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𝑪𝒂𝒕𝒉𝒆́𝒅𝒓𝒂𝒍𝒆 𝒅𝒆 𝑺𝒂𝒍𝒊𝒔𝒃𝒖𝒓𝒚, 𝒗𝒖𝒆 𝒅𝒖 𝒋𝒂𝒓𝒅𝒊𝒏 𝒅𝒖 𝒑𝒂𝒍𝒂𝒊𝒔 𝒅𝒆 𝒍'𝒂𝒓𝒄𝒉𝒆𝒗𝒆̂𝒒𝒖𝒆

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—¡TeTe, ya llegué! —Informó el rubio, adentrándose en el apartamento de su amigo con una botella de vino en una mano y una bolsa llena de frituras en la otra—. ¿A cuántos pasos estás de llegar a la entrada?

Jimin había creado estrategias para que su amigo supiera en qué habitación se encontraba, donde se ubicaban todas y cada una de sus pertenencias. Por eso, en el sistema que produjeron Taehyung al contar sus pasos—Al menos dentro de su casa—, sabía dónde estaba.

Al no recibir respuesta alguna del peli negro, Jimin soltó un suspiro, dándose una idea de donde estaría.

Dejó las cosas en la mesa de la sala, con extremo cuidado. No quería que su caro vino se rompiera.

Caminó hasta la cocina, mirando cómo entre detergentes y jabones el pintor se escondía, apenado de sus propios actos.

— ¿Por qué siempre que algo pasa con Jeon te escondes aquí, TeTe? Lo voy a llamar el rincón de Jeongguk si sigues así.

Park se sentó justo frente a él, con una suave sonrisa en labios. Cuando Tae se dio cuenta de su respiración, se atrevió a alzar la cabeza.

—Jimin... ¿Ya llegaste? —Preguntó algo inseguro.

Los labios normalmente color fresa del mayor estaban agrietados, su rostro se veía pálido y sus ojos estaban rojos del llanto. Era un completo desastre.

—Voy a matar a Jeongguk. Ya lo retrasé demasiado —Confesó en voz alta, cómo una forma de alarmar al pelinegro.

— ¡Jimin! —Exclamó el menor a modo de queja—. Sabes qué Jeongguk no me hizo daño apropósito —Poco a poco, se podía notar la tristeza en sus facciones, el sentimiento de culpa—. No hubo día que no me visitara. Nunca sentí nada al tocarlo. No tenía idea de cuan cansado estaba porque sus palabras estaban tan llenas de afecto como siempre.

» Él no me decía nada. ¿Cómo no pude siquiera notar algo? Hoy su voz sonaba distinta antes de la entrevista, pero en mi idiotez pensé que eran nervios por mí. Siempre por mí. Fui tan egoísta, un completo tonto.

—Taehyung —Susurró el mayor, con el corazón en la boca. Por favor, que no lo diga. Dios, no dejes que lo diga.

—Esto no estaría sucediendo si yo fuera una persona normal. Alguien que no es un simple e indefenso cie-

Rápidamente, Jimin abrazó al menor, ocultando la cabeza del pintor en todo su pecho, negando varias veces—. No te atrevas a decirlo o yo mismo iré a darle un puñetazo al primero que vea.

—Pero, solo digo la ver-

—Ni una mierda, Taehyung. Tú siempre has sido y serás una persona normal.

Jimin intentaba desesperadamente no llorar, pero al caer una lágrima sin este darse cuenta sobre el rostro del pintor, este recordó su pasado, soltando una pequeña risa.

—¿Normal, dices? —Preguntó, dándole al mayor una sonrisa mientras con sus manos buscaba las mejillas ajenas para limpiar las lágrimas que caían por ellas —. No puedo llamarme a mi mismo una persona normal si no puedo notar si mi mejor amigo está llorando por mí.

Torpemente, Taehyung empezó a tocar hasta rodear al mayor en un abrazo. Dejando que este llore en su hombro, mientras el peli negro lo consolaba.

