🦇| Capítulo I
"Los brownies de marihuana si que pegan fuerte..."
Leanne
Mi yo de 15 años rogaba porque pasara rápido la preparatoria y pudiera empezar la universidad lo antes posible.
Mi yo de ahora con 19 años odia la vida universitaria en estos momentos.
Dormir es algo preciado en mi vida, casi una religión podría decirse.
Y anoche no dormí absolutamente nada; ¿por qué? Por quedarme despierta toda la noche haciendo una presentación para una clase de hoy que al final acaban de avisar que a la bendita profesora le dió la gana faltar. Maravilloso, simplemente maravilloso. Mis ojeras de verdad se lo agradecen, en serio, súper agradecida.
Frustrada por haber trabajado para nada, "Star Coffee" resalta en mi campo de visión. Dejándome llevar por sus letras blancas luminosas entro a la cafetería que siempre me salva en momentos así (qué no son pocos) y me pido un café latte en el vaso más grande que tengan, esto irá para rato.
No me molesto en fingir una sonrisa al pagarle a la chica que me cobra porque sé que ella al igual que yo no necesitamos esa cordialidad, ella necesita que le compre y yo mi compra, fin.
Sentada en una de las mesas estratégicamente escondidas para personas que repudian el contacto humano tan temprano, bebo mi café tomándome el tiempo de detallar el lugar.
Siempre me gustó su decoración, es sencilla pero cómoda, cálida y divertida, es un punto intermedio; perfecto. La pared tras el mostrador est pintada con pintura de tiza negra, y tiene escrito los menús, promociones y tipos de café a mano con un letterings digno de presumir en Pinterest. Las otras tres paredes son de color beige con rayas blancas en vertical y distintos granos de café dibujados por todas partes; una de ellas tiene una pizarra de corchos enorme colgada con diversas fotografías de clientes, trabajadores e incluso famosos, todos se ven en sus momentos más felices dentro del local. Es la atracción y lo que lo hace tan especial esta, para nada pequeña, cafetería.
Observo a mi alrededor pudiendo reconocer a varias caras conocidas de haberlos cruzado en los pasillos o por el campus de la universidad. Al ser una cafetería ubicada justo frente a la universidad, es inevitable no encontrarse con universitarios que constantemente deciden ahogar sus penas en cafeína antes de ceder al alcohol.
Incluyéndome, por supuesto.
—Te ves terrible, qué pena si me llegaran a vincular contigo.
Parpadeo confusa volviendo de mis pensamientos.
—Pena sería que no te vinculen conmigo, cariño —sonrío egocéntrica.
Y ahí estaba el único espécimen que podría aguantar a estas horas del día, y solo porque ya estaba acostumbrada a él, de otra forma casi le hubiera gruñido por interrumpir mi viaje astral.
Lo repaso con la mirada brevemente viendo que su cabello castaño con rulos sigue igual de despeinado que siempre, sus ojos miel destellan picardía y diversión—común en él—, su rostro con unos cuantos lunares se ve tan fresco como si no dormir no le afectara en absoluto; ¡qué envidia!
Mis ojos caen sin mi permiso en sus labios carnosos que se muerde el inferior tratando, de muy mala manera, de contener una sonrisa nada inocente.
—Te ves del asco pero tu ego lo mantienes intacto, admirable, mejor amiga —se burla divertido.
—Quisiera decir que admiro algo de ti, pero la realidad es que tu presencia ya me fastidia.
—No es secreto que darías tu vida por mi, deja de tratar presumirlo, ya me enteré —rueda los ojos con una sonrisa descarada—. Te tengo una propuesta.
Hago una seña con mi mano para que continúe hablando mientras termino de beber mi café.
Adiós a mi sustento para soportar esta vida...
Por unas horas, porque adicta al café siempre.
Ahora me toca a mí rodar los ojos al darme cuenta que Grayson, mi mejor amigo—para mi desgracia—, se está tardando a propósito en hablar para agregar más suspenso.
Me acomodo mejor en mi asiento a sabiendas que se tomará todo el tiempo del mundo para, probablemente, decir una pavada digna de él.
Recuerdo cuando nos conocimos, hace cinco años fue en esta misma cafetería, cuando aún no sabíamos que haríamos de nuestras vidas después de los dieciocho años. Él estaba con su familia festejando el cumpleaños de su hermana menor número 10 con unas cuantas niñas más, amigas de su hermana, que no dejaban de querer llamar su atención.
Recuerdo que mi madre me regañó por ser tan poco discreta al reírme de eso cuando nos separaban dos mesas con pocas personas en ellas. Fue inevitable, mi risa llamó su atención y cuando quise callarme para no delatarme, ya lo tenía caminando a donde me encontraba sentada con mis padres; que de paso, ellos se empezaron a burlar de mí mientras yo trataba de no volverme roja de la vergüenza.
Recuerdo que él se presentó ante mis padres educado y carismático, como si quisiera ganarlos de entrada para que no vieran su verdadera máscara: iba a vengarse de mi imprudencia. La traidora de mi madre lo invitó a sentarse con nosotros, que "su hija (o sea, yo) llevaba tiempo viéndolo sin saber cómo acercarse".
Está demás aclarar que yo imploraba porque la tierra me tragara y escupiera bien lejos de ahí mientras el desgraciado a mi lado no hacía esfuerzo alguno de contener su risa viéndome morir de pena, y claro, mis padres acompañaban su risa con burlas y todo. La confianza ante todo.
Recuerdo que mi padre se apiadó de mí, o eso creí. Porque luego me di cuenta que quería coronar mi pequeño castigo con algo peor; llamando a su amigo, dueño del local, para que nos sacaran una foto familiar "feliz" (quería matarlos) a los cuatro, ¡el chico extraño también!
En fin, así es como aprendí a no reírme de gente ajena frente a mis padres y conseguí un idiota más a mi vida del que no pude deshacerme.
Oh, y también una foto que poco después fue colgada en el medio de todas las demás en la pizarra de corchos.
En esa fotografía soy la viva imagen de la incredulidad.
Grayson chasquea sus dedos frente a mí sacándome de mis pensamientos.
Fijo mi mirada en la suya y finge incomodarse antes de sonreír en grande y decir:
—Fiesta, alcohol, brownies con contenido dudoso y música para cojer —una chica que pasó por nuestro lado se le cae el café al escucharlo—, digo, ¿bailar?
Estallamos en risas viendo a la pobre chica irse del local completamente roja cual tomate por la vergüenza.
Si hay algo que disfruto demasiado compartir con Grayson es el poder que tenemos para incordiar al resto sea intencional o no, ya sale natural.
Finjo pensarme la respuesta—que lo tiene rodando los ojos divertido—antes de esbozar una sonrisa maliciosa.
—¿Y me llevarás tú? —pregunto poniendo mi mejor cara de niña inocente.
—Bueno no, yo pensaba en que tú...
—No voy —le corto seria.
—¡Pero Leanne! —reprocha como un niño, incluso hace puchero.
Aww, que ternura. Lástima que mis ganas de beber hasta no recordar mi existencia son más fuertes que eso.
Niego con la cabeza sin esforzarme en volver hablar. Como sé que le desespera no conseguir que le conteste verbalmente, uso eso a mi ventaja para decirle en silencio; ¡hoy me toca beber a mi, pendejo!
Persiste un momento más que me tiene arqueando una ceja por lo idiota que se ve (en realidad se ve bien y tierno, pero eso no debe saber) hasta que al final cede él con un suspiro rendido y dice:
—Bieeeeeen, seré el conductor designado esta vez —alarga la "e" frunciendo el ceño por perder.
Me levanto de mi asiento como si este me hubiera impulsado o algo así, aplaudiendo emocionada por esta noche y me acerco abrazarlo para plantarle un pico en los labios.
—Sabía que ibas a ceder —río feliz.
—Creo que necesito más de esos picos para terminar de convencerme —sonríe pícaro.
—Buen intento pero tengo clases y es mi deber como buena alumna llegar antes que el profesor o me echará de su clase, otra vez —agrego lo último con una mueca.
—Entonces te acompaño, a lo mejor puedo ganarme un beso —se levanta pasando su brazo por mis hombros guiándonos a la salida.
Empujo sus caderas con las mías riéndome de lo descarado que puede ser.
☾♔☽☾♔☽☾♔☽
Que bien le quedan esos pantalones a mi ex, joder.
Es tu ex, con él ya no.
Lo sé, ángel. Pero igual está bueno.
¿Ángel? ¿Qué carajos?
¿Demonio? Estoy confundida, ¿no deberías estar en mi hombro izquierdo y en el derecho el ángel?
Creo que bebimos demasiado ya.
—Leanne —susurra alguien haciendo que me voltee a verlo—. ¿Con quién hablas? —pregunta confundido.
