Le tomó un mes entero a BeomGyu recuperarse de todas las heridas, el mismo tiempo que tardó la mansión en volver a la normalidad, las zonas construidas y pulcras, como si nada hubiera pasado.

La señora Che había estado al pendiente de él en todo momento, a la par de su esposo, que a pesar de no tener las mismas acciones que la señora Che estaba un poco más atento que antes a su estado.

Estaba paseando en el jardín, sólo, mirando las hermosas rosas.

Todos los guardias había vuelto a sus puestos, firmes y sin ninguna herida en menos de dos días.

Se notaba muchísimo la diferencia entre razas.

Miró a HaeChan entrar a la mansión, relamió sus labios.

Recordó el día del ataque, HaeChan antes de caer en la completa inconsciencia había delatado a la mujer del servicio que en lugar de ser expulsada de la mansión fue asesinada a sangre fría por los guardias.

Había una regla en la mansión Kang.

Si querían irse, se irían sin vida.

Aún así, ignorando el tema de la mujer del servicio, HaeChan tenía algo diferente a los guardias, y no dudaría en averiguarlo. No le inspiraba mucha confianza desde hace un buen tiempo y no estaban en condiciones para otra traición o infiltración.

Entró a la mansión en silencio, había dejado a TaeHyun en su oficina, así que caminó en esa dirección sin problemas.

Por otro lado, TaeHyun suspiró mirando a HaeChan.

—¿Qué necesitas? —preguntó el líder, HaeChan cerró la puerta de la oficina con pestillo, TaeHyun se apoyó del escritorio tras él. Arqueando una ceja.

—Solo quiero saber si estás bien —excusó el guardia, TaeHyun soltó una risa.

—Estoy perfectamente bien, HaeChan —contestó mirando al guardia acercarse a él, HaeChan dejó sus manos en los hombros ajenos— Dime que es lo que quieres.

—Si te digo, ¿Me lo vas a dar? —preguntó en un tono suave, ladeando la cabeza, TaeHyun volteó dejando que los labios del guardia se posaran en su mejilla.

—¿Qué parte de que lo nuestro acabó no entiendes? Ya casi pasó medio año y aún sigues, ¿Más nadie quiere estar contigo acaso? —preguntó el líder empujándolo del pecho con fuerza controlada. HaeChan chasqueó la lengua.

—No es eso... —murmuró. Ambos escucharon los pasos ir hacia ellos, BeomGyu del otro lado apoyó la oreja en la puerta.

—Tengo un esposo, HaeChan, él satisface todas mis necesidades, hasta las más mínimas las satisface, ya no me importa tener algo contigo —habló seguro y firme, sabiendo muy bien que BeomGyu estaba escuchando todo del otro lado de la puerta.

—Este mes no —negó el guardia, determinado e insistiendo a pesar de saber de la presencia de BeomGyu— Su recuperación fue lenta, pasaba la mayoría de las veces durmiendo o con fiebre... Este mes no cubrió tus necesidades, TaeHyun, ¿O si?

—Lo haya hecho o no, no me interesa otro que no sea él, HaeChan —esta vez el líder no pudo esquivar el dichoso beso, mucho menos cuando HaeChan lo atrajo de la nuca.

O más bien, no quiso esquivarlo.

BeomGyu tomó el pomo de la puerta, intentó abrir, pero el seguro se lo impidió.

—Dame una oportunidad —pidió HaeChan sobre sus labios, TaeHyun lo sujetó del mentón.

—Te acabas de meter en la boca del lobo, HaeChan —murmuró asegurándose de sonar lo suficientemente bajo para que BeomGyu no escuchara, esbozó una sonrisa lentamente, mostrando sus colmillos— Y ese lobo, no soy yo.

—Abre la puerta, TaeHyun —pidió BeomGyu tocando con fuerza la puerta. Sacó la daga de sus pantalones, apretando los dientes por el silencio del otro lado— No me hagas repetirlo, Kang —amenazó escuchando el pestillo de la puerta ser quitado, no le dió tiempo al otro de abrir normalmente.

BeomGyu pateó la puerta con fuerza, miró a HaeChan en medio de la oficina.

Sin controlarse, se abalanzó contra él, atacó con la daga, HaeChan lo esquivó, recibiendo una fina herida en el cuello, su espalda golpeó el escritorio, arrojando el tablero de ajedrez y piezas al suelo,  BeomGyu clavó la daga en la madera con fuerza, a centímetros de la cara del guardia.

—¿Qué hacía un simple guardia como tú encerrado en la oficina con mi marido? —preguntó ladeando la cabeza, el celo fruncido y la mandíbula tensa, HaeChan solo lo observó con el ceño fruncido. TaeHyun se quedó en silencio, a una distancia prudente.

BeomGyu lo volvió a estampar contra el escritorio, HaeChan apretó las manos, sabiendo que sería peor si se le ocurría ir en contra de él, así sea en defensa propia.

—¿No vas a responder? Bien —aceptó quitando la daga del escritorio para dejar el filo en el cuello ajeno, amenazándolo— ¿Por qué TaeHyun debería darte otra oportunidad? ¿Uh? —preguntó apoyando aún más el filo, HaeChan apretó los dientes antes de hablar.

—Tenía... Asuntos personales con él... —contestó. BeomGyu chistó antes de separarse por completo, jugando con la daga en su mano.

TaeHyun observó a su esposo, relamió sus labios detallando sus movimiento por completo.

—No voy a pelear contigo por un hombre —mencionó apoyándose de la puerta, HaeChan se levantó de su lugar, mirándolo fijamente con obvia molestia y odio— Mucho menos cuando ese hombre daría el todo y más que todo por mí. Pero te diré una cosa, HaeChan —dió unos cuantos pasos hacia el guardia, apoyando el filo en el pecho ajeno, sin hacer mucha presión— Tu simple presencia me disgusta desde hace tiempo, y ahora mucho más si éstas son tus intenciones, aléjate y abstente de hacer tu trabajo como un simple guardia, te irá mejor así. Porque la próxima vez que pase algo similar, no dudaré en asesinarte.

—Dijiste que no ibas a pelear y estás amenazándome —mencionó con el ceño fruncido, TaeHyun se relamió sus labios para aguantar una sonrisa.

—Porque tal vez así te abstengas de estorbar, si no puedes entender eso entonces me encargaré yo mismo de ti. Vete y cierra la puerta —finalizó haciéndose a un lado. HaeChan le dió una mirada a BeomGyu antes de salir, cerrando la puerta haciendo un fuerte eco.

BeomGyu empujó su lengua con su mejilla mientras arqueaba una ceja.

TaeHyun tomó asiento en la silla de su escritorio con un suspiro, mirando el cuadro colgado en la pared tras él.

—¿Te han dicho lo precioso que te ves amenazando personas? —preguntó, BeomGyu volteó a verlo con esa misma expresión de seriedad, parecía molesto, lo estaba. TaeHyun se recostó de la silla, ladeando la cabeza— ¿Qué pasa, dulzura? —preguntó quedándose tranquilo en su lugar, BeomGyu arrojó la daga con toda sus fuerzas, ésta quedó encajada en el cuadro, pasando por arriba de la cabeza del líder, TaeHyun solamente sonrió.

—Dime, ¿Qué tenías con él? —preguntó apoyándose del escritorio, mirándolo fijamente, TaeHyun miró la daga incrustada con fuerza antes de ver a su esposo.

—Antes de casarnos, tenía sexo con él, tal vez se enamoró... O se obsesionó, no lo sé. Terminé la relación con él antes de casarnos, él no es tan importante —alzó los hombros sin interés, BeomGyu rodeó el escritorio, TaeHyun se rodó en la silla para quedar frente a él, BeomGyu se cruzó de brazos.

—¿Y por qué dejaste que cerrara la puerta? ¿Uhm? —preguntó, TaeHyun hizo ademán de inclinarse hacia él, BeomGyu pateó la silla haciéndolo rodar lejos.

—Ah, precioso... Solo quería saber que quería, además, ya tú le dejaste claro todo y sabes muy bien que daría todo y más que todo por ti, tu mismo lo dijiste —habló el vampiro levantándose de la silla, se acercó a pasos lentos a su esposo, BeomGyu alzó la mirada— Te amo, mi dulce bizcochito.

—Lo sé —mencionó con una ceja arqueada, una expresión de altanería que le sacó una risa a Kang.

—Entonces no tienes porqué estar celoso —mencionó sujetándolo de la cadera, BeomGyu lo abrazó de los hombros, quedándose en silencio— Te esperé mucho tiempo cómo para cambiarte por otra persona tan insignificante —habló antes de besarlo, llevándolo hacia el escritorio, BeomGyu lo abrazó por los hombros, siguiéndole el beso con energía, su espalda tocó la madera del escritorio, enroscó sus piernas en la cadera de su esposo.

Todos, tenemos una debilidad, un tendón de Aquiles dirían muchos.

TaeHyun sabía quién era su punto débil.

BeomGyu sabía que él era el punto débil.

¿Era bueno serlo, era malo?

En muchos ámbitos, TaeHyun sería el más afectado.

¿TaeHyun era su punto débil?

—¿Qué haremos con JunSeo? —preguntó sujetando la barbilla del vampiro.

