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76

¿Por que debería disculparme por lo que me he convertido?

Nadie se disculpó conmigo por hacerme lo que me hizo ser así.




















Él había sido el primer hijo de Choi JunSeo, sean cual sean las circunstancias y el transfondo, había sido su primer hijo, un bebé que tuvo que atender, cuidar, criar.

Ese niño, lo había llamado papá hasta no hace mucho tiempo, hace meses atrás aún lo llamaba y consideraba un padre.

Ser o no ser hijo biológico de alguien no era de mucha importancia, ya que lo que más resaltaba aparte del parentesco era el afecto, ese cuidado y esa familiaridad que se le podría dar a un hijo sea o no sea biológico.

Pero BeomGyu recibió mucha violencia desde muy pequeño, gritos, insultos y castigos que no eran de la magnitud apropiada para un niño. Además, al crecer un poco más se convirtió en una vil manipulación, llena de mentiras y falsas promesas.

Y él no iba a negarlo, antes, muy en el fondo le guardaba un afecto a JunSeo cómo padre, pensando que sus acciones eran por su bien.

Hasta que se dió cuenta de que no era así.

JunSeo hizo lo que quiso con él, lo controló cómo quiso, lo engañó y mintió por años, haciendo promesas falsas al igual que YangMi, quien también consideró madre por años, y lamentablemente no pudo hacer lo que quiso con ella por otras circunstancias, pero tenía a JunSeo ahí, al frente de él.

Era el momento de desquitarse con ese hombre.

BeomGyu lo observó unos segundos, inconsciente en el suelo, amordazado, con algunas heridas abiertas.

Tomó impulso y sin pensarlo, pateó el abdomen del hombre, sacándole todo el aire, y por ende, haciéndolo despertar.

En sus arneses aún estaban las armas bien sujetas, por lo que no le preocupaba no tener lo suficiente para lo que iba a hacer.

JunSeo tosió, saliendo de su inconsciencia poco a poco, soltando quejidos adolorido y tratando de adivinar en dónde estaba, además de rememorar lo último que había ocurrido.

Mientras eso pasaba, BeomGyu retrocedió, quitando los anillos que no le pertenecían para devolverlos al vampiro que estaba sentado en una silla vieja de madera. BeomGyu tomó asiento en su regazo, mirando al vampiro volver a poner los anillos en su lugar, usó su mano izquierda para tomar de la mejilla a su esposo y acercarlo a él, besó sus labios a la par que uno de los brazos del vampiro pasaba por su cintura, haciéndolo acercarse más.

—Ah, Choi JunSeo... —llamó BeomGyu volteando a ver al líder de los cazadores, JunSeo los observó con una gran magnitud de odio, repugnancia, rabia en su máximo esplendor— Pensé que no podría verte más... —habló levantándose del regazo de su esposo, TaeHyun dejándolo ir mientras se quedaba de espectador.

Observando todos con ojos burlones, que brillaban de orgullo por la persona que había logrado crear.

¿Alguna vez pensó que eso sería un arma de doble filo?

—No sabes cuántas veces he alucinado con esto —siguió hablando buscando en uno de sus arneses algo sumamente importante, algo que había adquirido horas antes de que los guardias llegaran con él.

Se acuclilló con cuidado, destapó la jeringa en su mano, JunSeo se agitó en su lugar al verlo acercarse con el objeto.

Con su mano libre, BeomGyu lo sujetó del cabello, encajando la jeringa con fuerza para drenar todo el líquido, sin importar el dolor.

Arrojó la jeringa a un lado antes de sonreír poco a poco.

Adrenalina. La dosis exacta para un hombre del porte de JunSeo, y la suficiente cantidad para no matarlo de una sobredosis, esa inyección solo le ayudaría a mantenerlo más tiempo despierto en todo el proceso.

Soltó una exhalación mientras sentía la anticipación hacerlo sentirse emocionado, tomó la mordaza de JunSeo para quitarla con fuerza, arrojándola a un lado.

