Las cosas eran simples.

Si no tenía una razón sólida, no iba a hacer nada. Así de simple funcionaba para Kang TaeHyun, un hombre que jamás haría algo solo por hacerlo, siempre debía existir una razón, siempre a su conveniencia, para poder accionar.

¿Un hombre romántico y cariñoso? Él no es eso, lo sabía muy bien, pero actualmente tenía sus razones para serlo.

Él estaba sumamente conciente de que había hecho un daño irreversible a su esposo a lo largo de los meses que pasaron, y no se arrepentía de nada de ello, de hecho, estaba orgulloso de lo que había logrado crear.

En todo ese proceso, procuró que el odio de BeomGyu hacia él se viera minimizado por pequeños gestos de sus parte, sea un abrazo, un beso, una caricia, unas palabras. Gestos que llevaran a BeomGyu a un punto en dónde fuera imposible odiarlo o por lo menos, ir contra él, confundirlo.

TaeHyun sabía que con esos gestos iba a conseguir minimizar o por lo menos hacer olvidar los problemas y enamorar a su esposo.

Aún no podía cantar victoria, mucho menos con la señora Che hablando pestes y recordando cada día lo malo que fue con BeomGyu, esas palabras no eran más que una cadena que aferraban a BeomGyu a la realidad.

Algo que a él no le convenía.

Y ese viaje le había caído como anillo al dedo, estaban solos y eso le daba la oportunidad de volver a envolver a su esposo en palabras dulces y cumpliendo un sueño por conveniencia.

BeomGyu no se podía ir de su lado, jamás podría hacerlo, le pertenecía.

—Mantener a esa mujer vigilada es lo único que me importa en este momento, Ken —habló entredientes el vampiro, apretando el teléfono.

—Si, señor, la estaré vigilando y enviando reportes —afirmó el guardia del otro lado.

A TaeHyun no le gustaba para nada la unión entre la señora Che y BeomGyu, al inicio no le había tomado tanta importancia, de hecho hasta pensó en que tener a ambos unidos y cómodos sería una buena idea, así mantendría a BeomGyu feliz y con una buena razón para agradecerle y quedarse en la mansión.

Pero ahora que la señora Che se había revelado en contra de él, recordando sucesos pasados, hablando y opinando sin darle importancia a nada, no le convenía.

Ninguna persona que pusiera a BeomGyu en su contra le convenía.

—¿Qué haces? —preguntó BeomGyu caminando hasta él con un cóctel de frutas en manos, estaban en las afueras del hotel, y TaeHyun se había alejado para hacer una llamada.

—Resolvía unos problemas con Ken —contestó guardando el teléfono en sus bolsillos, abrazó la cintura de su esposo para seguir caminando, dejándolo beber su cóctel en paz.

Era el cuarto día de estadía, habían desayunado en el hotel todos los días, habían disfrutado de las instalaciones del lugar en medio de conversaciones y opiniones del lugar, incluso habían ido en auto a algunas tiendas cercanas y cabe destacar que todos esos días habían dormido juntos, tal vez el vampiro se quedaba leyendo un libro pero lo importante y notorio para BeomGyu era el hecho de que TaeHyun lo abrazaba por las noches, lo besaba antes de dormir, lo veía al despertar e igualmente lo besaba apenas abría los ojos en la mañana.

Esa mañana había despertado con la imagen de su esposo leyendo, recibió un beso en los labios al despertar además de la indicación del vampiro para bajar a desayunar. Y ahora estaban en la playa a las afueras del resort, paseando.

—¿Todo está bien en la mansión? —preguntó el humano, achicando un poco sus ojos por el sol.

—Si, solamente necesitaban mi autorización para hacer una rotación de guardias en los sectores de trabajo —mintió con tranquilidad, recibiendo un asentimiento de BeomGyu— Ésta mañana... ¿Con quién estabas hablando? —preguntó arqueando una ceja, recordando a su esposo muy embelesado en su teléfono, escribiendo y enviando mensajes, BeomGyu volteó a verlo, algo tenso.

—Con la señora Che, quería saber cómo estaba... —murmuró sintiendo la mano en su cintura apretarlo más.

—Oh, y supongo que te dijo que no te dejaras manipular por mí, que tuvieras cuidado, porque soy un asqueroso manipulador y abusador, ¿No? —preguntó mirando a su esposo detenerse, él también lo imitó.

—TaeHyun, por favor... —murmuró entre dientes cuando una pareja que iba pasando observó de reojo al vampiro que achicó un poco los ojos.

—¿Estoy diciendo algo que no sea verdad, precioso? —preguntó, BeomGyu suspiró— Tu sabes muy bien de ese asqueroso cambio de actitud que tuvo, ahora habla de mí sin importar nada, simplemente lo hace, me insulta y habla mierda todo el tiempo, además, quien sabe qué cosas te dice a ti.

—No es como si estuviera diciendo mentiras —contestó, frunciendo el ceño cuando el vampiro lo tomó rápidamente del brazo, apretando y clavando sus uñas en la piel.

