Las cosas habían cambiado.

Su padre ya no solía salir tanto a dar sus rondines por el pueblo, ni mucho menos a charlar con sus viejos amigos sobre lo que pasó hace un año con los Wu.

Todo estaba siendo extraño, incluso con las visitas del otro pueblo y así fueran fugaces, se podían dar cuenta que algo no iba bien.

—Jongin.— el llamado se hizo presente, por lo cual rápidamente dejó de lado sus quehaceres para poder acudir sin problemas.

Sus pasos incluso parecían más rápidos de lo normal y para sí mismo, era muy comprensible. Su padre estaba enfermo y así fuera un desgraciado tenía que ayudarlo de todas las maneras posibles.

Su cabaña no estaba tan lejos, por lo cual llegó antes del segundo llamado.

—Padre...— aspiró profundo. —¿Qué ocurre?— minimizó el dolor que sentía en su cuerpo a causa de los movimientos rápidos.

—Llama a Jongdae.— pidió entre susurros. —Ya es hora de que termine lo que una vez inicio.— frotó su frente de manera cansada. —No podemos seguir exponiéndonos de esa manera por su culpa.— frunció su entrecejo ya arrugado.

Jongin sabía perfectamente lo que eso significaba y es claro que necesitaba más ayuda, pero tenía que hacerlo a espaldas de todos.

Podía tornarse peligroso y con el estado en qué se encontraba su padre, entendía que Jongdae estaba tomando más de lo permitido y claro, eso era un mal para todo el pueblo.

—Entiendo.— asintió. —Hablaré con Jongdae.— sin más se despidió de su padre, tenía que reposar y con él ahí no lo lograría.

Camino hacia la salida sin mirar atrás, aunque todo indicará que debía voltear, no lo haría, bastante tenía ya con lo que escuchaba y podía sentir en su cabaña.

Ver cómo su padre trataba de estar bien, no era algo que le interesará, pues sabía que todo eso estaba fuera de sus alcances.

Aunado a eso las cosas que escuchaba no eran normales, desde que los Wu se marcharon parecía como si todo hubiera sido exprimido, los ancianos se veían más cansados, su padre estaba enfermo y su hermano... Jongdae cada vez más alucinaba con su ex esposo, sabía perfectamente que aquella joven pareja no había llegado por casualidad hace un año, era cierto que los Wu pudieron darles el permiso, pero, ese no era el correcto, aún así debieron saber que Minseok estaba entre ellos.

Entendía el comportamiento que tomó Baekhyun cuando pronunció el nombre de su hermano mayor ya muerto, y le dolía saber que el responsable había sido su propio hermano.

Nadie podía acceder a los libros negros, eso estaba prohibido por su propio padre, debido a que podían ocurrir miles de cosas malas y entre esas la invitación a un ser que no era precisamente bueno.

Afortunadamente Jongdae pudo traer a Minseok, pero, de una mala manera y sí, todo eso le afectaba de forma física a su padre, ya que era el portador principal de toda esa energía oscura.

La luz ya no duraba demasiado en el pueblo, y ahora lo podía notar con más intensidad, pues la oscuridad se estaba abriendo paso y con eso el frío estremecedor.

La cabaña de su hermano mayor ya no estaba tan lejos, se abrazó a sí mismo para poder disminuir el frío que lo estaba azotando cómo si de un látigo espinoso se tratara. Con cada paso que daba, el viento comenzaba a soplar, la oscuridad parecía incluso más grande y los susurros de los animales empezaban a atacar.

—Tranquilo todo pasara rápido.— murmuró para sí mismo debido al chillido de los pájaros negros.

Llegar a la cabaña se estaba volviendo más pesado, sus pies parecían de plomo y con cada paso que daba, sentía como si se estuviera hundiendo en un charco de lodo.

—¡Jongdae!— gritó. —¡Tienes que parar ya!— los escalofríos calaban demasiado y sus ojos acuosos eran una clara señal de que pronto iba a desmayarse, todo eso tenía que parar de una vez por todas.

