Bienvenidas pervertidas mías, hoy les traigo un one shot en el que he trabajado, es mi primer lemon que escribo así que espero que les guste.

— Viktor, voy a cambiarme. ¿Puedes esperarme un momento?

Entramos a la habitación de mi departamento, por mi parte me dirigí a mi armario a cambiarme de ropa. Tendría que reemplazar la sudadera que Viktor me prestó por una nueva blusa.

¿Por qué me cambiaré la blusa? Muy sencillo, la noche anterior Viktor mordió mi hombro izquierdo dejando una enorme marca sobre mi piel, intenté ocultarla con una camisa de manga larga pero mi mejor amiga en un intento de descubrir mi secreto, la marca, rompió mi blusa por los botones y no hubo manera de rescatarla.

— Seré rápida así podremos ir a comer algo delicioso. — eran las 3 de la tarde y decidimos ir a comer después de las prácticas. — Una amiga me contó acerca de un buen lugar al que podemos ir. ¿Quieres ir?

Mientras buscaba entre mis blusas, él había tomado asiento para esperar.

— Claro.— contestó y juro que podía sentir su mirada sobre mi.

Aun contemplaba el interior de mi armario buscando algo bonito para salir a comer hasta que escuché que unos pasos se aproximaban desde atrás.

—¿Oh? — unos brazos me rodearon mi cintura y su pecho se pegó a mi espalda, su perfume a rosas invadió suavemente mi cabeza. — ¿Viktor?

— Bésame. —susurró en mi oído, y su voz mandó una corriente eléctrica a mi espina dorsal, era sensual.

— Oh! Déjame cambiarme primero. — me ponía nerviosa por la repentina cercanía y su respiración contra mi piel, producía que me empezara a exitar.

— Entonces lo haré aquí mismo. — dicho esto besó delicadamente mi cuello y empezó a mover sus manos.

—¿H-huh? Pero... — no pude pronunciar algo más pues me había cayado con un beso.

Al sentir sus manos pasar por mis brazos y rozar mis pechos no pensé en resistirme, sus movimientos provocaron que la camisa se abriera y cayera hasta mis codos, revelando el sostén negro que llevaba, sin perder más tiempo él empezó a masajear mis pechos sobre la tela con una mano mientras la otra buscaba deshacerse de los botones que aún sostenían la blusa. Inevitablemente empecé a gemir en su boca.

Rompimos el beso por la falta de aire pero yo me quedé con ganas de seguir probando de su boca, no pasó tiempo hasta que sus manos pasearon por mis hombros y sentí la sensación húmeda de sus labios posarse en la marca que había dejado anoche y eso hizo sentirme extremadamente bien.

— ~Ah! — no pude reprimir los pequeños gemidos que salían de mi boca, la sensación fría de sus labios contra mi piel cálida...

Cada vez que sus labios tocan... El lugar que mordió la última vez... Se siente tan sensual.

“Tal vez es porque... Está magullado” pensé.

Justo como... Una picadura... Te da cosquillas y te duele al mismo tiempo.
“Pero más.. Sensual”

— ~Ooh! Viktor. — el sonido de sus labios trabajando mi piel cercana me llevaba a pensamientos lujuriosos como los de la noche anterior, empezaba a perder la razón.

—¿Hmm? — paró en cuanto escuchó mi voz llamándolo.

— ~¡Da cosquillas y duele al mismo tiempo! ~— le comenté emocionada, era un nuevo sentimiento, no lo había sentido con nadie más.

—¿Te dolió? — me miró preocupado y se separó un poco para ver si me había lastimado.

— Me gustó... ¿Qué es éste sentimiento? — el placer que me dio y la emoción me invadieron por completo, era algo que aún no podía explicar.

—¿Se siente bien... — de nuevo el tono ronco de su voz resonó suavemente en mis oídos mientras presionaba ese punto dónde había besado momentos atrás, ese exquisito punto que me confundía. — Aquí?

— ~Ah! — apenas presionó y el dolor se mezcló con un toque de placer que me empezaba a enloquecer. Y apenas empezábamos. — ~Ooh! ~Hmm! —me envolvía en el nuevo sentimiento mientras el jugaba con mi nuevo punto de placer. — ~Sí!

— ¿Te duele mucho? — ahora su lengua empezaba a rozar la tez roja de mi marca, haciéndola sentir más caliente de lo que creía.

— N-no es eso, quiero decir. — no podía ocultar que éste juego me empezaba a gustar. — Duele pero... Me gusta... Tal vez porque eres tú. — le dije de manera coqueta mostrándole mis deseos de más. — Se siente extrañamente bien a pesar de que duele.

Giré mi cabeza para verlo a los ojos, ver si estaba igual que yo y pude ver que parpadeo, tal vez sea por el cambio repentino en mí.

—¿__-_______? — en su rostro estaba presente un adorable sonrojo que lo hacía más apetecible. — ¿Por qué... Siempre me haces sentir... Así de emocionado? — susurraba contra mi cuello, en la curvatura lamia sensualmente.

"¡¿Emocionado?!... Tú eres el que... Me hace sentir...

¡Emocionada!"

— Viktor, yo... — ya no podía reprimirlo más. — Yo quiero intentar algo. — después de todo es una fantasía más.

—¿Huh? ¿Qué es?

De eso se trata nuestra relación, ahora tenemos la confianza de disfrutar del uno con el otro. Ahora podemos hablar de nuestros deseos y cumplirlos como pareja.

Y ahora yo tengo un deseo. Otro más.

...........

— Uh... Mmm... Uh. — lo nervioso que estaba se podía reflejar claramente en sus ojos, también mostraba curiosidad por el objeto frente a él. — Esto... ¿Esto es... Lo que quieres intentar?

—¡Sí!— desde que lo vi, lo quería usar y era mi turno de cumplir una fantasía.

—Uh... Ya veo. — desvío la mirada con su sonrojo aún presente, un poco incomodo podría decir yo, y eso me emocionaba más.

—¿No te gusta? — sacudí un poco el objeto haciendo que las brillantes cadenas chocarán mutuamente produciendo un pequeño eco en el lugar. Tan sólo de pensarlo me emocionaba.

— N-no es eso. — aún no me dirigía la mirada, el sonrojo en su cara y el tono ahora tímido de su voz lo hacía ver tímido y apetecible. —¿De dónde rayos conseguiste eso?

Apuntó a lo que sostenía en mis manos, el brillo del metal hacia notar que eran nuevas.

—Entonces... Yo... Usaré esto... ¿En ti? — preguntó avergonzado y su sonrojo creció de tan sólo pensarlo.

Pero paró de hablar, nuestras miradas al fin se cruzaron y dudó de su afirmación ante la negación que mostraba la mía.

“¿Por qué de repente estoy sintiendo escalofríos?” pensó Viktor.

— No. — fui avanzando hacia él mientras Viktor retrocedía hasta chocar con el borde de la cama y caer sobre ella, pero no me detuvo, subí hasta posarme sobre sus caderas, él apoyado sobre sus hombros, y tembló un poco más al ver mi expresión decidida. — Yo... Lo usaré en ti.

Mis manos se pasearon por su abdomen y brazos mientras lo cayaba con un beso rápido evitando que él me respondiera, hacia lo mismo que él había hecho momentos atrás. Le besaba el cuello y él también soltaba pequeños gemidos apenas audibles, mis manos se apresuraron a levantarle la camisa, exponiendo su marcado abdomen que no me cansaba de tocar. Mientras hacía eso, mi otra mano se encargó de despojarlo de sus pantalones, dejándolo sólo en bóxer.

Jugué con mi lengua en su cuello y coloqué el collarín que no estaba seguro de ponerse pero al final accedió, no se resistió y se dejó llevar por mis besos y caricias. Estaba tan metido en mis acciones que no notó que unas esposas de cuero negro ahora rodeaban sus muñecas detrás de su espalda.

— ________... Esto es. — me separé un momento para contemplarlo.

La vista que me brindaba era espectacular, el collarín que rodeaba su cuello le sentaba perfecto, la manera en que la piel negra del collar hacía contraste con lo blanca de su tez era maravilloso además de que el color negro de su ropa interior parecía combinar, era perfecto. La expresión en su rostro lo hacía ver adorable y sensual al mismo tiempo.

— ¿Es por mí? — el rosado en sus mejillas parecía nunca desaparecer. — Es mi primera vez haciendo esto así que me siento un poco incomodo. — su voz había cambiado a una más... Sumisa. — Así que... ¿Sólo debo quedarme quieto?

Me encanta esa idea.

— Umm... ¿O qué debo hacer?

“¿Así te sientes cada vez que me vez, Viktor? Siento ganas de comerte, te vez tan sensual, a mi merced.”

Los pensamientos lujuriosos se apoderaron de mí, y sin notarlo mi nariz empezó a sangrar.

— Oh por dios, tu nariz está sangrando. — me avisó preocupado por mi derrame nasal.

Tu no necesitas hacer nada, yo me encargaré de todo.

— ¿Quieres que me quede quieto?

— ¡Sí! No te preocupes, incluso la manera en que te ves ahora es suficiente para mí. — se veía muy diferente de cuando él toma la iniciativa.

—¿En serio?

Pero... No puedo forzarlo para sólo haga lo que yo quiero.

— Si no te gusta, dímelo. — me dejé llevar y no me pregunté si él también quería intentarlo. — No quiero que te fuerces a ti mismo a hacerlo sólo por mí.

Viktor siempre se preocupa por mí y mis necesidades, siempre puedo ver lo sincero que es conmigo, cuanto me ama y me cuida.

No quiero que él se sienta presionado sólo porque se lo pido.

“Sólo quiero asegurarme que sientas que también me preocupo por ti.”

— Q-quiero decir... Yo... -— mi actitud era seria ahora, después de todo él también me preocupa. — Pienso que me gusta... Incluso esto... Si tu eres la que me está haciendo esto... Pienso que me gustará.

— Entonces, ¿Está bien, verdad? Hehe. — ahora me siento segura de internarlo y de la emoción hasta le abracé.

— Sí, esta bien, pero, ¿Nosotros como...?

— De hecho está es también mi primera vez haciendo esto, pero... Déjamelo todo a mi, ¿de acuerdo? Sólo sigue mi ritmo.

Tomé la única pieza que falta en el collarín, e inserté la correa en el aro de acero que destacaba en el collar, una elegante correa negra.

—¿Y para qué es ésta correa? ¿Para que necesitamos todo esto?. —me dijo mientras contemplaba todo los accesorios que puse en él.

—Umm... Sólo me gustó... No tiene un gran significado.

— Oh, ya veo. — y como dijo, sólo se quedó quieto. — De todos modos, se siente interesante... Y se siente más sensual también.

Hehe, eso es lo que buscaba.

A pesar de que he visto a novio millones de veces...

—Gahh, me siento como un perrito. — decía emocionado al ver su cadena.

¡Verlo así hace que quiera abalanzarme sobre la él!

Y ahora el toque final...

...........

—Mmmm. ¿Cómo se siente? — mis manos hacían un vaivén por todo su cuerpo. — ¿Se siente más intenso... Cuando estas vendado?

— ~Ah! —cada roce de mis dedos se siente más excitante cuando está vendado y cuando paso por sus caderas, él se tensa.

Porque él no puede ver nada, ahora mismo, cada toque en su piel... Se siente más intenso de lo usual.

— ~Ah... ~Mm... ~______. — temblaba y jadeaba del placer ahora duplicado.

— ¿Cómo se siente? ¿Se siente raro?

—No, no se siente raro del todo, de hecho... Me gusta más.

“Se siente bochornoso porque no puedo ver nada... Y porque no puedo ver nada, tengo que usar mi imaginación... Todo lo que puedo hacer es escuchar tu voz y sentir tus caricias... Cada vez que _______ toca mi piel...siento una corriente eléctrica.”

—___________, ~me gusta, ahí. —salió casi en un gemido, se mordió el labio intentando contenerlos.

Me gusta cuando Viktor deja que lo toque en la manera que quiero, y los gestos y gemidos con esa expresión... Esto es bueno como es pero... ¡Quiero intentar algo aun más sensual!

— Espera un segundo, Vitya. — le dí un beso en la mejilla y me levanté de la cama.

—¿______, a dónde vas?

Me encaminé a mi cocina y me dirigí al refrigerador.

—Espera un segundo, un minuto más. — abrí la parte superior del refrigerador y saqué un montón de cubitos de hielo.

¿Cómo se sentirá si lo beso con el hielo en mi boca?

Tomé un cubo del montón y lo puse en mi boca, el frío del objeto me hizo respingar de la sensación y me fui presurosa de vuelta a la cama.

—¿Eres tú, _____? ¿A dónde fuis...? — interrumpí su pregunta pues si no me apresura a el hielo se derritiría, tenía que compartirlo.

Presione mis labios contra los suyos, jugando con mi lengua para que la suya también pueda sentir la sensación gélida del hielo en nuestras bocas, mientras se derrite por nuestras cálidas respiraciones, compartiendo el líquido frío.

La sensación fría repentina en Viktor hizo que se estremeciera y al combinarse con mis cálidos suspiros terminó por rendirse ante las sensaciones intensas.

Mientras seguimos nuestro beso apacionado pude sentir como algo duro chocaba contra mi pierna, debido a la posición en la que nos encontramos pude adivinar que era su miembro ya erecto. Y empezó a crecer cuando las gotas de agua fría que desbordaban nuestras bocas cayeron sobre su piel expuesta y a su bóxer directo en su visible erección. También llegaba a mis piernas desnudas, excitandome más. El líquido se sentía como un fuerte afrodisíaco.

Paramos el beso en busca de aire, nuestras respiraciones estaban aceleradas y nuestros pechos subían y bajaban intensamente en busca de aire, se sintió bastante intenso.

—¿Se sintió bien? —le pregunté cuando pude recuperar el aliento.

—~Ah, sí.

Me incliné hacia atrás y saqué con delicadeza la única prenda que él tenía, dejando ver su gran erección.

— Entonces, ¿Debería enfriar esto también? — tomé su miembro en mis manos y bajé mi cabeza al nivel de su punta, los latidos de mi corazón estaban desenfrenados. —¿Qué piensas? ¿Eh? — mi voz pasó a ser una seductora y más autoritaria, más dominante. — ¿Quieres que lo ponga en mi boca?

Con la mitad del hielo que aún estaba en mi boca, lamí lentamente la punta rosada de su miembro, dejando caer un delicado hilo de saliva fría por toda su erección, él se removió un poco al tensarse por la sensación a ciegas de mi juego con su erecto miembro. Sus jadeos me incitaban más hasta que decidí complacerlo en recompensa a ceder a mi fantasía. Moví mi mano arriba y abajo sobre su miembro, apretando suavemente sacando suspiros de su parte.

Tomé su erección y la metí en boca rozando el cubo de hielo sobre la piel de su miembro, su expresión de placer me hacía excitarme también, se veía totalmente sorprendido por la nueva sensación en la zona.

“ Hay una sensación fría abajo... Se siente raro pero me encanta... Por un momento es frío pero luego se derrite con una sensación cálida al mismo tiempo... Se siente muy bien.”

Tal vez sea por el líquido que del hielo que derrite y hace que los diestros movimientos de mi boca suenen en la habitación o los jadeos sensuales de Vitya hacían crecer en mí un fuego incontrolable y pensamientos lacivos hacían presencia en mi mente. No había mejor momento que ahora, succionaba emocionada el miembro de Viktor, buscando que el sintiera placer también. Amaba la sensación de su erección rozar mi garganta.

— ~Ahhh! ~Ohh! — sus sensuales jadeos y gruñidos se convirtieron en gemidos que me hacían saltar en extasis.

Me tuve que separar por falta de aire, además de que el hielo se había derretido por completo.

— Vitya, ¿Cómo lo hice? ¿Cómo te sentiste — su expresión sonrojada liberaba la bestia en mi interior, ahora tenía una inmensas ganas de someterlo aún más.

— Sí. — una sonrisa pícara y seductora se dibujo en su rostro, su salió ronca y sexy. — Me encantó de verdad.

Me encanta porque eres tú, es lo que piensa Viktor. Él siempre ha sido sincero conmigo y me demuestra lo que siente y... Eso me fascina.

— Entonces... — empecé a subir por su abdomen topadome con línea V que no mentía, dejando un camino de besos húmedos haciéndolo tensar aún más provocando jadeos en sus labios y llegué hasta la curvatura de su cuello y lamí lentamente para ir a su oído y susurrar. — Succionaré está parte más fuerte hoy.

—¡Ah! No, ________ me dejarás una marca. — me interrumpió moviendo su cuello, apartando su blanca tez de mis labios justo cuando iba a tomar venganza en su cuello.

Me enojé por un momento pues había interrumpido mi papel y tomé la correa negra que colgaba de su collarín y tire con fuerza de ella haciendo que ahora su oído casi pegue contra mi mejilla, el sadismo me invadió en el momento.

—¡¿Cómo te atreves?! — y aunque no me mirara le dediqué una mirada severa de reproche.

—¡Ah! — emanó de su boca una especie de gemido y quejido que me hizo darme cuenta de que tal vez tiré demasiado fuerte de la correa.

— ¡Oh no! ¿Te lastime? — fue cuando volví a mis sentidos al pensar que lo había lastimado de más. — No me dí cuenta que estaba tirando de más... — pronuncié nerviosa, no quería que él se enojara.

—No. — me interrumpió y posó su mejilla sobre la palma de mi mano y me sonrió de manera sensual. — Me encantó. — y atinó a besar mi mano, sus labios suaves y húmedos rozaron mi piel de una manera coqueta.

—Esta bien, ¡Quédate quieto, —en parte me tranquilizó ver que no le molesto y que nada pasó, pero las ganas que tenía no podían hacerce esperar así que tomé de nuevo la correa y le mire a los ojos. — o si no tendré que disciplinarte! — tire de su correa pero ya no tan fuerte como antes y volví a mi papel dominante de antes.

— ¡Sí! ¡Hazlo por favor!

Por dios Viktor, diciendo hace que me  imagine su expresión debajo de la venda.

¡Esta siendo demasiado sexy!

Ya no podía aguantarlo más, el juego que llevábamos acabo me tenía realmente en mis límites, ver a Viktor así de sumiso me llevaba a mis limites. Mi interior gritaba desesperado por sentirlo dentro de mi así busqué más contacto con su piel e hice mis bragas a un lado y con mi entrada descubierta pude ver que me encontraba húmeda, muy húmeda, pero no me sentía avergonzada más bien me gustaba la idea de que él no pudiera verme.

Frotaba mi intimidad contra la suya, un contacto exquisito que me hacía temblar de placer, sabía que la fricción lo volvería loco, lo decían los jadeantes gruñidos que emitía, y yo igual caería en la locura si no lo sentía dentro de mi. Mis caderas se movían sobre de él, buscando más y más fricción hasta que la punta rozó mi intimidad me di cuenta que ya no podía esperar más... Hoy soy la dominante.

Sin previo aviso metí su pene dentro de mí en un movimiento rápido y empecé a levantar mis caderas lentamente acostumbradome a su gran tamaño, no importa cuantas veces ha estado ahí aún no me acoplo a su tamaño, mis paredes se contrajeron en placer y mi corazón latía desenfrenadamente. Mi razón empezaba a nublarse y comencé a movemerme más rápido sobre él.

— ~Mmm... Mm.. Ahhh. — el sonido de mi piel chocando frenéticamente contra la suya, ese sonido lacsivo encendía fuego en mí. — ~Ahhh! Viktor.

— ~Oohh! ~_______, me gusta. —él también gemia mientras yo lo cabalgaba sin piedad. Por comodidad me deshice de mi brasier y dejar que mi pecho suba y baje al ritmo de mis caderas.

Mis pechos rebotaban al compás de mis saltos pero no me impedían la perfecta vista de Viktor sonrojado debajo mío, su voz jadeante y su expresión deseosa de más.
Me sacudía tanto sobre él que la venda terminó cayendo de sus ojos y mi camisa quería caerse aún más pero era tanto mi frenesí que mis caderas no pararon hasta que sentía como un nudo se formaba en mi estómago y mis adentros se apretaban aún más, estaba apunto de llegar al clímax.

Nuestros gemidos resonaban en mi habitación, gruñidos y suspiros.

Me tomó por sorpresa cuando Viktor consiguió atrapar uno de mi senos con su boca, lamiendo mis pezones con su lengua lo mejor que podía y eso me volvió más sensible, se separó cuando aumenté la intensidad y era mi momento de atacar. Me acerqué a su cuello y succione lo más fuerte que pude procurando dejar una marca y en el acto, sus gemidos llegaban perfectamente a mis oídos haciendo crecer las ganas en mí.

— ~Ahhhh! Vitya creo que me voy a...

No pude contenerme más y me corrí en ese instante, con un fuerte gruñido de su parte también él llegó a su clímax.

— Wow, eso fue... — no lo le dejé terminar pues volví a tirar se su correa.

— Jamás te permití correrte aún. — decrete un poco descontenta y una sonrisa pícara se formó en mis labios. — Lo haremos de nuevo hasta que ya no puedas más.

Se apoyó sobre la pared mientras veía sonrojado como ahora yo me ponía de espaldas, pasando mis muslos por su vista, tentandolo con la mirada. Me puse en cuclillas y me recargue hacia atrás para colocar nuevamente mi entrada sobre su punta nuevamente erecta.

Dejé caer mis caderas sobre su miembro, cubriendolo por completo, pero con ésta posición se sentía más profundo por lo que tocó mi punto especial de una vez, no pude evitar arquear mi espalda por el repentino placer. Mil suspiros salían de mi boca y de la suya, pero él no podía hacer nada, estaba esposado.

Con rapidez me apresure a mover mis caderas sobre él intensamente consiguiendo que su erección creciera aún más dentro de mi, tocando frecuentemente el lugar que me hacía rozar el cielo.

De nuevo me apoyaba y rebotaba con mis piernas temblorosas sobre de Vitya, me movía con rapidez cada segundo que pasaba volviendo más tortuoso para él contenerse, por mi parte no pude evitar lanzar un grito de placer porque mi dulce punto era golpeado constantemente sin piedad, haciendome perder la razón además de que Viktor había besado mi marca que aún me excitaba.

Lo montaba sin piedad y sus suspiros en mi cuello me hacían brincar intensamente sobre él.

Pude sentir como su miembro temblaba dentro de mí, se quería correr nuevamente.

— No aún no. — con trabajos pude pronunciar eso pues el placer me invadía lentamente, movía mis caderas en círculos para bajar el ritmo un poco pero cuando sentía que Viktor intentaba tomar el control, volví a introducirme una y otra vez sobre él.

Los espasmos en mis caderas volvían a indicarme que de nuevo me correría y así lo fue, liberé ese nudo que sentía y dejé salir mis fluidos sobre su miembro.

— ~_______! — una clase de gemido reprimido logró escapar de su boca. 

— Puedes hacerlo.— Le dí permiso para correrse antes de separarnos por completo y sacar su virilidad de mí.

Le quité las esposas y la correa que eran las que hacían apretar su piel, lo único que no pude quitarle yo fue el elegante collarín negro. Y caímos rendidos sobre mi cama.

— Wow, estoy cansado. Me... Encantó hacerlo, hacer cosas diferentes es genial a veces. — tomó mi rostro entre sus manos y depositó un beso en mi frente.

—¿De verdad?

— Así que tu lo harás por mi la próxima vez, ¿verdad?

—¿Quieres intentarlo otra vez?— pregunté dudosa pues no era normal que él se sometiera tantas veces.

— No. —exclamó con una sonrisa. — La próxima vez yo te lo haré a ti.

Él está sonriendo pero... También me asusta.

Fin.

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¡Hola a todos! Quiero decir que este es mi primer lemon que he escrito así que no sea muy bueno pero espero que lo hayan disfrutado.
Cabe aclarar que fue basado en Talk to me.

No he leído muchos lemons dónde la lectora sea la dominante así que intentaré crear uno.

Desde luego, tengo peticiones abiertas, si quieres algún lemon de algún personaje en particular puedes pedirlo abiertamente. Claro, tal vez tarde un poco pero lo tendré listo.

Artista de la imagen: Eunbyul

—Danielle.