Miró a JunSeo unos segundos, quedándose en silencio.

—¿¡Qué carajos estás viendo!? ¡Hazlo de una vez! ¿¡Qué esperas!? —preguntó JunSeo sintiendo algo de taquicardia. BeomGyu sonrió de medio lado.

—Veo al hombre que estaba en la cima del mundo bajo mis pies —contestó burlón.

—Precioso —el humano volteó hacia el llamado, TaeHyun sacó la daga que le pertenecía a su esposo.

—No te levantes —negó el humano haciéndose a un lado, dejando a JunSeo a libre vista de TaeHyun.

La distancia entre el vampiro y ellos no era mucha, aún así, a ellos no les importaba.

Con una simple mirada, sin explicar o hablar, ambos se entendieron.

TaeHyun igualmente se levantó de su lugar para tomar impulso, apretó la daga en su mano izquierda antes de arrojarla, JunSeo soltando un alarido de dolor cuando el filo se encajó en su pectoral izquierdo.

BeomGyu soltó una risa acercándose a JunSeo para tomar la daga.

—Qué puntería —se burló enterrando más el filo, su mano temblando por la presión que ejercía. JunSeo se removió del dolor, apretando los dientes.

TaeHyun arqueó una ceja mientras ladeaba la cabeza.

—¿Y qué? ¿Le das en todo el centro? —preguntó, BeomGyu soltó una risa mientras asentía.

—¿Quiere ver, señor Kang? —devolvió la pregunta volteando por encima de su hombro con una expresión confiada.

El vampiro aceptó con un asentimiento mirando el techo de la cabaña, buscando alguna base en dónde colgar al hombre pero era casi imposible, el lugar no tenía esas condiciones para tortura, solamente el sótano de la mansión y el almacén estaban en condiciones.

E irse a otro lugar en ese momento, era casi imposible.

—S-son... Unos malditos... Malditos psicópatas —jadeó JunSeo recibiendo un golpe en la quijada, BeomGyu lo observó a los ojos mientras sonreía.

—No vas visto nada, Choi JunSeo... —murmuró entre dientes, volteando a ver a su esposo, TaeHyun paseando por la habitación, mirando los objetos viejos y usados, empolvados y hasta dañados. Aunque había tenido tiempo para revisar la parte de abajo y recuerda haber visto una viga que parecía firme, así que sin decir nada, bajó las escaleras, apoyándose del barandal.

BeomGyu lo ignoró por completo, sabiendo que en algún momento lo llamaría.

Por eso, se encargó de golpear las heridas de JunSeo, las que había obtenido en el ataque del edificio.

Apuñaló sus muslos un par de veces, la sensación de la daga entrando y saliendo de la piel, siendo algo obsesiva.

JunSeo se removió de dolor, gritando y sin poder evitar las lágrimas que se deslizaron por sus ojos. Sabía que iba a morir y lo odiaba, odiaba tener que morir bajo manos de BeomGyu, ¿Acaso no pudo morir en el edificio?

BeomGyu sonrió de medio lado, deteniéndose para mirar las cuerdas de JunSeo, sonrió mientras las cortaba.

—Tu cara me da tanta lástima que te daré una oportunidad de escapar —le explicó quitando las cuerdas de las piernas, fue con la de las manos, JunSeo lo observó con odio— Pocas veces jugaste conmigo cuando era niño, y he pensado... Que podemos recuperar el tiempo perdido y no te preocupes por TaeHyun, él no se va a meter... Después de todo, esto es algo de padre e hijo habló sonriendo, JunSeo no pensó dos veces para escupirle en la cara, el otro esquivó apenas, sintiendo la humedad en su mejilla.

JunSeo gruñó empujándolo cuando tuvo las manos libres, BeomGyu lo sujetó del cabello, golpeando su cabeza contra la pared antes de soltarlo y dejar un golpe en su quijada, haciéndolo tambalearse.

—Más te vale correr rápido, hijo de puta —habló entre dientes, haciéndose a un lado mientras pasaba el dorso de su mano por su mejilla, quitando la saliva.

JunSeo se levantó con dificultades, mirando las escaleras, empezó a bajar con rapidez, apoyando más de medio cuerpo por la pared, su respiración errática y desesperada, el dolor en todo su cuerpo, mayormente sus pierna adoloridas y heridas haciéndole difícil el avance.

BeomGyu bajó las escaleras con más calma, recolectando de sus arneses dagas pequeñas, nuevas y con un filo sumamente peligroso.

Cuando le faltaban dos escalones, saltó hasta llegar a planta mirando a JunSeo apoyarse de todo para caminar torpemente soltando quejidos de dolor por sus piernas heridas y golpeadas.

BeomGyu tomó una daga y la arrojó, JunSeo sintió el filo atravesar la piel de su brazo, trató de apresurarse, pasando de largo a TaeHyun que estaba recorriendo la cabaña.

—¿Qué crees que haces? —le preguntó a su esposo cuando lo vió, BeomGyu se inclinó hacia él con una risa, dejando un casto beso en su mejilla.

—Me divierto —contestó antes de volver a arrojar una daga pequeña, JunSeo se quedó encorvado sintiendo el filo encajarse en su nuca, BeomGyu volvió a lanzar otra daga, encajando otra en su muslo trasero, la fuerza haciendo que atravesara la ropa— ¡Ush, corre, JunSeo! —le reclamó acercándose a él con rapidez pateando su espalda haciéndolo caer de rodillas al suelo— Eres un padre tan aburrido.

—M-mátame... Ya-... Ya mátame... ¡MÁTAME DE UNA VEZ! —gritó volteando a ver a BeomGyu con una expresión de desespero cuando este soltó una carcajada, dándole una palmada en la espalda, o más bien, enterrando otra daga.

—¿Me estás suplicando, cabrón? ¿¡Me estás suplicando, JunSeo!? ¿¡Tú!? ¿¡A mí!? —carcajeó tomando su estómago con su mano libre— ¡Esto es increíble! —carcajeó de nuevo, pateando el costado del hombre, usó otra de las dagas pequeñas, dejando el filo en la mejilla ajena, con atención y muchísimo cuidado, atravesó la piel, arrastró el cuchillo, trayendo la capa de piel consigo además de gritos de agonía, gritos que dañaban las cuerdas vocales de JunSeo, BeomGyu siguió haciendo el mismo proceso ahora con la piel de su frente— Te odio tanto... —musitó entre dientes mirando al hombre retorcerse del dolor facial, usando sus manos torpemente para evitar que BeomGyu no siguiera. Y si, BeomGyu dejó de usar la daga unos segundos, pero solo para usar sus propias manos, jalando los pliegues de piel con fuerza y brusquedad revelando la musculatura que había debajo, además de salpicando cantidades excesivas de sangre— Te odio... Te odio tanto —apretó los dientes, teniendo millones de pensamientos para acabar con esa vida en sus manos y todo, absolutamente todo lo que se le ocurría le parecía tan poco.

Arrancó la piel de su rostro sin piedad, arrojando lo que había arrancado a un lado.

JunSeo se retorció de dolor, gritando y lastimando su garganta, los gritos de desespero eran tan altos y continuos que el propio TaeHyun frunció el ceño, molesto.

—Que se calle —ordenó siguiendo con su caminata por esa planta, abriendo y cerrando cajones, armarios etc.

BeomGyu usó su daga personal, la encajó sin piedad en el medio de las clavículas, el sonido de ahogo siendo asqueroso, agonizante y desesperante, pero de cierta forma, música para sus oídos.

Le dió vueltas a la daga, un sonido crujiente y viscoso. La sacó, mirando el rostro desfigurado de JunSeo.

No veas a los ojos a quien matas, o te perseguirá toda tu vida. Tal vez era un buen consejo, pero para BeomGyu solo era cobardía, era arrepentimiento.

Él quería ver esos ojos perder el brillo, quería ver su alma salir de su cuerpo, quería y necesitaba ver cómo moría bajo sus manos, y no le importaba, él quería recordar eso, quería recordar cada lágrima, cada grito de agonía, cada gota de sangre que salía de su cuerpo. Quería recordarla siempre.

Porque la muerte de JunSeo era su satisfacción.

—Mirame —pidió sujetándolo bruscamente del mentón, JunSeo respiró errático, ensangrentado, todo lleno de sangre, su nariz sangraba, su cara con falta de piel  igual, todo él estaba bañado en sangre. BeomGyu hizo el cambio de dagas, de la grande a la más pequeña, tomó con sus dedos uno de los párpados de JunSeo, clavó la daga justo en el centro, cortando un pedazo de su párpado, causando la salida de muchísima más sangre, la imagen siendo demasiado atroz para cualquiera.

No todos los días se veía a un hombre sin piel en el rostro y sin párpados.

¿Era poco? ¿Merecía más dolor?

—Ven acá —TaeHyun llamó acercándose a su esposo, que dejó que arrastrara a JunSeo por el suelo hasta la dichosa viga que había probado y además, había encontrado una cuerda que a pesar de ser algo vieja, si hacia los nudos correctos y bien apretados, JunSeo quedaría suspendido en el aire.

El hombre se quejó apenas de dolor, casi inconsciente por tanta agonia y pérdida de sangre.

TaeHyun se separó de él, mirando el trabajo que había hecho.

—Entonces... ¿Qué tan bueno eres en puntería? —preguntó Kang recibiendo cinco dagas pequeñas de su esposo, BeomGyu se quedó con esa misma cantidad.

—Dime a dónde la lanzo —propuso sintiéndose satisfecho con el aspecto tan atroz y demacrante de JunSeo.

TaeHyun relamió sus labios, se acercó al hombre y rasgó la parte superior de su ropa, enseñando el ombligo.

—Aquí —señaló separándose, BeomGyu sujetó la daga como era debido, arrojándola con fuerza, sonriendo cuando quedó encajada en el punto dónde fue pedido, miró a su esposo con una sonrisa burlona. TaeHyun se detuvo a su lado— Lanza... Hacia un ojo —ordenó esperando por la acción de su esposo, TaeHyun miró el ojo derecho de JunSeo, apenas y había restos de la piel del párpado por lo que el globo ocular estaba totalmente a la vista, tomó firmemente la daga y arrojó.

BeomGyu arqueó una ceja, mirando la daga encajada dos centímetros fuera del ojo.

—Qué puntería, Kang... —se burló arrojando su propia daga, encajando el filo justo en el otro ojo. TaeHyun relamió sus dientes mientras lo sujetaba de la cintura, haciéndolo retroceder unos cuantos pasos.

—A la barbilla, desde aquí —retó, BeomGyu miró la distancia antes de tomar impulso, arrojando con más fuerza la daga que quedó encajada en la barbilla de JunSeo, o más bien, en lo que quedaba de ella.

BeomGyu se dió la vuelta, observando a su esposo.

—Mi puntería es mejor que la tuya —afirmó alzando un poco el mentón, TaeHyun lo observó fijamente— Sean cual sean las circunstancias —agregó volviendo a lanzar la penúltima daga que le quedaba, encajando la misma en el ojo que TaeHyun no pudo acertar, dándole una mirada burlona al lograrlo.

El vampiro sonrió de medio lado, dando un paso para acercarse hacia él.

—Eso ya lo veremos, precioso.
















































:0

Espero les haya gustado este capítulo, no es uno de los más violentos, pero el personaje de BeomGyu se sintió satisfecho con él y yo como escritora también me siento satisfecha con este cap. Cómo dicen por ahí, menos es más (aunque JunSeo no está muerto del todo aún)

¿Qué opinan?

Nos vemos en el siguiente capítulo que creo que ya saben que contendrá :D

Gracias por tanto apoyo, perdón por tan poquito

The_Dark_Diamond04

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