Monster (un amigo que inicialmente era sólo amigo de Cookie), nos invitó este sábado a ir a su casa. ¡Y ya era hora!, porque no sabéis cuanto tiempo llevamos sin verlo fuera de la universidad. A él y a su novio... Pink. Así que casi todos aceptamos su invitación, digo casi todos, porque Alien y J-Hope (Alien es la pareja ruidosa de J-Hope) ya habían quedado y por lógica no vinieron, pero el resto sí.

La idea de reunirnos fue porque había comprado algunos juegos de mesa para jugar todos juntos. Una idea genial, ya que lo pasamos muy bien.

O eso creí yo, ya que creo que no todos lo pasamos también como parecía. No estoy hablando de mí, ni del anfitrión, de su novio, o incluso de Suga (Mi mejor amigo y el cual conozco desde que éramos pequeños). Estoy hablando de mi Cookie, quien habló demasiado poco y sonrió aún menos. Tan sólo se concentraba en mirar el tablero, mover su pieza y hablar cuando era necesario.

Se podría decir que estaba algo... incómodo. No sé, igual es imaginación mía, pero es lo que vi.

No estoy delirando, ¿verdad?

Además he sabido que antes de llegar a casa de Monster, él y Pink quedaron para preparar un bizcocho de chocolate. Y... bueno, ahí no se ve tan incómodo o serio.

Lo más sabio será hablar con él, y quizás cometí el error de no hacerlo en cuanto lo noté desde el primer momento.

Anónimo1013.

18/02/2017

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