Semi despierta al día siguiente y abre lentamente sus ojos, preparada para otro largo día con visión borrosa.

Pero..

—¿¡Qué!?— alza la voz alegremente y se levanta de un tiro de la cama.

Observa todo el lugar, y sonríe ampliamente, sintiendo la emoción invadir su alma.

No puede evitar soltar un chillido fuerte y agudo de emoción.

—¡Hija!— sube apurada la madre— ¿te pasó algo?— abre la puerta y mantiene una expresión de preocupación.

Semi sonríe ampliamente al ver nueva y claramente a su madre.

—¡Mamá! ¡Ya te veo!— celebra felizmente.

—¿En serio?— asiente rápidamente y se acerca a abrazarla— ¡Dios, al fin!

—Ay, mamá, ¡me siento tan contenta!

Se separan lentamente y la mayor acaricia la mejilla de su hija mientras una gran sonrisa aparece en su rostro; la felicidad de su hija era también la suya.

—Semi, tenemos que llamar a Ara, para unas últimas revisiones e indicaciones médicas.

—Oh, claro, llamémosla— asiente.

La madre baja las escaleras con su hija para así llamar a la doctora y darle la gran noticia.

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Semi se encuentra sentada en el sofá del living, esperando ansiosamente ver con claridad el rostro de aquella mujer que tanto la ayudó y cuidó cuando se encontraba invidente.

Al escuchar el timbre se levantó rápidamente y abrió la puerta, viendo finalmente el físico de la doctora que la salvó.

Tez blanca, mejillas rechonchas, ojos color miel, facciones finas, cabello castaño largo y liso.. y sí, unos centímetros más alta que ella.

Una mujer muy hermosa.

—Ara..— dice observándola— al fin puedo verte.

Ella sonríe ampliamente y la envuelve en un fuerte abrazo que correspondió instantáneamente.

—Muchas gracias, Ara— agradece con toda sinceridad.

—Gracias a tí, Semi. Nunca nadie había valorado tanto mi esfuerzo como tú; realmente eres una gran persona y te aprecio muchísimo.

—Yo te aprecio más— la aprieta un poco más antes de separarse y volver a observarse.

Sonríe levemente.

—Eres muy bonita— halaga.

—Nah, olvídate de mí— la señala— tu novio, nena, él es hermoso.

Asiente emocionada.

—Qué nervios, Ara.

—Déjate de nervios, pequeña, y sonríe que te ves hermosa— halaga haciéndola reír— llámalo y dale la noticia, pídele que venga a verte.

—Ahora debe estar en clases.

—Oh, hablando de eso.. puedes empezar la semana que viene si lo deseas— se acerca un poco— si no podemos inventarnos algo extra— susurra.

—No, no, quiero empezar de nuevo— niega y sonríe.

—Aburrida— desaprueba la doctora y se levanta— debo regresar al hospital, Semi. Me alegra mucho saber que estás mejor que nunca, pequeña.

—Todo gracias a tí, Ara— sonríe ampliamente.

—Basta, eres realmente linda.

—Tú eres mi super heroína.

—Tampoco así..— sus mejillas se encienden inmediatamente.

—Sí eres, sí eres.

—Me voy, Goo, eres fastidiosa— ríe y camina hacia la puerta— adiós.

—Adiós.

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—Hola— saluda una chica pelicorta al chico de cabello gris. Éste la observa bajando la mirada por la diferencia de alturas.

—Hola, ¿qué se te ofrece?— fue educado.

—¿Park Jimin?

Ríe levemente y frunce el ceño confundido.

—¿Ya me he vuelto un popular de aquellos o qué?

—No, es que tengo una amiga que te conoce..

—Mira, no soy tutor ni nada de eso, no te lleves de los comentarios ajenos— interrumpe— sólo ayudo a una chica porque lo necesita.

—Justo de eso quería hablarte, ¿sabes?

—¿A ver?— se gira hacia ella— ¿Qué pasa?

—Es que Rosé..

En ese preciso instante se acercó la chica rubia hacia ellos, pero no logró escuchar lo que hablaban antes. Ambos voltearon a verla al sentir sus tacones golpear el suelo cada vez que daba un paso.

—Oh, Lisa, ¿qué haces tú aquí?— intenta ser simpática, pero la falsedad que inunda su alma no se lo permite. Sonríe fingiendo confusión y frunce exageradamente el ceño a lo que abre más sus ojos.

—Yo.. yo..— mira a Jimin— yo debo irme ya a hacerme el chequeo médico— dice rápidamente y gira para comenzar a caminar.

Jimin observa a la pelicorta y ladea un poco su cabeza, confundido por lo que acababa de pasar; ésta no se veía irreal ni con malas intenciones según él.

—Deberías comer más, ¿sabes? Parecerás de anorexia si no lo haces, querida— aconseja con voz empalagosa la chica, pero fue ignorada por la contraria.

Giró hacia el chico y sonrió coquetamente.

—Bueno..

—Rosé hoy sí no tengo tiempo, mi hermana está sola en casa y tengo cosas que hacer ésta tarde— interrumpe rápidamente.

—De hecho, no iba a decir eso— niega.

—¿Ah no? ¿Qué sino?— la observa indiferente.

—Te iba a avisar sobre la fiesta de Kim Seokjin, el chico más popular de la institución junto a Kim Taehyung.

Éste asiente.

—¿Y?

—¿No vienes? Será muy buena y todos están invitados— promociona.

—Dudo que todos los alumnos vayan allí, y aunque fuera así la respuesta seguiría siendo no; estoy ocupado y no salgo a fiestas.

—¿Por qué eres tan aburrido, Park? Es como si alguna chica te estuviese controlando— usa psicología inversa contra él.

Éste se aleja un momento de su casillero y acorrala a la chica contra uno cerrado al lado. Su movimiento fue sorpresivo para ella, gracias a su agilidad y velocidad.

—Creo haberte dicho que eso no te incumbe, Park— repite, pero ésta vez en un tono de advertencia.

Ésta alza una ceja y sonríe de lado.

—Ay, cuánta hostilidad, Park— se acerca sin temor— creí que ibas a besarme.

Ésto sólo provoca una risa falsa por parte del chico.

—Ya quisieras, Rosé, ya quisieras— se aleja de ella y cierra bruscamente su casillero de un tirón, haciendo sobresaltar a la rubia.

Camina alejándose de ella por los pasillos, hasta que la vibración de su celular llama s atención, por lo cual lo saca de su bolsillo y visualiza el nombre de Semi. Levanta y se dirige hacia un pasillo vacío.

—Hola, querida— sonríe.

—Lindo, ¿cómo te sientes hoy?— indaga alegremente.

—Bien, el día no marcha mal— responde con un tono cansado.

—Jimin-shi, te tengo una noticia.

—Oh, suenas feliz. Anda, sin intriga.

—¡¡Ya puedo ver!!— chilla emocionada al otro lado de la línea y el varón se paraliza en su lugar.

Se mantuvo en silencio sin saber qué decir o hacer en aquel momento. Del tiro se había puesto nervioso.

—¿Jimin, estás ahí?

—... Sí.. sí.. — asiente— sí estoy, sí. Me alegro mucho por tí, pequeña— ríe nervioso.

—Suenas.. incómodo ¿pasa algo?

—No, es que.. me dejaste sin palabras, Semi— se excusa— es eso.

—Bueno, ¿puedes venir hoy en la tarde?

No— piensa inmediatamente.

—Pequeña, creo que no podrá ser hoy— niega.

—¿Está todo bien, Jimin?— suena decepcionada.

—Me pasaré todo el día cuidando a Jiyu, pequeña, y cuando lleguen mis padres ya será tarde y no quiero molestarte a esa hora.

Hay un silencio al otro lado de la línea.

—Entiendo..— dice segundos después— nos vemos después entonces.

—¿No estás enojada conmigo?

—¿Por qué lo estaría? Adiós, Jimin.

—Te quie–.. diablos— observa su celular— colgó.

Guardó su celular y suspiro frustrado.

—Ah.. ésto todo es frustrante— observa hacia el techo, hablando para él— ¿justo ahora tenía que ver nuevamente?

Suspira profundamente y se repone.

—Le deseo lo mejor del mundo, pero ¿y si se decepciona al verme? Ese fuera el final de una linda relación a ciegas; siempre por el maldito físico, no permitiré que ésto termine por superficialidad, aún sabiendo que ella no se así, pero me da miedo su opinión sobre mí— peina su cabello hacia atrás y éste vuelve a cubrir su frente de manera rebelde— Dios, por favor, ayúdame— pide y comienza a caminar hacia la salida.