28.
Jimin esquiva a varios chicos que se encontraban en el pasillo y a lo lejos observa a la rubia, quien se dirigía a su salón.
Acercándose a paso rápido llegó hasta donde se encontraba ella y evitó que se adentrara en el salón encerrando su muñeca para sacarla del pasillo y llevarla hacia un lugar solitario.
La rubia quedó anonadada ante su acción, por lo cual no pudo evitar abrir los ojos como platos.
—¿Dónde me llevas, Park?— indaga ésta, confundida.
—Cállate— ordena, logrando que una expresión de ofensa aparezca en su rostro.
—Así no deberías de tratar a una mujer ¿sabes?
—Ni que te hubiera maltratado, Park— llegando a un lugar vacío, se posicionó frente a ella con una expresión de enojo y liberó su muñeca.
—¿Qué pasa, Jimin?— soba su muñeca fingiendo dolor, pues el chico no la lastimó.
—¿Por qué tuviste que mandarme ése mensaje?
Rosé sonríe al escucharlo.
—Te quería dar las gracias, ya estoy obteniendo mejores resultados.
—No era necesario, Park.
—¿Por qué tan enojado, Jimin?— da un paso al frente mientras esa expresión traviesa no desaparece— no hice nada malo.
—Tengo problemas con mi chica por tu causa.
La rubia finge estar sorprendida.
—Madre mía, ¿tienes novia?— inhala fuertemente, fingiendo impacto— ¿por qué no me lo contaste?
—Porque eso no tiene porqué importarte.
—Aunque.. el mensaje no dice nada malo, de hecho, creo que deberías explicarle lo que realmente pasó ¿no? ¿Por qué desconfía de tí? ¿Es tóxica?
—Rosé, Rosé..— sostiene el puente de su nariz con los dedos y cierra los ojos— ¿leíste lo que pusiste? Cualquiera que ve eso piensa mal.
—Para eso estás tú y se lo explicas, Park— sonríe levemente— además..— da un paso más cerca— creo que no mereces a una chica tan tóxica, ¿sabes?— intenta tocar su hombro, pero rápidamente da un paso atrás.
—No hables así de ella, no la conoces— niega con total seriedad y firmeza, tanto que suena amenazante.
Ella sonrió frunciendo su ceño y observando hacia otro lado, fingiendo no entender su reacción.
—No me ataques, Park.
Jimin rodó sus ojos ante su victimización.
—Lo que vengo a decirte es que no vuelvas a meterte en mi vida, para nada. Te ayudé con tus dudas, se acabó— declara.
—Podemos ser amigos, Jimin, soy buena chica.
—No soy de tener tantos amigos, Rosé.
—¿Eso es porque tú noviecita no te deja?— habla burlona.
—No vuelvas a mencionarla.
—Ay, intento caerte bien, Park.
—Estás logrando lo contrario, Park— observa hacia un lado— eso es todo— comenzó a caminar hacia el pasillo, mientras que la rubia gruñó furiosa a sus espaldas, en un tono poco audible.
—¿Por qué es tan difícil?— chilla y jala sus cabellos frustrada— ¿Qué tiene Semi que yo no?
—¿Ahora hablas sola?— la rubia lleva su mirada hacia la voz frente a ella, viendo a Lisa, quien fruncía su ceño por su comportamiento.
—Tengo que acabar la relación de Semi y Jimin— responde.
—¡Para, Rosé! No intervengas en una relación ajena y búscate una tú— habla molesta.
Sonríe amargamente.
—Me importa poco tu reclamo, Manoban. Intenvendré porque quiero a Jimin para mí, no sabe de qué se pierde estando con la otra— hace una mueca de disgusto— poco popular.
—No creo que estés hablando mal de ella— niega— ya nada me sorprende.
Encoge sus hombros.
—Jimin me dijo que dejara de enviar mensajes inoportunos— sonríe— veo que eso fue lo que cagó la relación.
Lisa abre sus ojos de más.
—¿¡Qué coño hiciste!?
—Nada. Semi se molestó porque al celular de Jimin llegó un mensaje mío diciéndole que gracias por su ayuda, cuando ellos recién despertaban juntos— ríe inocentemente.
—¿Cómo sabes que despertaron juntos?
—Fueron a la fiesta de Seokjin, los seguí hasta que se detuvieron en casa de Semi.
—Esta obsesión tuya no se normal, Park.
—Ay, cállate, Lisa— ordena harta de sus regaños— vete con Jennie, no sé, pero no intervengas en ésto.
—Romper una relación ajena sólo por querer ver sufrir a una persona es de personas miserables— comenta y comienza a caminar de vuelta a su salón.
Rosé rueda sus ojos.
—Ay, Semi, estás muy jodida— susurra para ella.
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Semi se encuentra en la entrada de la institución educativa, había sido el día más largo e incómodo, por la insistencia de Jimin y la burlona mirada de Rosé en clases.
Ésta comienza a caminar pero es detenida por una voz conocida.
—Semi.
Se voltea y sonríe levemente.
—¿Kim Seokjin hablándome a mí?
—Ya te dije que no soy otro superficial de ésta escuela— recuerda y se acerca hasta estar frente a ella— no es mi culpa que a todas les guste mi hermosa cara.
Semi ríe.
—Sí, es normal, supongo.
Éste imita su acción.
—Bueno, vine a avisarte que.. si quieres puedes venir con Ara a una segunda reunión en mi casa, éste jueves.
—¿Quieres ver a Ara o a mí?— ríe.
—A las dos, a las dos. Tú me agradaste y.. sé que pasaremos un buen momento, no somos tantos como la última vez. Ésto es algo auténtico.
Asiente.
—Me encantaría.
El varón sonríe.
—Perfecto, nos vemos allí entonces— hace una leve reverencia antes de continuar caminando.
—Adiós.
Semi siente unos pasos detrás de ella, no quiere voltear porque podría tratarse de cualquier estudiante. Pero..
—¿Kim Seokjin?— esa voz hizo que la chica girara sobre sus talones y observara al chico de frente.
—¿Me espías?
—Venía saliendo y los ví juntos— la observa serio— ¿Qué te dijo?
—Jimin, eso creo que no te importa— frunce el ceño.
—¿¡No me dirás!?— cuestiona ofendido— somos novios, se llama confianza.
—¿La misma que tú tuviste conmigo al contarme que te veías con alguien más?— al escucharla apretó sus labios y ella sonrió levemente.
—Semi, te juro que nada raro pasó— toma sus manos— sólo fueron tres días de ayuda.
—¿Por qué ocultarlo, Jimin?
—Podías pensar mal si te lo decía— baja su mirada.
—Jimin, yo no soy tóxica, si me hubieras dicho ésto antes claramente no estaríamos distanciados.
—Lo sé, lo sé. Y no sabes lo arrepentido que estoy de haber ocultado esa tontería.
—No te odio, no creo nada malo de tí. Eres estupendo y soy muy afortunada al tenerte a mi lado— afirma— pero no puedo evitar mirarte y sentir un poco de molestia por esa mentira.
—¿Qué mentira? No te he mentido.
—Ocultar una verdad es la peor mentira.
Éste baja su mirada y ella hace que suelte sus manos, sin ser brusca con él.
—Tengo que irme, Jimin.
—¿Necesitas algo? ¿No has tenido molestias ni visión nublada, ni nada?— indaga preocupado.
Ella sonríe.
—Tranquilo, estoy bien. Sólo necesito un poquito de tiempo.
Al escuchar la petición de la chica, el varón no puede evitar alarmarse.
—¿Estamos r-rompiendo?
Ella no responde, hasta segundos después.
—No. Sólo que.. necesito algo de tiempo— dicho ésto, comenzó a caminar hacia su hogar. El varón solo quedó parado en su lugar, procesando las palabras de la chica.
No, sólo tiempo.
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