Menudo lunes nos tocó vivir a Cookie y a mí. Es increíble como en nada de tiempo todo ha dado un vuelco tan enorme.

Esa mañana, un grupo de chicas nos esperaron en la entrada y comenzaron a rodearnos llamando la atención de todos los alumnos que pasaban por allí. Tuve que agarrar a Cookie y salir corriendo de allí. ¡Era una maldita locura! Pero dentro del centro, cuando volvieron a acorralarnos, intenté calmar a esa manada de lobas hambrientas y les pedí explicaciones.

Simplemente dijeron que son seguidoras mías y que han corrido la voz entre amigos y amigos...

Así, tan simple y sencillo. ¡Sólo somos dos chicos normales! ¿Por qué tanto drama?

En fin, sé que me leen, y me gustaría hacerles saber que no es nada agradable lo que formaron el lunes. No somos famosos para ese acoso.

¡Mi pobre Cookie no deja de mirar a nuestras espaldas por si nos persiguen!

Me lo tenéis traumado, ni siquiera quiso acompañarme a comprar algunos libros... Pero al menos vino Pink.

Incluso tuve que medio arrastrar a mi novio para que me acompañara a la grabación que hicieron de mi coreografía.

Luego fuimos hasta la grabación de Kai, que también quisieron grabar su coreografía.

Con esto, lo mejor que podíamos conseguir era abrirnos puertas, y aunque aún no seamos profesionales, la Universidad quiso premiarnos como los mejores bailarines de danza contemporánea hasta ahora.

En la noche fuimos a cenar con Kai y D.O, y al llegar a casa Cookie y yo estuvimos bromeando de cómo afrontar aquella pequeña fama de la cual me di cuenta que no sólo obtuve/obtuvimos por el blog, sino por las presentaciones, pues Kai estuvo contándonos que también lo perseguían desde ese día. En fin, Cookie y yo hablamos sobre cómo ir a clases y pasar lo más desapercibido posible.

Así sería imposible, ¿no?

Pues la de Cookie no fue mejor, pero sí más graciosa.

E.T. el rataterrestre.

(Es broma, cariño, no te lo tomes a mal, sabes que te quiero).

¡Veremos a ver que nos espera mañana viernes!

Anónimo1013.

13/04/2017

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