SS:E-5
Muchas cosas pasaron después de ese momento tan significativo. Por ejemplo ese momento que compartimos cuando decidimos abandonar la soledad, donde nos disfrutamos el uno al otro en diferentes maneras.
Sus manos me exploraron entero, y se deleitó cumpliendo sus fantasías besando, tocando y mordiendo cada lugar de mi cuerpo que deseó, mientras que yo lo recibí sin prejuicios, sin límites y más importante: sin cansancio alguno.
Debo admitir que la sensación de estar sediento por la sangre no se comparó en absoluto a aquella innegable necesidad de tenerlo junto a mí. Era todavía más asfixiante, aunque sabía que podía tenerlo tanto como quisiera y que el cansancio, el sueño o el hambre no serían realmente un problema para nosotros.
Incluso me avergüenza un poco admitir que aquel primer y salvaje encuentro duró mucho más tiempo de lo que un humano puede durar despierto en una semana. Y después de esa ocasión, todavía hubo un par más de las cuales hacer mención. Pero más importante, por fin pude conocer a Shownu, al real.
Realmente no parecía un mal tipo como al inicio, y al darle la oportunidad del perdón se volvió todavía más condescendiente conmigo. Me contó acerca de lo que hacía cuando no estaba siguiéndome a todos lados, me llevó a conocer sus riquezas y sus casas, haciéndome sentir muy pobre.
¿Pero quien podría culparme? Aunque ya fuera un inmortal técnicamente ni siquiera había vivido lo que vive un humano promedio, asi que poco podía ofrecer a aquel ser despreciable con el que estaba aprendiendo a convivir.
De repente aquellos años que antes sentí tan pesados, fueron pasando como si nada y en lugar de sentirse extensos, se sentían como si fueran simplemente días.
El mundo seguía cambiante.
De repente había un nuevo edificio construido y otro demolido, una empresa nueva y otra en quiebra, una guerra explotando y una fiesta celebrándose en otro lugar. Había tanto ocurriendo al mismo tiempo que era ridículo pensar en que no importaba cuantos años viviera, la vida seguiría en constante movimiento.
Trabajé en mi puesto de trabajo de siempre por varios años más, al menos hasta que supe que la empresa estaba de luto y que aquella persona que nos había tratado como a hijos a Hyungwon y a mí incluso cuando Hyungwon se portó mal y le pidió perdón, ya estaba descansando eternamente.
Durante su funeral volví a sentir envidia de Hyungwon. Él todavía podía llorar frente al féretro cuanto quisiera, en cambio yo tenía que soportar el nudo en la garganta sin poder hacer nada para aliviarlo. También sentí un poco de envidia del difunto al notar la paz que abundaba en su rostro en la hora de su fallecimiento. Incluso parecía que estaba sonriendo.
Supongo que así luce una persona que tenía un gran corazón, que cuidó a su hijo, que amó a su pequeño nieto y que después de leerle un cuento para dormir se fue a su propio cuarto a dormir en paz, y dormir eternamente.
De repente miré como Wonho consolaba a Hyungwon y disipé mis pensamientos tristes al sentirme afortunado de saber que al menos tenía a personas que aunque no sabía si estaría eternamente conmigo como decían, probablemente estarían muchos años.
Después de eso, el hijo del jefe heredó la compañía y supe que mi tiempo en ese lugar había terminado. Antes de irme eché un vistazo a los escritorios cercanos que Hyungwon y yo compartimos por muchos años, luego el escritorio que usé después de que él se fuera. Las fotos de nosotros en equipos puesta en las paredes, y la foto del señor que fue como mi padre también estaba junto al resto, siendo simplemente un recuerdo ahora.
El hijo del jefe me imploró que me quedara, sin embargo el tiempo se había acabado. Tuve que enfrentarme a la realidad que todos los vampiros vivían, así que me despedí gratamente de él y salí del edificio, encontrándome inmediatamente con un rostro familiar que me esperaba con una sonrisa de consuelo en la calle frente al edificio.
—¿Qué demonios haces aquí? —pregunté desanimado mientras caminaba y lo veía sostener la pequeña caja con mis cosas. —No estoy de humor para ver tu estúpida cara sonriente, ni para nada que quieras hacer.
Él soltó una risita por lo bajo.
—No he dicho que quiera hacer algo. —enfatizó. —Lo único que haré hoy, será robarte. Nos iremos de aquí, por fin.
Me detuve en la acera y lo miré con extrañeza.
—No estoy yendo contigo a ningún lado. —reproché. —Mejor cállate, necesito pagar la renta y acabo de quedarme desempleado.
De repente su mano agarró mi muñeca y me arrastró a un callejón cercano.
—Es muy tarde para decidir. —dijo con una sonrisa traviesa. —Ya no vivirás ahí, el apartamento está vacío.
Mis cejas se fruncieron.
—¡¿Qué demonios hiciste?! —pregunté alterado.
Sin embargo, antes de que pudiera preguntar algo más, me abrazó por la cintura con una mano y antes de que me diera cuenta ya estábamos lejos del callejón en el que habíamos estado segundos antes.
Ese día no sólo fui secuestrado y obligado a mudarme con el vampiro, sino que también obtuve mi primer nombre y sin querer, ya formaba parte de un pequeño clan de dos.
La idea me aterró un poco al inicio, pero después de pensar en que realmente no tenía nada que perder, me tomé aquella vida como si fuera una simulación de un juego y perdí el humano sentimiento de miedo hacia los cambios, por ende empecé a disfrutar muchas cosas que antes no vi.
Viajé, compré, reí, bebí, cedí, amé, amé y amé.
Amé tanto que con el pasar de los años, estar separado del vampiro por un par de días me hacía sentir agobiado, ya que de alguna manera el odio se convirtió en amor y al igual que la sangre, también parecía ser mi sustento eterno.
Fue en una tarde de tantas, cuando vi al vampiro sentado junto a mi en silencio, simplemente viendo como el viento arrastraba las hojas de un lado a otro en la orilla del lago, desde la cabaña de Wonho y Hyungwon que estaban de viaje, fue justo ahí que no pude soportar y lo besé, le dije un “Te amo” y le dediqué una sonrisa.
Cuando él me miró, supo que el perdón se había hecho verdaderamente notorio y que amor era lo que le profesaba con sinceridad.
—Se siente bien. —dijo con una sonrisa sincera. —Sobretodo porque yo había querido decirte lo mismo desde hace mucho tiempo... —entonces suspiró y dijo: —Te amo, Kihyun.
Y así fue como empezó el resto de mi eternidad.
•
───── ❝ 𝙴𝚅𝙴𝚁𝙻𝙰𝚂𝚃𝙸𝙽𝙶❞ ─────
•
✷ ·
˚ * .
* * ⋆ .
· ⋆ ˚ ˚ ✦
⋆ · *
⋆ ✧ · ✧ ✵
· ✵
Ahora sí, final definitivo.
Muchas gracias por haber llegado hasta aquí.
Han pasado años desde que empecé a publicar este fic y es bonito ver todo el amor que le dieron quienes estuvieron a lo largo de su publicación, y los que llegaron después también, muchas gracias.
Hoy cierro esta historia muy satisfecha con el resultado y nos seguiremos encontrando en nuevos proyectos.
Si les gustó, no se olviden de pasar por mi perfil y mis otras historias, que todavía tienen contenido para rato ☺️
De nuevo, gracias.
— Clari.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro