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¡ADVERTENCIA!
Capitulo con escenas de: maltrato al menor, violencia infantil, tortura psicólogica
Si es sensible a esto, no lea, evite este capítulo, gracias.
Oscuridad.
En todos lados había oscuridad, y por muchos que lo negaran, hay varios tipos de oscuridad.
Cuando te cubren los ojos con una venda, hay oscuridad.
Cuando cerramos los ojos, hay oscuridad.
Cuando apagamos la luz, hay oscuridad.
Cuando anochece, hay oscuridad.
Pero entre todas esas comparaciones, ¿Qué diferencia a cada una?
La densidad.
—T-tengo... M-miedo... Mucho miedo... —sollozó una pequeña, echa bolita en una esquina del lugar en dónde estaba, no reconocía nada, todo estaba en silencio y a pesar de que estaba sin algo que la atara y tenía libertad de caminar, no podía, todo estaba oscuro, no había ni un solo paso de aire.
Era una densa oscuridad que la estaba aterrando.
Escuchó pasos, tembló con miedo pensando que sería un monstruo de la oscuridad.
—¿U-un... Mon-monstruo? —preguntó sollozando, asustándose cuando abrieron la puerta estrepitosamente, dejando entrar la luz de afuera, achicó los ojos cuando resultó una molestia, solamente alcanzando a ver una figura masculina, mucho más alta que ella.
—Hubiera sido mejor un monstruo, señorita Choi —habló la figura, Haneul se sorprendió, alzando su mirada con rapidez mientras se acercaba a la luz, corrió para abrazar el torso del vampiro que sólo la observó con seriedad.
—¡S-señor Kang! ¡Se-señor Ka-Kang! —lloró la niña, aliviada de ver a alguien que conocía, y que en su mente de niña, la había ido a salvar.
—Camina —ordenó el vampiro empujando a la pequeña fuera del sótano, tomándola con dureza del cabello para guiarla.
—¿Y-y mi hermano? ¿Y-y Beom... Gyu hyung? —preguntó secando sus lágrimas y quejándose del agarre de su cabello, TaeHyun relamió sus dientes antes de contestar.
—Te abandonó, te dejó aquí conmigo.
—O-oh... Entonces... ¿V-viviré aquí hasta que él venga? —preguntó inocente cuando fue soltado su cabello, asustándose cuando el vampiro la alzó en el aire, sujetando su cuello fino y delgado con ambas manos, apretando y pegando su espalda pequeña a una pared. El vampiro la agitó con fuerza, estampando su espalda contra la pared.
—Te abandonó, Choi Haneul... Te dejó aquí, se fué y no va a volver por ti... —le explicó entre dientes, descargando su ira en la inocente pequeña— Tampoco por mí... —murmuró al final. Haneul se quejó, llorando mientras golpeaba torpemente las manos del vampiro, el aire le faltaba— Me dijo que hiciera lo que quisiera contigo... Ésto es lo que voy a hacer —aseguró empujando a la niña a un lado, ya habían llegado al salón principal, TaeHyun miró a la niña en el suelo con el ceño fruncido, la niña llorando asustada, aterrada y sin saber que hacer— ¡Servicio! —llamó el vampiro escuchando los pasos de tres personas, lo que quedaba de servicio.
—¡Si, señor!
—Aten a esa porquería a una silla —ordenó señalando a Haneul, la niña chillando y moviéndose con fuerza para no ser agarrada.
Pero una niña contra tres adultos y vampiros no tenía nada que hacer.
Así que terminó en una silla, amarrada, frente al líder vampiro que se agachó frente a ella.
—Como quisiera arrancarte la mandíbula y mandársela a ese viejo —murmuró con odio, el servicio tenso.
¿Una niña? ¿El señor Kang es capaz de eso? ¿La hermana de su esposo?
—Quédense ahí —ordenó retrocediendo, sacando su daga y un arma de sus pantalones, miró a los tres del servicio, parados frente a Haneul, la niña temblaba del llanto y el miedo, incluso tenía arcadas por el llanto tan intenso, gritaba en medio del llanto.
TaeHyun solamente tomó un respiro antes de lanzarse sobre uno de los empleados del servicio, atacando sin piedad, encajando la daga en la garganta del hombre que gritó, ahogándose en su propia sangre cuando el líder presionó más profundo, desgarrando todo a su paso. Los otros dos empezaron a retroceder, asustados.
—No se muevan, es una orden —ordenó enterrando sus uñas en los ojos de su empleado arrancando sus globos oculares, lo empujó para hacerlo caer el suelo, pisando su garganta una y otra vez, causando un sonido viscoso y húmedo que hacía contraste con los gritos del llanto de Haneul, la niña vomitando una primera vez todo su vestido con angustia, asustada por lo que estaba viendo a unos pasos de ella.
