108
Para salir de la floristería había dos opciones, la salida principal y la salida trasera.
Obviamente, el sonido de la calle venía de la principal, ellos debían salir por la trasera, esperando correr con la suerte de no encontrarse con un guardia vampiro.
BeomGyu se agachó a un lado de la cama, tomando con rapidez el anillo olvidado en el suelo, lo colocó en su dedo correspondiente antes de ir con Kwan que había empezado a subir las escaleras.
—Saldremos por la trasera —avisó el hombre con calma, superficialmente no se notaba alterado, pero internamente estaba en alerta, listo para todo.
BeomGyu se quedó en silencio, subiendo con rapidez, empujó la puerta al final de las escaleras y caminó por el sendero de las flores en sus distintas macetas, abrió la siguiente puerta, Kwan lo tomó de los hombros para pasar él primero con cautela, asomando su cabeza hacia la parte del público, en dónde estaba el mostrador, la puerta de cristal y la persiana abajo, dió un salto en su lugar cuando el metal resonó, se veía la punta de una palanca bajo ella para forzarla.
—Kang no es tan estúpido —susurró BeomGyu mirando hacia el techo, buscando alguna salida, Kwan lo observó— En la parte trasera debe haber... Carajo, ¿No hay manera de salir por el techo? —preguntó en un susurro igualmente, también dió un salto en su lugar cuando golpearon con más fuerza la persiana del local.
—No hay manera —negó con un susurro, tomando de la muñeca al otro para guiarlo a la salida trasera, BeomGyu miró de reojo como el metal de la persiana cedía ante las palancas y los golpes, empujó a Kwan para pasar más rápido, apenas y viendo el montón de pies que estaban afuera.
Procuró no hacer sonidos, mordía su lengua cada que quería decir algo, Kwan apoyó su oreja de la puerta trasera, no escuchó nada, BeomGyu se asomó por debajo, tratando de ver sombras, pero no había nadie.
¿Será que podían salir por detrás?
—¡Señor, aquí hay una entrada! —avisó uno, BeomGyu volteó de inmediato, escuchó los pasos.
¿No me olió? Se preguntó antes de ser jalado por Kwan que abrió la puerta trasera, preparado para pelear si así lo ameritaba, pero grande fue su sorpresa cuando no encontró a nadie en el angosto callejón.
BeomGyu lo observó.
—Ve adelantando camino —susurró lo más bajo que podía, Kwan frunció el ceño.
—Vámonos de una vez, no tienes nada-...
—Vete, Kwan —exigió caminando por el callejón, sacó su daga afilada, se asomó por una esquina, había guardias de ese lado, esperando en la salida principal, se quedó estático, sin hacer ruido, ambos lo hicieron.
Por otro lado, TaeHyun empujó con fuerza la puerta que daba a una escalera, el olor de las flores confundiendo los aromas y quitando el rastro en el aire.
Aún así, cuando bajó los dos primeros escalones, se quedó estático.
Huele a...
Sexo.
Huele a su sudor, huele a semen.
—Destrocen y quemen este lugar —ordenó entredientes, se devolvió con rapidez, volviendo al aroma de las flores.
Tu eres capaz de lo que yo no.
TaeHyun avanzó, con un arma de fuego en la mano. El aroma era reciente, así que no estaban tan lejos.
Y lo supo cuando apenas y pudo percibir un susurro de una voz que no conocía, se tensó mirando hacia otro pasillo.
Una salida trasera.
Volteó a los guardias que habían quedado en la salida, les hizo una seña que avisaba que debían quedarse ahí, avanzó lo más sigiloso que podía, pasó por el hueco de la puerta abierta.
Solo así, pudo percibir por completo el aroma de su esposo.
Asomó la cabeza, dos cuerpos quietos, mirando hacia afuera del callejón.
Su corazón se agitó, inevitablemente su respiración igual lo hizo, sus ojos carmesí brillaron y una sonrisa de triunfo se instaló en su cara.
Avanzó, raspando el suelo con una piedra.
Los otros dos voltearon hacia el sonido, mirando frente a ellos al líder de los vampiros.
—¿Interrumpí en su momento de amor? Allá abajo huele... Tan asqueroso —habló mirando fijamente a Kwan, el hombre retrocedió, BeomGyu lo empujó por los hombros para hacerlo correr.
TaeHyun recargó el arma y disparó a Kwan, la bala entrando por su brazo, saliendo del otro lado.
