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-𝑳𝒆 𝒑𝒐𝒏𝒕 𝒅'𝑨𝒓𝒈𝒆𝒏𝒕𝒆𝒖𝒊𝒍-

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—Jeongguk, coloca en su lugar el próximo lienzo, por favor.

Se encuentraban en el jardín, las flores daban una suave frescura al ambiente y el sol no podía ser más suave. Todo indicaba a qué era un día perfecto para estar afuera.

Pero para el castaño era lo contrario, se sentía desanimado e ido.

—Sí, enseguida.

Se levantó de su taburete, tomando con cuidado el lienzo de su lugar que ya se encontraba pintado y colocandolo en la repisa contigua a ellos llena de cuadros secos o por secar.

Tomó un lienzo limpio, caminando con lentitud pero pisando algo fuerte para así dejar saber a Taehyung qué era el y no se asustara como siempre hacia, pero al notar como éste se ponía rígido se mordió el labio inferior con  impotencia.

—Ya lo puse en su lugar, ¿pongo todos los pinceles en la posición inicial de ésta mañana?

—S-sí, gracias.

Se sintió idiota, como un imbecil, saber qué había él sido el causante de aquella rigidez lo estaba haciendo sentir miserable.

Pero debió esperarselo, fue débil ante la cercanía de ambos aquella vez en el apartamento del mayor, dijo cosas qué no debía y desde ese día Taehyung no le hablaba para nada más qué pintura al castaño.

—Sí me necesita aquí estoy.

Estaba preparándose para qué no saber nada más qué eso por el próximo mes, sí tan sólo el pintor no hubiera dicho algo qué estaba muy lejano a pintura.

—Jeongguk.

—¿Sí?

—¿Alguna vez has visto un puente con agua cristalina qué parezca mágico?

El mejor parpadeó varias veces, estaba haciendo memoria lo mejor qué podía para dar con un lugar así pero nada le llegó a la mente.

—No, lo siento.

Esperó silencio, por lo qué miró hacía las flores como siempre hacia, pero al escuchar uma suave risa de parte del artista Jeongguk contuvo el aliento. No la escuchaba desde ese día.

—¿Porqué te disculpas? Eres tan chistoso.

Sin querer soltó un suspiro, sintió como si el alma qué había abandonado su cuerpo regresara sólo con aquella risa y suaves palabras.

—Porqué quería responderte bien. Me siento el peor asistente, debería conocer puentes mágicos.

El pelinegro soltó otra risa, volteando en dirección hacía el menor, Siempre se sentaba en el mismo lugar así que ya sabía donde estaba.

—Es cierto, deberías conocerlo.

Ambos se sintieron cómodos luego del intercambio de palabras qué hicieron, comenzando una pequeña plática sobre cualquier cosa mientras el artista pasaba el pincel N. 6 por el lienzo. 

[. . .]

—Déjame ver si entendí, Jeon.

Era un viernes por la tarde, día en qué el castaño no trabajaba porqué su bello ángel leía braille en las tardes.

Pero aún así estaba ahí en el edificio al lado del manejador y mejor amigo del pintor, alias Mr. Irritante park. Y no es necesario decir qué estaba molesto con su presencia en el lugar al qué hoy no debía asistir.

—¿Está bien?

—¡No, debiste decir qué bromeabas de una vez por todas porqué no puedes estar hablando en serio!

—Pero no es algo extremo lo qué pido, Ji-. .—Al instante se corrigió, aclarando su garganta para disimular.—Mr. Park.

—¿No crees qué es mucho pedir qué te deje llevarte a V a la ciudad cuando no ha salido ni a comprar su propia ropa en lo qué lleva de vida una sola vez?

Entonces Jeongguk se mordió la mejilla interior, tratando de escoger bien lo qué diría a continuación.

—. .  . Claramente sí lo dices así sonará mal.

El castaño sintió como su mayor ponía los ojos en blanco aún si se encontraba ahora caminando con él menor detrás.

—Llevas unos meses aquí, es obvio qué no sabes la magnitud de tu “petición.” y es mi deber explicarte.

—Pero-. .

—Déjame hablar, no seas irrespetuoso mocoso.—Ahora fue Jeongguk al que se le pusieron los ojos en blanco.—TeTe ha sido mi amigo desde hace ocho años y no ha pasado la primera vez qué el me pida salir a algún lado.

—¿Y si le pregunta-. .

—Que no, malandrín. Taehyung no lo va a aceptar. Sólo saca esa estúpida idea de tu cabeza y ni se te ocurra ir a preguntarle a Taehyung, ¿Entendido?

—Hm.

Jimin se volteó, quedando frente a Jeon con el rostro serio.—¿Entendido?

Luego de varios segundos el menor dio un asentimiento con la cabeza, viendo hacía el jardín.

—Como digas.

—¡Gracias! Ahora vete a hacer cosas de niños, comsigue un Max Steel o algo. Si me disculpas debo ir a trabajar.

Pero cuando el menor vio al rubio ya a varios pasos de distancia sonrió, ahora tenía más ganas de sacar a Taehyung de aquel lugar para mostrarle lo que había encontrado.

[2 horas más tarde]

El pelinegro “leía” su libro en silencio, porqué lo qué en verdad hacía era sólo pensar y pensar. Más no pensaba en algo, sino en alguien, en Jeon Jeongguk para ser exactos.

Sólo sabía suspirar en la comodidad de su hogar, sin idea de qué hacer respecto a lo qué sentía.

Por un lado sentía ilusión porqué todo al lado del menor era tan dulce, sentía–Y esperaba no estar equivocándose–como lo trataba tan suavemente, con. . . Amor en cada uno de sus toques.

Se estaba poniendo rojo cuando en voz alta admitió lo suaves qué era aquellas manos, esa voz tan firme y segura pero gentil, aquel caminar qué solo por como se oían las pisadas intuía era algo de apreciar.

Jeongguk para él era tan atractivo y ni siquiera era capaz de verlo.

—Dios, debo estar loco. Sólo yo podría sentir cosas de ésta forma de alguien qué ni siquiera puedo-. .

Las palabras del joven quedaron en el aire, cuando escucho el golpeteo de la puerta.

No supo qué hacer, la mayoría de veces las únicas personas qué entraban a su apartamento eran Jimin o su hermano mayor y ninguno de los tocaba. ¿Qué si era un ladrón?

—¿Q-quien es?

—Taehyung, soy yo, Jeongguk.

Cualquiera al saber qué era alguien qué conocían se alegraría pero no el artista, saber qué la persona qué tocaba era la culpable de su corazón alborotado y sus calientes mejillas estaba en la puerta era incluso peor qué un ladrón. O eso  pensaba el mayor.

—¿Qué haces aquí, porqué no entras?

—No vine de visita, tengo algo para proponerte, si aceptas entonces entraré pero si no me iré y te veré mañana a la hora de todos los días. ¿Está bien?

Aún cuando el menor no lo veía el ya estaba asintiendo, sonrojado hasta las orejas.—Sí.

—Taehyung, tú. . . ¿Quieres ir a visitar ese puente mágico conmigo?

¿Puente mágico, a qué se refería con exactitud con eso?

Entonces lo recordó, el lunes habían hablado de eso porqué el pintor ya no aguantaba dejar de hablar con el castaño como antes.

Pero, ¿donde estaba ese puente? Sabía bien Taehyung qué no en el edificio en donde residía. ¿Entonces. . .

—¡¿En la ciudad?!

—Me sentí mal cuando no pude decirte qué conocía uno así qué pase toda esta semana buscándolo. . . y al fin lo encontré.

El mayor pensó qué no le interesaría y qué como todas las otras veces que una persona le pidió salir para visitar algún lugar simplemente diría  "No encuentro interesante algo qué no puedo ver, pero gracias por las molestias."

Pero con Jeongguk no fue así, se sintió emocionado con la idea, tanto qué casi se levanta de su asiento.

—¿Es hermoso?

Ante la pregunta al otro lado de la puerta el menor sonrió, el Taehyung curioso y emocionado también le encantaba.

—Es como el puente de Argenteuil, así de precioso. ¿Vamos juntos?

Pasaron varios segundos, Jeongguk iba a despedirse, listo para escuchar como era rechazado por el pintor. Pero luego escuchó cómo suspiraba para responder.

—Iré si es contigo.

[. . .]

Un sonido salió del teléfono, haciendo voltear al rubio y dejar de escribir en la computadora para saber qué era.

–Tiene un nuevo mensaje.–

Jimin curioso, porqué a estas horas de la tarde era difícil qué alguien mandara algún mensaje, casi todos eran a altas horas de madrugada o muy de noche.

Pero aún así prendió y desbloqueó su teléfono, encontrándose con un corto pero suave mensaje de voz de parte de su mejor amigo.

Puso a reproducir y siguió tecleando a prisa.

“—Jiminie, hablaba para decirte que no podrás visitarme hoy en la noche. . .

Ante aquello el nombrado frunció con algo de fuerza el entrecejo, haciendo un puchero y prestando más atención al mensaje hasta qué escucho aquello qué lo hizo pararse rápidamente de la silla.

“. . . Porqué voy a ir con Jeongguk a la ciudad, regresaré antes de qué vaya a oscurecer. Te quiero, nos vemos.”

Su boca formó una perfecta "O" y quedó congelado en su lugar varios minutos y cuando al fin logró decir algo lo único qué salió fue-. .

—¡¿QUÉ VAS A DONDE!?

.

.

Espero estén disfrutando tanto como yo, hahahahah.

Usenme como el botón de "pobre Jimin" ahr.

Nos vemos en el próximo capítulo de la maratón, 7u7.  Bye bye💕.

𝑨𝑪💫

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