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harry estaba bajando las maletas de la camioneta.
nate estaba muy callado y alexander tomaba fotografías a todas partes.
jamie y milly veían interesados las plantas que se encontraban.
harry empezó a tener problema para bajar una pesada maleta que probablemente le pertenecía a riley.
louis, riley y carol llegarían dentro de dos días.
—¿necesitas ayuda? —la voz fría de nate hizo a harry saltar en su lugar.
harry asintió apenado.
—riley siempre pone demasiadas cosas innecesarias en su maleta, como si no fuera a regresar del viaje. —rió harry.
nate rió bajito.
—alex hace lo mismo, usualmente tiene que repartir su equipaje en el aeropuerto. —nate rió.
harry sintió emoción.
¡nate estaba hablando con él!
era una conversación en que no lo había llamado "imbécil" o por otro nombre no era el suyo.
terminaron de bajar las maletas e instalarlas en la cabaña.
nate siempre había sido muy callado.
o bueno, no siempre fue así.
pero con el tiempo te adaptas al ambiente en que estás.
louis y jake peleaban todo el tiempo y nate al solo ser un pequeño cachorro sentía miedo, especialmente cuando su padre se acercaba peligrosamente a su madre y tomaba sus mejillas fuertemente.
nunca pasaron de eso, pero eso siempre lo hacía temblar.
jake era agresivo y muy impulsivo.
y su objetivo siempre era encontrar algo malo.
y nate era imperfecto para él.
era pequeño, débil e increíblemente tímido cuando era niño, casi como alex, pero el problema es que alex desarrolló ansiedad, no timidez.
el punto es que nate con el tiempo creció.
ahora era alto, de espalda ancha, brazos fornidos y un cuerpo en forma por el boxeo que practicaba.
su mandíbula era marcada como la de su padre, pero tenía la mayoría de las características de su madre, ojos azules, nariz de botón, cabello castaño pero con tonos rubios.
aun así su estilo era bastante oscuro, le gustaba la ropa de colores oscuros y practicaba boxeo, también andaba en patineta y tenía una voz grave.
cuando entró a la adolescencia y se dio cuenta de lo fuerte que era como alfa se prometió a sí mismo nunca ser como su padre, de hecho él era todo lo contrario a lo que su padre le decía que tenía que ser.
"nunca te perfores, nate.", al día siguiente nate se hizo una perforación en sus cejas.
"un alfa siempre debe ser el líder de un equipo deportivo de alfas." al día siguiente nate entró a boxeo porque era algo en solitario y además entró a clases de yoga.
"¿cocinar? esa es cosa de omegas." nate ahora era un excelente cocinero, a su madre y hermano me encanta su lasaña.
el punto es que nate nunca quiere ser como su padre.
nunca quiere ser como los demás alfas agresivos y groseros.
nunca dejaría que alguien le hiciera daño a un omega o un cachorro, él siempre haría lo que él pueda para protegerlos.
especialmente a su madre y a su hermano.
louis era su mejor amigo y nunca permitiría que un alfa le hiciera daño otra vez.
la noche llegó rápidamente y la lluvia comenzó.
hacía frío y la cabaña era perfecta para mantenerlos cálidos.
milly estaba durmiendo en su habitación arropada junto a sus peluches, relajada por la tormenta que no le causaba miedo, sabía que su padre siempre la protegería.
jaime estaba durmiendo tranquilo después de haber jugado videojuegos toda la tarde con alexander quien sorpresivamente perdió la timidez con el alfa de diez años extrovertido y lleno de energía.
nate por otro lado estaba asustado.
no podía dormir.
odiaba las tormentas.
las detestaba.
aun recuerda esa horrible noche.
—¡no se quien era ese alfa! —louis chillo asustado.
los truenos de la tormenta hacían al pequeño nate de cuatro años temblar, especialmente porque los gritos de sus padres lo asustaban.
—¡eres una puta! claro que sabías quien era ese imbécil, ¿te regalo un postre solamente porque eres muy bonito acaso?
nate estaba temblando, viendo la pelea de sus padres desde el pasillo.
las luces eran tenues, solamente estaban siendo alumbrados por las velas.
la pequeña lamparita de estrellitas de nate se había apagado porque la tormenta había hecho que la electricidad de la casa fallara.
louis estaba embarazado, tenía un grande vientre que usualmente era llenado de besitos cariñosos por un nate pequeño emocionado por conocer a su hermanito.
ahora mismo tenía miedo.
louis acariciaba su barriga, manteniéndola segura.
—¡estoy embarazado, jake! solamente estaba siendo amable ese alfa.
jake se acercó a louis y tomó fuertemente su mandíbula.
lo chocó contra la pared.
—¡no soy un idiota! ¡claramente me di cuenta de la forma en que te miro! ¡eres una puta! —el alfa seguía apretando la mandíbula del omega que chillaba de dolor por el dolor de su rostro y el golpe en su nuca.
aun así sus manos nunca abandonaron su vientre, protegiéndolo.
—y-ya basta, p-por favor... —el omega lloraba, lágrimas saladas y pesadas bajaban por su rostro y su cuerpo temblaba. —t-te lo ruego, suéltame...
jake lo vio con frialdad y lo soltó.
—no se como me pude haber casado con una puta como tú. —el alfa escupió.
el alfa salió de la sala encaminándose a su habitación.
nate salió de la oscuridad y corrió hacia su madre que estaba en el suelo.
louis estaba sentado en el suelo acariciando su vientre y llorando.
—¡mami! —nate corrió a su madre y delicadamente lo abrazó.
louis sollozó al ver a su hijo temblando y llorando de miedo.
louis lo acurrucó y lo lleno de su dulce olor a frambuesas.
—no te preocupes, bebé... —louis susurró. —todo esta bien. —el omega susurro y besó su rostro repetidas veces. —nada malo te pasará si yo estoy aquí.
nate abrazó a su madre.
lo abrazó de la forma en que abrazas a alguien que quieres cuidar.
alguien que quieres meter en una cajita de cristal y que nadie nunca los toque.
nate quiere proteger a su madre.
alexander está dormido en la cama junto a él.
el pequeño alfa está acurrucado con las esponjosas sábanas.
un estruendoso trueno hizo a nate saltar en su lugar.
—mierda... —susurró el alfa.
sus manos temblaba y su respiración era lenta.
el alfa salió de la habitación en busca de agua.
2:37am.
llegó a la cocina y otro trueno lo hizo querer llorar.
el alfa volvió a respirar hondo intentando no romper en llanto.
tenía miedo.
—¿nate? —la voz suave de harry lo hizo voltear a verlo. el alfa estaba usando sus característicos lentes con marco café, usaba unos pantalones de pijama con cuadros rojos y una camiseta blanca. —¿sucede algo, amigo?
nate sintió temblar al escuchar otro trueno.
—odio las tormentas. —el alfa recostó su cabeza en contra de la isla de mármol de la cocina.
—yo también. —el alfa se acercó y acarició temeroso la espalda de nate, este no se tensó o se enojó por lo cual continuó. —me trae malos recuerdos. —dijo harry.
—¿qué sucedió? —nate lo vio curioso, intentando dejar de pensar en la tormenta.
—mi madre murió por un accidente de tránsito en una tormenta. —el alfa trago fuerte. —tenía ocho años.
nate lo vio con una expresión difícil de distinguir.
—¿cómo era ella? —otro relámpago lo hizo sentirse nervioso, harry se dio cuenta de lo que estaba pasando. —si puedo saber.
harry sonrió melancólico.
—era increíble, le gustaba el arte, las tartas de limon y era una grandiosa escritora, escribió los poemas más hermosos que he leído en mi vida. —harry suspiró. —era mi mejor amiga.
nate volteo a verlo.
—mi madre es mi mejor amigo.
—lo sé. —harry le sonrió. —la forma en que lo proteges me hace darme cuenta.
nate sonrió un poco.
—él me protegió tanto como pudo cuando yo era un niño, todo el tiempo a pesar de lo imbécil que era jake.
—tu madre te ama. —harry sonrió nostálgico. —más de lo que yo he visto que una madre ame a sus hijos, tú madre daría más que su vida por ustedes. —harry sonrió orgulloso.
—él siempre será así. —nate sonrió.
harry sintió su pecho tener ese sentimiento de calidez y felicidad en su pecho.
los relámpagos terminaron y nate sintió tranquilidad.
estaba a punto de salir de la cocina.
—lo siento por todo lo que te he dicho y hecho, harry. —nate confesó honesto. —no fue correcto de mi parte, —hizo una pausa. —además, harry, —el alfa le prestó atención. —mi madre es muy feliz contigo, gracias.
harry sonrió.
harry sintió ese sentimiento de mariposas en su estómago.
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