Los golpes se volvieron incesantes y Lauren continuó insistiendo para que abriera la puerta.

La perilla seguía girando y su voz suave me llamaba desde el otro lado.

- Camz, por favor abre la puerta... -

Me sentí mal por la forma en la que me sostuvo en la cama.

Empecé a tener flashes de mi tío y la forma en que me sentía impotente entonces.

Experimenté el pavor con la idea de que Lauren se estaba volviendo como mi tío.

Evité a Lauren durante dos días seguidos y no comí en el comedor porque no quería enfrentarme a los demás miembros de la familia.

Lauren trataba de hablar conmigo cada vez que tenía oportunidad, pero cada vez que estaba cerca, me sentía intimidada como si fuera a atraparme y tratar de imponerme y yo huía en la otra dirección.

Cuando me crucé con Donovan en los pasillos, noté que tenía una expresión de suficiencia en el rostro, como si esperara que esto sucediera.

Me negué a creer que Lauren se parecía en algo a mi tío.

Mi tío siempre había sido malvado, nunca había visto esa negatividad cuando estaba con Lauren. Era tímida pero inteligente y compasiva. Hubo momentos en los que no se daba cuenta de lo que estaba haciendo o de lo que significaban ciertos gestos. Es posible que se emocionara demasiado y no supiera cómo reaccionar.

En la tercera noche, me cansé del juego del gato y el ratón, me senté en la cama e iba a darle a Lauren la oportunidad de explicar su comportamiento.

Abrí la puerta lentamente y la encontré sentada afuera en el piso, con las piernas pegadas al pecho, balanceándose hacia adelante y hacia atrás.

Tan pronto como me vió, se puso de pie; había un evidente dolor en sus ojos verdes.

- Camz... lo siento... -

Traté de no conmoverme por sus lágrimas.

Con firmeza, le dije. - Regresemos a tu habitación y hablemos de esto -

La seguí a su habitación y me aseguré de mantener la distancia. Lauren estaba de pie en el centro de la habitación, en pijamas de dinosaurios, su cabello era un desastre.

No hizo ningún movimiento para tocarme, así que supe que estaba a salvo.

- ¿Hice algo mal? -

Cerré la puerta.

- ¡Casi me obligas a hacerlo! ¿Por qué estabas así, Lauren? No me gusta sentirme indefensa cuando estamos en la cama. No es así como funciona -

- No sé mucho al respecto. Yo... - se humedeció los labios y me miró con la expresión más desconsolada. - No ... recuerdo cómo hacerlo -

- Estabas siendo ruda. Me sentí sofocada cuando empujaste mi cara contra la almohada -
Limpié las lágrimas que seguían nublando mi visión. - Yo era... soy una víctima de violaciones, Lauren. No sé si eres consciente de esto, pero no me gusta el sexo duro. También es la razón por la que no salí con nadie en el pasado. Tenía mucho miedo... - mi ritmo cardíaco se aceleró. - Temí que me volviera a pasar, y eso me hiciste sentir. Eres más fuerte que yo, y no deseo que me trates así. ¿Entiendes lo que estoy diciendo, Lauren? -

Ella asintió con la cabeza, con sentimiento de culpabilidad me miró. - Es solo que... el vídeo -

- ¿Cuál vídeo? -

Caminó hacia la computadora portátil que estaba en la mesa y la encendió. La miré mientras hacía clic en un ícono en el escritorio y apareció un video.

La habitación se llenó de fuertes gemidos y gruñidos masculinos.

Un hombre corpulento sostenía a una mujer en la cama y la follaba por detrás con mucha rudeza, ella trataba de alejarse de él. El clip era una exageración obvia y la actuación era bastante mala, pero yo sabía lo que estaba mirando. Ella estaba gritando pero también gimiendo cuando él la empujó violentamente, obligándola a bajar. Era un video porno de una fantasía de violación.

Cerró la computadora portátil y me miró a los ojos.

- Antes de la boda... - hizo una pausa tratando de recordar las palabras. - Donovan me mostró este vídeo... y... y... dijo que lo disfrutarías. Dijo que eso es lo que pasa en... la noche de bodas -

La ira me hinchó las entrañas y quise entrar en la habitación de Donovan y matarlo mientras dormía.

Mi rostro ardía de vergüenza.

- Esa no es la manera correcta. Él te mintió -

- Oh - dijo, obviamente confundida. - Lo siento, Camz -

Le di una pequeña sonrisa, sintiéndome un poco aliviada de que no hubiera tenido la intención de hacer lo que había hecho y era el plan de Donovan que Lauren me violara, quería quebrantarme por completo.

Esperaba que Lauren lo hiciera, y su plan casi había funcionado.

Caminé hacia ella y la rodeé con mis brazos. La sentí suspirar y su mano subió a mi cabeza mientras me sostenía cerca, enterrando su rostro en mi cabello, parecía aliviada.

- Sólo sígueme, ¿de acuerdo? -

La sentí asentir contra mí.

La desnudé y luego me quité la ropa también.

Ambas estábamos desnudas,en la cama cuando la besé lentamente y ella imitó lo que estaba haciendo. Nos besamos durante mucho tiempo y la empujé para que se sentara contra la cabecera, a horcajadas sobre su cuerpo. Pasé mis dedos por su pecho, besando un lado de su cuello y luego succionándolo.

Gimió cuando su respiración se volvió áspera y sus dedos se clavaron en mi trasero mientras me acercaba. Tomé su mano en la mía y cubrí mis pechos.

Le enseñé lo que me gustaba.

Cuando su boca tocó mi pezón, arqueé mi espalda para darle más acceso. Conduje sus dedos hacia mis pliegues y cuando supe que estaba lista, coloqué su grueso miembro contra mi abertura y me penetró lentamente. Ambas gemimos con la intensidad del placer que nos golpeaba.

La miré a los ojos, tomé su rostro y reclamé sus labios mientras comenzaba a montarla, sosteniéndome de sus hombros.

- Lauren... - susurré. - Te sientes tan bien -
Ella gimió, yo hice que nos volteáramos para que yo estuviera de espaldas y ella sobre mí.

Lauren me siguió y no tuve que decirle qué hacer cuando el instinto se hizo cargo y me abrazó mientras entraba y salía de mí.

Aprendió rápido.

Fue muy dulce cómo me abrazó mientras hacíamos el amor.

- Camz... - suspiró.

- Camz... -

La expresión de su rostro mientras se corría dentro de mí era algo que nunca olvidaría.
No tiene precio.

Lauren parecía cansada y completamente satisfecha por lo que acababa de suceder. Me enorgullecía el hecho de que fui yo quien le enseñó.

El olor a sexo y sudor impregnaba el aire, gemí mi liberación cuando se derrumbó encima de mí con un empujón final. Le sonreí cuando se movió sobre mi cuerpo hacia un lado.

- ¿Disfrutaste eso? - yo pregunté.

Ambas estábamos sin aliento.

Me sonrió, deslizando una mano alrededor de mi cintura, acercándome a ella, susurró. - ¿Podemos... Camz... podemos hacerlo de nuevo más tarde? -

Me reí. - Sí -

Besé su mejilla. - Te amo... - luego besé sus labios. - Tanto -

- Yo también te amo, Camz - Ella dijo.

Nos quedamos así por un tiempo, simplemente disfrutando de estar juntas.

El silencio era cómodo.

- No escuches lo que dice Donovan, ¿de acuerdo? - dije, jugando con los espesos mechones de su cabello. - Tu hermano te miente -

Pasó sus dedos suavemente sobre mi estómago en círculos lentos.

- Donovan pagará por todo lo que te ha hecho. Muy pronto - sonrió.

Le devolví la sonrisa mientras me acurrucaba cerca de ella debajo de las sábanas, disfrutando de su aroma, enterrando mi cara en su pecho.

- Buenas noches, Camila - Ella dijo.

Mis ojos se abrieron de golpe, pero no me atreví a moverme.

Un escalofrío recorrió mi cuerpo.

Acababa de decir una oración completa sin detenerse, su comportamiento era seguro.

Me llamó Camila.