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Sólo fueron treinta minutos en los que JaeSang tuvo la oportunidad de desquitar su ira con los Kang, usando solamente un bate de hierro y sus propias manos.

—¿Sigues respirando? —preguntó pateando el costado del otro que estaba arrojado en el suelo, boca arriba, había sangre acumulada en su boca, pero no se movía.

JaeSang se inclinó para buscar indicios de respiración, escuchó al otro escupir la sangre a un lado, BeomGyu observó borroso al lider inclinado sobre él.

Te vas a arrepentir... —murmuró, JaeSang rió altanero.

—Estás al borde de la muerte y sigues amenazando... Demasiado confiado diría yo —opinó apoyando una mano en el pecho ajeno, el otro se quejó, sintiendo dolor, un dolor intenso que no lo dejaba respirar correctamente.

Apenas y podía mover una pierna, la otra la mantenía por completo inmóvil, después de todo, tenía el tobillo fracturado y no tenía conocimiento de qué otras partes de su cuerpo estarían fracturadas.

—¡SEÑOR, HAY EXPLOSIONES EN EL JARDÍN CENTRAR! ¡HAY ATAQUES DE VAMPIROS! —avisó uno entrando al sótano, JaeSang se irguió en su lugar.

—¿Ataques de qué tipo?

—¡De la élite vampiro, señor!

—Cierren este lugar y busquen a Haneul, saldremos por el ala norte —indicó el hombre saliendo del sótano, BeomGyu dejó de escuchar casi a los segundos, mareado, solamente la luz de techo moviéndose de un lado a otro, tosió ladeando la cabeza para escupir sangre, su nariz sangraba, su boca también por haber mordido su lengua, uno de sus ojos se sentía hinchado.

Soltó un suspiro cerrando los ojos, dejándose llevar por el efecto de la droga, del dolor, y siendo atrapado por la inconsciencia en menos de veinte segundos.

—Protejan la mansión, usen todo el armamento —ordenó JaeSang escuchando algunas explosiones al salir del sótano.

—¡Señor, no encontramos a Haneul! —avisó otro cazador abriendo todas las puertas para que lo demás grupos buscaran a la niña. JaeSang sintió su corazón acelerado, empezó a sudar colocándose él mismo en marcha para buscar a su nieta.

Ellos dos tenían que salir de ahí antes de que los vampiros lograran pasar la mansión, no iba a arriesgar a Haneul y mucho menos a sí mismo, siendo él el único Choi al mando.

Por otro lado, afuera de la mansión, el equipo elite se mantuvo firme, rodeando la mansión y sin recibir ataques por las bajas que había causado con las explosiones.

Más atrás, una motocicleta se adentró por los grupos a alta velocidad, deteniéndose frente a los de élite.

—Nos vamos a quedar con todo este territorio sea como sea, maten a cualquiera que se les atraviese y no retrocedan —ordenó el líder señalando a un grupo de los de élite— Ustedes irán conmigo a la parte trasera de la mansión.

—¡Si, señor!

—Señor, Kang, la demolición... —recordó otro, TaeHyun lo observó unos segundos antes de dejar las manos en su cintura, manejando su peso hacia la derecha, relamió sus labios. Frunció un poco el celo, concentrado.

—Luego de que salga con mi esposo, busquen lugares seguros y vuelen ésta mierda en mil pedazos —ordenó, recibiendo un asentimiento de todos lo guardias que tenían tareas diferentes pero que ayudaban a que el ataque fuera más preciso y rápido— Ken, busquen cualquier médico de la zona humana y llévenlo a la mansión, no importa si es a voluntad o no —ordenó antes de tomar el arma de fuego en su espalda, era grande y larga, exactamente un subfusil, de rápido y constante disparo— Entren —ordenó recargando el arma.

En ese momento, todo el territorio de la mansión Choi se vió infestado de vampiros, ataques por un lado y por el otro, explosiones sin alto impacto pero que lograban dejar a los cazadores sin una buena visión por un momento y los vampiros aprovechaban eso.

—¡CHOI JAESANG! —gritó el líder Kang entrando por la principal de la mansión, disparando a todo aquel que se atravesara en su camino, corrió y empujó a un cazador con el cuerpo del arma, esquivó un golpe agachándose, disparó en el abdomen del hombre hasta subir hasta su cuello, dejando el gatillo apretado.

El líder se escondió tras una columna, concentrándose, de reojo miró algo moverse, apuntó con rapidez, miró una de las puertas de un gabinete ser forzada por una prenda de ropa hasta cerrar por completo.

