Ey!! No pude resistirme. Espero lo disfruten.

Seph, preciosa te dedico este capítulo a ti dulzura. Espero te guste.

***

Una serpiente disfrazada de león. Orgullosa e impetuosa. Otra astuta, pequeña, observadora. Ambas plagadas de cicatrices, una sobre otra. Cicatrices invisibles que al menor contacto se abren y supuran odio, dolor y soledad.

Los hermanos Black.

Cabellos negros como una noche sin luna y ojos del más frio gris. En esencia la misma figura y apariencia. Sin embargo no podría conocer personas más diferentes. En donde uno es el más fiero fuego, la absoluta rebeldía andante, el otro es pura impasibilidad, movimientos suaves, medido hasta en la más mínima de las modulaciones.
Siempre me ha parecido curioso como Regulus Black pierde los estribos solo ante su hermano mayor Sirius.

— ¡YA BASTA, PEDAZO DE CABERNICOLA! — lo primero que se puede oír en la sala común de Slytherin una tarde de marzo. Regulus Black gritando a su hermano, quien casualmente lo está usando como colchón en la alfombra frente al fuego.

— Llevan más de media hora así, ignóralos — la voz sedosa de Lucius Malfoy se escucha firme junto al crepitar del fuego. El orgullo y los modales hecho hombre, todo lo que un joven heredero debe ser. Sí su padre supiera de sus escapadas al mundo muggle, el arsenal de groserías y palabras vulgares que salen de su boca cuando esta entre amigos y las perforaciones que tiene en boca y nariz se horrorizaría al punto de desheredarlo.

—   No me deja de sorprender como se revuelcan en la alfombra sin pudor alguno y para que hacernos tontos, me excita un poco verlos pelear, se ven tan sucios, deberíamos conjurar barro y unas tangas para así verles tod…

Ese fue un mal movimiento, nadie, absolutamente nadie tiene permitido hablar de esa forma de uno de los hermanos Black, mucho menos si quien escucha esas ideas es un hombre lobo sobreprotector y celoso cerca de Luna Llena.

— Óyeme muy, pero muy bien rata asquerosa, si me entero que los vuelves a mirar, o a si quiera respirar cerca de ellos, te hare un tajo que una tu ombligo y tu nariz tan lento que al final no podrás recordar ni tu hediondo nombre.

— Remus, Lestrange no vale la pena, suéltalo, guarda esa navaja y mejor ve y separa a esos dos. Me duele la cabeza el escuchar sus gritos.

Severus siempre logra tranquilizar los deseos homicidas que me embargan con su voz. Sé que de ser un Hombre Lobo sería un Alpha con gran dominio en su manada. Me recuerda un poco a mi Alpha, siempre practico y con el ceño fruncido.

— SIRIUS BASTA, BASTA, ¡BATSTA!

— DI QUE SOY EL MAS GUAPO DE LOS DOS, DILO, DILO, DILO, DILO. De lo contrario las garras de las cosquillas te harán orinar frente a todos.

— Sirius quiero mostrarte algo, acompáñame. Regulus ve con Severus. Lucius, por favor no maldigas a nadie sin mí.

Los días entre serpientes hacían feliz a Sirus y yo amo ver a Sirius feliz. Eso solo significaba mucha energía y creatividad para nuestras actividades privadas. Sirius es mío, mío en cuerpo y alma, Sirius a quien mordí en sexto año cuando él me siguió a la casa de los gritos.

Mío.

***

El invierno de mi sexto año trajo un revuelo al mundo mágico. El Señor Oscuro ceso toda actividad bélica mientras yo tuve que enfrentarme un par de Lunas en la casa roñosa que la pasita andante puso a mi disposición para las transformaciones. En quinto año hubo un par de ocasiones, en medio de las conversaciones con Voldemort, en las cuales tuve que someterme a dicho martirio, debo admitir que exagere un poco con los gritos y el desastre dentro de la casa para mantener a los curiosos lejos.

Así nació el tonto nombre de “Casa de los Gritos”. Muy originales pobladores de Hogsmeade. ¡Muy originales!

Desde que le informe a Sirius mi naturaleza se obsesiono con acompañarme, con ser uno más. Por lo cual trabajo intensamente en el estudio de la animagia, pero siendo una rama de la magia tan difícil no lo logro con la rapidez que deseaba, así que opto por la segunda opción, ser mordido.

Desde entonces somos uno. Él es mío.

Mientras yo introducía a Sirius en todo el mundo de los Hombres Lobo, los Mortifagos estaban como locos buscando a su amo. Lord Voldemort se metió con la manada equivocada. Quería perros falderos que hicieran el trabajo sucio por él. Esclavos que se arrodillaran y besaran su túnica.

Asqueroso.

Ningún miembro de nuestra manada se postra ante nadie. Alpha jamás nos obligó a ello y no permitiría que nos doblegáramos ante un mago. Yo menos que nadie. El hombre no aceptaba un no por respuesta, eso todos lo sabíamos bien, Alpha estaba decidiendo cual sería la mejor solución entre una confrontación donde seguramente perderíamos miembros de la manada o mover a la manada, desaparecer.

Pero allí pude ver nuestra oportunidad, sería arriesgado, pero podría funcionar.

Voldemort fue secuestrado por Fenrir Greyback. La manada uso todo su poder de convencimiento para que el “Lord” revelara su historia y la forma de reparar lo que estaba mal en él.

Encontrar las abominaciones que hizo les tomo poco tiempo y unir su alma fue un trabajo duro, sobre todo para el inconsciente ese.

¿Quién en su sano juicio se mutila de aquella forma por algo tan estúpido?

Un mes después de su secuestro Tom Riddle fue acogido en la manada, fue transformado por solicitud suya. Fue un cachorro escurridizo e insolente hasta que se probó ante la manada y para sorpresa de todos figuro como macho sumiso. Alpha lo tomo como compañero para su vergüenza. Fue difícil que aceptara su nueva posición.

Gracias a todo eso la manada gano dos miembros muy valiosos. El Señor Oscuro y sus seguidores entre los cuales contaba a casi toda la población sangre pura y el heredero Black.

***

Voldemort regreso con ideas frescas, mano dura y un muy sobreprotector Alpha que no le deja a sol ni a sombra. Hombres y mujeres fueron obliviados en el mejor de los casos, los traidores e informantes fueron silenciados. Alpha no toleraría riesgos para su manada, mucho menos hacia su compañero.

Y lo entiendo a la perfección.

Nuevas legislaciones fueron puestas en marcha, manadas de hombres lobo y otras creaturas regresaron a Inglaterra, muchos se opusieron pero cada vez son menos. No hay forma de detenernos.

Ahora solo me queda un asunto que atender.

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Espero lo disfrutaran, yo definitivamente me divertí mucho escribiéndolo.

Siento mucho la demora.