TaeHyun ladeó la cabeza.

—Eres tú quien debe decidir —contestó dejando sus manos en sus muslos.

BeomGyu chasqueó la lengua tomando asiento en el escritorio, Kang se irgió.

—Yo soy el que tiene que preguntar, ¿Qué vas a hacer con Haneul? ¿La vas a mantener ahí por ahora o la vas a matar? —preguntó el vampiro. BeomGyu mordisqueó su labio inferior, pensativo.

Había pasado un mes entero, las heridas y moretones del secuestro de los Choi se habían sanado o borrado poco a poco. Aún así, no era algo que superar tan fácilmente.

—La dejaré ahí por ahora —decidió mirándolo a los ojos— Por ahora, quiero atacar la mansión Choi, por lógica ellos se esconderán en uno de los tres refugios de líderes y guardias, atacaremos esos tres hasta que queden sin refugio, conozco todos los lugares en dónde pueden estar —narró, haciendo al vampiro asentir.

—¿Los vas a matar? —preguntó ladeando la cabeza— Si dejas a los cazadores sin líder, el gobierno tomará el mando, toda la fortuna y territorio de JunSeo quedará en manos del gobierno —explicó con el ceño fruncido.

BeomGyu se inclinó, besó sus labios castamente, lo sostuvo de las mejillas, paseando sus labios por su pómulos, dejó besos regados por la zona, TaeHyun lo sostuvo de la cintura, en silencio.

—¿Quieres el territorio de los cazadores? —preguntó besando su cien. La pregunta era algo obvia, a TaeHyun le interesaba ampliar territorio, aún más si derrotaba a los cazadores, sería el primero en años en lograrlo— Sé que lo quieres... Lo vas a conseguir, pero necesito un favor —mencionó antes de mordisquear su lóbulo.

—¿Qué necesitas, precioso? —preguntó metiendo sus manos bajo su camisa de su esposo, sintió la piel caliente y tersa.

BeomGyu se separó para verlo a los ojos, la cara del vampiro acunada en sus manos.

—Necesito la custodia de Haneul —mencionó, TaeHyun arqueó una ceja— Ella es la próxima líder de los cazadores y la tenemos en nuestro poder.

—No es necesaria la custodia —negó TaeHyun con el ceño fruncido, BeomGyu se quedó en silencio escuchando a su esposo— Solamente los matamos y tomamos todo su territorio, el gobierno evita a toda costa enfrentarse con vampiros, así que no harán más que una barrera de contingencia, aunque no me interesa lo que resta del territorio. Ellos solo pondrán militares a los límites y no más —explicó acercándose más hacia él, sus narices estaban a nada de juntarse.

—Entonces si no nos sirve Haneul, podemos matarla —opinó en voz baja. TaeHyun tardó unos segundos en hablar, maquinando las opciones en su cabeza.

—Podemos dejarla viva, por ahora.

—¿Para qué? —preguntó uniendo sus labios en un beso corto, sus comisuras quedaron unidas.

—No podemos tener un heredero después de todo —contestó sobre sus labios, BeomGyu se separó de él.

—¿Qué piensas hacer? ¿Una humana puede liderar a los vampiros? —preguntó. TaeHyun negó con la cabeza.

Él podía convertir a Haneul en vampiro y tenerla lista para tomar el liderazgo cuando fuera necesario, es decir, en muchísimos años más adelante.

—Has lo que quieras, TaeHyun —aceptó BeomGyu sin importarle mucho en ese momento lo que sería el destino de Haneul. Su objetivo principal eran JunSeo y YangMi.

BeomGyu sonrió pequeño, antes de abrazar los hombros del vampiro.

—¿Vamos al almacén? —preguntó, TaeHyun soltó una risa corta.

—No puedes matar personas tan seguido —negó. BeomGyu arqueó una ceja, enredó sus dedos en el cabello ajeno con suavidad.

—¿Me niegas algo, esposo mío? —preguntó ladeando la cabeza.

—Jamás lo haría —contestó de inmediato, BeomGyu sonrió abrazándose al vampiro con una risa que solo correspondió con una sonrisa de medio lado.

Ya tenían la idea, faltaba estructurarla, pulirla, y poco a poco Choi JunSeo y Choi YangMi pagarían las consecuencias de sus actos con intereses incluidos.

Solo debían esperar, tener paciencia y todo saldría bien.

¿Qué opinan del plan?  Todo está tan fríamente calculados que nada puede salir mal... ¿O si? u.u

Nos vemos en el siguiente capítulo, espero les haya gustado, ¿Qué opinan de HaeChan? Muchos desconfían de él:(

The_Dark_Diamond04