—Corre... ¡CORRE, KWAN! —gritó BeomGyu, encarando a TaeHyun, pero el vampiro empezó a correr tras Kwan que dejó una mano en su brazo herido, corriendo todo lo que sus piernas le permitían, se quejó de dolor cuando otro disparo llegó a su espalda, tropezó con sus propios pies, pero siguió corriendo.
BeomGyu corrió tras TaeHyun, tacleando al vampiro por la espalda para que dejara de perseguir y disparar a Kwan.
Ambos rodaron por el suelo de la desolada calle, TaeHyun lo tomó del cuello y lo estampó en el suelo.
—¿¡QUÉ HACÍAS!? ¿¡QUÉ ESTABAS HACIENDO, BEOMGYU!? ¿¡QUÉ MIERDA HACÍAS CON ESE HIJO DE PUTA!? —le gritó, BeomGyu lo observó.
Luego de tanto tiempo, sentía las manos frías en su cuello, sentía el peso sobre su cuerpo, la cara del hombre de sus pesadillas, sus ojos carmesí que lo veían con posesión, unos ojos carmesí que ahora estaban empañados, los colmillos que tanto añoraba que atravesaran su piel.
Después de tanto tiempo, tenía a Kang TaeHyun frente a él.
Parpadeó cuando nuevamente el vampiro lo agitó en el suelo, una gota cayó en su mejilla.
No era agua, no era sangre.
Era una lágrima.
Observó al vampiro, el viento le voló la gorra negra que tenía, revelando aún más unos ojos llorosos que causaban más ira en el líder, en esos meses había perdido el control del llanto, no podía suprimirlo y era molesto.
BeomGyu empuñó bien su daga, se alzó lo poco que el vampiro le permitió.
—Huele mi boca y obtén la respuesta —retó, aún así, sopló a la cara del otro, el evidente olor a semen impactando con el vampiro que aflojó un poco el agarre de su cuello, BeomGyu aprovechó y golpeó la cien del vampiro con su puño, tomó impulso y rodó de nuevo, separándose de Kang.
Ambos se levantaron, BeomGyu retrocedió dejando el filo de su daga en su cuello, cerca de su yugular.
—Un paso más y me corto el cuello —amenazó apretando la daga, TaeHyun se quedó estático en su lugar, haciendo una seña a los guardias que quedaban tras él, la otra parte estaba abajo y otra parte se había ido tras Kwan. Da
BeomGyu tragó grueso, mirando a TaeHyun fijamente.
—No lo vas a matar —negó apretando la daga, TaeHyun frunció el ceño— Esto es entre tú y yo.
—¿Por qué lo metiste a él entonces? Fácilmente pudiste escapar sólo, con su ayuda y esconderte sólo, en cambio... Te quedaste con él, viviendo como una maldita familia feliz... —habló entre dientes, BeomGyu retrocedió un paso.
Le estaba dando tiempo a Kwan de escapar, pero resultaba muy incierto el saber si lo había logrado o no, después de todo, había otros guardias persiguiendo al hombre.
Necesito que escape, no quiero que muera.
—¡ME CORTO EL MALDITO CUELLO, TAEHYUN! —le gritó en amenaza cuando el vampiro avanzó a él, BeomGyu retrocedió cinco pasos más. TaeHyun lo observó fijamente, apretando sus puños.
—¿Qué quieres, BeomGyu? —preguntó con un tono bajo, BeomGyu lo detalló.
Ese no es el TaeHyun que él había dejado.
Se veía desaliñado, a pesar de que su cabello estaba mojado no estaba peinado, su ropa no era elegante y fuera de ello, no estaba arreglada, las únicas joyas que tenía eran el anillo de matrimonio y el anillo que le había dado. Más nada.
Incluso su aspecto físico, sus pómulos un poco más marcados, estaba un poco más delgado.
—¿Me quieres matar? —preguntó de nuevo el vampiro, sacando una daga de su ropa, la apoyó también en su cuello— ¿Quieres que yo muera? —preguntó haciendo un corte sin tanta profundidad y sin quitarle la mirada de encima— Mátame de una vez si es así, si no quieres acercarte yo mismo me puedo matar —habló apoyando la punta de la daga en el centro de su abdomen.
Me está manipulando. Pensó BeomGyu apretando la daga en su mano, firme en su cuello.
Él no es capaz de matarse.