—Más te vale ponerle un alto a esa mujer, le he tenido respeto y distancia por ser tu tía pero no voy a aguantar que hablen mierda de mí en mi propia mansión —habló entredientes, su color de ojos cambio a carmesí, BeomGyu se removió para zafar el agarre pero el vampiro lo apretó aún más.

—Ya hablé con ella, y no estamos en la mansión para que vengas a reclamarme, no me dijo nada de tí cuando hablé con ella. Suéltame —exigió empujando por el pecho al vampiro que lo soltó con brusquedad, miró de reojo a alguien acercarse a ellos, ambos miraron el uniforme del muchacho, perteneciente al resort.

—Disculpen, ¿Está todo bien? —preguntó, había sido mandado de inmediato al ver el obvio enfrentamiento de la pareja, aún más con la agresividad que TaeHyun había sujetado a su esposo.

Aún así, BeomGyu hizo un gesto con su mano libre.

—Está todo bien, gracias por la preocupación —contestó alejándose del muchacho a pasos rápido, TaeHyun lo imitó, alejándose y continuando con su caminata— No me sigas —murmuró entredientes. TaeHyun lo volvió a sujetar del brazo, haciéndolo regular su paso, soltó un sonido exasperado.

—No quiero advertirte más nada de la señora Che y no te voy a decir que será de ella si no se detiene porque te debes hacer una idea —murmuró antes de soltarlo de nuevo, haciéndolo tropezar. BeomGyu alzó la mirada, había varias personas en el sector y sería una mentira si dijera que nadie los había visto, todo el mundo estaba viendo la escena solo que eran disimulados.

Dejó su cóctel en una mesa cercana con un golpe certero, antes de volver al interior del hotel, siendo seguido de su esposo. Subieron en el elevador, estaban solos.

—Te ofende que alguien te diga la verdad cara a cara, tu puedes hablar y hablar, amenazar a quien quieras y decir lo que sea, pero lo hace otra persona-...

—Soy el líder, el jefe de todos esos arrastrados que firmaron un contrato en dónde dice específicamente que me deben respeto, por mera lógica ellos me tienen que respetar por ser su líder y ser quien les da un trabajo —contestó el vampiro, persiguiendo al humano por el pasillo que daba a su habitación.

—¡TaeHyun, cállate! ¡Enserio me tienes harto, carajo! ¿Tanto te duele que te digan lo que eres? Déjame en paz, TaeHyun, quiero paz y tranquilidad —pidió entrando primero que el vampiro, arrojando la puerta antes de que TaeHyun pudiera pasar o lograr detener que se cerrara.

—¡Abre la puerta! —gritó golpeando la misma, revisó sus bolsillos, no tenía la llave. Gruñó volviendo a golpear la puerta— ¡Abre la puerta, BeomGyu! —volvió a gritar, bufó dándole un último golpe a la misma, decidió quedarse ahí afuera, sin tener las suficientes ganas de derribarla.

Por otro lado, BeomGyu observó al vampiro por la mirilla de la puerta,  se cruzó de brazos antes de caminar hacia adentro, sin querer abrirle en esos momentos.

Solo le había tomado tres días al vampiro volver a su versión original, había aguantado mucho.

Aunque, irónicamente, con esa actitud BeomGyu estaba mucho más familiarizado por obvias razones así que se sentía menos confundido y extrañado con esa actitud que con la de los últimos tres días.

¿Sigue ahí? Se preguntó luego de minutos, se acercó de nuevo a la mirilla, notando que TaeHyun seguía ahí, revisando su teléfono con el ceño fruncido.

Lo detalló por esa mirilla, estaba apoyado en la pared, su expresión era seria, su postura seguía siendo erguida y de cierta forma prepotente.

Pensó en lo que había pasado hace minutos, frunció el ceño de a poco.

Él ya había hablado con la señora Che y le había advertido las cosas, no era nada conveniente que dijera esas cosas. Pero la mujer parecía no haber entendido sus palabras o simplemente no las quiso tomar en cuenta.

Y si, TaeHyun tenía razón en lo que había dicho hace rato, la mujer en su conversación le había recalcado lo malo y vil que era el hombre con el que estaba, pidiéndole que no se dejara engañar por una sonrisa y unos cuantos gestos.

Aunque bueno, eso era algo que todos llevaban haciendo desde hace tiempo.

—TaeHyun —lo llamó, sonriendo cuando el vampiro alzó la cabeza, mirando la puerta— ¿Por qué estás tan alterado? ¿Uhm? Necesitas relajarte... —preguntó usando un tono más suave, seductor. El vampiro guardó el teléfono en sus bolsillos, cruzando los brazos mientras se acercaba a la puerta.

BeomGyu pasó su mirada por el cuello y pecho ajeno, la playera de ese día estaba algo ajustada y al cruzar los brazos podría notar sus pectorales algo marcados.

Mordió su labio inferior antes de tomar con una mano la manilla de la puerta, quitó el seguro y abrió con lentitud, retrocediendo unos pasos cuando el vampiro pasó con rapidez, arrojando la puerta a sus espaldas.

TaeHyun lo tomó del cuello con rapidez con la mano derecha, estampando su cuerpo en la pared más cercana, jadeó sujetando la muñeca ajena, sintiendo como apretaba y le privaba del aire.

—Que sea la última vez que haces eso, BeomGyu, ¿Qué te crees? —preguntó apretando más su cuello, BeomGyu lo observó, esbozando una pequeña sonrisa.

El vampiro se acercó más a él, observándolo en silencio, detallando la piel de su cuello apretada entre su mano, sus labios abiertos pidiendo más aire, su pecho dejando de subir y bajar por la falta del mismo.

Se acercó más a su esposo, sacó su lengua, pasándola por sus labios abiertos antes de meterla a su boca, explorando esa cavidad, sintiendo la lengua de su esposo responderle con dificultad, solamente aflojó un poco el agarre, gozando del jadeo desesperado que pasó a su boca.

BeomGyu usó sus dos manos para tomar la cintura de su esposo, lo atrajo más hasta él, sintiendo sus muslos juntarse, igual sus entrepiernas, su abdomen también se juntó con el ajeno.

Intencionalmente, separó un poco sus piernas, sintiendo el muslo del vampiro acomodarse entre ellas, rozando su entrepierna.

—Eres tan hermoso... —murmuró el vampiro sobre sus labios, rozando al hablar, BeomGyu se acercó un poco más, mordiendo su labio inferior, jalando solo un poco, aún tenía la mano del vampiro en su cuello, apretando levemente.

Jadeó cuando su cuello se vió nuevamente apretado con intensidad, observó al vampiro a los ojos mientras pasaba sus manos por sus hombros, sujetando su nuca.

Se acercó como pudo más a él, sacó su lengua mirándolo, arqueando las cejas hacia arriba cuando sintió el muslo del vampiro estimular su entrepierna.

TaeHyun conocía ese gesto y sabía lo que estaba pidiendo, se inclinó y tomó el músculo húmedo entre sus labios, succionando y mordiendo apenas, escuchando los sonidos que hacía, sintiendo como se restregaba en su pierna, necesitado.

Aflojó un poco el agarre del cuello, escuchó un jadeo que impactó en su boca, sus alientos estaban por completo mezclados.

BeomGyu soltó un jadeo, apoyándose más sobre el vampiro, sintiendo su entrepierna ser estimulada, gimió sobre los labios de su esposo aferrándose a su cabello.

—Estás molesto... ¿Verdad?... Estás alterado... —murmuró en medio de un jadeo, moviéndose contra la pierna ajena, sintió la mano libre del vampiro apoyarse en la pared tras él. TaeHyun lo observó, sus ojos carmesí, intensos y atrayentes— Úsame, úsame para drenar tu molestia, TaeHyun... Desquítate conmigo —pidió en un tono suplicante, TaeHyun arqueó una ceja antes de separarse, quitando los agarres que mantenía BeomGyu en él.

Sin esperar más, el vampiro tomó impulso e impactó su palma en la mejilla ajena, BeomGyu sintió el ardor en su mejilla, su cabeza estaba volteada por completo, el cabello cubriendo su perfil.

TaeHyun lo tomó del cabello con brusquedad, arrojándolo más adentro de la habitación, haciéndolo perder el equilibrio y caer al suelo en sus cuatro puntos.

—Aún no pierdes la erección... ¿Ves en lo que te has convertido, precioso? —preguntó empujando con el pié su cuerpo para ver la entrepierna de su esposo, estaba erecto, y a pesar de los golpes no dejaba de estarlo. TaeHyun apoyó su zapato en su entrepierna, sin hacer presión pero aún ganándose un quejido, BeomGyu lo sostuvo del tobillo, gimió sintiendo el zapato moverse sobre su erección con brusquedad, apretó el tobillo de su esposo mientras soltaba un lloriqueo, excitado. 

TaeHyun lo tomó del cabello con brusquedad, haciéndolo alzar la mirada, dejó de apoyar su pié en su entrepierna y se arrodilló para verlo de cerca, BeomGyu sujetó su ropa superior al tenerlo cerca, acercándolo hacia él.

—Escúpeme... —pidió, TaeHyun ladeó la cabeza con una pequeña sonrisa.

—Abre la boca, precioso —ordenó mirando a su esposo acatar su orden casi de inmediato, sacando su lengua y esperando pacientemente lo que había pedido.

El vampiro se inclinó a la boca de su esposo, lo observó directamente a los ojos antes de escupir directamente en su lengua, desvió la mirada a su manzana de Adán, notando como subía y bajaba al tragar la saliva.

Lo soltó del cabello, separándose por completo de él, lo observó mientras se alejaba.

—Quítate la ropa —ordenó mirando de reojo el armario en dónde estaban sus pertenencias.

Se podría decir que TaeHyun era un hombre preparado y calculador, así que él había viajado preparado para ese momento.

Era momento de probar algo nuevo.

¿Opiniones del señor Kang?

No se preocupen, en el siguiente capítulo sigue el smut :D

Espero les haya gustado este capítuloooooo!

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Nos vemos!

The_Dark_Diamond04