—¿Por qué siempre tienen que hacerte sentir así, TeTe? No es justo.

—Ya, ya. Todo está bien, Jiminie. No me siento más triste.

Así pasaron varios minutos, con el peli negro dando palmaditas a lo que creía era la espalda del mayor y este llorando en silencio. Cuando ya ambos estaban más calmados, Park se sorbió la nariz, sonriendo.

—Tal vez no puedas notar algo raro de inmediato, pero eso no significa que al enterarte vayas a ignorarlo—. Jimin se separó un poco, tomando las manos de su amigo cómo siempre hacían para así calmarse el uno al otro —Taehyung, tú no eres un ser humano normal. Tú eres el mejor que alguien podría conocer. Yo lo sé, Namjoon también. Jeongguk ni se diga. Actúa cómo un bobo enamorado.

El pintor comenzó a reír, dándole algo de razón a su mayor, asintiendo—Sí, lo sé.

—Estoy seguro de que si lo intentas, el idiota de Jeon te explicara por qué está así estos días. No se puede negar que te ama, tan solo... Es imbécil.

—¡Jimin! —Regañó el menor de nuevo—. Es mi pareja.

—Lamentablemente —Comentó este, para luego levantarse rápidamente en busca del vino que trajo para así no ser regañado—. Pero eso da igual, pediste trajera alcohol así que, ¡bebamos hasta olvidar nuestros nombres!

—Jiminie, eso es incorrecto. Tenemos trabajo mañana y no creo que eso sea lo mejor para nosotros-

—Bien, nada más será una copa. ¿Contento, Tae?

— ¿Una sola? —Preguntó el menor, con una ceja alzada sin este darse cuenta.

—Sí tomamos más que eso, me dejo de llamar Park Jimin.

[...]

Jeongguk se levantó, desorientado. Sus párpados aún se rehusaban a abrirse por completo, pero este intentaba cómo podía que acataran sus órdenes.

Un sonido incesante retumbaba en sus oídos. No dejándole siquiera la opción de seguir en los brazos de Morfeo.

— ¿Qué sonido es ese? Cállate y déjame dormi-

No fue hasta que abrió los ojos, molesto e irritado, y notó una rana justo frente a él, observándolo, que recordó donde estaba, levantándose del suelo cómo un rayo.

—Jardín —Se recordó a sí mismo, para luego masajearse el puente de la nariz, sin creerlo—. Me dormí en el jardín...

Miró hacía todos lados, preguntándose por qué nadie trató de despertarlo, pero su vista se posó sobre un gran letrero al final del pasillo que decía en grande:

"No pasar, gorila bebe durmiendo"

El castaño, sabiendo perfectamente el culpable de ese letrero tan solo suspiró, irritado, para comenzar a caminar hacia el parqueadero del edificio para buscar su auto e irse a casa a trabajar.

Ah, sí... Trabajar.

La idea del interminable papeleo que le esperaba en casa le daban ganas de no volver nunca. Pero no había ninguna otra opción disponible.

Si dejaba de hacer un solo informe su querido y amado padre no descansaría hasta hallar el porqué de su repentina incompetencia. No podía dejarlo hacer eso, porque fácilmente se enteraría de todo.

Su trabajo cómo asistente, de sus idas y venidas de su apartamento, de todo lo referente a Taehyung.

El único por el que da cada día lo mejor de sí mismo, ese Taehyung.

Prefería morir antes de que su padre se atreviera a utilizar al chico que amaba como posible chantaje. No, debía ir al trabajo cuánto antes.

No fue hasta que se adentró en su auto, arrancó, salió del edificio y paró en un semáforo que el menor no se dignó a revisar su teléfono. Al prenderlo, sin esperar nada, sorprendiéndose de la enorme cantidad de mensajes que le había enviado Park Jimin.

— ¿Qué es esto? ¿Por qué notas de voz? —Extrañado y de repente preocupado de que algo le haya pasado a su novio, oprimió play al primero de muchos de ellos.