—¡Graysooooon! —grito colgándome con mis brazos tras su cuello arrastrando la "o" de su nombre.
—Ok, pequeña, creo que ya bebimos demasiado —ríe en mi oído tratando de sostenerme.
—No, yo quiero bailar, beber, comer, chupar la po...
—¡Ya! —me tapa la boca haciendo que lo mire sin entender—. No necesito ese tipo de detalles, puerca. Mejor vayamos a bailar antes que intentes hacer una orgia sadomasoquista como la última vez.
Me encojo de hombros dejándome guiar por él a la pista improvisada de baile que hay en la mansión Carson.
Suena una canción que no recuerdo su nombre ni quien la canta pero si su letra. Pero soy quien agarra de la mano a Grayson para hacer que salte y se mueva a mi ritmo de una forma rara mientras cantamos a todo pulmón la letra, o hacemos el intento, realmente no sé qué si estoy diciendo algo.
Después de varias canciones perdí a mi mejor amigo entre la multitud, me besé con dos... ¿tres? Personas y creo que acabo de pisar a alguien. Me disculpo jadeando por bailar. Trato de abrirme paso entre toda la gente para llegar a la cocina por una bebida. Al entrar, choco de frente con alguien.
—¿Estás bien? Lo siento, no te vi —dice el chico con el que choqué.
Con la fuerza que me chocó podría implementarla en otro movimiento...
—Claro que no la viste o no te la hubieras llevado por delante a la pobre chica, imbécil —comenta un chico igual de alto que el primero, a su lado.
¿Aló? ¿Bomberos? ¡Mi cuca está ardiendo!
Asiento bobamente aprobando lo que mi conciencia dice.
—¿Lo ves? Ella dijo que está bien —le dice el primero al otro empujando su hombro mientras ríe.
—Blake, creo que ni nos presta atención la pobre chica —habla por lo bajo el otro tratando de que no escuche.
Bueno, muy bajo no hablo si escuché clarito.
—¿Cómo saben que soy pobre? —digo lo primero que se me pasó por la cabeza.
Mierda, ¡¿que dije?!
Los dos chicos se me quedan viendo como si tuviera dos cabezas—no los culpo—y lentamente, como si tuviera miedo de que yo saltara atacarlo, el chico con el que choqué me suelta de los hombros—que al parecer me tenía agarrada para que no cayera y no me había dado cuenta antes—y retroceden unos pasos.
—Que era broma, bobos. Que poco sentido del humor tienen —río nerviosa.
Puedo ver qué quieren reírse de mí y mi estupidez potenciada por el alcohol. No los culpo, yo también me hubiera burlado de mí.
Los paso por un lado yéndome antes de que siquiera tengan oportunidad de hablar. Con una cerveza en mano, sentada en la mesada, pienso en lo de recién. Me río sin importarme llamar la atención de unos cuantos que se encuentran en la cocina conmigo y niego con la cabeza divertida pensando en lo que les dije inconscientemente.
En otro momento me hubiera puesto roja de la vergüenza, hubiera tartamudeado e incluso puesto a la defensiva con tal de no querer escuchar una burla de la otra parte. Soy un asco para disimular. Más si es por impulso.
Pero el alcohol hace que esta Leanne no le importe eso, sin vergüenza alguna, más impulsiva y valiente. También puede ser que tenga una lengua más suelta para decir cosas no-aptas-para-todo-público.
Creo poder entender por qué mi mejor amigo prefiere ser él el borracho y no yo. A diferencia de mí, él es un borracho tranquilo, baila y ríe normal como si no estuviera afectado por la bebida. Si no lo vieras tomando, podrías tranquilamente creer que está sobrio cuando en realidad ya lleva más alcohol que sangre en su sistema. El único detalle malo es que si tiene cerca su celular, llama a su ex.
Rompe la primera normal de un borracho: no llamar al ex.
Y ahí entro yo; la mejor amiga que cuida de su celular como si fuera el suyo propio porque no puede permitirse verlo mal otra vez en lo mismo.
Quisiera decir que tengo la misma determinación que me nace para cuidarlo, para cuidarme a mi también pero...
Para eso necesito un ex.
Y ganas de aguantar más personas a mi alrededor.
Suerte que no tengo ninguna de las dos.
Rato después me reencuentro con Grayson y unos cuantos compañeros de clase. Estaban preparándose para jugar a V o R. Por lo que llegué a entender. La verdad es que no les estaba prestando mucha atención, estaba concentrada en un chico que me había atrapado apenas nos pasó por un lado como si no existiéramos.