—Lo que hiciste, es decepcionante —habló Kang apoyando con más fuerza la daga, BeomGyu no le quitó la mirada. TaeHyun apoyó y puso toda la fuerza que tenía, su ceño se frunció cuando sintió el filo en su piel— Aún más cuando sigues con el anillo de matrimonio —señaló, mirando el anillo en la mano del otro, BeomGyu tragó grueso.
TaeHyun tomó impulso, encajando más el arma hasta atravesar su propia piel, su playera negra se mojó con sangre, BeomGyu aflojó el agarre de su daga hasta casi soltarla. Un escalofrío lo recorrió.
—¡TaeHyun! —llamó, el vampiro lo observó— Detente, carajo, ¡DETENTE! —gritó cuando el vampiro siguió encajando la daga.
—¿No quieres que muera? —preguntó ladeando la cabeza, rió a pesar del dolor, dió un paso hacia el otro, BeomGyu se quedó estático— ¿¡QUÉ QUIERES ENTONCES!? ¿¡QUÉ QUIERES!? ¡DIME Y TE LO CUMPLO! ¡DIME QUÉ QUIERES! ¿¡VENGANZA!? ¿¡ESTO LO HICISTE POR VENGANZA!? —preguntó a los gritos, BeomGyu tomó un respiro, mirándolo a los ojos.
Al inicio todo había sido una venganza, había delatado suficientes cosas del lado vampiro como para dejarlos vulnerables, además de ayudar de más a los cazadores, robar a TaeHyun.
Todo por razones que no olvidaba y que no sabía si olvidaría algún día.
Pero ahora, ¿Qué era de su vida? Había vivido con Kwan, un hombre completamente diferente a TaeHyun.
Kwan no lo golpeó, Kwan no lo tocó sin su permiso, Kwan jamás lo hirió.
Kwan no era TaeHyun y estaba muy claro.
Pero a él no le gustaba Kwan.
Muchas veces, esperó en Kwan actitudes y tratos que TaeHyun tendría, muchas veces pensó en lo que podría estar haciendo estando en el territorio vampiro.
Nunca dejó de pensar en los domingo de cena en restaurantes, e incluso llevaba la cuenta de sus meses de casados, nunca dejó su anillo de matrimonio y a pesar de que lo había arrojado al suelo, sólo fue para poder obtener lo que quería de Kwan.
Una prueba de su vida sin TaeHyun, una muestra de lo que sería su vida con otro hombre.
¿Cómo él podía hacer su vida con otro hombre si ese hombre no sabía cómo tocarlo?
¿Cómo iba a estar con un hombre si ese hombre no sabía lo que le gustaba?
¿Cómo iba a estar con un hombre que no era Kang TaeHyun?
TaeHyun sabía cómo tocarlo, sabía cómo hacerlo llorar, sabía en dónde morder y en dónde azotar.
Más allá de sexo. Kang TaeHyun era el único que lo entendía y quién jamás lo había dejado sólo.
Inevitablemente dió un paso hacia el frente.
Todos esos meses había pensado en el cierre de su venganza, ¿Matar a TaeHyun era la solución?
¿Por qué TaeHyun debía morir?
Las venganzas se basan en la satisfacción de quién la realiza.
Y que TaeHyun muriera no era parte de su satisfacción.
—¿Cuánto has sufrido por mí? —preguntó en un susurro, estirando una mano al vampiro, tocando su cabello con sus dedos, TaeHyun lo observó.
—Lo suficiente como para desear la muerte —contestó sin pensarlo, BeomGyu lo observó fijamente, en silencio.
Él tenía la oportunidad de irse, de escapar de nuevo y buscar hacer su vida sólo, o con otro hombre.
Pero él no quería otro hombre.
Él podía hacer una vida nueva.
Él no quería una vida nueva.
No había otro hombre en ese mundo que entendiera su amor al dolor, no había otro hombre en esa tierra que entendiera su gusto a lanzar dagas, la sensación de tener la vida de una persona en sus manos.
Sólo Kang TaeHyun.
Nadie tenía derecho a decirle lo que merecía y lo que no, lo que era justo y lo que no.
Es su vida, y son sus reglas.
—Volveré —afirmó, TaeHyun le prestó atención, sintiendo la mano cálida del otro en su mejilla, BeomGyu tomó la empuñadura de la daga encajada en el vampiro, la sacó sin problemas, mirando la sangre en el filo.
