38.
—¿Sabes que no es necesario que vengas cada vez que voy a salir? No me gusta molestarte, Ara— hace saber, la menor.
La mayor chasquea su lengua y niega con la cabeza.
—No molestas, guapa— sonríe— me encanta ayudar— afirma y termina de colocar la base de maquillaje sobre su piel— ¿Dónde irán?
—No me quiso decir, sólo que íbamos a salir en la noche.
Ara hace una pequeña mueca con sus labios, confundida.
—Igual, no dudo que sea algo especial.
Semi sonríe sin poder evitarlo, de sólo pensar que saldría en la noche con el chico que la hacía enloquecer. No le importaba el lugar, ni las condiciones, mientras fuera con él, aceptaría todo.
—¿Ara?
—¿Sí?
—¿Tú crees que Jimin realmente me quiere?
La doctora al escucharla, no pudo evitar reír.
—Semi, ¿por qué no me preguntas algo más difícil? ¿O acaso quieres que te recuerden el amor que ese chico siente por tí?
Semi no puede evitar sonrojarse ante su respuesta, realmente no sabía si preguntar eso, pero las palabras salieron solas.
—Bueno, igual, gracias por recordarme— sonríe rápidamente— te juro que estoy nerviosa.
—¿Por qué?
—No sé, él..— suspira— él sigue poniéndome nerviosa.
Ríe enternecida.
—Ustedes dos hacen una preciosa pareja, la mejor que he visto, de hecho. Sin importar el malentendido y su actitud, él es un gran chico y tú una de las mejores que existen.
—Yo conozco a una chica mejor que yo— comenta.
Ara frunce el ceño mientras delinea sus ojos.
—No creo que exista chica mejor que tú, y si es así, dile que se aparte.
Semi observa a Ara y sonríe.
—Yo no podría pedirte eso a tí.
La doctora abre sus ojos como par de platos al escucharla, se refería a ella como la mejor persona. Juraba sentir algo en su pecho, y cómo las lágrimas amenazaban con salir. Sin duda, Semi era una de las mejores personas que había conocido y había tenido el placer de curar cuando su vida corría peligro. Pero Semi, sin darse cuenta, también curó a Ara internamente.
Semi cayó del cielo para Ara, como mismo la doctora para la joven.
—Semi..— suspira.
—Créetelo, Ara, eres un milagro.
Sonríe.
—Basta que voy a llorar, y no me consolarás porque no perderemos tiempo en mí— pide, haciendo que la menor sonría sintiendo ya sus ojos picar.
—Vale, igual siento que también voy a llorar— avisa.
—Mira Goo, una lágrima sale de tus ojos deshaciendo el delineado y corriendo la base y créeme que no saldrás con Jimin ésta noche— amenaza divertida y la continúa maquillando.
—Vale, dejemos esas emociones para cuando me case— respira profundamente alejando sus emociones.
—¿Será con Jimin?— pregunta pícaramente.
—Nadie sabe— encoge sus hombros.
—Yo sí sé— asegura.
—¿Qué tan segura estás?
—Como mismo estuve segura de que recuperarías la visión— guiña un ojo y ambas sonríen.
༺ ᴮᴸᴵᴺᴰ ᴸᴼᵛᴱ ༻
La hora había llegado.
Semi se encontraba sobre su cama, arreglada, lista para salir.
Vestía un vestido blanco, de escote corazón, con algunas lentejuelas plateadas, que cubría hasta sus muslos. Unos tacones bajos del mismo color. Unos pendientes y un collar del mismo tipo y color; plateado. Su cabello suelto y ondulado, y para concluir un maquillaje suave, sin contar el color de sus labios; el cual era cubierto por un rojo vino. Estaba hermosa, como siempre.
Se preguntaba dónde irían y qué harían, esa última interrogante apareció en su mente por culpa de la doctora, quien le advirtió que podía pasar cualquier cosa, ya que ella no sabía dónde irían. Por lo cual le regaló un preservativo, al principio la chica lo rechazó asqueada y ofendida, pero luego aceptó que podía pasar y lo tomó por si acaso.
No deja de mover nerviosamente la pierna, jugar con sus dedos y sentir su corazón latir a mil. Los nervios no le permiten agarrar el celular, por lo cual sólo prefiere esperar.
Inesperadamente, unos toques en la puerta de su habitación la sacan de su trance.
—¿Sí?
—¿Puedo pasar?— indaga su madre.
—Claro— acepta y se sienta sobre la cama.
La madre abre la puerta pero al ver a su hija quedó perpleja y paralizada en su lugar.
A Semi su reacción le pareció bastante graciosa, por lo cual no pudo evitar soltar una pequeña risa.
—¿Por qué me miras así?
—¿Como la chica mas linda de éste universo?— indaga ella— Dios, Semi, estás muy bonita— halaga sorprendida.
—Gracias ma'— sonríe— ¿tú crees que Jimin crea lo mismo?
La madre chasquea la lengua y se sienta junto a ella.
—Como que soy tu madre, así de segura estoy de que le encantarás— asegura.
Semi baja la mirada y una sonrisa no puede evitar formarse.
—¿Dónde van?
—No quiso decirme.
—Ah, es sorpresa— habla pícaramente— confío en ése chico.
—¿Por qué hablas así? ¿Tú y Ara se conectan por telepatía acaso?
—Nada, es que esas cosas se dan cuando algo es sorpresa— confirma— pero tú eres muy joven para entenderlo— da una palmadita en su espalda y se levanta de la cama.
—¡Mamá!
—¿Traes protección?
Semi abre exageradamente sus ojos al escucharla.
—No, no respondas. Si él es responsable traerá— sonríe burlona.
—¿Podemos dejar las bromas?— pregunta nerviosa.
La madre iba a responder pero el sonido del timbre no le permitió.
Semi siente escalofríos en su cuerpo y muerde su labio inferior para relajarse.
—Oh, debe ser tu novio— dice sarcásticamente la madre— iré yo, ya puedes ir bajando, princesa— guiña un ojo y comienza a bajar las escaleras.
La pelinegra se levantó a verse una vez más en el espejo, donde respiró profundamente para relajar los latidos de su corazón, quien parecía querer salir de su pecho.
—Tranquila.. todo saldrá de maravilla— susurra para sí misma, relajando sus nervios, posteriormente sonríe.
—¡Semi!— llama la madre desde abajo.
Ella voltea lentamente y comienza a caminar hacia la puerta, donde se detiene un segundo.
—Confío en Park Jimin— asegura en un susurro y sale de la habitación, para bajar las escaleras y dirigirse hacia el living.
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