Como si él fuera el rey del lugar.
Se veía simpático, se movía relajado y podía llegar a ver un aura segura en sí mismo mientras hablaba con un grupo de chicos y chicas. Entre ellos, pude visualizar al chico que me chocó y el otro que estaba tras de él, no recordaba si se habían presentado pero sabía que eran ellos porque no parecían poder pasar desapercibidos. De hecho, ninguno de ese grupo podía pasar desapercibidos.
Todos eran altos, tal vez las chicas un poco más por los tacos pero no podía ver tanto tampoco. La ropa que llevaban se veían costosas, las lucían como si hubieran sido creadas simplemente para ellos. Probablemente así fue. Y ni hablar del estilo propio que cargaba cada uno, la variedad de colores de cabellos, tipos de tatuajes y piercings, tonos de piel y auras... Era un espectáculo para la mayoría de nosotros. Estaba segura que si me acercaba más, podría ver que hasta sus rasgos faciales debían ser únicos y extravagantes.
Eran la viva imagen de: "Con que me sienta bien conmigo, a la mierda los estereotipos"
Porque enserio que rompían todos y cada uno de ellos en cuestión de estética, y no podría estar más encantada con ello.
Lo que más me fascinaba era la combinación de colores de pelo que había; una de las chicas tenia el cabello rubio largo con ondas y mechones turquesas mientras las otras dos eran castañas, no podía saber bien sus tonos pero podía ver que una de ellas estaba rapada de un costado y parecía tener hecho un símbolo teñido de negro o un color más oscuro que el suyo. Los chicos no se quedaban atrás, de hecho, todos tenían un color distinto—a diferencia de las otras dos chicas que al menos compartían tonalidad— que fácilmente podrían haberme dicho que eran todos hermanos y yo me les reiría en la cara sin creerles.
Me dirán "pueden ser parecidos en rasgos"
Pero olvidé mis lentes, estoy borracha y probablemente algo fumada por un brownie.
Y de verdad que se ven muy distintos unos de otros; un pelinegro, uno que parecía albino, un pelirrojo, uno castaño oscuro y otro rubio que parecía también tener algunos mechones turquesa. Tal vez este último sea hermano de la chica, sino, automáticamente declaro ship.
Si fueran hermanos, te matarían por eso.
Shhh, ni que los llegara a conocer y les dijera eso.
Mientras sean solo mis pensamientos, todo esta bien, ¿cierto?
—¿Juegas? —pregunta Grayson sacándome de mi ensoñacion
—¿Un juego sexual? —respondo sin sacar la vista del chico.
—¿Qué? —pregunta riendose junto al resto a mi costa.
Me encojo de hombros con una sonrisa tonta. No tengo tiempo para pensar y preocuparme de lo que digo.
Chasquean unos dedos frente mío haciendo que me voltee irritada hacia Grayson que sonríe feliz como un niño que tiene toda la atención para él.
—¿Qué? —pregunto seca viendo de reojo al grupo arcoíris.
Es que son muy bellos. No puedo dejar de verlos, ¡no me culpen!
—¿Qué tanto ves?
—Queti.
—Inmadura.
—Mira quien lo...
—Apuesto a que no te animas acercarte y pedirle el número alguno —reta James, uno de mis compañeros.
Enarco una ceja desafiante y levanto la barbilla.
—Claro que lo haría.
—¿Pero? —reta Grayson.
—Se fueron —señalo al lugar donde hace un momento estaban y desaparecieron como si nada.
—Si te mueves rápido, tal vez los alcanzas —presiona Sam, otro compañero.
—¿Y yo que gano con eso? —me cruzo de brazos.
—Si consigues al menos el número de cualquiera de los chicos, yo te doy helado gratis por una semana —propone James que trabaja en la heladería familiar suya.
Que casualmente es mi heladería favorita...
—Yo te daré una sudadera de las mías que tanto me pides —suma Sam.
Miro expectante a mi mejor amigo.
—Seré el chofer designado por tres fiestas más —dice casi entre dientes.
—Seis.
—Dos.
—Cuatro o nada.
—Bien, cuatro entonces —gruñe.
—¡Genial! —aplaudo dando saltitos en mi lugar.
—Deberías apurarte si quieres ganar la apuesta —se burla Will, uno de los que se mantenía como espectador de nuestro pequeño show.