—La niña e-está, s-señor...
—Que vomite sus órganos si quiere —cortó el vampiro pateando la mandíbula del siguiente empleado que quiso resistirse pero TaeHyun lo tomó del cabello y pateó con su rodilla la espalda ajena, haciéndolo caer.
En ese momento, los calcetines blancos de Haneul se llenaron de sangre apenas TaeHyun empezó a golpear la cabeza del empleado contra el suelo, abriendo un agujero en su frente de tantos golpes, Haneul gritó aterrada cuando vió la cara del hombre destrozada, la piel desgarrada y golpeando, la sangre goteando por todos lados.
Ella sólo era una niña.
Una niña que su padres no supieron cuidar.
—¡S-señor se lo pido! ¡SE LO SUPLICO SEÑOR! ¡SE LO PIDO DE RODILLAS, NO ME MATE, POR FAVOR! —suplicó la última mujer que quedaba, temblando del miedo, sus dos compañeros muertos a unos metros, el líder viéndola fijamente y con el aspecto de una bestia que atacaría en cualquier momento, TaeHyun sonrió ampliamente, soltando la daga hacia ella— ¡HARÉ LO QUE SEA, LE DARÉ LO QUE QUIERA, SERVIRÉ SIN PAGA, LO QUE ME ORDENE SEÑOR! ¡INCLUSO MATARLA, PUEDO MATAR A ESA NIÑA! —aseguró tomando la daga del suelo con manos temblorosas, se acercó corriendo a Haneul, la sujetó con fuerza del cabello para hacerla alzar la cabeza, dejó el filo de la daga en su cuello, haciendo un pequeño corte por la rapidez. TaeHyun la observó— E-es una simple humana... E-ella puede morir si yo corto aquí... Puedo hacerlo por usted, mi señor... ¡POR FAVOR, SE LO RUEGO! —gritó nerviosa, mirando fijamente al vampiro que se acercó a ella, Haneul quedó en el medio de ambos adultos, TaeHyun miró a los ojos a la mujer.
—¿Usted hará lo que sea? —preguntó en voz baja, dejando sus manos en su espalda, ladeando la cabeza con esa misma sonrisa siniestra.
—¡Lo que sea, m-mi señor!
—¿Lo que yo diga? —preguntó de nuevo, ladeando la cabeza al otro lado, la mujer asintió efusivamente.
—¡SI! —afirmó aflojando los agarres que tenía de la daga y el cabello de la niña, pensando que su esperanza de vida estaba asegurada, pero un escalofrío recorrió su espina dorsal cuando la sonrisa del líder se borró de inmediato.
—Entonces devuélveme a la razón de mi existencia —exigió con seriedad, dejando petrificada a la mujer que tembló en su lugar.
—¿Q-qué...
—Trae a la razón de mis acciones, la razón por la que este territorio es lo que es, trae lo que es mío, trae a mi dueño... TRAE A MI ESPOSO —gritó haciendo a la mujer soltar definitivamente la daga, lágrimas de miedo recorriendo sus mejillas, estaba petrificada del terror, de la bestia que tenía en frente. TaeHyun volvió a ladear la cabeza, sonriendo— No puedes, ¿Verdad? —preguntó con un tono de voz burlón— Entonces no sirves para mí —negó con la cabeza lentamente antes de arremeter contra la mujer, sacando dos dagas de su espalda, encajó una en cada lado de su cuello, la sangre no tardó en subir a su boca, goteando hasta la frente de Haneul que tembló por el miedo, llorando como nunca antes. TaeHyun afincó más las dagas, girando un poco y apretando los dientes mientras veía el rostro de la mujer.
La última empleada de servicio de la mansión Kang.
En definitiva, TaeHyun había asesinado a todo su servicio.
El vampiro encajó más las dagas, logrando atravesar el cuello, las movió de lado a lado, haciendo que saliera más sangre que bañó por completo a la niña en medio de ellos, empujó el cuerpo de la mujer lejos, frunciendo su ceño cuando Haneul volvió a vomitar, llegando a sus pantalones.
—Maldita... Basura —murmuró mirando su ropa sucia, se deshizo de una daga arrojándola al suelo, dejando su izquierda libre para arremeter contra la mejilla de la niña, haciéndola tambalear en la silla por el bofetón que le había dado, alzó la daga que le sobraba para arremeter de nuevo contra la niña pero la puerta de la mansión se abrió sin permiso.
—¡Señor Kang! —llamó Ken, mirando el desastre que había en el salón principal, TaeHyun relajó su postura, volteando a verlo.
El guardia ignoró todo, la sangre, los cuerpos, el vomito y el llanto tan desgarrador de la niña, acompañadas con gritos.
—Llévenla a otro lado, denle de comer y una ducha —ordenó el vampiro señalando a Haneul, Ken asintió acercándose al líder.
—Señor Kang, llegó información del lado humano.
—¿Qué pasó?
—Encontraron la motocicleta —informó sin rodeos, sintiendo algo de molestia con el sonido de la daga cayendo al suelo, TaeHyun amplió su mirada, su respiración se agitó.
Si consiguieron la motocicleta...
—Okey, entiendo el cambio de color, pero, ¿Cambio de matrícula? —preguntó Kwan dejando sus pies en el escritorio, cruzando los brazos.
—Aveces eres tan idiota que provoca asesinarte —refunfuñó el otro tomando asiento en el escritorio, cruzó sus piernas, mirando directamente a Kwan, el hombre le mantuvo la mirada a BeomGyu, ambos se quedaron un par de segundos observando.
—¿Para qué el cambio de matrícula? No te la estoy negando, solo quisiera saber —justificó el hombre desviando la mirada primero, bajando los pies del escritorio. BeomGyu suspiró peinando su cabello.
—El iluso que contraté para robarle el auto a Kang, no ha llamado en el plazo de tiempo que le dí que es un promedio de lo que tardaría Kang en encontrarlo, por lo que está muerto —aseguró, moviendo sus manos con seguridad en el aire, Kwan lo volvió a observar, ladeando un poco la cabeza y alzando la ceja derecha— Y es cabrón tenía la matrícula de la motocicleta en su billetera, fue un pequeño hilo suelto, seguro Kang ya la consiguió y denunció, así que necesito una matrícula falsa y cambio de color —finalizó, Kwan afirmó levemente con la cabeza sacando de su chaqueta un paquete de cigarrillos y un encendedor, tomó uno y lo encendió bajo la mirada de BeomGyu.
Pasó un momento de silencio, Kwan le dió unas dos caladas al cigarrillo, escupiendo el humo a un lado.
—¿Qué tanto te hizo? —preguntó recibiendo como respuesta una gran carcajada del otro, BeomGyu se apoyó del escritorio para acercarse más a él, solamente el cigarrillo poniendo la distancia.
—La verdadera pregunta es, ¿Qué no me hizo? Matarme tal vez —contestó en voz baja, ladeó la cabeza, alzó su mano derecha para quitar el cigarrillo de los labios ajenos, Kwan sopló el humo en la cara del otro que solamente cerró unos segundos los ojos— ¿Vas a hacer el cambio de matrícula o no, Kwan?
—La haré en la noche a más tardar —afirmó irguiéndose en su lugar, BeomGyu también, mirando el cilindro en sus dedos humear— De todas maneras, está en el garage, así que no está a la vista.
—Bien —aceptó siguiendo con su curiosidad, Kwan se levantó de la silla, rodeando el escritorio para ver a BeomGyu que también colocó los pies en el suelo, apoyando solamente su cadera del escritorio.
—¿Sabes? —preguntó recibiendo una negación inmediatamente, el hombre soltó una risa de burla antes de narrar las indicaciones sin mucho interés, y quitándole complejidad con el tono que usaba, BeomGyu dejó el cilindro entre sus labios, calando más de lo debido.
Por lo que en consecuencia, se ahogó.
Tosió inevitablemente, sintiendo la mano de Kwan en su espalda, dando suaves golpes. Frunció el ceño.
—Ya. No me estoy muriendo —reclamó volviendo a intentar, evitando ahogarse, sopló el humo hacia arriba.
—Eres nuevo, pero puedes hacer esto con el humo —enseñó, quitándole el cilindro, BeomGyu lo observó con atención, mirando al hombre inhalar antes de soltar el humo, pero ésta vez por las fosas nasales.
Formó una pequeña sonrisa apena visible antes de arrebatarle el cigarrillo.
—Busca uno propio, éste me lo quedo —decidió volviendo a inhalar, soplando el humo en la cara de Kwan que rió libremente sacando otro cigarrillo para él. BeomGyu empezó a caminar hacia las escaleras que iban a la "casa" si es que se podía llamar así.
Miró el cigarrillo entre sus dedos.
—Kwan.
—Dime.
—No pienses en quién fuí, solo ve quien soy —recomendó mirándolo por sobre el hombro, Kwan arqueó una ceja— Te irá mejor —aseguró guiñando un ojo antes de seguir bajando, dejando al otro sólo.
Kwan rió, encendiendo el siguiente cigarrillo.
—Si tú lo dices... —murmuró quedándose en silencio, pensando en distintas cosas.
La mayoría, girando en torno a su nuevo invitado.
En conclusión...
La densidad de la oscuridad.
Pero, también está la claridad.
¿Qué tan densa es la claridad para entrar a la oscuridad?
No tengo nada que decir en este capítulo...
The_Dark_Diamond04
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