Cookie y yo conseguimos arreglar lo que ocurrió entre nosotros y hoy mismo decidimos aprovechar la tarde para ir al parque y merendar allí unos sándwiches que él mismo preparó.

Fue gracioso ver como él y su madre reñían por los sándwiches. Su madre le daba consejos de cómo hacerlos y qué echarles, pero Cookie le hacía tanta ilusión hacerlo él solo que los consejos de su madre lo alteraban más.

Al final la señora se alejó de allí y lo dejó solo ante lo que hacía. Al menos, mi ayuda no la rechazó.

Una vez acabamos nos fuimos directos a un parque que está algo lejos pero que es realmente bonito y agradable. Al bajar del bus, cerca de la entrada del parque, hay una bonita fuente y por la cual le pedí a Cookie que me hiciera una foto.

Hacía tanto que no venía que la última vez que lo hice no había ninguna fuente.

Una vez entramos, buscamos un lugar tranquilo para sentarnos.

El parque es bastante grande, incluso tiene un pequeño lago que a Cookie se le antojó ver, así que medio me obligó ir hasta allí, a pesar de que quedara algo lejos. Dijo que allí sería más agradable y tendríamos buenas vistas, pero yo con tenerlo a él a mi lado ya tenía que más bellas vistas.

Cuando llegamos y decidió el sitio, estiró una sábana que había traído de su casa, y mientras él iba a mirar los patos, yo saqué la comida y coloqué todo bien.

He de decir que los sándwiches estaban bastante buenos, además no había dos iguales, por lo que no me cansé cuando llegue a comerme tres de seguido. Luego saqué unas frutas que hube traído yo y Cookie cogió una manzana para comersela, pero por supuesto antes tuvo que hacer alguna gracia.

Luego no quieren que lo llamen conejo o rata... si es que se lo busca solo.

Mientras él comía una manzana, yo había elegido un plátano... Y bueno, a Cookie le hacía ilusión darme de comer. Pudo haber escogido otro momento para hacerlo, no cuando precisamente elegí comer un plátano. Pero en fin, no había mucha gente y no perturbamos a nadie...

Quizás a un par de chicos que nos encontramos, pero de seguro no le sorprendieron la escena.

Es gracioso cuando se dice que el mundo es muy pequeño. ¡Y qué tan cierto es! No sé si recordáis cuando dije que un chico llamado Kai también recibió muchos elogios por su presentación, bien pues nos lo encontramos allí, e iba acompañado.

Estuvimos charlando un poco después de invitarlos a que se sentaran con nosotros. Ahí pude conocerlo más y la verdad es que es un chico muy simpático, su novio (que al yo presentarle a Cookie como mi novio él hizo lo mismo con su acompañante) también lo es, aunque es algo callado, pero congenió bien con Cookie.

Es curioso porque lo mismo que yo tenía en común el baile con Kai, Cookie lo tenía con D.O en la música (aunque éste último sí que se preparaba para ello profesionalmente).

Antes de que oscureciera decidimos recoger todo e irnos los cuatro juntos. En la parada del bus ellos cogieron otro camino y nosotros el nuestro, pero quedamos en volver a salir algún otro día los cuatro juntos.

Y hasta aquí nuestra agradable tarde.

Anónimo1013.

25/03/2017

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