Especial 1: Una navidad ebria
[Jimin]
Era el día de navidad, y a unas horas de salir de mi casa, terminé por convencer a mi madre de que me ayudara con el postre y no se quejara de que me fuera en la noche con mis amigos. Mi madre solía ser muy familiar y le encantaba el día de navidad, es por eso que no le hacía mucha gracia que me fuera, pero el caso es que ya llevaba unos años yéndome en este día y siempre se quejaba o decía lo mismo, era como un disco rallado.
— Aquí tienes, no os atragantéis. —dijo con un tono algo molesto y la ignoré rodando mis ojos y cogiendo la bandeja preparada y envuelta en papel de aluminio.
— Volveré mañana.
— Sí, sí, vete. Abandónanos. —mi madre puso su mano en la frente y exageró un fuerte suspiro, mi padre, que estaba pendiente de la escena, negó con su cabeza y me hizo un gesto con la mano para que huyera mientras él se la llevaba al salón para recoger los platos sobre la mesa.
Al llegar a casa de HoSeok me saludó con uno de sus famosos gritos ensordecedores y me indicó dónde estaba la cocina para que dejara allí la bandeja, de lo que no me avisó es de que había un estúpido bromista escondido en la cocina, y cuando salió detrás de la puerta gritando mi nombre y, evidentemente asustándome, casi alimento al suelo con el delicioso pastel de mi madre.
— Kim TaeHyung, ¿eres estúpido o te lo haces? Llegas a hacerme tirar la comida y te juro que luego iba tu cabeza a acompañarla.
— Wow, wow, que agresividad. —soltó HoSeok y TaeHyung, al verlo bajo el marco de la puerta, saltó hacia él y lo abrazó, sacándome la lengua como respuesta y sintiéndose protegido y respaldado por su novio.
La puerta sonó y HoSeok fue a abrir, dejándonos a solas, a lo que sonreí maliciosamente y poco le faltó para echar a correr detrás de su escudo humano.
En poco tiempo estábamos todos reunidos, tan sólo faltaba JungKook, quien se estaba demorando un poquito, incluso llegué a replantearme que no vendría, pero como si mis pensamientos fueran respondido con un timbre, JungKook llegó llevando también una bandeja de comida entre sus manos. HoSeok la cogió y comenzó a saludarlos a todos, yo no podía dejar de mirarlo mientras lo hacía. Llevaba un suéter blanco que le quedaba perfecto, sus pantalones eran negros y ajustados y si no fuera porque el suéter era un poquito largo, podría haber jurado que el trasero se le marcaba increíblemente.
— H-hola, feliz navidad. —dijo algo nervioso en mi dirección.
— Hola, JungKook, feliz navidad. —él sonrió y sin saber más qué decir, fue retrocediendo poco a poco y se acercó a Jin y NamJoon.
En poco comenzamos a comer los postres o los aperitivos que trajimos y tan pronto llegaron las bebidas, el ambiente fue cargándose de risas, bromas, gritos e incluso algunos correteos por el salón. El primero en caer ante los efectos del alcohol fue TaeHyung, quien bebía demasiado rápido y no lo toleraba bien, el segundo fue YoonGi, que aunque lo tolerara más o menos bien, bebía el alcohol como si fuera agua, lo bueno de mi amigo es que no era ruidoso como lo era TaeHyung.
Prácticamente todos habían cogido el punto a excepción de HoSeok y yo. Y sí, JungKook también.
— ¡Música! —gritó TaeHyung yendo hasta el equipo de música que tenía HoSeok y puso lo primero que le pareció, sorprendiendo a algunos—. ¡¡Odong-dong, odong-dong!!
¿Eso era... trot? Oh sí, ya lo creo que lo era y aunque creí que sería él el único que reaccionara o se emocionara por la canción, estuve equivocado. JungKook se levantó de repente de la silla y lo siguió en su cante. Mentiría si dijera que no sentí vergüenza ajena, porque sí, era vergonzoso pero a la vez gracioso. Jamás había visto esa faceta de JungKook y he de admitir que era adorable.
En cuanto la canción se acabó saltó otra diferente y ésta vez se unió Jin, teniendo la idea de bailar sobre la mesa, NamJoon, algo asustado de ver a su novio, o lo que quiera que fuera, subir a la mesa, casi se le cae el botellín de las manos. Aunque más que asustado estaba feliz de verlo contornear las caderas al son de la música trot. TaeHyung se le unió pocos segundos después subiendo con ayuda de HoSeok quien no dejaba de vitorearlo e incitarlo al caos. Pero lo que más me sorprendió es que JungKook también se unió, puede que al principio un poco obligado por HoSeok que prácticamente lo llevó hasta la mesa y lo ayudó a subir.
Pero bailaron o lo que quiera que fuera aquello...
— ¡Hobi, Hobi, pon Shabang Shabang! —gritó TaeHyung y HoSeok fue corriendo a ponerla. En cuanto la canción comenzó a sonar, los tres volvieron a bailar descontroladamente, uno para un lado mientras que el otro estiraba sus brazos y los balanceaba. Cogí todo el aire que pude y lo solté en un fuerte soplido, digamos que aunque era gracioso estaba bastante sorprendido.
— ¡¡¡Love battery!!! —gritó a todo pulmón Jin, obligándome escupir el buche de cerveza que justamente di. HoSeok, nuevamente, fue a ponerla y... lo que vi a continuación no tenía precio. Parecía que esa canción los había coordinado por obra del destino. Los tres chicos hacían el mismo movimiento a la vez, moviendo sus caderas y manos en sincronía.
— Dios santo... —susurró YoonGi que estaba a mi lado y no pude evitar mirarlo y reírme a carcajadas, porque había que admitir que era muy gracioso.
— ¡¡Ahora Cheer up!!
— ¡Cheer up, baby, cheer up, baby! —comenzó a bailar TaeHyung.
— No, idiota, la canción trot.
— Oh.
— ¡¡¡Look at me, Gwisun!!! —gritó de repente JungKook, quien casi se cae si no fuera porque estaba en mi lado de la mesa y pude agarrarlo..., aunque igual agarré un mal lugar. JungKook me miró rojo hasta las orejas y rápidamente quité mis manos de su trasero.
La canción que había pedido JungKook comenzó a sonar y pareció volver a su estado de locura y continuó bailando. Un poco mareado ahora, ya que comenzaba a hacerme efecto el alcohol, me levanté de la silla para ir al baño y echarme un poco de agua en la cara. En cuestión de minutos alguien más entró tambaleándose y casi cayendo.
— ¡JungKook! —de nuevo lo agarré antes de que tocara el suelo. El chico se enderezó y me sonrió tiernamente, lo que hizo que mi corazón diera un vuelco.
— Agua. —dijo pasando el reverso de su mano por la frente.
— Yo te ayudo. —sin contestar lo acerqué al lavabo y llenando mis palmas de agua mojé el rostro de JungKook—. ¿Mejor? —simplemente asintió y tras gritar un fuerte "fiesta" se largó. Yo lo seguí de cerca llegando hasta el salón y antes de que se volviera a subir a la mesa lo detuve—. ¿Te haces una foto conmigo? —él, que parecía pensárselo, tan sólo asintió sacudiendo un poco su cabeza y posando para la foto—. Sales muy bien.
— ¿En serio? Quiero ver. —se la enseñé y levantó su pulgar en señal de aprobación, luego me pidió que le sacara otra foto e hizo un corazón con sus dedos.
— ¿Eso va para mí? —pregunté algo divertido y disfrutando de su compañía. Sabía que no estaba en sus cabales pero hasta ahora no lo había visto hablar tanto.
— Sí. —contestó con sus mejillas sonrojadas, aunque no supe si fue por vergüenza o porque estaba borracho—. I love youuuuuu. —me quedé congelado en el lugar con el móvil en la mano a punto de sacarle otra foto viéndole poner sus labios en morros y dejar salir una tierna voz, por no hablar del corazón que hizo con sus brazos. Además pensé que sólo yo lo vi, pero no, una oleada de risas se escuchó cerca nuestro, todos, absolutamente todos, lo habían visto.
— ¡¡Jou, jou, jou, feliz navidad!! —salvados por NamJoon vestido de Papá Noel, todos se dirigieron al salón a la espera de recibir los regalos que unos a otros nos habíamos hecho—. ¿Alguien se portó mal? —Jin levantó su mano y aunque no dijo nada, dejó escapar una mirada que más de uno se arrepintió de entender.
Cuando NamJoon llegó hasta JungKook y le dio la pequeña cajita azul que hube comprado expresamente para él, con disimulo me senté más cerca de él y lo vi mirar el regalo sorprendido, incluso no pude evitar sacarle una foto. En cuanto lo abrió y descubrió qué era, formó una enorme "O" con sus labios.
— ¿Te gusta? —le pregunté y él asintió emocionado, intentando ponérsela torpemente. Al final se la puse yo y me dio las gracias sin dejar de mirar la pulsera—. Es un regalo mío.
JungKook asintió varias veces y se quedó como embelesado por el objeto sin borrar la boba sonrisa que tenía. El salón fue despejándose poco a poco y pude sentirme más cómodo estando a solas con él.
— JungKook.
— ¿Hmm? —dejó de mirar el objeto y cuando notó que estaba muy cerca de él, llevó sus manos al rostro y se tapó alejándose unos centímetros—. ¡No te acerques tanto!
— ¿Por qué?
— Porque eres Jimin... Eres Jimin, ¿no? —retuve la carcajada que estuve a punto de soltar y asentí en respuesta—. Entonces no te acerques.
— Anda, no seas crío. —aparté sus manos y tiré de él para que volviera a estar cerca mío, aunque la verdad es que sí que estábamos demasiado cerca, tanto que no pude apartar mis ojos de él y mucho menos soltar una de sus manos y acariciar su mejilla—. JungKook, ¿te importa si te beso?
JungKook no dijo nada, su notable rubor en las mejillas hablaba por él y aunque pensé que se negaría, cerró sus ojos y esperó a que yo hiciera el resto. Sonreí ante la idea de probar esos labios rosados, pero cuando estuvimos a nada de rozar nuestros labios, cayó hacia atrás dormido.
— Genial. —suspiré recomponiéndome y algo desilusionado. Con ayuda de HoSeok, a quien llamé para que me ayudara, lo subimos a una de las habitaciones para acostarlo.
A la mañana siguiente, mientras ayudaba a HoSeok a lavar la vajilla y Jin y los demás preparaban el desayuno, JungKook entró con su mano masajeando su frente. HoSeok le preguntó si se encontraba bien y éste respondió con una negación de cabeza. Al parecer tenía una resaca muy severa y no recordaba absolutamente... nada.
Conocía el efecto del alcohol en JungKook y quizás por eso me atreví a decir y hacer demasiadas cosas anoche, pero algo dentro de mí quiso que se acordara y me ahorrara un poco las cosas, pero no, no recordó de nada.
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