7
Dormir era una de las mejores cosas que le podía pasar en ese momento, así olvidaba un rato el giro completo que había dado su vida y a pesar de que no pudo dormir si no hasta las cinco de la mañana, estaba cómodo entre las sábanas, gruñendo por los toques en la puerta.
—-Señorito Kang, el desayuno está listo, el señor Kang lo espera —avisó la voz de la señora Che. BeomGyu gruñó tomando asiento en la cama.
¿Señorito? ¿Por qué carajos le decía así?
Se levantó sintiendo el suelo frío, quería seguir durmiendo y que los toques en la puerta cesaran. Así que, sin importar su aspecto de recién levantado, abrió la puerta.
—Buenos días —saludó la mujer con una pequeña reverencia que BeomGyu no respondió— El desayuno está listo, el señor Kang espera por usted en el comedor.
—¿Qué hora es? —preguntó con la voz algo gruesa por su reciente despertar.
—Son las ocho de la mañana —contestó la mujer con las manos juntas frente a ella. BeomGyu suspiró apoyándose de la puerta.
¿Debía bajar a desayunar?
¿O debía quedarse durmiendo?
¿Y si Kang venía por él si no iba?
Ash, que incómodo.
—Ya bajo, señora Che —contestó con disgusto, cerrando la puerta sin esperar las respuestas de la mujer. Con calma, hizo su aseo diario, lavó sus dientes, su cara, peinó su cabello y se cambió de ropa a una pijama.
¿Por qué lo hacía?
Había dormido con el traje de la noche anterior, y sería extraño que bajara con él nuevamente.
Tomó un hondo respiro y abrió la puerta de la habitación, caminó un poco el pasillo y se desvió a la izquierda por las escaleras, bajando los escalones con lentitud.
—Buenos días, señorito Kang —saludaron los de servicio cuando entró al comedor, él solo saludó con una corta sonrisa, mirando la mesa negra frente a él, tenía ocho puestos, era larga.
En una punta estaba Kang, observando su teléfono, minutos después observándolo a él.
—Buenos días —lo saludó arqueando una ceja. El vampiro estaba trajeado, mientras que BeomGyu en pijamas.
—Buenos días —por cortesía, saludó y tomó asiento en la otra punta de la mesa.
La comida estaba servida, habían varios platos, ensalada, tostadas, mermelada, jugo de naranja, había una gran variedad para el desayuno.
TaeHyun alzó una mano, llamando a uno de los de servicio pidiendo que le trajeran su comida.
¿Acaso no era suficiente con lo que había en la mesa?
Él conocía de vampiros y a pesar de que no era necesario comer para mantenerse con vida, algunos sí tenían la costumbre de hacerlo, y pensó que al estar Kang esperándolo, comería lo mismo que él.
No pudo contener ni disimular su cara de asco cuando el plato con un pedazo de carne apenas y cocido, para no decir crudo, fue dejado en frente del vampiro.
—Buen provecho —fue lo único que dijo, ignorando la mueca de asco de su esposo, TaeHyun empezó a comer de su pedazo de carne, cortando los pedazos haciendo que saliera un poco de sangre, era un pedazo jugozo.
BeomGyu decidió no verlo y empezó a comer, tostadas con mermelada, jugo de naranja, sencillo.
Tomó otra tostada y se inclinó a la ensalada con todas las intenciones de servirse un poco, pero notó un detalle.
—¿Qué ocurre? —preguntó el vampiro dejando de cortar su pedazo de carne. BeomGyu negó con la cabeza.
—No me gusta el tomate.
A los segundos, TaeHyun chasqueó los dedos, señalando la ensalada a la mujer de servicio, era más joven.
—Llévatela, preparen otra que le guste —ordenó a la joven que asintió mirando a su nuevo jefe.
—¿Qué ensalada prefiere, señorito Kang? —le preguntó esperando por una respuesta.
—Ensalada de zanahoria, por favor —pidió, volteando su mirada a Kang que solo lo observó, deteniendo su comer.
BeomGyu sentía miedo, extrañeza de la situación, incomodidad, desconfianza, eran demasiadas cosas juntas dentro de él y había tardado mucho en expresarlo a Kang.
—¿Por qué tantas atenciones? ¿Tantas comodidades? ¿Cuáles son sus verdaderas intenciones? —preguntó mirándolo fijamente, sin quitarle la mirada. TaeHyun arqueó una ceja.
—¿Acaso no estaba acostumbrado a ellas? —devolvió la pregunta, soltando los cubiertos con los que estaba comiendo— Solo lo atiendo como debe ser atendido, ahora este lugar es suyo también.
—No le creo —contestó con el ceño fruncido. TaeHyun hizo una expresión de lástima.
—Que lamentable que no me creas, pero las cosas son así en esta mansión —contestó volviendo a su expresión seria, siguiendo con su comida— Te veo en mi oficina a las diez, vamos a hablar —le dijo, volteando su mirada a él cuando se quedó callado, sin darle respuesta— Responde.
—No tengo porqué responder —contestó mirando a la empleada que en silencio, entró y dejó la suficiente porción de ensalada de zanahoria que había pedido. En silencio, BeomGyu empezó a comer, ignorando al vampiro, quedándose en sus pensamientos.
¿Qué pasaría en la oficina?
[...]
Tuvo el suficiente tiempo para cambiarse, ducharse, arreglarse, y pensar. Al hacerse las diez de la mañana salió de la habitación, recordando el recorrido que tuvo para poder llegar a la oficina en dónde ya lo esperaba el vampiro, la puerta estaba abierta, entró y cerró a sus espaldas cuando el vampiro se lo pidió.
Bajo su ropa casual, en el cinturón, se escondía una daga, no se sentía seguro sin ella en esos momentos, no sabía cómo iba a actuar TaeHyun y prefería prevenir.
El vampiro estaba tras el escritorio que estaba impecable, solamente un bolígrafo y una hoja en el medio.
—Nada de lo que vayamos a hablar tu y yo en este u otro momento es problema de nadie, tu padre ni tu madre pueden saberlo —empezó a hablar, sin quitarle la mirada de encima. BeomGyu frunció el ceño.
—¿Por qué?
—Primero, porque eres un adulto y puedes tomar decisiones y acciones sin consultar a tus padres, y segundo, porque somos un matrimonio, uno y dos, tu y yo, más nadie —aclaró mirando como el otro se cruzaba de brazos, renuente.
—Eso quiere decir que lo que está a punto de decirme es algo de lo que ellos estarían en contra y no le conviene.
—Lo que yo haga con mi esposo no debe ser problema de ellos, ni de nadie en realidad —contestó alzando un poco el mentón. BeomGyu le desvió la mirada con fastidio, observando las estanterías y cuadros que había.
TaeHyun empezó a hablar sin importarle que el otro no lo estuviera viendo, lo estaba escuchando.
Muy por fuera de los acuerdos que lo llevaron al matrimonio, ahora eran familia, eran esposos.
Cómo vampiro, tenía sus necesidades, y una de tantas era su alimentación.
—Hay muchos donantes de sangre y supongo que antes de mi llegada, tenía con quién y en dónde hacerlo, no tengo porqué responsabilizarme de ello —le contestó BeomGyu sin dejarlo terminar. TaeHyun bordeó el escritorio a paso regular, acercándose a él.
De inmediato, se puso en alerta.
—No, porque ya tengo un esposo que lo haga, no es algo que afecte mucho a tu salud, si es lo que te preocupa.
—No me importa, no quiero y no lo voy a hacer —volvió a contestar, duro. TaeHyun relamió sus labios.
El vampiro siguió hablándole de sus condiciones, en las cuales explícitamente e incondicionalmente debía desayunar y cenar con él, sin importar nada.
