—Semi, desde hace un rato te noto muy seria, ¿acaso pasó algo?— indaga atentamente el chico de cabello gris, quien la había ido a visitar unas horas después de la visita de Rosé. Seguía con aquel sabor amargo en su boca de haber vuelto a estar al lado de esa chica que consideraba amiga.

Jimin nota que desde que llegó esta seria y algo callada cuando ella normalmente es alegre y muy conversadora.

—No sé si debería contarte, Jimin— sin que ésta lo deseé, su tono de voz fue frío.

—Si no quieres hacerlo, no lo hagas— replica en el mismo tono— pero por favor, dime algo. No me gusta hablar solo.

Éste final hizo reír levemente a Semi.

—No te ignoro, Jimin— lo observa con una sonrisita— sólo que es difícil dejar de pensar en ello.

—Al menos te saqué una sonrisa con mis tonterías— dice aliviado, pero con un tono burlón.

—Vale, ya te digo— suspira antes de hablar— vino a verme una...— hizo una pequeña mueca— amiga.

—¿No es eso bueno?

—Es muy cómodo esperar los meses que estuve hospitalizada para venir a verme después a la casa ¿Y si moría en ése hospital?

Asiente.

—Ya, ya entendí— suspira— te molesta su ausencia cuando más la necesitabas ¿no?

—Sí, y descaradamente viene a llamarme amiga, Jimin, eso no está bien; yo no habría hecho eso.

Sonríe y le da un besito en la mejilla.

—Claramente no son iguales y tú eres mejor, pequeña— halaga, haciéndola sonreír.

—Gracias, Jimin. Tú eres un verdadero ángel.

—Yo no me llamaría ángel— ríe— me falta pureza.

—Eres puro, Park. Para no saberte el cuento de que uno más uno es sesenta y nueve estás demasiado aniñado— burla.

Éste la observaba seriamente mientras la chica ríe.

—Ay, ya conoces mi humor— continúa riendo.

—Conozco tu lado humorista.. tú no conoces mi lado perverso, bonita— explica con un tono inexpresivo, no sonó a advertencia, más bien a una información normal.

Semi aún así quedó perpleja escuchando esas palabras salir de su boca. No se esperaba esa respuesta y menos con esa seguridad, ¿qué podría ocultar Park?

—Tengo que admitir que no esperaba eso, Jimin.

—Tranquila, ya dije que no voy a lastimarte, menos te obligaría a hacer algo que no quisieras.

Ella lo observa atentamente.

—¿Estás diciéndome que tú ya no eres–

—No. Pero si te incomoda piensa que sí lo soy— interrumpe.

—No me incomoda, sino que.. es que no puedo imaginarlo— ríe levemente sintiendo sus mejillas arder. Baja la mirada.

—¿Quieres que te cuente cómo lo hago?— cuestiona burlón.

—¡No, Jimin!— dice ofendida.

Ríe y se acerca un poco.

—Soy muy bueno en todo, dicen..

—Calla ya— se levanta del sofá rápidamente, y se cruza de brazos dándole la espalda.

El varón se levanta riendo y la abraza por detrás tiernamente, dejando un beso suave en su mejilla que logró calmarla un poco.

—No daré detalles si no quieres.

—Gracias, realmente lo agradezco..— sentía timidez cuando hablaban ese tipo de cosas y prefería no escucharlo.

—Dejaré que tú sola saques tus propias conclusiones— continúa y ésta se voltea levemente viéndolo incrédula, expresión graciosa para el varón.

—Eres arrogante, ¿lo sabías?

—Quizás. Pero no me puedes negar que soy bueno en ciertas cosas— responde.

—¿Qué cosas, por ejemplo?

—Cuando llegue el momento idóneo lo verás— continúa con aquel aire perverso y Semi se lo saca de encima bruscamente para alejarse caminando, éste sólo ríe— ¡Semi! ¡Vuelve! ¡Estoy bromeando!

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—¿¡Ella es novia de Park Jimin!?— grita sin creerlo Lisa.

—No lo creo, no creo que sea el mismo, recuerda que esa niña no ve nada— tranquiliza Jennie.

—¡Es la misma descripción, chicas!— sorbe su nariz— la misma, y ése brillo en sus ojos, y..— guarda silencio y respira profundamente evitando gritar, que ganas no le faltaban— pero eso no quedará así.

—No se lo quitarás ¿verdad?— indaga incrédula Lisa.

—Tú me quitaste a Jungkook y ella me quitó a Jimin, ambas son unas malditas impostoras— insulta con furia.

—¡Hey! ¡No! No es mi culpa que no me llegues a los talones, idiota— se levanta.

—¿¡Quién te crees, Manoban!?

—Si fueras mejor que yo alguno de los dos se habría fijado en tí, pero ninguno lo hizo ¿sabes por qué? Porque las caras bonitas no lo son todo, y me siento súper mal por no haber sabido nada de Semi. Todo por guiarme por tí, que sólo piensas en tí.

—No te até para que no vieras a Semi, Lisa. Todos sabemos que no fuiste porque no quisiste, aparte no estás saliendo últimamente de casa, ni siquiera vas a la escuela ¿qué diablos te pasa?

Lisa guarda silencio y baja su mirada, prefiere no continuar con aquel tema que sólo la deprime.

—No diré nada sobre mis ausencias.

—Cuando te expulsen será tu problema— agrega Jennie.

—¡Tú cállate!— la señala amenazante, alzando su voz— tú eres otra que no puede decir nada.

Se calla al sentir un dolor incómodo invadir su pecho, inmediatamente se sienta y disimula estar bien para continuar.

—¿Qué harás, Rosé?— indaga aburrida Jennie.

—Acabaré con su relación, y si no puedo.. con Semi— sonríe maliciosa.