32.
El sonido del timbre indica que ya es hora de concluir la jornada, por lo que Semi recoge sus cosas para irse. Como era de costumbre era de las últimas en salir. La mirada atenta y fija de Rosé sobre ella no la incomodó, pues puso atención a lo que realmente lo merecía.
-Señorita Goo- la llama la profesora de Literatura, por lo que rápidamente la observa.
-¿Sí?
-No quería preguntarle delante de todos para no incomodarla, ¿cómo está su visión?
Sonríe levemente.
-Estoy bien, muchas gracias por preguntar.
-Eso es bueno- ambas se hacen una reverencia y la menor sale del salón.
Caminaba por los pasillos vacíos, pero unos sollozos provenientes del baño de chicas llamó su atención, por lo que se detuvo.
Con pasos escurridizos caminó hasta éste y asomó su cabeza, asombrándose con lo que estaba viendo ¿Qué le habrá pasado?
Se acerca lentamente hacia ella.
-¿Qué pasa?
Afligida, observa a Semi e inmediatamente limpia sus lágrimas y respira hondo.
-Sólo estoy estresada- miente rápidamente y camina hacia la puerta pero es detenida nuevamente por Semi, quien no la dejo pasar.
-A otro con ese cuento, Lalisa- la observa- dime qué te ocurre.
-Tú estás enojada conmigo, no tienes porqué hacerlo.
-Estoy molesta porque no estuviste cuando te necesité y no me demostraste que eras una buena amiga. Pero eso no quiere decir que no voy a ayudarte a tí.
Semi era mejor persona, sin duda.
Lisa frunce el ceño y cierra los ojos antes de derrumbarse nuevamente sin consuelo.
-¿Jungkook te dejó?- intenta adivinar pero ésta niega.
-Él está ayudándome, por eso hay veces que se ausenta- habla con dificultad.
-¿Ayudándote?
-Semi- dice en un hilo de voz- me voy a morir.
La pelinegra abre sus ojos como platos y su corazón golpea fuerte su pecho.
-¿Qué dices? ¿Por qué dices eso?
-Estoy enferma- contesta en un susurro casi inaudible.
Sin que Semi lo quisiera, el botón de sensibilidad había sido activado con sólo ver el estado de aquella chica que aunque no fue lo suficientemente buena con ella cuando lo necesitaba nunca habría deseado su mal, menos algo así.
-Dios, Lisa- baja su mirada sintiendo su vista nublarse.
-Semi, no te lo he dicho antes porque acepto que soy una mala amiga- alza su mirada al escucharla- pero lo siento.
La pelinegra niega con la cabeza, restándole importancia y la envuelve entre sus brazos.
-No te disculpes, Lisa.
-Fui mala contigo, Semi, no lo merecías, escuché a Rosé y me dejé llevar por sus estupideces.
-Lisa, Rosé es tu amiga, no digas eso por complacerme.
-Rosé se burla de mi condición física a diario, me hace sentir mal, me recalca lo mala amiga que soy contigo y con ella por haberle quitado a Jungkook, y Jennie me dice que a mis espaldas habla horrores de mí. Ella no es amiga mía, Semi.
-Estabas ésta mañana sentada con ella.
-No quería alejarme y que me atacaran a preguntas, por lo que estuve unos minutos con ellas hasta que llegaste tú. Rosé comenzó con su envidia y me alejé, me dijo unas cuantas ofensas y me fui corriendo al baño a llorar. Estoy demasiado sensible con ésto- sorbe su nariz.
-Lisa.. realmente quiero ayudarte en algo, ¿qué tan grave es?
-Lo suficiente como para acudir a una operación que no puedo pagar- baja la mirada.
-¿Tienes..
-Sí, Semi, por favor, no lo digas.
Baja su mirada y suspira fuerte para luego regresar su mirada hacia ella.
-Puedo ayudarte- afirma firmemente.
-Semi, no es necesario.
-¡Claro que lo es! ¡Si puedo contribuir a que te salves lo haré!- exclama.
Lisa frunce su ceño.
-Eres muy buena, definitivamente no te merezco- niega.
-No hables mierdas, Lisa. Te voy a ayudar porque yo pude salvarme y mi vista salió de maravilla luego de meses. Ten fe.
La contraria suspira y asiente.
-Hoy mismo comenzaré con ello.
-Escuché que irás a casa de Jin hoy.
-¿Cómo lo sabes?
-Soy novia de Jungkook, él es amigo de Jin, yo tengo una relación de amistad con el mencionado bastante aceptable y en una conversación entre ellos dos ayer escuché tu nombre- explica.
-¿Irás?
-Será lo mejor para subir mis ánimos, según dijo Jungkook- habla sin fuerzas.
-De seguro que sí- aprieta sus labios- entonces nos vemos allí- se voltea para caminar pero ella la detiene.
-Semi- toma su brazo, haciendo que la contraria la observe atentamente.
-Dime.
-Jimin nunca te engañó con nadie- aclara.
Semi entrecierra los ojos confundida, ¿cómo sabía que estaban teniendo problemas?
-¿Cómo-
-Rosé siempre lo llamaba para que la ayudara a estudiar a su casa.
-Ah, con que era ella- susurra con una sonrisa amarga.
-Su plan era separarlos para que tú te sintieras sola y ella poder conquistar a Jimin- informa.
-¿Cómo lo sabes?
-El día en que ella te visitó le dijiste que estabas saliendo con Jimin, casualmente el chico que le gustaba en la escuela- Semi arquea una ceja- dijo que acabaría con la relación, y comenzó a acercarse a él para que le ayudará a estudiar y eso. Al principio él se negó, pero ella es una manipuladora, y por lo visto el punto débil de Jimin es su autoestima. Supo cómo convencerlo.
-¿No pasó nada entre ellos?- indaga preocupada.
-Semi, por favor, a Jimin le da asco Rosé- ríe levemente- en serio, él siempre la aleja y la aparta cuando ella pretende acercarse, de hecho, ahorita conseguí algo- saca su celular de su bolso- iba a enseñárselo hoy en casa de Jin, si tenía suerte de que quisieras oírme, pero te lo muestro ahora- buscando en su celular encontró un audio reciente y lo reprodujo.
-¿Piensas volver con ella luego de haber roto?
-No hemos roto.
-Pero.. ustedes ya no se hablan.
-No hemos roto.
-Jimin, estás luchando contra Kim Seokjin, o sea, un chico muy guapo, amable con las chicas, coqueto, adinerado, popular.. no creo que ganes contra eso, así como hay mejores chicos, hay mejores chicas- en ese momento Semi acerca su oído, intentando decifrar qué dijo pues parecía susurrar algo.
-No me interesan esas cosas, Rosé.
-¿Qué tiene esa maldita Semi que yo no?
-Ella tiene lo esencial.
-¿Qué es eso?
-Lo que es invisible a los ojos. Entiende que la belleza no lo es todo.
Lisa apaga su celular una vez concluido el audio.
-En ese momento, Jimin salió.
-¿Pudiste oír lo que susurró?
-Le decía que habían chicas mas lindas, adineradas, populares y todo eso.
Semi asiente y una risa amarga escapa.
-Es una verdadera manipuladora.
-Lo sé. Entonces te pido que no le des el gusto, ella sólo quería que rompieran.
-Sé lo que tengo que hacer- afirma.
-¿Qué harás?
-Ya lo verás. Ahora vámonos antes de que nos encierren aquí- indica y la contraria asiente para salir rápidamente del lugar.
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