Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

-𝑺𝒆𝒄𝒓𝒆𝒕𝒔 𝒅𝒆 𝒍𝒂 𝒄𝒉𝒂𝒎𝒃𝒓𝒆 𝒃𝒍𝒆𝒖𝒆-

| 8 |

[Kim Taehyung's point of listening]

Eran pasadas las tres de la tarde, hora de pintar. Pero por alguna razón, en vez de eso, seguía acostado en el pecho de mi novio.

Bufé un poco el sonido del reloj qué retumbó en mis oídos, haciendo entender que no podía escapar de mi trabajo más tiempo.

Casi obligado, apreté un poco los brazos que Jeongguk posaba protectores alrededor de mi cuerpo, pidiéndole con el gesto que los quitara.

—Kookie, ya deja de abrazarme, debo de ir a pintar.

Más al escucharme, el aludido sólo acercó sus labios en mi oído, hablando en susurro—. Pero, angel, tú fuiste el que quiso que te mantuviera entre mis brazos.

Mi piel se erizó sin permiso como siempre hacía al escuchar su voz y su suave aliento en mi oído.

¿Porqué debía provocar tanto en mi ser sólo con una simple oración?

Sentí mis mejillas calentándose pero negué unas cuantas veces después. Si yo no voy a trabajar Jimin culpara a Kookie y no quiero eso—. A-Aún así, Jeonggukie. Ya estoy atrasado.

—Está bien —Respondió, haciendome asi soltar un suspiro de alivio. De verdad no quería que regañen a mi Kookie y menos por mi culpa—. Déjame ayudarte a levantar.

Sonreí, asintiendo a su voz que hasta aquel instante donde sus brazos dejaron de estar en mi cintura, seguía en cerca de mi oído.

—Sí, Kookie.

[. . .]

El tiempo pasó volando, pero no lo sentí en realidad.

La sensación en mis dedos, ese picor que sobresalía de las yemas, aquel que tanto adoraba; sólo podía conseguirlo al pintar.

En mi cabeza, cada pincelada era un segundo. Uno que debía usar con suma delicadeza y precisión, pues esa suave pincelada marcaría la diferencia entre pintura y obra de arte.

Tomé el pincel N. 31, colocando éste en el color azul real. Alcé la mano, viendo en mi mente el punto exacto donde iba aquella pincelada.

Pero un sonido me interrumpió, hasta el punto de hacer que el pincel cayera de mis manos.

Un lápiz de grafito.

—Jeongguk, ¿que estás haciendo? —Le pregunté, lentamente. Siempre Kookie me respondía al segundo, pero esta vez tardó demasiado para mi gusto—. ¡Por favor respondeme!

—Sólo... Te dibujo... —Respondió, dando pasos hacía mi, los escuchaba firmes en su pisada. Se acercó a mi, y por como se sentía más bajo supe que se arrodilló—. ¿Qué sucede, amor, te sientes mal?

Sentí como tomaba mis manos, dándoles suaves caricias. Pero yo sólo negaba con la cabeza.

Los recuerdos llegaban a mi de repente, haciéndome sentir mi saliva amarga, el nudo en mi garganta era tan asfixiante.

—Jeongguk... —Dije, apretando un poco el agarre de nuestras manos juntas.

—¿Si, Tae Tae?

—Jamás vuelvas a tratar de dibujarme, no me gusta.

Alejé sus manos de las mías con cuidado, para voltear y seguir mi obra. Siempre que a mi no me gustaba algo Jeongguk sólo se quedaba en silencio, dándome mi espacio, para luego días o incluso semanas más tarde hablar de ello juntos.

Así hacíamos ambos con el otro. Y por eso nunca me esperé lo que sucedió en unos segundos.

—No —Dijo Jeongguk, y yo volteé para buscar el sonido de su voz pues sin darme cuenta ya no estaba a mi lado.

—¿Que dijiste?

—Dije no, Taehyung —Y mi piel se erizó una vez más, pero está vez, fue por esa voz tan ronca, fría—. No quiero dejarte de dibujar.

—Te dije que no me gustaba, Jeongguk. Respeta eso —Mi pecho ya empezaba a sentirse pesado, al igual que el aire en mis pulmones.

—¿Porqué, porqué no te gusta? —Había enfado en su voz, pero más frustración.

—¡Porqué no puedo ver!

“—Taehyungie, eres tan lindo, tan lindo, te amo hijo mío. Deja que mama te haga un dibujo.

—Mami, me dibujas demasiado. ¿Que si algún día ya no puedes?

La mujer miró a su pequeño hijo con una sonrisa, para luego darle otro abrazo de oso, seguido de un beso en sus rosadas y lindas mejillas.

—Hasta el último de mis días voy a dibujar tu linda carita, mi precioso bebe. Mama te lo promete.

—¿En serio? —Preguntó el pequeño, aún algo avergonzado por tanta cercanía. Su naturaleza era tan tímida que lo era hasta con su madre.

—¡Por supuesto, mi pequeño y precioso osito! —Dijo está, alzando a su hijo en el aire para dar unas vueltas.”

—, ¡No quiero que me dibujes, deja esto de una vez, yo no puedo!

Comencé a temblar con el vívido recuerdo. Jeongguk no lo entendería, a nadie podría explicarle lo que tanto me destruía por dentro, menos a él.

Nadie podía, sólo la pintura era capaz de entenderme. Yo...

—Pero puedes sentir, ¿no es así, angel? —Las manos de Jeongguk se posaron en mis caderas, sacándome con sus caricias de ese recuerdo que tanto me ahogaba—. Sientes mis dedos tocando tu piel canela que tanto adoro.

—Jeongguk, no... —Susurré, sin mucha fuerza, pero al sentir su nariz rozando la mía, mi voz se quedó en mi garganta, atascada.

—¿Sientes lo cerca que estoy... —Asentí, perdiendo la razón cuando su aliento se sintió tan cerca de mis labios—. ¿Sientes mi anhelo por besarte, lo sientes?

Y antes de poder responderle, sus labios se posaron sobre los míos con posesión, más aún siendo suaves al tacto, dejándome desarmado.

Solté un suspiro, siendo este ahogado por la cercanía de nuestras bocas, algo en mi se sentía cálido, como si fuera a explotar.

Me sentía tan débil ante Jeongguk que mis piernas flaquearon, notandolo éste y al instante alzandome como si fuera una pluma. Mis piernas se enroscaron en sus caderas.

Sus labios que tan suavemente acariciaban los míos, pronto bajaron hacia mi cuello, lentamente.

Solté un jadeo, sorprendido. Mis manos se aferraron a sus hombros con timidez, mientras Jeongguk dejaba besos humedos en la zona entre mi rostro y hombro.

—J-Jeonggukie... —Dije entre suspiros, perdiendo la poca razón que me quedaba. Y es que se sentía tan bien, se sentía demasiado bien.

—Taehyung —Su voz tan rasposa, daba un cosquilleo a mi interior que no tenía idea de como lidiar. Asentí vacias veces para que supiera que lo oía—. Vamos a la cama.

[. . .]

Me estiré entre mis sabanas, despertando de lo que yo sentí como una larga siesta de la que no recordaba como comenzó.

Busque mi cuerpo por debajo de la tela que me cubría, sintiendo la textura de  una de mis pijamas de seda entre mis dedos. ¿Yo me la había puesto?

—Lo último que recuerdo es que estaba con Kookie y-...

De repente los recuerdos volvieron a mi como una tormenta, haciéndome sentir sonrojado y avergonzado.

Escondí el rostro en mis manos de la pena, Jeonggukie me tocó por primera vez de esa forma tan íntima y fue por una discusión. ¿Que está mal conmigo?

—Dios mío, hasta acepté cuando pidió que fueramos a la cama, terriblemente gustoso.

Esperen, ¿la cama?

Mis orejas se calentaron, mientras mis sentidos se volvieron un terrible desastre con la idea de Jeongguk y yo haciendo el amor.

¿Habría sido, de verdad? Parte de mi se moría por saber mientras a la otra sólo le aterraba.

En el pasado esto no sería nisiquiera una posibilidad, nunca me había sentido así por nadie ni estado en ésta situación.

—Oh, Jeongguk, te amo tanto que estoy perdiéndome a mi mismo en tu simple recuerdo.

—¿Taehyung, ya despertaste? —Alcé el rostro sorprendido, ¿seguía en la casa? Estaba dispuesto a buscar su voz, pero no tuve que hacerlo al sentir como sus manos acariciaban mis mejillas dando a entender qué estaba a mi lado—. Estoy aquí, amor.

Alce la mano, colocandola sobre la suya para sonreír por el contacto—. Kookie, ¿donde estabas?

—En la cocina, pensé que al despertar tendrías hambre —Asentí entendiendo, pero escuché una pequeña carcajada de su parte, haciéndome fruncir el ceño confundido—. Además, pensé que estarías muy cansado con todo lo que sucedió.

Mi cuerpo reaccionó calentándose de la pena, una vez más quise esconderme y evitar sentirme así de apenado.

—, Quiero decir... —Agregó éste, con una pequeña sonrisa qué me resultó atractiva a morir—. Con tanto tiempo pintando, estabas tan cansado que te dormiste apenas te deje en las sabanas.

¿Que hice que cuando me trajo a donde?

—¿M-M-Me dormí?

Jeongguk dejó un beso en mi frente, a la vez que yo suspiraba por el gesto—. Como un hermoso bebe. ¿O que, acaso esperabas algo más?

—N-no... —Claramente lo hacía, pero al saber que no me alivie un poco. Quería que fuera especial la primera vez que hiciéramos el amor.

—Pero aún tenemos cosas de que hablar, Tae —Sentí el toque de su mano en mi mejilla, las suaves caricias que me daba.

» Quiero respuestas del porqué fuiste de esa forma al yo decir que te dibujaba y la razón de tus acciones, pero no sería justo pedirte aquello sin tu saber las mías.

—¿Entonces... —Jeongguk respondió, mientras con sus dedos colocaba algunos de mis cabellos por detrás de mi oreja.

—Te contaré todo, angel de mi vida. Sobre mi trabajo, mi vida, mi infancia... Todo lo sabrás.

—¡Oh, Kookie! —No pude evitarlo, en mi pecho abundaba la alegría. Kookie me hablaría de él, nuestra relación se haría más fuerte. No habría secretos ni nada que pudiera separarnos—. Estoy tan feliz.

Jeongguk soltó una risa, seguida por un suspiro—. Bien, ¿por donde empiezo?

—Por donde desees, yo te escucharé de principio a fin.

—No es tan simple, Taehyungnie, todo mi pasado y presente es complicado. Yo soy-...

De repente se escuchó un sonido, era la puerta abriéndose. ¿Jimin estaba aquí?

Me sentía confundido y al parecer de igual forma lo estaba Kookie, pues éste dejó de hablar.

—Jeongguk, ¿que hora es? —Pregunté, extrañado en demasía de que hubiera visita aún si era su mejor amigo.

—Es casi media noche, ¿Porqué Jimin se vendría a a estas horas?

Hice una mueca, todo era tan raro, aún más por el hecho que Jiminie ya habría aparecido en mi habitación.

Que estuviera esperando en la sala y lo peor, sin hacer ruido alguno, era muuy sospechoso.

—No lo hagamos esperar, Jeonggukie, si tardamos mucho se molestará.

—Tienes razón, vamos —Nuestras manos se entrelarazon, para Jeongguk ayudarme a levantar, llevándome a paso lento hacia el recibidor.

Y al dar quince pasos y medio llegamos, sonreí listo para saludar a Jimin. Pero el cuerpo de Jeongguk se tenso aún con su mano en la mía.

—Jeongguk, ¿qué pasa?

Tae Tae, ¿me extrañaste, bebe?

Mi boca se abrió con asombro, yendo hacía la voz de aquella persona sin pensarlo dos veces.

Y cuando llegué a sus brazos, empecé a sollozar de alegría—. Viniste tan tarde en la noche, eres un imprudente.

La voz que tanto extrañaba río, dandole palmadas a mi cabeza con suavidad—. Es que lo primero que quise hacer al por fin llegar era escucharte.

—¿Y porqué te tardaste tanto en volver está vez, eh?

—Pero si sólo me fui seis meses, Tae, no es para tanto, bebe kim.

Sonreí ante sus palabras, negando un montón de veces—. Para mi si, extrañé tanto escucharte Namjoonie hyung.

—Yo también te extrañé mucho, Taehyung.

.

.

.

.

.

Buenu, se qué prometí un maratón pelo pelo he estado supremamente ocupada y no quería darles algo incompleto así que decidí posponerlo dándoles éste capítulo tan bonito. 😔💖

Espero les gustara, nos vemos en los próximos capítulos. Los adoro🌥️.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro