ¡HABLA! —exigió empujando a su esposo que se tambaleó.

—¡Es la primera vez que me lo dice! —excusó, esquivando cuando el vampiro quiso sujetarlo de nuevo.

—¡Esa maldita mujer lo único que hace es meterte ideas en la cabeza! ¡Me tiene harto! —le gritó sacando su teléfono de su bolsillo, marcando un número específico.

BeomGyu sintió miedo, desespero al verlo darle la espalda, llevando el teléfono a su oreja.

Eso solo significaba una cosa.

—¿Qué vas a hacer? ¿¡Qué vas a hacer!? ¡Suelta ese maldito teléfono! —ordenó empujando su espalda, tratando ahora de quitarle el teléfono al vampiro que lo empujó con su mano libre, ambos en un forcejeo rudo y constante.

—Ya estoy harto de esta mierda, yo no tengo porqué aguantar a esa cabrona —habló usando su pié, pateando el abdomen de su esposo para alejarlo de él y quitarle el aire. BeomGyu apoyó las rodillas en el suelo, jadeó sintiendo el aire faltarle un poco, miró de reojo su daga en el buró.

—TaeHyun, cuelga el teléfono —ordenó alzando la mirada, el vampiro se alejó de él, BeomGyu se levantó con esfuerzo, tomó la daga del buró— ¡Que cuelgues el teléfono! ¿¡NO ME ESCUCHASTE!? —le gritó amenazándolo con la daga, TaeHyun volteó, aún con el teléfono en la oreja.

BeomGyu observó la pantalla encenderse, indicando que habían contestado la llamada del otro lado, los labios del vampiro se abrieron para dar la orden.

Tomó impulso y arrojó la daga, TaeHyun siseó, soltando el teléfono.

—¡QUE CUELGUES, MALDITA SEA! —le gritó mirando la sangre salir poco a poco de la mano del vampiro que lo observó fijamente, serio y en silencio.

—¿Qué tanto proteges a ese vejestorio? —preguntó en voz baja, avanzó con rapidez alzando su puño, lo golpeó directamente en la mejilla antes de jalarlo del cabello para estamparlo contra la misma pared en dónde arrojó el teléfono, lo sujetó del cuello, volviendo a empujarlo contra la pared— Lo único que merece esa zorra es la muerte, ¿Quién sabe que más te ha dicho a mis espaldas? Es una maldita que se mete en dónde no la llaman y no voy a permitir que siga haciéndolo, escúchame bien —exigió apretando su cuello, volviendo a estamparlo contra la pared, BeomGyu se removió, trató de zafarse, su nariz sangró por el puñetazo, observó al vampiro con odio— El único que puede decirte que hacer y que no soy yo, y sin embargo tienes el libre albedrío para decidir, así que esa vieja no tiene porqué meterse, ¿Me estás entendiendo? —preguntó agitando su cuello haciendo que su cabeza se golpeara con la pared, usó su mano libre y herida para presionarle la cien, lastimando su cabeza con la pared, BeomGyu se quejó empujando por el pecho al vampiro en un intento fallido de separarlo de él, sintió algo chorrear por su cien, la herida del vampiro aún no cicatrizaba y el corte había sido profundo, el vampiro le habló con ira contenida, entredientes— Sácate de la cabeza eso de escapar, BeomGyu, eres mío y no te vas a apartar de mi lado jamás, el único día que te irás de mi lado será el día que mueras —habló presionando más su cabeza, BeomGyu se quejó alto del dolor, apretó los dientes.

—¡Suéltame, SUÉLTAME, MALDITO! —gritó adolorido, TaeHyun lo sujetó del mentón, obligándolo a verlo. Sus ojos rojos, llenos de ira y locura, mirándolo fijamente, con amenaza.

—Tu jamás vas a escapar, BeomGyu, yo soy lo único que te queda en este mundo y piénsalo... Tu no eres nadie sin mi —negó con la cabeza, BeomGyu lo jaló de la ropa, alzando con rapidez su pierna derecha, golpeando con su rodilla la entrepierna de su esposo que lo soltó de inmediato, dándole oportunidad de empujarlo.

Se movió hasta su teléfono, lo tomó del suelo mirando la pantalla rota pero aún con oportunidad de encender, apenas y podía ver las letras del teclado.

—Maldito loco... —murmuró mirando a TaeHyun alzar la cabeza para verlo— Más te vale no hacerle nada, es mi familia.

—Es mi empleada —replicó irguiéndose en su lugar, aún con dolor pero pudiendo caminar hasta su esposo. BeomGyu le dió un manotazo cuando quiso alzar su mano a él— Olvídate de volver a escucharla hablar.

—¿Qué? —el miedo recorrió su cuerpo, se acercó al vampiro, tomándolo de los hombros— TaeHyun... ¡NO LE HAGAS NADA MALDITA SEA! ¿¡CREES QUE VOY A ESCAPAR PORQUE ELLA LO DICE!? ¡TE AMO, TE AMO Y NO ME IRÍA DE TU LADO! —gritó aferrándose al vampiro con lágrimas en los ojos. Le desesperaba la situación y estaba poco a poco perdiendo el control, no quería que nada pasara con la mujer que tanto amor le había dado y que lo había acompañado en sus peores momentos, debía impedirlo— ¡ERES MI ESPOSO Y TE PERTENEZCO! ¿¡A DÓNDE CREES QUE ME IRÍA SIN TÍ!? ¡CARAJO, ESCÚCHAME! —pidió soltando las primeras lágrimas de desespero, sujetando las mejillas del vampiro que lo observó con seriedad, le quitó el teléfono de manos con fuerza.

—Claro que no escaparías, precioso —afirmó inclinádose a él, pasó su lengua por el par de lágrimas que habían caído, sintiendo su sabor salado— Pero esa mujer merece la muerte... Por incumplimiento y falta de respeto —finalizó limpiando con su misma lengua la sangre que salía de su nariz por el puñetazo anterior, lo empujó por el pecho.

—Ya te dije que no iba a escapar... Nada de lo que me ha dicho ella ha afectado en mi comportamiento, ¿O si, TaeHyun? He estado como siempre porque sabes que te amo. Has una excepción, solo ésta vez y no le quites la vida —murmuró entredientes, apretando las manos hasta hacerlas puños. TaeHyun volteó a verlo con el ceño fruncido.

—¿Excepción? ¿Qué gano haciendo esa excepción? —preguntó, BeomGyu lo observó fijamente, con seriedad.

—¿Tenerme a mí no es más que un premio? —preguntó de vuelta, el vampiro relajó su postura acercándose a pasos lentos a él.

—Tienes razón, tu eres más que un premio para mí —afirmó sujetando su cintura, atrayendo con fuerza su cuerpo a él, BeomGyu lo observó— Un premio que no me gusta compartir.

—Solo soy tuyo —habló al instante, sabiendo que desde un inicio sus cercanías con la señora Che causaban un poco de celos en el vampiro.

—Haré la excepción —aceptó mirando como la expresión corporal de su esposo se destensaba un poco. BeomGyu suspiró sintiendo la mano del vampiro pasar por su mejilla con lentitud— Mira a lo que llegamos por tu culpa...

BeomGyu se quedó en silencio, escuchando al vampiro recalcar de nuevo que por su culpa las cosas se habían salido de control, por no enseñarle el teléfono, por cortar su dorso, por golpearle la entrepierna.

Ese descontrol era totalmente su culpa.

Aún así, se sentía totalmente tranquilo de que TaeHyun había hecho la excepción de no quitarle la vida a la mujer.

No pudo hablar más con ella porque el vampiro le había quitado el teléfono, aunque dudaba que todavía lo tuviera, tal vez lo había arrojado a la basura, después de todo apenas y se veía en la pantalla.

Al final del día, las cosas estaban tranquilas, como si no se hubieran peleado a golpes en la mañana.

—Buenas noches —habló el vampiro mirando a su esposo acomodarse para dormir, BeomGyu le dió la espalda, soltando un sonido antes de cerrar los ojos.

TaeHyun lo observó desde el sillón, cerró el libro de anatomía que leía y se levantó, siendo sigiloso cómo siempre. Se concentró en la respiración de su esposo, cuando se hizo un poco más pesada y pausada supo que estaba dormido en su totalidad.

Tomó el teléfono de pantalla rota y buscó el único contacto que había.

Marcó una llamada, levantándose para salir al balcón. Esperó uno, dos, y tres pitidos para que atendieran del otro lado.

—Mi niño, que bueno que me llamas... ¿Cómo estás? —preguntó la mujer con un tono dulce. TaeHyun relamió sus dientes.

—¿Ahora no solo dice mierda si no que también la escribe? —preguntó de vuelta, la mujer frunció el ceño.

—¿En dónde está BeomGyu? ¿Qué le hizo, cabrón? ¿Por qué usa su teléfono? —preguntó molesta, cambiando su tono de voz de inmediato.

TaeHyun ladeó una sonrisa, inhalando la brisa fresca que impactó en su cara a esa hora de la noche.

—Solo quería llamarla para decirle algo —aclaró, apoyando su codo en el barandal, miró el oscuro mar frente a él— Ya no quiero escucharle la voz, me tiene harto con todas esas mierdas que salen de su boca. No me importa si es verdad o no, solo no la quiero escuchar...

—¿Me estás amenazando?

—No, claro que no la estoy amenazando —negó con una risa, enfocó la luna a un lado, ladeó la cabeza detallando su brillo— Le estoy hablando de un hecho, señora Che.

—¿Qué?

—Hable todo lo que quiera antes de que no pueda, esa es mi recomendación —y sin más, colgó la llamada, estiró su brazo y soltó el teléfono dejándolo caer. Estaban a una altura considerable así que cuando impactara contra el sueño se haría pedazos.

TaeHyun volvió a entrar a la habitación, movió su cuello a los lados antes de recostarse en la cama, miró la espalda de su esposo.

Se acercó a él, metió una mano entre sus piernas, la otra bajo su cuello para poder moverlo hasta donde estaba él, siendo lo más cuidadoso que podía para no despertarlo, lo dejó recostado y pegado a él, lo observó dormir un buen rato.

Alzó su dedo índice para pasarla por la mejilla ajena.

—Tienes que aprender a ser específico, precioso... —murmuró mirando al otro removerse entre sueños, ladeando su cara hacia él, TaeHyun sonrió.

Para pedir las cosas había que ser específicos, aún más con Kang TaeHyun.

Pero era algo que BeomGyu aprendería en unos días.

¿Qué les pareció? He estado actualizando seguidooo porque estoy emocionada y no aguanto ver los capítulos hechos y editados sin publicar xd

Nos vemos en el siguiente!

The_Dark_Diamond04