Era sábado y con ello, el día perfecto e indicado para comprar un par de regalos para los cumpleañeros.

Había quedado con Cookie en la mañana para que se viniera a almorzar a mi casa, ya que mi madre insistió demasiado en que lo invitara, quería que probara su gran plato del día (hay que tener en cuenta que para ella todos sus platos son estrellas, y por eso, quiere que mi novio los pruebe todos). Como siempre, Cookie quedó maravillado y no dejó ni una migaja en el plato.

En el momento que él disfrutaba del postre (también estrella) saqué un tema que hizo tensar a cookie a mi lado, noté su mirada sorprendida en mí, pero la ignoré. Estaba harto de ocultarlo, así que sin más dilación le dije a mi madre, padre y hermano, que Cookie era mi novio.

Al pobre se le cayó la cuchara que tenía en la mano y que rodó hasta el suelo, mi padre se levantó para recuperarla y traerle otra mientras que mi madre corrió hasta él y lo abrazó llenándolo de besos por todo el rostro.

No dejó de repetir lo contenta que estaba y cuanto le gusta Cookie para mí. Hasta mi hermano se emocionó por tener un cuñado tan friki. Mi padre, bueno, él era más pasota en estos temas pero también se alegraba.

Cuando salimos en la tarde para quedar donde Zico nos esperaba, me comentó que le molestó que no le consultara antes esa decisión, pero si lo hacía de seguro se opondría. No entiendo por qué, incluso sé que su madre se alegraría a pesar de que él cree que aún no es consciente de la orientación sexual de su hijo. Pero en mi opinión, mi suegra sabe incluso más que su hijo. En fin, le prometí que esperaría a que él estuviera mentalizado y le dije a mi madre que no dijera nada para que no llegara a los oídos de la madre de Cookie, ya que no vivíamos muy lejos el uno del otro y fácilmente los cotilleos podrían llegar hasta su casa.

Apuesto a que nuestras madres serían grandes amigas.

Llegando al centro comercial vimos a Zico a lo lejos, pero no estaba solo.

El chico fan de los blogs venía con él, decía que quería conocer mejor a Cookie, también dijo lo mismo de mí, pero que era más fan de él, o como dijo: soy un gran fan de Cookie. Luego lo abrazó y blá blá blá.

(Zico y Jae, en ese orden).

Nos recorrimos todo el centro comercial en unos regalos para nuestros amigos, y como todos queríamos comprar, las ideas se nos iban agotando, pero conseguimos hacerlo antes de que cerraran. Porque sí, estuvimos allí hasta la noche. Con lo de hoy tenía para no pisar un centro comercial en años, que cansancio...

Al terminar, Jae tuvo la amabilidad de llevar a casa a Cookie y a mí en coche.

Anónimo1013.

04/03/2017

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