Pero lo qué menos esperaba era oír la voz de su dulce ángel, totalmente ebrio.

—Jeonggukieeee, ¿por qué no me amas? Di que si me amas, ¿shi? —El castaño alzó ambas cejas de la impresión, Tae nunca le había hablado de esa forma.

Le dio play al siguiente mensaje, lleno de curiosidad, escuchando ahora la voz de Jimin mientras volvía a conducir a su hogar.

— ¡Jeoooon! Eres un idiotaaaa. Por tu culpa... —Escucho cómo de fondo su Tae se reía mientras Park comenzaba a lagrimear—... ¡Me llamo Elton Titooo! Hip.

—¿Y yo que tengo que ver con eso? —Se preguntó el menor a sí mismo. Sin esperar un segundo para escuchar el siguiente mensaje.

—Jeonggukie... ¿Me amas porque solo soy bonito? ¿Es esho? —Jeon sonrío, sin creer en la ternura del mayor, negando luego al Taehyung qué le reclamaba en audio—. Sí es así, me haré feo a ver si te gusto igual. ¡Oh, dios, aféame por favor!

—¡Sí, aféalo! Hip —Comentó Jimin en el fondo, ganándose un "Shhh" del pintor.

—No tan algo Elton Tito, que dios puede escuchar.

Sin poder aguantarlo más, Jeongguk se comenzó a reír a carcajadas, tocándose el estómago del dolor por reírse tanto.

Era demasiado gracioso para aguantar el sonreír cómo un idiota. Taehyung sin saberlo le había hecho la noche mucho más feliz.

Llegando por fin a su propio edificio, el castaño mientras colocaba su auto en la zona de parqueo, dio play al último de los audios que Jimin le había mandado.

—Kookie... Te amo demasiado —Al oírlo el menor sintió una chispa recorriendo todo su cuerpo, la voz de su novio aquí era distinta. Más dulzona, seductora en demasía. Íntima—. Te amo al punto de no hacer nada más qué pensar en ti. Me he preguntado todo el día, ¿Hice algo de malo? ¿Por eso hoy te fuiste?

Jeongguk apretó con sus manos el volante, sintiéndose como un idiota por hacer preocupar a su amado.

» Eres la persona que amo. Y por eso no quiero estar lejos. Llévame a algún lado, por favor. Uno tan bonito cómo al que me llevaste la última vez. Un lugar tan soleado que lo sienta en la piel. Quiero esta vez decirnos siempre cuaaaanto nos queremos. Estaré esperando. Oh, casi lo olvidaba, Jeonggukie...

—¿Sí, mi ángel? —Preguntó Jeongguk a la grabación, con un brillo en la mirada que delataba lo mucho que amaba a su mayor.

Pero el audio se cortó justo antes del pelinegro confesarse, con la voz quebrada de la tristeza.

—... Perdóname.

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Ay, el cap de hoy me hace sentir muchas cosas distintas. 🤧<3

La obra de hoy, cómo está al principio, se llama: 𝑪𝒂𝒕𝒉𝒆́𝒅𝒓𝒂𝒍𝒆 𝒅𝒆 𝑺𝒂𝒍𝒊𝒔𝒃𝒖𝒓𝒚, 𝒗𝒖𝒆 𝒅𝒖 𝒋𝒂𝒓𝒅𝒊𝒏 𝒅𝒖 𝒑𝒂𝒍𝒂𝒊𝒔 𝒅𝒆 𝒍'𝒂𝒓𝒄𝒉𝒆𝒗𝒆̂𝒒𝒖𝒆.

Una obra hecha por el artista John Constable. La pintura muestra la bella catedral de Salisbury , siendo ilustrada desde el punto de vista del jardín del palacio. Representa un paisaje elegante, que produce emociones positivas. Un "paisaje perfecto".

Espero disfrutarán el capítulo de hoy. Nos vemos en uno próximo un poco más corto pero lleno de cosas importantes. ¡Byebye! 🌙