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Un lujoso auto se estaciono frente a un edificio que parecía un rascacielos por la cantidad de pisos que tenía, el chofer abrió la puerta para quien estaba a bordo del vehículo.

—la fiesta de mi hermana tiene que ser algo espectacular, así que iré en estos días al lugar para verificar que todo se esté llevando a cabo como lo especifique—una chica rubia de veintitrés años salió del auto vestida elegantemente—no siempre se cumplen veintiuno y quiero que este cumpleaños sea especial para ella

Entró al edificio que estaba enfrente el cual parecía un rascacielos por la cantidad de pisos que tenía, el cual se trataba de más ni menos que el corporativo Langdon, una de las empresas de moda más importantes en los últimos años, posicionándose entre las mejores en el mercado gracias a las hijas de la familia las cuales al momento de volverse las dueñas impulsaron de forma exponencial la empresa.

—buenos días señorita Mia—la asistente de la chica apareció en la entrada recibiéndola—su café ya está en su oficina, los modelos que pidió para esta temporada se encuentran en la sala de conferencia para que usted y la señorita Paris puedan revisarlos

—¿Mi hermana ya llego?—pregunto Mia subiendo al elevador privado que las llevaba directamente a la zona ejecutiva

—está arriba, pero creo que ya sospecha que su "diseñador de interiores" en realidad tiene algo que ver con su cumpleaños—la chica rodó los ojos, su hermana siempre tan imprudente y desesperada

—si mi diseñador de interiores vuelve a llamar pasa la llamada directamente a mi oficina, ya suficiente tengo con que París quiera sacarme el secreto a mí a toda costa—y como si la hubieran invocado, al abrirse la puerta del ascensor se encontraron con París de ahora veinte años frente a ellas—hola hermanita

—con permiso—la asistente salió dejando a las Langdon solas

—por más que trates París no te diré nada—Mia ya sabía con qué intenciones venía—faltan cinco días para tu cumpleaños, puedes sobrevivir

—ya sabes como soy Mia—la chica caminaba a su lado—soy muy impaciente y quiero saber que estás planeando

—estoy planeando mandarte lejos de aquí para ya no tener que soportarte—bromeó la rubia

—que graciosa eres—contestó París con sarcasmo

Cuando estuvieron a punto de llegar a la oficina, Mia vio a un hombre parado enfrente de su puerta, ella lo reconoció inmediatamente, y si ese hombre estaba ahí significaba una sola cosa.

—¿Quién es él?—Paris observo al hombre con desconfianza ya que parecía sacado de una película de gánsters, todo vestido de negro y un sombrero que cubría su cabeza

—iré a verte después, tengo que atender esto—dijo Mia rápidamente mientras se acercaba a su oficina

Abrió la puerta y dejó pasar al hombre mientras le ponía seguro a la puerta.

—buen día señorita Hargreeves—habló mientras inclinaba un poco la cabeza—lamento no haberla llamado antes, pero pensé que el decírselo por teléfono sería peligroso así que me tomé el atrevimiento de venir a verla

—¿Qué encontraste?—preguntó Mia notando que traía un sobre en su mano derecha
-encontré a una persona muy similar y después de investigarlo por casi un año pude confirmar que es la persona que busca—le entregó el sobre y ella lo abrió de inmediato—fue difícil de localizarlo si me permite decir

Dentro había varias fotografías de un chico de su edad que habían sido tomadas obviamente sin que se diera cuenta, al ver lo cambiado que estaba no pudo evitar soltar un sollozo de alegría.

—su nombre ahora es Jaeden Parker tiene veintitrés años, va a Harvard y estudia...

—veterinaria—interrumpió Mia—siempre le gustaron los animales y veo que a pesar de todo no olvido eso

—en el sobre viene toda la información que logre recabar de él, espero y sea de ayuda

—muchas gracias, el pago de sus servicios estará en su cuenta el en un rato—Mia se fue a sentar a su escritorio

—fue un placer trabajar para usted estos años, avíseme si requiere de nuevo mis servicios—se despidió el hombre saliendo de la oficina

Desde el reinicio del universo, Mia busco en todos lados alguna señal de Jaeden y de los demás, pero no había obtenido ningún resultado en la búsqueda por su propia cuenta así que decidió contratar a un investigador privado para que pudiera buscarlo en cada rincón del mundo de ser necesario.

De igual manera sus hermanos mayores desaparecieron de su entorno y al no tener poderes y haber perdido a Pan, decidió iniciar una nueva vida a lado de los Langdon quienes poco tiempo después la adoptaron oficialmente llevando ahora su apellido.

En estos seis años había llevado una vida tranquila y feliz, pero aun quería recuperar a su compañero y con Jaeden ayudándola sería más sencillo el poder encontrar una respuesta, lo que le parecía raro es el porque él no la busco también, no es como que si buscara Mia Langdon no salieran miles de artículos de ella y su hermana junto a la dirección de la empresa.

Dado que nadie sabía sobre lo que había estado haciendo en estos años, tenía que actuar con cautela para no ser descubierta, así que tenía que ir con Jaeden ya mismo.

—cancela todas mis citas de hoy y no estoy disponible para nadie—Mia salió de su oficina y se acercó al escritorio de su asistente—que nadie me llame ni me busque durante las próximas cinco horas, tengo una emergencia que atender

Dejando a todos bastante confundidos, Mia salió del edificio y detuvo un taxi en la calle

—a Harvard por favor-indico al conductor

Durante el camino pensó en cómo iba a acercarse a él, tenía muchos nervios por los años que habían pasado, además de que no sabía si él seguía sintiendo algo por ella, Mia nunca había dejado de quererlo y es por eso que hizo todo para encontrarlo, pero la respuesta de su lado era lo que le aterraba.

Cuando el auto se estaciono frente a la universidad, Mía tardó un par de minutos en tomar el valor de salir en lugar de arrancar y huir, cuando bajó del taxi suspiro pesadamente mientras buscaba la dirección académica, ahí de seguro sabrían en donde podría encontrar a Jaeden ya que por sí sola le sería imposible.

—buen día estoy buscando el dormitorio de Jaeden Parker—dijo Mía a la señorita de la recepción—soy nueva y no conozco muy bien este lugar

—su dormitorio está en el edificio de veterinaria, quinto piso cuarto 568—le dio la información

—muchas gracias—bien, ya tenia lo mas complicado, ahora lo difícil seria ubicar donde estaba ese edificio

Luego de preguntar con varios alumnos y de varias direcciones incorrectas, pudo dar con el edificio que era, ya reconocía a los estudiantes que vestían con sus batas blancas y traían diferentes animales de diferentes tamaños caminando por el lugar.

—ya estas aqui, solo hazlo no es tan difícil—se dijo a sí misma mientras entraba al lugar y subía las escaleras hasta el número cinco

Caminaba con pasos lentos viendo cada una de las puertas buscando el número que correspondía al cuarto de Jaeden, y al identificarlo su corazón empezó a latir con mucha más fuerza casi que se podía escuchar si guardabas silencio.

Puso su puño sobre la puerta pero sin tocarla, tenía muchos nervios y realmente no sabía que iba a decirle, incluso no sabía si la iba a reconocer, tocó la puerta tres veces pero nadie respondió.

Espero mientras jugaba con sus dedos, volvió a tocar y imagino que quizás no estaría en su cuarto, al momento en que iba a irse, la puerta se abrió dejando ver a Jaeden aunque había cambiado demasiado.

Había crecido y ahora era más alto que ella, su cabello estaba un poco más largo que cubría una parte de su cara además de que tenía un par de tatuajes y perforaciones pero seguía igual de guapo que hace seis años.

—¿En qué puedo ayudarte?—preguntó con una voz ronca y sexy, lo que hizo que Mía empezara a sudar frío

—¿No te acuerdas de mí?—le preguntó con voz temblorosa

Jaeden le prestó más atención a la chica que estaba frente a su puerta entrecerrando los ojos intentando hacer memoria de dónde la conocía, pero cuando la vio directo a los ojos sin duda eran unos que nunca olvidaría, era imposible, no creía que en verdad fuera ella.

—¿Mía?—pregunto aun con duda de que sus ojos lo estuvieran engañando

—hola Jaeden, han pasado muchos años

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