Maldigo por lo bajo y empiezo a correr como puedo, pasando por entre medio de la gente para tratar de alcanzar al grupo arcoíris.
Ya afuera puedo distinguir el pelo blanco de uno de ellos, están parados en la esquina conversando y riendo entre sí.
Trato de acercarme y lucir lo más calmada posible. Quisiera decir que también camino sensual o que mi cara al menos se ve sexy pero entre mi estado y el sudor por bailar tanto, dudo verme atractiva. Cuanto mucho, pasa desapercibido mi leve tambaleo y mi sonrisa bobalicona. Espero poder llegar hablarles sin hacer tanto el ridiculo porque siento que ya me estoy arrepintiendo.
Me detengo a medio camino pensando si vale acercarse. Podría ganar una apuesta tonta y en la mejor situación, también amistades.
¿Pero y si solo hago el ridiculo? ¿Se ríen y burlan de mi? ¡Peor aún! ¡¿Y si me caigo o digo algo sumamente humillante con decir que shipeo a los dos rubios?!
Si, debería volver y solo inventarme un número. Seguro me creen, dudo que quieran comprobarlo.
Asiento segura de mi decisión. Antes de voltear, vuelvo a verlos para asegurarme que no me vieron en mi momento de duda. Me sorprendo cuando veo que, de hecho, la rubia me estaba observando.
¿Acaba de hacerme una seña para que la siga?
Opino que vayamos.
¿Y si me hacen daño?
Tienes una muerte honorable por morir en manos de personas hermosas.
"Leanne Kane. 2002–2021. Murió en manos de personas inexplicablemente bellas." Me gusta.
No me deja ni siquiera acercarme qué ya se dio vuelta y sigue a su grupo. Confundida empiezo a caminar más rápido para alcanzarlos pero pareciera que corrieran cuando se que están caminando. Incluso puedo notar que el pelinegro que observaba antes sigue caminado relajado, como si fuera ligero como pluma.
Arrugo el ceño cuando los veo detenerse alarmados. Paro unos pasos atrás suyo sin animarme seguir.
¿Por qué siento que no debí seguirlos?
Decido que será mejor tomar valentía y acercarme de una vez para preguntarle a la rubia por qué me llamo. Sin darme cuenta había comenzado a caminar nuevamente siguiéndolos, solo que ahora si que corría. Había perdido de vista algunos. Solo sé que se movían de una forma casi antinatural. Jamás había visto a un humano moverse de esa forma, con esa agilidad y rapidez.
Extrañada pero con una latente curiosidad que crecía cada vez más por este enigmático grupo arcoíris, pude ver que nos adentrábamos a un bosque algo lejos de la fiesta.
¿Tanto había corrido?
Sin querer pensar tanto en eso, seguí.
Ojalá me hubieran dicho que no.
Se habían parado de la nada. Empezaron a palpar uno de los troncos de los árboles. Parecían buscar algo. ¿Habían escondido alguna cosa? ¿Sabían que yo estaba con ellos? ¿Iban a matarme? Porque ya no pienso que sea una muerte honorable si ni siquiera me encuentran.
Ahogué un grito cuando de la nada empezaron a brillar tres troncos. Uno de ellos estaba curvado pareciendo un arco enorme entre los otros dos árboles. Un brillo blanco con destellos dorados salía de los troncos y poco a poco se empezaron a conectar en medio creando algo. No podía definir qué o cómo era exactamente, jamás en mi vida había visto algo como ello. Me recordaba a los portales que describen en los libros o películas pero no podía ser eso. ¿O si?
Uno por uno fueron pasando hasta el final. Ansiosa y con miedo de quedarme a oscuras en un bosque en el que probablemente ya me encontraba perdida, me adelanté para ser la última en pasar por eso.
Tropecé chocando con alguien y caí de rodillas.
—Los brownies de marihuana si que pegan fuerte —no pude evitar decir al levantar mi vista.
Esto se ve tan irreal, raro...
Mágico.
¡Acá lux!
Que emoción, el primer capítulo de este libro que esperé taaaaaaanto por subir (real que estoy con esto desde casi mitad del año pasado jajsks). Estoy muy feliz help 😭✨
¿Qué opinan? ¡Lxs leo! 👀
Les dejo acá mi intento de esquema de como más o menos me imagino la cafetería jeje 👉🏼👈🏼
¡No olviden votar y comentar, me ayudarían muchísimo <3!
Redes:
Tw: iamluux
Ig: luxiernaga.c
Tiktok: luxiernaga.c
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro