- ¿Cómo lo hacemos? - Le pregunté a Chris con impaciencia.

Chris se reclinó en su asiento de cuero, pensando mucho.

- No estoy seguro de si funcionará, pero tenemos que intentarlo. Tenemos que recrear el accidente de navegación -

Mis ojos se abrieron, estaba segura de que uno de mis globos oculares se iba a salir.

- ¿Estás sugiriendo que deberíamos crear el escenario completo del día en que mataron a tus padres para que ella pueda recuperar sus recuerdos? -

Chris asintió a pesar de que parecía visiblemente conmocionado por su idea.

- Eso es exactamente lo que estoy diciendo -

- ¡Eso es cruel! - dije. - Sus psiquiatras me han dicho específicamente que no aborde ningún tema sobre la muerte de tus padres con Lauren, especialmente el accidente. ¡Si hacemos que recupere esos horribles recuerdos, podría empeorar las cosas! -

- ¿Crees que no lo sé? - preguntó, sonando enojado. - Es la única forma, Cami. Si de alguna manera no logramos que recuerde todo, terminaremos muertos -

- Pero ¿por qué te mataría Hugh? Eres su nieto... -

- Si Hugh no lo hace, Donovan lo hará -

- Es tu hermano, Chris - le recordé - ¿Qué le pasa a tu familia? ¡¿Por qué todos están tan enfermos y retorcidos?! -

- Antes de que el abuelo sufriera de Alzheimer, solía llevar a cabo estos rituales viles y atroces.  Murieron personas inocentes. Su padre lo hizo antes que él, y así sucesivamente. Nuestro padre nunca estuvo de acuerdo con esto y quería que se detuviera, pero Donovan siempre estuvo interesado en seguir los pasos del abuelo y haría todo lo posible para asegurarse de que los rituales se llevaran a cabo. Todo estaba jodido -

- Eso todavía no responde a mi pregunta, Chris.  ¿Por qué Donovan querría a su propio hermano muerto? -

- ¡Porque Donovan y Dayana no son mis hermanos de sangre! - confesó y luego su rostro se puso pálido.

Supongo que no había querido que esa pequeña información se le escapara.

Suspiró.

- Tampoco son hermanos de Lauren -

Mi cabeza comenzó a dar vueltas.

- ¿Qué quieres decir? -

Chris se levantó de su silla y caminó hasta su cómoda antigua.

Escuché algunos movimientos.

Tiró algunas cosas al suelo y  sacó un grueso diario negro de uno de los cajones.

Lo recogió y me lo trajo.
Las páginas del diario estaban amarillentas indicando cuántos años tenía.

- Habla sobre el árbol genealógico junto con ciertos hechos, y la muerte de algunos. Salta el comienzo y lee solo las últimas páginas. Fueron escritas por mi madre y eso es todo lo que necesitas saber -

Abracé el diario para mí.

- ¡Gracias, Chris! -

Él asintió.

Y luego alguien llamó a la puerta.

- ¡Rápido, esconde el maldito diario! - susurró Chris.

Lo tiré debajo de su cama.

La puerta se abrió y Lauren se asomó al interior.

- Te he estado buscando... por toda la casa. ¿Qué estabas haciendo aquí? - sus ojos se dirigieron a su hermano.

- Chris y yo estábamos hablando - le dije.

Lauren asintió. - Vamos a la cama, Camz -

- ¡Buenas noches, Chris! - dije mientras me levantaba de mi asiento.

- Buenas noches, Cami -

Mantuve contacto visual con él para hacerle saber que volvería aquí de nuevo por el diario. Él me asintió levemente, así que salí de la habitación hacia Lauren.

- Te has convertido en la mejor amiga de mi hermano - señaló Lauren, sonriendo mientras cerraba la puerta de la habitación de Chris detrás de nosotros.

Yo le devolví la sonrisa.

- Sí, eso creo. A veces es agradable hablar con él -

- Tú también puedes hablar conmigo, Camz.  Quiero decir... si hay algo. Estoy aquí para ti -

- Lo sé. Gracias por eso - dije, presionando los músculos de sus brazos.

Regresamos a nuestra habitación, y ella cerró la puerta detrás de suyo.

Me cepillé el cabello y me puse un camisón preparándome para ir a la cama cuando sentí los fuertes brazos de Lauren rodeando mi cintura, su cabeza estaba inclinada a mi nuca y comenzó a salpicar besos suaves allí.

Lauren era insaciable, y cuando era hora de irse a la cama, por lo general quería tener sexo, lo cual se había convertido en una norma. Supongo que debería tener suerte de que me encontrara lo suficientemente atractiva como para no tener la tentación de mirar a otras mujeres.

Había escuchado demasiadas historias sobre personas ricas teniendo una aventura con otras mujeres mientras sus esposas desempeñaban el papel perfecto en casa, pero con la forma en que Lauren me miraba, sus ojos llenos de deseo, sentí que jamás me encontraría en esa situación.

- Me gusta esto - dijo con una voz profunda y sedosa. - Quítate la ropa -

Sus órdenes eran algo habitual en el dormitorio.

Me reí.

- Tienes claras tus prioridades - me di la vuelta en sus brazos, mirando a mi imponente, extremadamente hermosa y dulce esposa.

Tenía que abofetearme constantemente como recordatorio de que estaba casada con ella y que no era fruto de mi imaginación.

Los ojos verdes de Lauren me miraron.

- Tienes que besarme primero -

Ella sonrió, agarró mi barbilla y me acercó para encontrarme con su boca. Tuve que ponerme de pie sobre mis talones para alcanzar su enorme altura.

Me derretí en sus brazos mientras me besaba y luego me ayudó a desnudarme y procedió a quitarse la ropa también. No fue difícil y rápido, sino lento y lánguido.

Respondí a sus embestidas con el mismo entusiasmo, gimiendo y retorciéndome debajo de ella, susurrando su nombre.

Después de un rato, ambos estábamos exhaustas y nos acostamos juntas en la cama.
Su brazo estaba sobre mí; su espeso cabello caía sobre su frente, enmarañado en sudor, besé y lamí su abdomen con avidez. Besó mi frente, dándome una sonrisa de satisfacción.

- Te amo, Lauren - le dije.

Siguió jugando con mi cabello y no me lo respondió.

Me tragué la decepción.

Un rato después, cuando escuché los sonidos de sus ronquidos, me senté en la cama y me aseguré de que estuviera profundamente dormida antes de salir de la habitación y cerrar la puerta detrás de mí.

Caminé lento al principio y luego aceleré el paso, fui a la habitación de Chris y llamé. 

Chris abrió la puerta, vistiendo solo un par de bóxers, su cabello desordenado y sus abdominales estaban a la vista.

- Te tardaste bastante - dijo adormilado, ahogando un bostezo, y luego empujó el diario en mi mano. - No le muestres esto a nadie. Después de leerlo, tienes que devolverme el diario -

Asentí con la cabeza. - Entiendo -

Escondí el diario en mi bata y regresé de puntillas a mi habitación.

Entré en la habitación y mi respiración se atascó en mi garganta cuando vi la silueta de Lauren que ahora estaba sentada en la cama. No pude ver las expresiones de su rostro en la oscuridad, pero sabía que me estaba mirando.

- ¿A dónde fuiste, Camz? - me preguntó en silencio.

- Me estaba sintiendo un poco mal, así que salí a caminar por los pasillos - la mentira salió de mi boca.

Pasaron unos segundos antes de que levantara la mano hacia mí. - Vuelve a mí -,

Caminé hacia ella y me metí en la cama antes de tomar rápidamente el diario y esconderlo cerca del tocador.

Lauren se acurrucó contra mi cuerpo.

- No me gusta cuando te alejas de mi lado - Ella susurró.

- No me iré a ninguna parte, cariño. Siempre estaré aquí contigo - yo prometí.

Su agarre se apretó sobre mi cuerpo, el agarre era tan firme y amoratado que tuve que pedirle que soltara sus dedos sobre mí. Era como si Lauren se estuviera asegurando de que no volvería a levantarme de la cama.

No podía esperar a despertarme por la mañana y leer el diario.

Necesitaba estar completamente sola para hacerlo.