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🕯️' Ocho

Los pitidos eran incesantes, su cabeza ya no podía con tanto dolor y ni qué decir de su cuerpo, parecía que lo tenía roto y con tan solo respirar le causaba un irremediable dolor punzante. Abrir los ojos le estaba costando demasiado, pero aún así tenía que hacerlo, muchas cosas habían pasado en un tiempo muy corto, y ahora que podía moverse solo un poco, se dio cuenta que ese sentimiento de pérdida estaba aumentando con intensidad.

—Jon-Jongdae…— balbuceo en busca de su hermano mayor, las lágrimas ya no las podía reter por lo cual en un grito ahogado lloro todo lo que no había podido por el miedo.

Blind City era y siempre sería un infierno, vivió toda su vida en la ignorancia todo por los secretos que su padre y Jongdae le escondieron. Le arrebataron sus propósitos llenos de sueños y esperanzas por una vida mejor. Jamás debió seguir sus órdenes, lo hubiese dejado morir y así quizá todos habrían estado mejor. Pero como siempre, no existía la marcha atrás y ahora tenía que vivir con el recuerdo, el sentimiento de pérdida y sobre todo aprender a lidiar con las cosas que pasaban después.

—¿Jongin?

Parpadeo rápidamente para tratar de disolver cualquier rastro de lágrimas, era mejor así, ahora tendría que entender lo que pasó una vez perdió la conciencia.

—¿Baekhyun?— preguntó curioso, no entendiendo del todo lo que estaba pasando.

Ahora que podía ver perfectamente, estaban en un lugar completamente desconocido, no le daba miedo, al contrario este estaba muy limpio e inundado de una extraña paz. Los sonidos y esas máquinas no le molestaban en lo absoluto, era como si de verdad entendiera muy en el fondo que ya estaba seguro.

—Al fin despiertas.— suspiró. —Va una semana desde que pasó aquello.— bajo la voz ante aquellas palabras, al final solo ellos sabían lo que había pasado. —Nos tenías muy preocupados.— tocó despacio y con mucho cuidado la mano del morena, la cual estaba conectada a una intravenosa.

—¿Dónde están?— cuestionó un poco nervioso.

Y no le importo que estuviera conectado, alejo la mano de Baekhyun para después tratar de levantarse de la cama y pese a las palabras rudas de Baekhyun sobre lo que podía pasarle a su cuerpo por no esperar a un tal doctor, puso sus pies en el suelo sintiendo como todo el peso de los años llenos de basura le cayó encima, le temblaron todos músculos del cuerpo y se dejó caer al piso con más lágrimas en los ojos.

—¡Jongin!— Baekhyun preocupado se acercó al moreno para ayudarlo, sin embargo, al verlo tan desecho no dijo mas y solo lo dejó desahogarse.

Se lo merecía ya que después de tantos maltratos y abusos por parte de su padre, había llegado la hora de descansar, era importante que llorará todo lo que no pudo y que sintiera el peso de las pérdidas, porque sí, ahora tenían que darle esa noticia tan perturbadora.

—¡Jongin!

La nueva voz preocupada le dio mucha  esperanza de salvación al moreno, así que dejó de lloriquear por todo el peso que aún llevaba sobre su espalda y levantó su rostro hinchado para observar a quienes ingresaron a ese lugar.

—¿¡Qué te pasó?!— alarmado dejó su vaso sobre las manos del rubio para acercarse rápidamente al cuerpo maltrecho del moreno.

Estando ahí Kyungsoo se dio cuenta que sí, todo en la vida tiene salvación. Y claro que se pudo dar cuenta de lo bello que era Jongin, sus palabras de aliento aquella primera vez, el mirar de sus ojos tan soñadores y llenos de una paz desconocida, le dieron esperanza de un mundo mejor.

Recordaba perfectamente lo que había pasado, pero por una muy extraña razón parecía estar atado en un sótano sin salida, siendo manejado por un titiritero con muchísima experiencia, era un ser malvado que no le dio las oportunidades necesarias como para defenderse, aún así le agradecía incluso a Jongdae por liberarlo y aunque no se hubiera esperado ese final, ahora se sentía mucho mejor y ya no existía el miedo dentro de su ser.

—¿Cómo es que tú?— la curiosidad estaba ahí, el moreno la podía sentir y ver así el rostro tan limpio y bonito del pelinegro le causaba una sensación hermosa dentro de su ser.

—No lo sé, yo también pensé que jamás volvería a verte, pero luego paso y yo soy libre.— sonrió emocionado.

Ahora podía pasar lo que restaba de su vida en compañía del moreno. Aunque no tuvieran los mismos sentimientos, al menos sería feliz lleno de tranquilidad a su lado.

Por lo que toco el rostro herido con suavidad, tratando de darle calor o algo que lo hiciera sentirse mejor, solo que no sabía si eso podría ser buena idea, nunca lo había hecho y esa sería la primera vez.

Así que unió sus labios con los del moreno, era un simple toque inexperto, una caricia y un calor bonito. Su rostro de pronto se empezó a sentir más caliente de lo normal, pero ahora no importaba, solo quería sentir y darle al moreno algo que pudiera guardar para siempre.

Y quizá funcionó porque ambos se sumieron en un estado de armonía, como una burbuja irrompible llena de sentimientos desconocidos, pero que a la vez no causaban ningún tipo de miedo y estaba bien, ahora parecía que todo se había acomodado en su sitio.

Una caricia que a pesar de ser tan hermosa, se terminó demasiado rápido por el pitar de las máquinas, el corazón de Jongin estaba muy acelerado, tanto que no supo cómo reaccionar cuando unas personas entraron a separarlos y aunque hubiera quedado pelear, estos le aseguraron que solo quería revisar su estado actual, ya que después de una semana sin despertar era obviamente que la preocupación estaría en su máximo esplendor.

—¿Puedo irme?— preguntó al desconocido mientras observaba con detenimiento todo su cuerpo.

—Afortunadamente no te encuentras mal, así que en unos minutos podremos darte de alta, solo necesito que descanses para que tú cuerpo se reponga fácilmente.— le explicó sin mirarlo, ya que estaba concentrado escribiendo cosas que el moreno no entendía.

Por lo que asintió sin preguntar más, estaba en un estado de poca paciencia debido a lo que ocurrió con Kyungsoo hace unos minutos, ese momento fue extremadamente mágico y ahora odiaba a esos seres por separarlo así cuando claramente quería quedarse en esa posición con el pelinegro para siempre.

Al ver cómo ese hombre salió, pudo suspirar, tenía claro que necesitaba respuestas porque claro que se preocupaba por su hermano, pero a la vez sentía como que ya todo estaba bien y en su sitio.

Nada malo recorría por su espina dorsal, ni siquiera le importo ese cambio de ambiente cuando observo entrar al lugar a Chanyeol, Baekhyun y por supuesto a un muy lindo Kyungsoo.

—Jongin.— llamó el rubio despacio.

—Tenemos que hablar de varias cosas.— el pelirrojo terminó la frase por su novio.

—Lo sé…— con mucha tranquilidad respondió, muy en el fondo sabía lo que tenían para contarle, sin embargo, quería escucharlo para poder estar en paz por lo que restaba de su vida.

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