Nosotros... ¿¡Somos hermanos!?

Por lógica y basándose en las palabras de Kang TaeHyun, ambos tenían el mismo padre, por lo cual, eran hermanos.

No dudó en separarse del vampiro, impactado, evitando todo contacto con él.

Estaba alterado, asustado, confundido.

—¿¡Somos hermanos!? —preguntó de nuevo, TaeHyun se quedó apoyado en el escritorio, mirándolo fijamente— ¡Hice una pregunta, carajo! ¿¡Somos hermanos!?

—¿Por qué te alteras tanto por un parentesco? Usa tu cabeza, precioso —preguntó el vampiro de vuelta, BeomGyu se movió rápido, usó la daga en su pantalón, la encajó en el escritorio, entre las manos del vampiro que sonrió de medio lado— Que sexy.

—¡Te estoy haciendo una pregunta! —reclamó con el ceño fruncido, alterado y ansioso por la respuesta.

TaeHyun lo miró a los ojos.

—Dijo que su padre se enamoró de mi madre —recordó BeomGyu manteniendo el contacto visual como hace mucho no lo hacía— Y tiempo después quedó embarazada, dígame de una maldita vez si somos hermanos o no —exigió aún con la daga encajada en el escritorio de madera.

Se creó un silencio entre ellos, mucha tensión.

¿Qué pasaba si eran hermanos? Lo echo, echo está.

Aún así, si se pensaba con la mente fría se llegaba a una respuesta concisa sin alterarse o tomar un estado de desesperación como en el que estaba BeomGyu. Había un patrón y explicaciones entrelazadas que daban a una respuesta obvia.

—Señores Kang, el almuerzo... —escucharon la voz de uno de los de servicio. BeomGyu volteó a la puerta con rapidez.

—¡Lárgate! —gritó antes de volver a ver al vampiro que al fin, tomó postura para hablar con tranquilidad.

—Tienes razón. Dije que mi padre se enamoró de tu madre —asintió con la cabeza mirando a BeomGyu empezar a alterarse aún más.

Después de todo, habían tenido sexo, TaeHyun lo amaba, estaba obsesionado con él.

—Dijo que no es hijo de DakHo —señaló dándole vueltas en su cabeza, TaeHyun asintió— Su madre... ¿Tenemos la misma madre? —preguntó con el ceño fruncido, TaeHyun soltó una risa mientras negaba con la cabeza.

—Mi padre pasó casi dos años enamorado de una mujer que no le correspondía, y a pesar de que ella quedó embarazada de otro hombre siguió viéndola y visitando el orfanato —narró con desinterés, rodeando el escritorio— No tenemos la misma madre, precioso, es temporalmente imposible. Y si así lo fuera, ¿A quién le importa?

—A mí si me importa —mencionó agachando la cabeza con un suspiro, TaeHyun lo abrazó por la cintura desde atrás.

—¿Qué hubiese cambiado si hubiéramos sido hermanos? —preguntó el vampiro tomando su oreja entre sus dientes, BeomGyu se removió— Estamos casados... He estado dentro de tí varias veces y pienso estarlo muchas más—contó apoyando su pelvis contra el otro que se aferró a los bordes del escritorio— Nada de eso hubiera cambiado. Además, ¿Qué tan imbécil puedes llegar a ser? La respuesta es más que obvia... —murmuró sintiendo un empujón de su esposo. BeomGyu quitó la daga del escritorio, empujó al vampiro para salir de ahí.

TaeHyun arqueó una ceja siguiéndolo con las manos en los bolsillos.

Se había alterado por nada, había gritado por nada, todo, por no pensar con la cabeza fría y no analizar las situaciones.

—Suelteme... —pidió cuando TaeHyun lo tomó de la muñeca antes de empezar a bajar las escaleras.

—Jum, ¿Ahora qué? Mínimo deberías agradecerme —mencionó divertido, BeomGyu chasqueó la lengua antes de acercarse más a su esposo, besándolo en agradecimiento.

TaeHyun abrazó su cintura liberando su muñeca, con la otra mano lo sujetó de la nuca.

BeomGyu lo abrazó de los hombros, ladeando la cabeza.

A los pies de la escalera, HaeChan desvió la mirada con un leve surco entre sus cejas, detestando por completo el chasquido cuando ambos se separaron.

—Señor Kang... —llamó obteniendo la atención de ambos, BeomGyu se separó de su esposo y siguió bajando las escaleras, pasando sus dedos por sus labios— Tengo información de TaeJu —avisó mirando de reojo como BeomGyu desaparecía por la cocina.

—Ven conmigo —invitó el vampiro relamiendo sus labios. HaeChan subió las escaleras para seguirlo, dejando sus manos tras su espalda, dándole un par de miradas a la espalda de Kang.

TaeHyun abrió la puerta y pasó de inmediato, HaeChan tuvo que sostener la puerta para que no se cerrara y poder pasar.

