Mientras Mia y Jaeden dormían, Pan escucho un ruido en su habitación, así que se levanto para ver que pasaba, y se encontró a Kaisa a un lado de su cama.

—se que tu y yo buscamos lo mismo, proteger a nuestros chicos—dijo Kiasa—así que podemos intentar llevarnos bien para hacer un equipo y que tu niña encuentre a sus hermanos y yo sacar a mi niño de aquí

—me surgió una interesante pregunta allá abajo, porque, Mia y Jaeden nacieron el mismo día, tienen la misma edad y están en el mismo año—comento Pan—la diferencia es que Mia y yo quedamos atrapados aquí por accidente, ¿Pero como llegaron ustedes hasta 1963? Hasta donde tengo entendido, Jaeden no sabe viajar en el tiempo

—no son los únicos con los medios para hacerlo Pan—contesto Kaisa—pero ese no es el punto, solamente venia a decirte eso, y creo que es lo mejor para los dos mientras cada quien toma su camino en el cual probablemente nunca nos volvamos a ver

Pan se quedo solo con Mia, a pesar de ya haber descubierto el secreto de Jaeden, sentía que algo se le estaba escapando, no podía descifrar que era, pero aún no se sentía tranquilo con su presencia.

Por la mañana, Mia se había arreglado ya para salir a buscar a sus hermanos, cuando bajo a la sala se encontró con Jaeden que igual ya estaba listo para salir.

—creo que se dónde pueden estar tus hermanos—Jaeden le dio una dirección a Mia—según investigue, todos tus hermanos llegaron al mismo lugar, pero en diferentes años, pero siempre caían en el mismo lugar, este callejón

—¿Y tu como sacaste esta información?—pregunto Mia

—mi madre trabaja en una organización privada que ayuda a encontrar personas donde sea que estén, hice unas llamadas hace rato y me dieron esto—comento el chico y Mia lo miro con desconfianza—bien, si no quieres ir aquí ¿Dónde tienes pensado ir a buscarlos?

—si llega a ser otro de tus trucos, usare mi poder contra ti—amenazo Mia antes de salir de la casa e ir a la dirección que le dio Jaeden

No tardaron mucho en llegar, lo primero que vio Mia era una vieja tienda de aspiradoras, pero el callejón daba entrada a una casa que estaba conectada con la tienda.

—iré a ver si están dentro—dijo Pan transformándose para ir por el techo y entrar por una de las ventanas

Mia se adentró en el callejón pensando en que le diría a sus hermanos, estaba tan nerviosa pero a la vez emocionada de verlos después de todo lo que paso, pero antes de que pudiera llegar, sintió como el aire empezaba a faltarle, pero lo extraño era que no había nadie asfixiándola.

—¡Mia!—escucho a Pan gritar, la chica volteo a ver y vio a la madre de Jaeden parada a un lado de él, y entre sus manos tenia a Pan

Mia no podía usar su poder para liberar a Pan, y cada vez se sentían más débiles ambos, cuando Mia y Pan perdieron la conciencia, su madre sonrió triunfante.

—vamos cariño, hay que llevarla a La Comisión—dijo La Encargada a Jaeden—olvide decirte, tu hermana esta allá, te está esperando

Jaeden no se sentía cómodo lastimando a Mia y a su daemonion, sabía que ellos sentían lo que el otro sentía, y no le daba buen presentimiento esto.