Su corazón era el más afectado, las pulsaciones que estaba sintiendo en su muñeca eran cada vez más rápidas, el aire se le estaba escapando demasiado rápido de los pulmones y ya no podía seguir en pie.

Cuando sintió que toda la oscuridad lo estaba envolviendo, sus oídos captaron un chiflido lo bastante agudo, los pájaros salieron volando de los árboles a toda velocidad, los pasos de los animales dejaron de escucharse y el frío entumecedor dejó de sentirse.

—¿Jongin?

La suave voz de Jongdae apareció entre todo ese desastre, el camino de tierra ya no parecía tan horrible y la oscuridad dejó de ser aterradora.

—¿Qué haces aquí?— se acercó a dónde estaba el menor para poder ayudarlo a levantarse.

—Tienes que parar.— tosió. —Esto cada vez está peor.

Y era completamente cierto, Jongdae se estaba llevando toda la energía de su padre e incluso la de los ancianos que vivían tranquilamente en las demás cabañas.

—No puedo.— pasó un brazo por la cintura de Jongin. —Todo se complicó y ahora debo arreglarlo.— con toda la fuerza que poseía ayudó a su pequeño hermano a caminar.

—Padre quiere que dejes todo en paz.— concluyó con pesadez.

—Que se joda.

Jongdae parecía muy enojado y aunque Jongin no lo entendiera tenían que parar esa absurda pelea que al parecer llevaban, su padre quería tener el poder de todos, mientras que Jongdae quería ser sólo libre y terminar con lo que dejó pendiente.

—Escucha, hay cosas que claramente no me están diciendo y están en todo su derecho, pero, deben darse cuenta que Blind City los está consumiendo, ha pasado un año desde que los Wu desaparecieron y el único rastro que dejaron lo tienen aquellos chicos.

Era tan complicado explicarle a su hermano mayor lo que había pasado ya que él no había estado presente en ese entonces, Wu tenía cosas que desacreditaban a su padre y es claro que las iban a necesitar.

Es por eso que viajo hasta donde vivían para poder pedirles que regresarán dentro de un año.

Quizá ellos tenían la respuesta para poder darle fin a todo, Blind City tenía que ser encerrado, ya ni podían darse el lujo de que alguien más ingresará sin el debido permiso.

—Es bueno que no sepas las cosas, entre más alejado estés de la realidad, es mucho mejor para ti. Padre no es quien tú crees, él ha hecho cosas malas y entre esas dañar a dos seres inocentes.

Las palabras que Jongdae estaba soltando eran muy fuertes, y aunque intentará entender, sabía perfectamente que no podría, necesitaba ayuda y claramente no la conseguiría con su querido hermano mayor.

En un día se cumplía otro año, solo esperaba que Chanyeol y Baekhyun tomarán la sabía decisión de regresar, quizá si Jongdae volvía a ver a Minseok todos se acabaría.

—Vamos dentro, pronto comenzará el llamado de padre y es mejor no sentirlo.— apuró sus pasos ayudándole en el proceso al menor.

El cantar de los pájaros negros era una señal bastante clara para Jongdae, tenía que cerrar bien su cabaña y orar para que nada le afectará a Jongin, bastante ya tenía con lo que había pasado hace años como para volver a reletirlo con alguien que no tenía la culpa.

Blind City no debió dejar entrar otra vez a Jongin, fue un error permitir que incluso esos chicos entrarán, afortunadamente los Wu ya no estaban y eso era un plus que su padre detestaba.

¡Hola!
Sean bienvenid@s a la segunda parte...
Es muy emocionante para mí, debido a que mi participación en el Fest a llegado tan lejos, me emociona incluso estar de vuelta y de verdad espero que les guste mucho.✨

Agradecida estoy con LuuMotherfuckers por permitirme escribir otra vez de esta manera, es una experiencia única para mí y de verdad que lo aprecio bastante.✨

Sin más que decir, ¡Nos vemos en los siguientes capítulos!✨