—Va-...
—Cuando yo quiera —cortó, TaeHyun frunció el ceño— Y cuando vea que Kwan está vivo y seguro.
—¿Vivo y seguro? Ese maldito lo único que-...
—Agradécele a ese maldito por hacerme darme cuenta de que no puedo estar sin ti, Kang TaeHyun —lo cortó tomándolo de la ropa, TaeHyun lo sujetó casi de inmediato, por la cintura.
BeomGyu tragó grueso.
Nuevamente las manos que extrañó lo envolvían, nuevamente tenía a Kang TaeHyun cerca.
Nunca debí irme. Pensó mirando los pómulos húmedos del vampiro.
Él depende de mí...
Y yo dependo de él.
—Suéltame —exigió, TaeHyun lo hizo con lentitud, encajando luego sus uñas en sus palmas— Quiero a Kwan vivo, con todas y cada una de las partes de su cuerpo en su lugar.
—Sólo si vuelves hoy —condicionó el vampiro, BeomGyu sonrió de medio lado.
—Un día —enseñó sus dedos, TaeHyun frunció el ceño— En un día volveré a la mansión.
—¿Qué carajos vas a hacer?
—Asegurarme de la integridad de Kwan, claro.
—No.
—Entonces no hay trato —negó retrocediendo, TaeHyun avanzó hasta él, sosteniendo la herida de su abdomen, lo tomó de la ropa.
Sus ganas de asesinar con sus propias manos a Kwan estaban a flor de piel y el simple hecho de tener que soportar el aliento a semen de su esposo lo volvía loco.
Todos esos meses estuvo ideando maneras de matar a Kwan, descuartizarlo, quitarle las capas de piel una por una, cortar su lengua en pedazos, sacar sus huesos de su piel, rasgar sus órganos y demás.
Pero ahora, si lo hacía, BeomGyu no volvería.
Y había esperado mucho tiempo para tenerlo como para dejarlo ir.
—TaeHyun, ¿Me amas? —preguntó cruzando los brazos, de fondo, escuchó un forcejeo, quejidos y pasos. No volteó sabiendo que serían los guardias que fueron tras Kwan.
—Estoy obsesionado contigo, eres mi mayor obsesión y mi más hermoso capricho —contestó sin pensarlo, BeomGyu volteó, Kwan estaba siendo sujetado y sometido por guardias.
TaeHyun también volteó, mirando al hombre, sin poder evitarlo, soltó a BeomGyu que se quedó en su lugar, suspirando cuando escuchó un quejido de Kwan, TaeHyun pateó su mandíbula con fuerza, haciéndolo morder su lengua hasta sangrar.
—Déjenlo libre —ordenó el líder, los guardias a pesar de su impresión soltaron a Kwan, BeomGyu lo observó, haciendo un gesto para que se fuera— Un día, con rastreo —señaló el vampiro, haciendo una seña a uno de los guardias del equipo de allanamiento. BeomGyu sonrió de medio lado, estirando su muñeca al guardia, una pulsera gruesa y apretada que revelaba su ubicación las veinticuatro horas.
TaeHyun respiró errático, mirando a su esposo.
—¿Tú me amas? —preguntó TaeHyun, BeomGyu retrocedió sus pasos, metiendo sus manos en los bolsillos.
—Te amo, TaeHyun —contestó con sinceridad antes de darse la vuelta, trotando tras Kwan que frunció el ceño ante lo que había escuchado.
¿Después de tanto...?
Después de todo es un masoquista
Un matrimonio que los une, y más allá de ese matrimonio hay razones para quedarse juntos.
Dependencia, amor, obsesión, un sin fin de palabras podrían describir lo que era ese matrimonio.
Las cosas se pueden dividir en lo bueno y en lo malo, cada perdona tiene sus definiciones de bueno y malo.
Cada quien decide si etiquetar como bueno o malo los sucesos y decisiones de su vida.
Y para BeomGyu, el volver con TaeHyun era algo bueno.
Porque volvería a tener al sádico que necesitaba a su lado.
Eeeh...
Puede muchos no estén satisfechos con este cap, pero procuré explicar lo mejor posible lo que siente BeomGyu, aún así, habrá otro cap que lo explique
Qué opinan? Me gusta leer sus opiniones, aunque claro, con respeto u.u
Nos vemos en el siguiente!
The_Dark_Diamond04
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