—Es ridículo —sinceró haciendo al otro fruncir el ceño— No voy a hacer nada de esas estupideces, no quiero, no lo conozco y no lo amo, o tengo un mínimo sentimiento por usted para hacer todas esas cosas.
—¿No crees que yo estoy en las mismas condiciones? —preguntó el vampiro dando un paso más a él.
—¿Por qué no lo hace más sencillo y nos ignoramos? —respondió con una pregunta sacándole una risa sarcástica a Kang.
—Porque eres mi esposo, ahora eres-...
—¡No me importa que sea su esposo! ¡Nos casamos por conveniencia, porque usted lo propuso y no nos quedó otra opción! ¡Deje de-...—BeomGyu se calló de inmediato cuando el vampiro lo sostuvo del brazo con fuerza.
—Baja la voz —le ordenó entre dientes.
—¡Suéltame! —le gritó igual, usando su mano derecha para zafarse del fuerte agarre, el vampiro no retrocedió, más si lo soltó.
TaeHyun empujó su lengua contra su mejilla tornando una expresión más seria.
—No te cuesta nada cumplir tus deberes como esposo —señaló, BeomGyu chistó, estaba loco si creía que lo iba a hacer— Y bien, si no los quieres cumplir no te lo pediré de nuevo —se rindió el vampiro acercándose más a él, se inclinó hacia su cara, BeomGyu le mantuvo la mirada— Pediré el divorcio y comenzaré la guerra entre ambas razas —le murmuró en voz baja, BeomGyu sintió su corazón golpear su pecho.
¿Lo estaba amenazando? Lo estaba acorralando, eso estaba haciendo.
Sintió la ira recorrer su cuerpo, su simple cercanía le molestaba en esos momentos.
—Imbécil —murmuró en respuesta sin pensar dos veces antes de estampar un puñetazo en su mejilla haciéndolo retroceder. BeomGyu aprovechó y se acercó a la puerta para salir de ahí, se quejó cuando fue tomado del pelo, impulsado hacia atrás.
El vampiro lo empujó contra la pared, molesto, BeomGyu lo observó unos segundos antes de hacer un rápido movimiento y tomar la daga que se había guardado en el cinturón, arrremetió contra Kang, que fue más rápido al esquivarlo y darles la vuelta para acorralarlo sobre el escritorio, la espalda de BeomGyu se golpeó con la superficie mientras TaeHyun estaba sobre él, en medio de los dos, el filo de la daga que quedó en el cuello del vampiro que lo neutralizaba entre su cuerpo y el escritorio. Estaban más cerca que antes, era la primera vez que estaban tan cerca.
Alguien tocó la puerta, BeomGyu forcejeó y Kang lo apretó más.
—Pase —dijo el vampiro sin importarle la posición en la que estaban. BeomGyu observó a la señora Che pasar, ésta bajando la mirada cuando los observó.
Desde la puerta la posición era más que comprometedora, la daga estaba entre ellos dos y la mujer no la percibió así que la situación se podía malinterpretar.
—El líder de los cazadores está aquí, señor —informó la mujer mirando sus zapatos. TaeHyun observó a BeomGyu que frunció el ceño, volviendo a forcejear, pero estaba bien neutralizado.
Además, estaba en desventaja, la fuerza de los vampiros era mucho más que la de un humano.
—Dile que en diez minutos bajamos —contestó el vampiro sin quitarle la mirada de encima a su esposo.
—De acuerdo, señor. Disculpa por la interrupción —fue lo que único que dijo antes de volver a cerrar la puerta, volviendo a dejarlos solos.
BeomGyu siguió forcejeando, hasta que TaeHyun aflojó el agarre, retrocediendo voluntariamente.
Se reincorporó y le dió un empujón al vampiro.
—¿¡Estás loco acaso!? —preguntó a los gritos, molesto por lo que acababa de ocurrir.
—Baja la voz —pidió el vampiro tomando un profundo respiro.
—¡No te me acerques y no me toques! ¡No te quiero cerca! —le volvió a gritar, sin esperar el impacto de la palma ajena en su mejilla, su cabeza se giró a la izquierda, sintió el ardor extenderse por su mejilla, la rabia recorrer sus venas.
—Te dije que bajaras la voz, ¿No crees que tu padre puede escuchar? —le preguntó, en voz baja, y controlada. BeomGyu lo observó de reojo, con odio, la daga en su mano apretada con fuerza— Si quieres dile a tu padre lo que acaba de pasar, a ver qué puede hacer por ti —se burló manteniendo el mismo tono de voz, Kang se acercó a él, tomándolo del mentón con la mano derecha.
—¡Te dije que no me tocaras! —le gritó de nuevo usando la daga contra el vampiro, haciendo un corte rápido en la mano que lo tocaba. TaeHyun quitó la mano de inmediato.
Todo pasó, en segundos.
Los ojos de Kang pasaron a rojo carmesí, el vampiro lo empujó y lo hizo soltar la daga con un golpe certero, por mucho que quiso defenderse y esquivar, no pudo.
De nuevo sintió el escritorio bajo él, golpeando su espalda y también su cabeza, sintió su cuello apretado, las manos del vampiro ahorcándolo.
—Ya te dije muy claro que bajaras la voz, y también te aclaré que si no quieres cumplir con los deberes de un esposo no hay problema, pediré el divorcio y comenzaré la guerra —le habló de cerca, BeomGyu rasguñó las manos que le quitaban el aire— Decide, Kang BeomGyu, si tomas tus cosas y te vas con tu padre hoy o te quedas aquí a cumplir, tienes cinco minutos —y sin más lo soltó, separándose de él. BeomGyu jadeó en busca de aire, sujetando su cuello, observó al vampiro que esperaba de pie lejos de él, cerca de la puerta.
TaeHyun miró el corte de su mano regenerarse de a poco.
—Voy con tu padre, arréglate y piensa las cosas —le dijo con la misma seriedad de antes. BeomGyu solo lo observó aún con la respiración irregular.
El vampiro lo dejó solo en la oficina, cerrando con calma, haciéndolo molestar aún más. Caminó y tomó su daga en el suelo.
Observó la hoja del escritorio, se había rodado por las veces que chocaron con él, se acercó a pasos lentos y la tomó.
Debía alimentarlo, debía acompañarlo a desayunar y cenar, debía asistir a la corte vampiro con él cuando fuera necesario.
Debía...
—No, no, es un cabrón —murmuró apretando la hoja en sus manos, aún controlando su respiración.
Leyó otra vez el punto, uno de los últimos.
Debía complacer y satisfacer los deseos de su esposo, y viceversa.
¿Qué era? ¿Una dama de compañía? ¿Qué era? No tendría sexo con ese cabrón.
Pero pensó en lo que pasaba si no firmaba.
Una guerra, su familia quedaría como los que no pudieron hacer las cosas bien luego de años.
Dió un salto en su lugar cuando escuchó la puerta ser abierta.
Volteó y observó a TaeHyun.
—Tu padre te quiere ver ya mismo —le dijo mirando la hoja en manos del cazador, BeomGyu la dejó en el escritorio dejando ver qué no la había firmado.
—Dame dos días —pidió guardando la daga en su cinturón como estaba antes.
—Mañana en la noche, luego de que lo consultes con mami y papi —aceptó, burlándose de él solo con la mirada. BeomGyu avanzó, acomodando su cabello para verse presentable para su padre.
Pasó por al lado del vampiro, rozando apenas su hombro.
—Si le vas a decir de nuestro encuentro, procura decir que tú empezaste —le dijo el vampiro cruzándose de brazos, BeomGyu lo observó unos segundos con odio antes de seguir caminando al encuentro con su padre.
Veamos cuanto te dura la fortaleza, bizcochito.
Primer enfrentamiento de ambos, ¿Qué les pareció?
Ustedes, ¿Qué harían en la situación de BeomGyu? Los leo!
The_Dark_Diamond
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