TaeHyun caminó con sigilo hasta ahí, escondiendo su cuerpo en una pared, se agachó, tocando la puerta del gabinete.

—Choi Haneul —habló, la niña dentro reconoció la voz de inmediato, soltó un sollozo mientras cubría su boca, ahogándose y haciéndose bolita en su lugar, soltando un grito cuando el vampiro abrió el gabinete a la fuerza y la sacó del cabello, arrastrando a la niña por el salón principal.

—¡LA HEREDERA, PROTEJAN A LA HEREDERA! —gritó uno disparando al líder, directo al pecho, TaeHyun chasqueó la lengua dándole una mirada de burla al cazador.

Tenía chaleco, por debajo de la ropa tenía chalecos especiales que cubrían sus partes vitales de ataques.

—¡Señor, aquí está! —avisó uno en la planta de arriba, TaeHyun se plantó en el centro, agachándose a Haneul cuando la soltó del cabello.

—Si corres, los voy a matar a todos y te voy a hacer beber su sangre... Así que quédate ahí, maldito engendro —ordenó entre dientes, Haneul lloró, temblando del miedo.

—¡Alto al ataque!

—Deténganse —ordenó TaeHyun en conjunto a JaeSang que corrió hasta el balcón, empezó a bajar las escaleras con rapidez al ver a quien menos deseaba con su nieta— Ah, ah, quieto ahí —ordenó disparando a las escaleras, JaeSang evitó seguir bajando, los disparos en el escalón que casi pisaba.

—Dame a la niña, ella no tiene porqué-...

—Blah, blah, un niña, una dulce niña con mucha vida por delante, ¡Qué hermoso! —chistó fingiendo una sonrisa, la borró a los segundos, dejando una expresión seria, una mirada sombría que solamente exigía la aparición de una sola persona.

La persona que estaba en el sótano, respirando con dificultad.

—Mi esposo —exigió dejando el cañón del arma en la cabeza de Haneul.

—¡EN EL SÓTANO! ¡EN EL SÓTANO! —gritó JaeSang alterado, TaeHyun asintió, miró a algunos de sus guardias que solamente le hicieron una seña, los guardias que estaban más cerca habían escuchado. JaeSang soltó sus armas, dejándolas caer al suelo— Dame a mi nieta.

—¿La amas? —preguntó acariciando un mechón de cabello con el arma, Haneul sollozando en voz alta, casi gritando y temblando por el miedo que tenía, era lo único que se escuchaba en la mansión.

—Si... Kang, ya te dí a tu marido, puedes irte de una maldita vez...

—Arrodíllate si la amas y la quieres contigo —exigió, el líder bajó los pocos escalones, postrando sus rodillas en el suelo, sollozó agachando la cabeza, TaeHyun sonrió— Todos estos meses te creíste el mejor líder del país, el que recuperó el territorio perdido y que tenía a los vampiros en paz... Un maldito altanero, codicioso, un completo maldito que creyó tener todo fríamente calculado —rió antes de quitar el arma de la cabeza de Haneul, aún así la tomó del cabello sin fuerza, conteniendo cualquier movimiento de la niña por irse lejos— No niego que supiste jugar sucio, supiste usar las cartas que mi esposo te dió... Y ahora, otra vez el "toma y dame", un intercambio de personas —habló relamiendo sus labios, JaeSang golpeó el suelo, desesperado.

—¡DÁMELA DE UNA VEZ!

—No creo que BeomGyu se haya entregado a sí mismo como una carta, lo enseñé muy bien después de todo, y si creíste que lo podías usar como una, éstas equivocado —negó con la cabeza dándole un empujón suave a Haneul— Camina  —le ordenó, la niña dió los primeros dos pasos, antes de hacer más rápido su caminar.

La distancia era considerable, así que Haneul, por el miedo, corrió.

JaeSang abrió los brazos para recibir a su nieta, pero mucho antes de que ella llegara a él, el líder vampiro apretó el gatillo, una ráfaga de disparos que impactaron a lo largo de la espalda de la niña, dejándola por completo en el suelo, sangrando.

—Que mi apellido quede grabado en tu cabeza, soy un Kang y no voy a seguir jugando al "toma y dame" —negó el vampiro volviendo a disparar a la niña mientras caminaba, en sus piernas— Ataquen —ordenó de nuevo el líder, los guardias vampiros se pusieron de nuevo al ataque, TaeHyun tomó de los tobillos a Haneul, arrastrándola lejos de JaeSang que le gritó un sin fin de groserías.

—¡UN MALDITO DESPIADADO QUE MERECE LA MUERTE! ¡TE VOY A MATAR! ¡VOY A MATARTE A TI Y A TODO TU LINAJE, MALDITA SEA! —gritó con dolor y odio acumulado, algunas salpicaduras de sangre en su mejilla, los cazadores empezaron a jalarlo hacia atrás, en busca de una salida para proteger al líder. TaeHyun rodó los ojos mirando a Haneul, la había dejado boca arriba.

La guerra seguía tanto afuera como adentro, aún así, la cantidad de vampiros era más grande en ese momento, por eso TaeHyun se agachó a un lado de Haneul, mirando a la niña respirar errático, soltando quejidos de dolor, aún con lágrimas silenciosas.

La miró directamente a los ojos, notando que aún había brillo en su mirada.

El vampiro dejó el arma en la cien de la niña, y sin quitarle la vista, apretó el gatillo.

Él había visto a las personas perder el brillo de sus ojos al morir, innumerables veces, pero ésta vez era diferente.

Demasiado brillo que no tardó mucho en apagarse.

—No dejen que salga el líder —ordenó levantándose de su lugar, a TaeHyun le importaba muy poco si mataba él con sus propias manos a JaeSang o no, no era tan importante para él tener esa satisfacción así que uno de los vampiros del equipo elite se haría cargo de ello, con la condición de llevarle su cabeza como muestra de un trabajo bien hecho y finalizado.

Pero lo que en verdad le importaba estaba en el sótano, por eso emprendió camino para el lugar, disparando y luchando contra los cazadores que se atravesaban en su camino.

—Maldito... —escuchó a sus espaldas, se agachó cuando arrojaron un cuadro de la mansión a él, volteó y golpeó con el arma a la persona, un cazador.

Se agachó y pateó las piernas del hombre, haciéndolo caer, TaeHyun le disparó en el abdomen, apoyó el arma, el otro se quejó antes de usar uno de los propios cuchillos que tenía TaeHyun en sus arneses y lo clavó en el único lugar en dónde TaeHyun no tenía protección.

En el hombro.

—Ojalá ya esté muerto, cómo quisiera verte la cara, hijo de puta —murmuró, TaeHyun se agitó con un gruñido, las palabras del cazador haciéndolo ponerse aún más agresivo, encajando el largo del arma en su abdomen, manteniendo el gatillo apretado, hasta que las balas de acabaron y dejó el arma de lado.

—¿¡QUIÉN CARAJO ESTÁ EN EL SÓTANO!? —preguntó el líder levantándose del regazo ajeno, sin importarle que no lo había matado del todo, para eso tenía alguien que haría el trabajo.

—¡El grupo cuatro de elite acaba de entrar, señor! —contestó otro, TaeHyun jadeó quitando el cuchillo de su hombro, corrió hasta el sótano, empujando a cualquiera y evitando ataques.

Pateó la puerta del sótano, dejó un mano en su hombro sangrante, había sido profundo después de todo.

Bajó las escaleras de dos escalones en dos, mirando la jaula en el centro del sótano, frunció el ceño acercándose a paso rápido. Ubicó a su esposo en el centro, de ojos cerrados, se veía sumamente herido y su boca y nariz llena de sangre no era algo de qué aliviarse.

—¿¡Qué tanto esperan!? —preguntó mirando a los guardias tomar una motosierra de los artículos de tortura para poder cortar los barrotes, tenían que hacer un espacio para que entrara por lo menos uno y sacar al humano inconsciente.

Aún así, el líder vampiro no se vió con la suficiente paciencia para esperar a que estuviera listo, aún menos cuando no podía ver alguna señal de vida del otro, así que apenas vió un agujero proporcional con su cuerpo, empujó a los demás y pasó, gruñendo cuando uno de los barrotes había quedado afilado y rasgó el costado de su pierna, una parte que los chalecos no cubrían.

Aún así, entró, el dolor en su pierna sin impedirle ir al centro, se arrodilló mirando a su esposo.

El vampiro apretó la mandíbula, sus ojos perdieron el control por un momento, sin saber a dónde ir, sus manos dudando en dónde colocarse, reaccionó a los segundos, apretando las manos  mientras dejaba su oreja en el pecho ajeno, esperando oír el latido del corazón.

Tragó grueso, sus manos temblaron, sus ojos nuevamente estaban picando como todos esos meses, y se acumularon lágrimas en sus ojos.

Lágrimas, que no tardaron en salir.














































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The_Dark_Diamond04

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