12 horas para el ataque.

—Señora Che, manténgase siempre en la mansión, si ocurre algo use el sótano para protegerse, ahí tiene todo-...

—Mi niño, no te preocupes por mí —sonrió la mujer acariciando su cabello y bajando su mano por su mejilla, BeomGyu ladeó una sonrisa apoyándose al tacto de la mujer— Preocúpate por llegar sano, te haré el plato que quieras si llegas en buen estado —prometió sacándole una risa.

—Bien, es un trato, señora Che —aceptó inclinádose a la mujer que lo abrazó, pasando su mano derecha por su espalda, acariciando con afecto.

Se supone que volver a la mansión era un hecho, ellos debían volver, el asunto es que no sabían cuándo. Si el plan se atrasaba, o si debían ir a otro lado.

La mansión quedaría protegida por guardias de la corte, tanto dentro como fuera, el personal de servicio seguiría allí, en sus habitaciones, pero la señora Che tenía un trato exclusivo, claro está.

BeomGyu retrocedió en sus pasos, dejando que la mujer siguiera con la tarea de limpiar los cuadros con un tarareo.

La mujer le había pedido desde hace días que supo sobre el ataque a la mansión que no se pusiera en peligro, le había dicho de mil maneras posibles que no lo quería ver herido o en mal estado.

“Odio verte sangrar, mi niño”

BeomGyu caminó por la mansión recordando sus palabras, sonrió de medio lado antes de desviarse hacia el área de la piscina, en dónde sabía, estaba su esposo.

Abrió la puerta sin problemas, cerró a sus espaldas.

—Te estaba esperando —habló el vampiro con los brazos apoyados en el borde de la piscina, el cabello húmedo, peinado hacia atrás dejando su frente descubierta.

BeomGyu solo lo observó caminando hacia los bancos cercanos, en dónde podía dejar su ropa.

—¿Me vas a enseñar a nadar acaso? —preguntó burlón quitándose los zapatos, calcetines y  pantalones, TaeHyun lo observó fijamente en silencio, pasando la vista por su cuerpo cuando quedó por completo en ropa interior.

—Has gastado demasiado dinero en estos días —comentó el vampiro de repente, mirándolo bajar las escaleras hasta que su cintura quedó sumergida en el agua, se quedó en su lugar, mirando al vampiro acercarse a él.

—¿Y qué con eso? —preguntó rodeando los hombros del vampiro con sus brazos, lo hizo igualmente con sus piernas, dejándose llevar por él.

—Es mí dinero —contestó el vampiro sujetándolo de los muslos, inclinádose a besar sus clavículas.

BeomGyu soltó una risa seca antes de hablar.

—Tú me diste la tarjeta —defendió mirando al vampiro. TaeHyun no dijo nada, solamente siguió besando sus clavículas, subiendo por su cuello, tras su oreja— No eres el esposo perfecto, así que lo compenso con tu dinero —habló el otro, sintiendo a TaeHyun detener los besos en su cuello.

El vampiro se separó de él, empezando a aproximarse a la parte más baja de la piscina, dónde ambos pudieran apoyar los pies.

—Entonces, ¿No soy el esposo perfecto? —preguntó soltando sus muslos, aún así, BeomGyu se quedó aferrado en su misma posición.

El vampiro unió sus labios castamente, subió sus manos mojadas por la espalda ajena.

—No... —negó con un murmullo bajando la mirada a los labios ajenos.

Sintió un pequeño escalofrío cuando su espalda tocó las baldosas frías y húmedas.

—¿Cuál es tu definición de esposo perfecto? —preguntó el vampiro sujetándolo con una mano del cuello, sin apretar.

BeomGyu relamió sus labios.

—¿Vas a convertirte en ese esposo si te lo digo? —preguntó de vuelta, TaeHyun soltó una risa antes de negar con la cabeza.

—Voy a matar a cada hombre que cumpla esas condiciones, cariño, y no me importa tener que matar a más de media población por eso, tienes que estar sólo conmigo, eres mío.

—Que egoísta —sonrió el otro dejando de abrazarlo con las piernas para tocar el suelo, sintiéndose seguro en esa zona. Sus labios se juntaron en un beso corto, BeomGyu se inclinó más a él, usando su lengua en el proceso.

A doce horas del ataque, tal vez diez, TaeHyun estaba consiente de que no podían tener sexo, debido a la absorción de energía que eso implicaba en su esposo, mucho menos, tener heridas antes del ataque, igualmente lo debilitaba.

Por eso, se abstuvo de besarlo solamente, succionando su lengua cada cierto tiempo.

BeomGyu se separó de él con un pequeño jadeo, volteó hacia el gran ventanal que había, podía ver a algunos guardias caminar por allí, no le preocupó ya que el vidrio estaba polarizado.

—¿No estás ansioso? —preguntó aún mirando en esa dirección, TaeHyun bajó sus manos por su pecho, luego por su abdomen, para rodearlo de la cintura, besó su hombro antes de contestar.

—¿Por qué debería estarlo? —preguntó de vuelta con una expresión neutral. BeomGyu solo alzó los hombros perdiendo su mirada en el ventanal.

No les faltaba nada, los guardias están listos y dispuestos para cumplir los papeles que les asignaron, ellos igualmente cumplirían su papel, todo estaba bien planeado y organizado.

Aún así, sentía algo de ansiedad, era normal.

Apoyó sus codos a los bordes, enroscando de nuevo sus piernas en la cadera del vampiro.

Soltó una pequeña sonrisa teniendo un pensamiento fugaz.

Si hace meses le hubieran dicho que atacaría a los cazadores por voluntad, y que además, sería el organizador principal, se reiría hasta más no poder además de sentirse ofendido por tal traición.

Traidor.

—¿Conoces el mercado de los cazadores? —preguntó BeomGyu después de un rato, TaeHyun solo lo observó unos segundos antes de afirmar, con obviedad.

—Estoy en ese mercado desde antes de que nacieras —contestó con tranquilidad, BeomGyu volteó a verlo— Tu también estás ahí—señaló pasando su mano húmeda por el cabello ajeno.

BeomGyu solamente se quedó en silencio, dejándose llevar cuando el vampiro se aproximó a las escaleras de la piscina, dejándolo subir primero.

—Más te vale descansar —fue lo único que dijo el vampiro mientras secaba su cuerpo con una toalla, BeomGyu lo imitó, tomando otra toalla.

“...Que haya sido mínimamente bueno contigo no quiere decir nada, BeomGyu, no quieras tapar el sol con un dedo, porque él-... Él sigue siendo el mismo del primer día, no hay diferencia y no me importa y no deberías perdonarlo sólo porque se arrodille ante tí, no es justo...”

—TaeHyun —lo llamó, acercándose a él con la toalla en la cintura, lo tomó de las mejillas antes de besarlo con lentitud, sintió los labios ajenos acoplarse a los suyos con rapidez, el vampiro lo sujetó con una mano de la cintura y con la otra sujetó su nuca para profundizar el beso.

Se escucharon pequeños chasquidos en el lugar, BeomGyu suspiró sobre los labios de su esposo antes de verlo a los ojos.

—Te amo... —mencionó pasando sus manos hasta la nuca ajena. TaeHyun lo juntó aún más a su cuerpo.

—Te amo, bizcochito —contestó el vampiro hablando sobre sus labios, BeomGyu intercaló su mirada entre labios y ojos ajenos, ladeó la cabeza un poco.

—¿Darías la vida por mi? —preguntó en voz baja, TaeHyun le mantuvo la mirada unos segundos en silencio.

—Si —contestó luego de esos segundos, BeomGyu sonrió poco a poco, besando castamente su barbilla, subiendo hasta su mejilla con besos pequeños.

—Lo tendré en cuenta —fue lo único que dijo antes de separarse de él, dándole una mirada seductora antes de salir de ahí.

Entre ellos dos, ¿Quién era el rey del juego?

2 horas para el ataque de la mansión Choi.

Cómo humano, una de sus necesidades comunes, era dormir.

Había tomado su cena junto a su esposo antes de ir a la habitación, también acompañado por él.

—Si no consigues quedarte dormido, me iré —habló el vampiro de ojos cerrados, BeomGyu miró la puerta frente a él, cerrada.

TaeHyun estaba boca arriba, abrazándolo por los hombros, mientras que él tenía su cabeza y una de sus manos apoyada en el pecho ajeno.

Se quedó en silencio, recordando la vez que el mismo hombre que lo abrazaba para dormir era el hombre que había derribado esa puerta para poder alimentarse de él sin su consentimiento.

Cerró los ojos con un suspiro, en esa posición, parecían ser una pareja feliz de esposos que se andaban con intensidad, tanto, que no podían estar lejos ni para dormir.

Frunció el ceño cuando se encontró imaginándolos a ellos como una pareja feliz, podía soñarlo, podía imaginar que ambos tenían un auto para los dos, que todas las tardes salían a un café o a un centro comercial, podía imaginar que en las noches veían películas hasta tarde, luego se abrazaban y dormían, que fuera su esposo el encargado de decirle todos los días lo que amaba de él, que solo eran ellos dos en una misma casa en la que se compartían las tareas.

O tal vez, el primero en despertar sería el encargado del desayuno, se podrían turnar lavar los platos.

Involuntariamente, soltó una risa.

Ese no era su mundo, jamás lo sería por mucho que lo intentaran.

TaeHyun chasqueó la lengua al escuchar su risa, abrió los ojos para ver su cabeza apoyada en su pecho.

—Carajo, ya duérmete —regañó con el ceño fruncido, BeomGyu alzó la cabeza para verlo con una pequeña sonrisa.

—No puedo —contestó acomodando su cuerpo en otra posición, dejó su cabeza recostada en el hombro del vampiro, suspirando mientras cerraba los ojos.

TaeHyun miró el techo, sintiendo la respiración del otro chocar con su cuello, alzó la mano que tenía abrazando sus hombros, la dejó en su cabello, dudando un poco antes de empezar a mover los dedos entre el cabello, acariciando su cabeza.

Se quedó ahí por minutos, notando que su esposo ya estaba dormido, por su cambio de respiración.

Él también cerró los ojos a los segundos, entrando en un estado de meditación, lo más cercano a dormir para un vampiro. Rodeó los hombros de su esposo en un abrazo firme, el otro entre sueños se apegó más a él, pasando su brazo por su cintura, abrazándolo.

Tal vez no era la primera vez durmiendo juntos.

Pero era la primera vez durmiendo de esa manera, abrazados, completamente pegados el uno del otro.

¿Era eso romántico?

¿Eso convertía a Kang TaeHyun en el esposo ideal?

O más bien, ¿Eso era suficiente para olvidar todo lo que había hecho?

30 minutos para el ataque.

—¿Vas a usarla? —preguntó Kang ajustando sus botas de combate, sentado en la cama, BeomGyu estaba frente al espejo, metiendo su daga nueva en uno de los arneses especiales que se ajustaban a sus muslos.

—Es una ocasión especial —contestó tomando del tocador un corset, lo protegería de algún daño en la zona abdominal, y a pesar de que no le gustaba la prenda en sí, su esposo lo obligaba a usarla.

TaeHyun se levantó de la cama, tenían atuendos parecidos, la única diferencia sería el corset en el humano.

—No tan fuerte —pidió a pesar de que fue ignorado, TaeHyun entrelazó las trenzas de la prenda antes de ajustarla con rapidez y fuerza, BeomGyu se sostuvo de sus hombros al tambalearse por la fuerza, soltó un jadeo— Está muy apretado —murmuró llevando una mano hacia donde el vampiro empezó a hacer el nudo— No puedo respirar, ¡Te estoy hablando, TaeHyun!  —le reclamó haciendo al vampiro chasquear la lengua antes de aflojar un poco la prenda, BeomGyu asintió dejando que su esposo hiciera el nudo.

—Si se cae, será tu culpa —señaló antes de separarse, dándole una mirada antes de seguir ajustando sus botas.

BeomGyu solo rodó los ojos antes de salir de la habitación, la señora Che estaba a las salidas, le sonrió cuando la vió.

—Debería ir con los demás, en lugar de pasear sola por aquí —comentó pasando una mano por su cabello, la mujer se acercó a él, abrazándolo por la cintura, recostando su mejilla del pecho ajeno.

BeomGyu la observó unos segundos antes de corresponder. El abrazo de la mujer era cálido, protector y cariñoso.

—Cuidate mucho, mi niño —habló la mujer apretándolo un poco más en su brazos.

—Claro que si, señora Che, todo estará bien —contestó, antes de sonreír, sintiendo el cuerpo de la mujer entre sus brazos.

El abrazo de madre que nunca tuve.

Piscina: Alberca, Pileta. No sé cómo se dice en los demás países la verdad, lo siento:(

Espero les haya gustado, el ataque a la mansión Choi viene con muchas sorpresas!!! Estoy emocionadaaaaAAaaAA

Pero, tardaré en actualizar el siguiente cap >:)

¿Qué creen que pase? Esto está muy emocionante

The_Dark_Diamond