Muy al contrario que con él.

—Antes de darme la información, creo que deberíamos hablar de otra cosa, ya que últimamente eres muy fisgón, ¿No? —preguntó TaeHyun mirando la mesa de billar en el centro de la sala, había entrado allí por mero gusto sabiendo que podría tener una interesante partida con el guardia.

HaeChan tomó con confianza el taco que había a un lado de la mesa para empezar a jugar, en silencio.

—Entras sin avisar, nos ves descaradamente, parece que intentas interrumpir... ¿Sientes envidia, HaeChan? —preguntó el líder dando el primer golpe a las bolas del billar que se esparcieron por la mesa con suavidad.

—Nunca sentiré envidia por su esposo —negó calculando su golpe, tomó la posición correcta y golpeó la bola que entró directamente al hueco indicado. Se irgió mirando a Kang desplazarse por alrededor de la mesa, mirando la mesa.

TaeHyun llegó a su lado, hombro con hombro, se inclinó e igualmente jugó exitosamente.

—¿"Su esposo"? Eso sonó muy despectivo —mencionó sujetando del hombro al guardia, HaeChan lo observó sin moverse— No me importa lo que sientas, HaeChan, si sientes celos, envidia, ira... La verdad no me importa y jamás lo hizo —confesó sin interés, alzó un poco la mano que tenía en el hombro ajeno y lo tomó del mentón— Solo asegúrate de que eso no afecte tu puesto, y aún más importante, que no afecte a mí esposo —lo soltó sin importar la jugada del otro, HaeChan se mantuvo con el ceño fruncido, jugo nuevamente en silencio.

Él sabía muy bien que no tenía oportunidad al lado de ese simple humano, jamás la había tenido y por más que había intentado tenerla, no pudo.

Pero existía una diferencia entre él y BeomGyu, su raza.

Los vampiros se regeneraban en cuestión de horas o algún par de días, la energía era duradera, y se reponía fácilmente, no necesitaban dormir.

Para HaeChan eso era una ventaja físicamente hablando.

Aún así, se guardó la propuesta que tenía y siguió jugando en silencio.

—Dame la información —pidió el vampiro jugando a la par de su guardia. HaeChan empezó a hablar, especificando que TaeJu ya había pisado tierra vampiro, además de dar su ubicación exacta.

Aún así, TaeHyun arqueó una ceja escuchando como en la cocina, su esposo murmuraba algo antes de reír casi con alegría.

Y esa alegría, era compartida con la jefe del servicio. La señora Che.

BeomGyu se abrazó a la mujer apenas la había visto, la señora Che le correspondió confundida al inicio.

—¿Está bien, señorito? ¿Necesita algo? —preguntó pasando su mano por la cabellera ajena con suavidad, BeomGyu la abrazó aún más.

—No debería decirme señorito, después de todo... Somos familia —mencionó sintiendo a la mujer tensarse, sin hablar por unos segundos.

BeomGyu se separó de ella con una pequeña sonrisa, las manos de la mujer acunaron sus mejillas, sus ojos estaban brillantes, trataba de contener una sonrisa pero era imposible.

Era casi indescriptible la paz, toda la tensión que liberó de su cuerpo, tantos años viéndolo de lejos, fotos, visitas a escondidas, tantos años que no pudo tenerlo en brazos y cuidarlo, tantos años que pasó esperando con ese momento que parecía casi irreal.

—Mi niño... —susurró pasando sus pulgares por las mejillas ajenas, sintió su control irse por la borda cuando el cazador solo la miró a los ojos, apoyándose en su tacto, sus lágrimas salieron sin control, volvió a abrazarlo con cariño, manteniéndolo apegado a ella— Mi niño... Mi bebé... —murmuró en medio del llanto que formó— Perdóname... Perdóname... —pidió una y otra vez, por las veces que no pudo hacer nada para protegerlo, refiriéndose a muchísimas situaciones, los abusos, el fallido escape, todas las veces que no pudo evitar las heridas en su cuerpo, las lágrimas que derramó y que ella no pudo evitar. Cuando no pudo evitar que mataran a su amada hermana y mucho menos cuando no pudo evitar que se llevaran al bebé.

Al fin volvía a tener a ese bebé en brazos, volvía a verlo y a tenerlo entre sus brazos.

Tal vez BeomGyu no sentía la misma intensidad que ella, ya que después de todo su familia por muchos años se basó en YangMi, JunSeo y Haneul. Y si bien, la señora Che en tan poco tiempo había tomado un papel importante en su vida y un lugar en su corazón, no estaban en la misma sintonía de sentimientos.

—No tiene porqué pedirme perdón —mencionó dejándose abrazar por la mujer— Ya estoy aquí y es lo importante, ¿No? —preguntó separándose para verla, la señora Che asintió poco a poco dejando que el humano secase sus lágrimas.

—Te extrañé tanto... —murmuró sintiendo esa paz, la libertad que tenía después de mucho tiempo con la verdad atorada en la garganta, al fin tenía a su sobrino con ella, después de tantos años.

—Coma conmigo —pidió BeomGyu tomándola de la mano para llevarla a la mesa servida y en espera de los esposos para comer.

La señora Che era tía de BeomGyu, su única familia biológica, aún así no dejaba de ser el servicio de la mansión.

—No no, no podría... El señor Kang no estaría de acuerdo —negó de inmediato mirando a BeomGyu abrir una silla para ella.

—No tendrá problemas —aseguró insistiendo a la mujer que retrocedió unos pasos, insegura.

¿Bajo qué BeomGyu estaba tan seguro? ¿Y si corría algún tipo de peligro por dejarla sentarse ahí? ¿Qué tendría que hacer para dejarla comer ahí? No quería arriesgar su seguridad, BeomGyu estaba sano físicamente, no quería retroceder el avance que había tenido.

—Vamos, señora Che, no se preocupe —insistió de nuevo tomándola de la muñeca para hacerla tomar asiento, BeomGyu hizo lo mismo en su silla.

Fue la mujer que se sintió avergonzada y empezó a servir la comida de BeomGyu, incluso sirvió un poco para ella cuando el muchacho le insistió dos veces.

—Buen provecho, señorito —mencionó con una pequeña sonrisa mirándolo comer.

¿Cómo podía sentir tanta paz y felicidad por un momento tan sencillo como ese?

—Buen provecho —la voz del vampiro los hizo levantar la mirada, la señora Che se tensó en su lugar. BeomGyu solo observó a su esposo.

—Señor Kang... Uh... —la mujer dudó un poco tratando de levantarse, conocía de sobra que al vampiro no le gustaban las personas del servicio en la misma mesa que la suya.

—La señora Che comerá hoy con nosotros, espero... No le moleste —habló BeomGyu mirando a TaeHyun tomar asiento en su lugar, quitando la tapa de metal de su plato, su típico pedazo de carne.

El vampiro los observó a ambos unos segundos antes de negar.

—Claro que no, precioso —fue lo único que dijo antes de llevar un bocado de la carne, masticó con serenidad antes de hablar— Tienes el mismo derecho que yo en ésta mansión —señaló antes de seguir comiendo sin prestar mucha atención a las interacciones de su esposo con la mujer, solamente escuchaba en silencio notando muy bien el cambio de ánimo en la señora Che, era de esperarse.

Que conmovedor. Pensó relamiendo sus dientes con un ceja arqueada mirando como la señora Che pasaba una mano cariñosamente por el cabello de BeomGyu y empezaba a recoger los platos ya vacíos.

Para TaeHyun nada era diferente, y no aceptaría algún cambio de actitud perezosa de la mujer ya que el dichoso secreto había salido a la luz. Le pagaba un sueldo que debía merecer así que las tareas de la señora Che seguían siendo las mismas, su día a día seguía siendo el mismo.

A menos que su esposo ordenara lo contrario.

Por otro lado, BeomGyu miró a la señora Che recoger todo con una pequeña sonrisa de satisfacción, y felicidad, todo su lenguaje corporal lo demostraba. Pensó en su historia, en todo el daño desde mucho antes de tener consciencia que JunSeo había hecho en su vida, había matado a su madre biológica para poder robarlo, amenazó a la señora Che a tal punto que Dakho tuvo que resguardarla en la mansión Kang.

¿Eso sería todo? ¿Se quedaría en la mansión Kang sin hacer nada? ¿Solamente aceptaría la verdad y se quedaría ahí?

No, tantos años de sufrimiento no serían en vano.

Pensó en Haneul, la preciosa niña que había cuidado desde que nació, que a pesar de no tener un parentesco biológico seguía siendo su hermanita, una niña que no era culpable de nada, inocente y en pleno crecimiento.

No podría verla sufrir.

—TaeHyun —llamó a su esposo por su nombre antes de que el vampiro saliera del comedor.

—¿Si? —preguntó mirando al otro caminar hacia él con decisión, BeomGyu alzó las manos para apoyarlas en el pecho ajeno, deslizándose por sus hombros, pensando sus palabras.

—¿Me puedes ayudar en algo? —preguntó mirando una pequeña sonrisa del vampiro formarse poco a poco, asintió esperando una explicación más clara. BeomGyu lo abrazó por los hombros, uniendo sus pechos, de inmediato sintió las manos en su cintura.

—¿Cuál es tu objetivo, bizcochito? —preguntó directamente besando su cien.

—JunSeo y YangMi.

Lo siento por tardar:( espero les haya gustado mucho <3

El objetivo de Beom son sus padres adoptivos, ¿Qué creen que sea capaz de hacer?

The_Dark_Diamond