Esperé en los establos para ver si Lauren aparecía como dijo que haría.

Y fiel a su palabra, estaba allí mismo, en medio del establo, acicalando a otro caballo llamado Bowen, el caballo blanco con manchas negras.

Había tenido cuidado de caminar hasta aquí sola, no queriendo ser vista por el resto del personal. No tenía idea de lo que estaba pasando por la mente de Lauren, o si el beso de ayer fue impulsivo, pero cuando me dio esa mirada acalorada y me pidió que la encontrara aquí, no pude negarme.

No importa cuánto traté de decirme a mí misma que no debería hacer esto, mi corazón la deseaba desesperadamente, esta conexión con Lauren.

Cuando cerraba los ojos por la noche, solo podía ver esos ojos esmeralda y recordaba lo intensas que eran sus miradas y la forma en que encendía mi cuerpo en llamas y cuando me besó ayer, seguí repitiéndolo en mi cabeza.

Lauren notó que yo estaba aquí, sonrió y me encantó cómo sus ojos se arrugaban en las esquinas y no podía evitar que las mariposas volaran en mi estómago.

Antes de que tuviera tiempo de decirle algo, se acercó a mí, tomó mi mano en la suya y me atrajo hacia ella.

No tuve más remedio que seguirla.

Y luego...

Me entregó otro cepillo y me mostró cómo cepillar el caballo.

Me quedé allí como una idiota pensando que me quería aquí para otra cosa.

- Buenas tardes, señora Jauregui, qué amable de su parte honrar a campesinos como nosotros con su presencia. ¿Qué puedo hacer por usted? - Ollie dijo, parado justo afuera de los establos.

No sabría decir si estaba siendo sarcástico o real. Su ropa estaba enmarañada con tierra y me pregunté si estaría haciendo jardinería cerca.

Lauren no dijo nada; actuó como si no hubiera escuchado a Ollie en absoluto.

Ollie volvió su sonrisa hacia mí. - Una excelente conversación, ¿no? -

No podía creer lo grosero que estaba siendo Ollie, y el hecho de que estaba hablando mierda como esta cuando Lauren estaba de pie junto a mí.

Me volví hacia Lauren.

- ¿Por qué no sales afuera y me esperas? -

Primero miró a Ollie, luego me miró a mí y sus expresiones se suavizaron.

Dejó el cepillo en el suelo y nos dejó solos.

Ollie vio a Lauren marcharse y me sonrió. - Me gustaría ofrecerte todo tipo de servicios, señora, sin cargo. No necesito nada a cambio de mujeres hermosas como usted -

- Voy a fingir que no escuché eso - dije dándome la vuelta para irme cuando me agarró la mano con fuerza.

- Tal vez cambies de opinión después de ver esto -

Me mostró su teléfono donde había capturado una foto de Lauren y yo en los establos ayer. 

La toma fue ampliada y mostró mis manos enterradas en el cabello de Lauren mientras sus manos me sostenían contra ella, y nuestros labios se cerraron en un beso escandaloso. 

- Asqueroso hijo de... - grité.

- ¿Qué? ¿Vas a actuar inocente ahora? - su control sobre mí solo se hizo más fuerte. - ¿Crees que acurrucarte con la retardada te convertirá en dueña de la mansión? - Él se rió. - Las niñeras que vinieron a esta casa y se fueron antes que tú, y las más jóvenes intentaron hacer lo que estás haciendo, seducir a esa idiota. ¿Sabes qué les pasó? -
Antes de que pudiera responder, prosiguió, con el rostro torcido en una mueca de desprecio. - Todas murieron extrañamente. Algunas saltaron del balcón, otras desaparecieron sin dejar rastro, alimentaron a perros hambrientos, se ahogaron y la lista de atrocidades no termina. Donovan Jauregui tiene la afición de matar con creatividad - acercó sus labios a mi oído y pude sentir su respiración abanicando sobre mi hombro. - Si haces lo que te digo, borraré esta foto de mi teléfono -

Traté de alejarme. - ¡Suéltame! -

Era pleno día y no había nadie alrededor.

Estaba teniendo todos estos pensamientos horribles sobre cómo Ollie iba a hacer algo malo cuando de repente, por algún milagro, su agarre se aflojó sobre mí, y miré hacia arriba para ver qué lo había causado. 

Lauren se quedó allí, con los dedos apretados alrededor de una pala de jardinería, cuya parte posterior ahora estaba enmarañada con sangre fresca. Ollie estaba en el suelo; un corte en su cabeza y un líquido rojo brillante se derramó de la herida.

- Oh Dios. Oh Dios. ¡Oh Dios! - dije mientras miraba al hombre que se había derrumbado y estaba acostado allí.

A Lauren le costaba respirar; sus ojos brillaban con venganza.

Ollie tosió y trató de moverse cuando un fuerte estallido resonó en el silencio de los establos seguido de un crujido de huesos. Lauren lo había golpeado de nuevo.

Una salpicadura de sangre caliente roció mi vestido.

La cara de Ollie parecía mermelada.
La tobillera de su pierna parpadeó con una señal azul y se abrió.

Estaba demasiado aturdida para moverme mientras miraba el desorden sangriento frente a mí.

Mis pensamientos estaban revueltos y miré a Lauren, que ahora temblaba y miraba la cara destrozada de Ollie. La mirada amenazadora en sus expresiones se había disuelto, parecía absolutamente aterrorizada y conmocionada por lo que había hecho.

- Yo-yo... no quise... - dijo con voz arrepentida.

Dejó caer la pala y salió de los establos.

Corrí detrás de ella y la encontré agachada en la hierba junto al árbol.

- Camz... - dijo, las lágrimas caían de su rostro, se miró las manos. - Estaba tratando de lastimarte... yo... yo... - Trató de formar las palabras, tragó  y continuó. - No podía... -

Le limpié la cara con mi vestido. - Tenemos que avisarle a tu hermano sobre esto -

- Nooooo... - Lauren dijo en voz alta. - Donovan, él... él se enojaría y me castigaría. Me dará esas horribles medicinas... por favor, Camz... mató a mis niñeras anteriores, después intentó culparme... no podemos decirle a Donovan sobre esto -
Lauren se estaba poniendo histérica mientras apretaba su cabello, las lágrimas rodaban por su rostro. - Yo... yo... no quise... -

De la forma en que lo vi, Ollie era un idiota lascivo y le informaba cada detalle a Donovan. Lauren me había salvado que me molestara, me había buscado y me había traído de regreso a mi habitación cuando estuve confinada en ese sótano durante semanas, así que hablar de esto con Donovan y meter a Lauren en problemas no era algo que quisiera hacer.

Tomé su rostro en mi mano. - No se lo diremos a nadie -

* * *

A veces, cuando me sentaba sola en la habitación, me preguntaba si me despertaría y todo esto sería solo otra pesadilla.

Quizás los Jauregui eran una buena familia y todo lo que había pasado hasta ahora era parte de mi morbosa imaginación.

Pero eso no era cierto.

Estaba viviendo en la pesadilla.

Siempre que intentaba cerrar los ojos, todo lo que veía era la cara de Ollie.

Ayudé a alguien a encubrir un asesinato.

No importa lo malo que haya sido, no importa lo que haya hecho, el asesinato sigue siendo un asesinato.

Hubo destellos de Lauren cavando y las dos bajamos enterramos un cuerpo casi sin cabeza del sirviente.
Lauren le echó barro para cubrirlo y lo enterramos profundamente en el bosque. También tuvimos que deshacernos de la sangre de la camisa de Lauren, así que volví a hurtadillas a la casa y la lavé en el fregadero.

Rompimos el teléfono de Ollie y lo tiré todo al lago. Esta vez fui consciente de las trampas para osos que había en el área, no iba a caer en esa mierda de nuevo.

Lauren y yo nos presentamos a la mesa de la cena como si nada hubiera pasado, pero cuando vi el bistec termino medio en mi plato; tuve que excusarme para vomitar porque mi mente no podía dejar de evocar imágenes del rostro de Ollie, especialmente sus ojos aplastados.

Lauren parecía estar mucho mejor que yo.

Donovan le preguntó a Winston si había visto a Ollie y siguió murmurando en voz baja cómo iba a matar al sirviente cuando lo encontrara. Quería decirle a Donovan que habíamos hecho el trabajo por él.

Enterré mi rostro en la almohada, ahogando mis gritos.

¡Había encubierto un asesinato!

Me sorprendió una sombra que se movía detrás de mí, la silueta de una persona.

Me senté erguida y me volví para ver una figura alta de pie en la puerta.

¿Cuánto tiempo había estado allí parada?

Mi corazón estaba acelerado. - ¡Me asustaste, Lauren! -

- Camz... - susurró.

- Por favor, no vuelvas a hacer eso, y se supone que debes tocar la puerta antes de entrar - le dije.

Probablemente no había cerrado la puerta antes de dormir porque estaba demasiado preocupada con todo lo que había sucedido esta tarde.

La hora en el reloj era la una y treinta y seis de la mañana.

Me limpié los ojos con el dorso de la mano. - Entra -

Lauren entró en la habitación y cerró la puerta detrás de ella.

Estaba oscuro dentro de la habitación, así que no pude ver las expresiones en su rostro.

- ¿Necesitas algo, Lauren? -

Encendí la lámpara lateral de al lado.

Se acercó a la cama y yo estaba más consciente de su hermoso rostro ahora que estaba tan cerca. Esos ojos parecían más intensos en la penumbra. Tenía su sudadera abierta y solo llevaba un par de pantalones cortos de pijama.

Se veía aún más intimidante en mi pequeña habitación y su falta de ropa me estaba dando todas las ideas equivocadas.

- No puedo dormir - ella dijo.

- Yo tampoco - admití.

- ¿Puedo dormir aquí contigo? - me preguntó, sentándose en la cama y poniendo su cabeza en mi regazo.

No podía decir que no, no cuando me miraba así.

Si Lauren me preguntara si podía saltar del acantilado con ella, probablemente también estaría de acuerdo.

Su inocencia infantil fue algo que me atrajo.

- Me gusta estar cerca de ti, Camz -

Pasé mis dedos por su suave cabello y se sintió reconfortante y agradable.

Iba a decir " A mí también" cuando me preguntó. - ¿Puedo besarte de nuevo? -

Mi respiración se atascó en mi garganta.

- No deberíamos - dije.

- ¿Por qué no? -

- Simplemente no podemos, ¿de acuerdo? - le espeté.

Se apartó de mi regazo y se veía conmocionada, como si la hubiera abofeteado.

- Soy tu niñera - aclaré. - No podemos besarnos -

Un rato después preguntó. - ¿Qué hay de mi mejilla? -

Sonreí. - Creo que podría hacer una excepción -

Me incliné y justo cuando mis labios iban a tocar su mejilla, se giró un poco y me encontré con sus labios.

Una vez que nuestros labios se rozaron, no pude detenerme.

Cuando separé mi boca, su lengua entró en mi boca. El beso fue profundo y me pregunté si incluso podría saborear mis miedos y mi dolor. Era como si me lo estuviera quitando todo.

Terminé en la cama y Lauren encima de mí, no entendía el peso que estaba poniendo sobre mí porque estaba demasiado interesada en comerme. Sus manos se movieron a los lados de mi cuerpo con fervor y su mano aterrizó en mi pecho derecho. 

Me sentí un poco electrocutada cuando lo apretó con su palma y continuó asaltando mi boca con la suya.

Estaba caliente, su erección presionada contra mi hueso pélvico era una prueba y pude sentir la necesidad creciendo dentro de mí. 

Necesitaba sus manos sobre mí.

Extendió la mano hacia el dobladillo de mi vestido, sus dedos trazaron mis muslos y supe lo que iba a hacer, y por mucho que amaba lo que estaba haciendo, necesitaba que se detuviera.

No podía dejar que el deseo se hiciera cargo.

- Lauren, no - susurré.

Sus manos dejaron de moverse y apartó su cuerpo del mío.

La vista era gloriosa, por decir lo mínimo, y algunas mujeres podrían haber matado para estar en mi lugar. La verdad era que no sabía si Lauren se sentía atraída por mí o simplemente estaba desesperada porque no tenía compañía femenina durante mucho tiempo desde el accidente.

Me di cuenta de que no me importaba.

-¿Dormir? - preguntó.

- Sí, vamos a dormir -

Se acostó a mi lado y puso su brazo sobre mi cintura tirando de mí hacia ella.

Me di la vuelta para enfrentarla y la vi mirándome y no pude evitar caer más y más profundamente.

Me estaba enamorando de ella.