Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

19.

Mis ojos se quedaron estáticos en aquel leve movimiento y sonreí porque estaba contento. Wonho, mi Wonho estaba volviendo.

Acerqué un poco más mi dedo a su boca para que fuera capaz de succionar un poco más y que despertara de una buena vez, pero él seguía apenas succionando pequeñas gotitas, sin despertar.

— Wonho... —le llamé en un susurro y lo abracé— ¿puedes despertar? Te extraño demasiado...

Mi empapado rostro buscó hundirse en su pecho pese a que no sentía la calidez humana en su cuerpo, de alguna manera aquel sitio se sentía como mi hogar. Al sitio donde yo pertenecía.

No supe por cuanto tiempo me quedé en aquella posición pero seguramente fue mucho, porque sin darme cuenta de nada caí en un sueño profundo. Quizá a causa de mi debilidad o porque de alguna manera sentía que estaba teniendo un descanso real estando con la persona que quería tener a mi lado. Pero no fui capaz de seguir durmiendo cuando un punzante dolor se hizo presente en mi brazo obligándome a despertar abruptamente.

En medio de mis lágrimas y mi mente aturdida, no lograba captar qué era lo que estaba pasando, solo sentía que dolía y mucho.

Mi muñeca parecía estar ardiendo en fuego y a cada segundo se volvía insoportable. Entonces fue cuando lo supe.

Lo miré y aunque de alguna manera sentía que no debía temer, estaba temiendo al verlo aferrado a mi muñeca sin cuidado alguno. Asustado, intenté apartarlo empujando su hombro.

— ¿Wonho? —pregunté intentando sonar tranquilo para llamar su atención— Wonho, ahí duele mucho...

Di dos golpecitos en su hombro al notar que no había ni una pizca de atención hacia mí y mi comodidad, pero quizá ese fue el error mas grande que cometí en ese momento.

Unos enormes ojos color carmesí, brillando como fuego vivo, se posaron en mí. Por sus comisuras escurrió mi propia sangre y aquella expresión me delató que en su interior no había nada más que molestia por haberlo interrumpido. No fue hasta ese momento que recordé las palabras de su madre; Él no se había alimentado en semanas. Pero también vinieron a mi mente las palabras de aquel maldito vampiro que sólo de recordarlo me daban escalofríos; si mi vida era el tic-tac de Wonho, deseaba mi sangre más que la de cualquier ser humano en la tierra, llegando incluso a borrar la línea del límite entre el amor y el daño, entre cuidar y matar. Él no podía controlarlo y yo simplemente me había metido en la boca del lobo.

— Wonho... —sollocé preocupado por aquella mirada fija que me comunicaba que deseaba hacerme trizas, entonces comencé a bajar de la cama lentamente, sin dejar de verlo— yo... Yo...

Plaenaba huir, pero de nuevo no hubo tiempo. En momentos así nunca hay tiempo para nada y mis tontos intentos por intentar calmar aquel instinto de un vampiro eran nulos. No había amor que pudiera en contra de su naturaleza.

Me tiró de espaldas contra el duro suelo de madera y pude escuchar el rebote de mi cabeza y mis propios gritos. Un dolor intenso se posó en mi espalda y también en mi cabeza, sin embargo tuve que reaccionar rápido al ver al vampiro subiendose sobre mi cuerpo.

Inútilmente en medio de mi debilidad intenté empujarlo al ver como buscaba hacer algo conmigo, pero simplemente no sabía de qué se trataba, al menos no lo supe hasta que perdí la batalla.

Apenas a unos segundos de haber estado forcejeando con un ser sobrenatural, mis brazos fueron recogidos por una de sus manos con la facilidad de quien manipula un papel y a esas alturas no sabía cuanto daño había ejercido ya sobre mi débil cuerpo. Pero lo peor vino después.

Cuando intenté seguir con mis inútiles intentos de hacer algo más con ayuda de mis pies, se apresuró y pude sentir como claramente sus dientes se incrustaban en mi cuello, específicamente en el sitio de mi yugular, y si no, entonces muy cerca.

Ya había sido mordido por el mismo vampiro antes, en varios sitios diferentes. Pero ese sitio, precisamente ese me hacía sentir una presa y no una ayuda.

Sentir el poder de su succión arrancando de mi cuerpo aquel líquido que a esas alturas ya no sabía si amar u odiar, me hacía temblar. Sentía como si llamas de fuego se esparcieran a través de mis venas pero al mismo tiempo sentía un frío insoportable. Mi cuerpo entero comenzó a temblar y aunque quisiera hablar no podía.

No podía pedir ayuda. No podía hacer nada y la persona que amaba estaba matandome. De verdad estaba haciéndolo.

Pasaron apenas segundos y perdí el control sobre mi cuerpo. Mi visión ya había dejado de funcionar y todo lo que me restaba era escuchar el sonido de su boca chupando mi sangre con demasiada rapidez.

No había manera que saliera vivo de esa situación. Nadie podría hacerme una transfusión a tiempo. Nadie podía hacer nada por mí, como siempre.

Pero el sonido de la puerta abriéndose abruptamente me dio esperanzas.

— ¡Wonho! —escuché una voz femenina— ¡¿por qué... —no entendía nada de lo que decían— ¡te he dicho que...

Todo mi cuerpo dolía. Tenía frío.

— ¡Ya sabes que... —escuché otra voz y en un momento de poca lucidez entre abrí mis ojos involuntariamente notando que su padre lo sostenía por la espalda, totalmente inmovilizado— ¡eres... —silencio, quería silencio— tu hiciste...

Un tacto sobre mi mejilla me estremeció.

— ¡Hyungwon! No deb... —escuché de una voz femenina que no lograba reconocer aunque me sonara familiar— ¡quédate conmigo! ¿Me... —quería silencio, solo eso—...lo haces! —solo escuchaba a la lejanía, pero estaba agradecido de que cada vez hubiera más silencio— ...bien, lo prometo.

Estaba más que agradecido por el silencio y porque cada vez más mi cuerpo dejaba de sentir dolor. Era tan agradable tener tanta paz.

Pero aún ahí, en mi tan
esperado descanso, no pude
dejar de pensar en la manera en
la que Wonho me había visto.

Dolía pensar que aquellos ojos
que había visto, no eran los ojos
de quien amaba.
Eran los de un monstruo.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro