Mia estaba parada frente al cuarto de Luther, no tenia el valor de entrar y decirle a su hermano que llevaba toda su vida mintiéndole, a la única persona que la quiso, pero justo por eso debía de hacerlo, ahora con todo esto del apocalipsis lo mejor era no tener secretos en la familia.

—Luther—Mia abrió la puerta y se encontró a su hermano recostado dándole la espalda—tengo que hablar contigo

Luther no volteo a verla, se sentía todavía mal por lo que ocurrió allá abajo, que ni siquiera con Mia tenía el valor de mirarla a los ojos.

—no eres el único que le oculto algo a la familia—Mia se tomo de las manos y ahí fue cuando logro captar la atención de Luther haciendo que se volteara—hay algo, o mas bien, alguien que me ha acompañado casi desde que llegue aquí a la Academia

Y en eso, Pan salto a la cama haciendo que Luther se asustara

—¿Un hurón ?—pregunto Luther confundido—¿Haz estado ocultando un hurón en la Academia?

—no es solo un simple hurón—Mia se acercó—es un daimonion, es una especie de compañero, y ha estado conmigo desde que tengo dos años

—Mia, se que aun eres joven y no has vivido como una niña de tu edad—explico Luther—pero los hurones no hablan, ni aparecen de la nada

—yo si puedo—hablo Pan y con eso causo que Luther se alejara unos pasos de donde los dos estaban

—esa cosa acaba de hablar—Luther lo señalo—¿Cómo demonios puede hacerlo?

—ya te dije Luther, es un compañero, puede tomar forma de distintos animales— y en eso, Pan se transformo en un perro de talla pequeña

—y me estas diciendo que...—volteo a ver al hurón intentando encontrar un adjetivo para describirlo—esa cosa lleva viviendo aquí catorce años

—así es, lo oculte todo este tiempo porque creí que papá lo vería como otro de sus experimentos, además de que, si se los mostraba a ustedes, era muy probable que fomentara su odio hacia mi—dijo la chica y Luther solo trataba de procesar todo lo que su hermana le estaba diciendo—lamento no habértelo dicho antes, solo que no encontraba la manera de hacerlo

Numero Uno sonrió de lado y fue a abrazar a su hermana, entendía el porque había mentido, aunque la diferencia es que aun ella es una niña.

—¿No estas molesto?—pregunto Mia mirando a su hermano

—claro que no, va a ser raro saber que hay una rata cambia formas en la casa, pero me puedo acostumbrar—comento Numero Uno y eso hizo reír a Mia

—¿Cuándo paso lo tuyo?—pregunto la rubia y Luther suspiro

—fue cuando tenias nueve años, fui a una misión demasiado peligrosa a la cual papá no quiso que fueras, pero algo salió mal y el químico que había en el lugar me hizo mucho daño—contó Luther—papá me dio un extraño suero que me trajo a la vida, pero este fue el efecto secundario

—nunca me di cuenta de eso, debí de haber prestado más atención—Mia se sintió mal

—eras aun muy pequeña para entenderlo, y fui yo quien decidió ocultarlo—Luther le paso un mechón de pelo detrás de la oreja y ambos Hargreeves sonrieron, con eso confirmaron que tenían un lazo de hermandad demasiado grande y que ningún tipo de situación lo cambiaria

—chicos, deben de venir, ocurrió algo con mamá—Allison entro de repente al cuarto y al escuchar el "mamá" en la oración, Mia salto y salió del cuarto para ver que había pasado con Grace