peonias blancas y rosas.

coqueteo, timidez y pasión.

eso eran louis y harry.

la timidez de harry y la pasión de louis.

el coqueteo que comenzó todo.

y el deseo de unir sus vidas continuó.

ahora harry estaba frente el hogar de louis.

con un anillo en su bolsillo y una promesa en su corazón.

la luna está en lo más alto del cielo.

y su luz da un toque especial en el rostro de louis en cuanto abre la puerta.

—¿estás listo, alfa? —murmuró el omega con una sonrisa en sus labios y una mirada seductora.

oh, claro que estaba listo.

aunque las delicadas flores en sus manos temblaran.

tiene que aceptar que la mirada hambrienta del ojiazul frente a él no le ayuda a no sentir esas mariposas pequeñas en su estómago.

quiere estar con louis.

ama a louis.

no hay ninguna duda.

al igual que ama todo lo que involucre tener a louis en su vida.

unir sus familias y saber que ahora no solamente sería él con sus cachorros.

sus pasos fueron decididos hacia su pareja, tomando cuidado de no verse tan desesperado.

aunque ambos lo estaban.

y lo aceptan.

louis tiene curiosidad sobre cómo es compartir algo tan intimo como el hacer el amor con su alfa y harry siente que si pasa otro segundo con ese anillo en su bolsillo explotará.

necesita que louis lo sepa ya.

que sepa que sus sentimientos son genuinos y que no puede esperar a unir sus vidas.

y louis no puede esperar a pasar miles de días y noches junto al alfa.

—wow... m-muy romántico... —tartamudeó el alfa al ver ese pequeño espacio que separó el omega para ellos.

en la pequeña sala de estar del omega había una gran cantidad de almohadas y cobijas suaves de tonos rojizos y negros, había pétalos en todas partes y la iluminación era tenue gracias a esas lindas lámparas que compró louis.

en el centro había una botella de vino tinto y dos copas.

el omega bajo los hombros y sintió sus mejillas sonrojarse.

—solo quería sorprenderte... —se acercó al alfa. —mereces solo lo mejor, alfa.

harry sintió un gemido salir de entre sus labios cuando las manos de louis acariciaron sus hombros con delicadeza, su mirada era suave y admiraba con cuidado las facciones del hombre frente a él.

—tu eres lo mejor... —susurró y dejó un suave beso en sus labios.

besar a louis era una experiencia que no importaba cuantas veces lo hacía, siempre disfrutaba de ese sentimiento de presionar sus labios en los pomposos labios rosados.

sus manos temblaban mientras acariciaba la cintura de su omega, tocando con delicadeza la piel debajo de la camiseta que usaba el omega.

amaba su piel suave y sus respiraciones lentas que lo invitaban a seguir tocándolo, con sus manos tocando lo que más apreciaba en ese momento.

louis era su alma gemela y no puede creer que lo haya encontrado.

encontró al ser más hermoso que pudo haber conocido, encontró a su estrella y lo que él sentía que le faltaba.

nunca se creyó merecedor de tal amor hasta que conoció al lindo omega de ojos azules que le demostró que él también merecía ese final feliz.

—te amo, harry. —murmuró el omega. —no entiendo como no nos conocimos antes...

louis se acomodaba en el regazo del alfa, sus piernas rodeaban su cadera y su trasero caía arriba de la entrepierna del alfa que empezaba a tener una erección.

el alfa gimió con debilidad.

louis era su debilidad.

harry comenzó a recorrer con más confianza la espalda baja del omega, tocando su piel desnuda con las yemas de sus dedos. su camino siguió hasta que llegó a su trasero que sujetó entre sus manos con adoración.

apretaba las nalgas del omega de una forma tan obscena que provocó que el omega gimiese con fuerza. amaba ese lado de harry. el lado que lo hacía querer enterrar su agujero en esa dura y larga erección que atacaba su entrada entre la ropa que los separaba.

—louis, necesito follarte... —murmuró el alfa con besos descontrolados contra los labios del omega dócil ante el tacto del alfa.

el alfa rió con autosuficiencia al escuchar los jadeos del omega y los movimientos de arriba a abajo que estaba haciendo el omega sobre su erección, intentando sentir más de la erección en sus pantalones.

el alfa sentó al omega nuevamente en el piso lleno de almohadas y el alfa se levantó para apartar los pantalones de su cuerpo.

veía con deseo al omega que con cuidado se deshacía de sus pantalones y la camisa de seda que utilizaba.

debajo de esta ropa había unas hermosas bragas rosa pálido que se amoldaban a su trasero y resaltaban con la piel pálida del omega.

el alfa sonrió al ver los lunares en la espalda de su omega.

pensaba en lo hermoso que se veía con su mirada hacia arriba mientras el alfa se quitaba la ropa, con sus ojos azules brillando pero con las pupilas dilatadas y mordiendo sus labios delicados.

el omega tocó los bóxers del alfa.

tocando con la yema de sus dedos el elástico de estos pero sin bajarlos por completo, únicamente bajo un poco dejando ver más su marcada línea en 'v' que conducía el camino hacia su pelvis, remarcaban esos laureles en la piel del alfa. el omega tocaba la erección con agua en la boca.

tenía el deseo de ponerlo en su boca.

de hacer sentir bien a harry.

bajo los boxers un poco más y comenzó un camino de besos húmedos desde esos laureles hasta llegar a su pelvis.

bajaba lentamente la ropa interior del alfa, con sus manos acariciando también la piel que dejaba descubierta por atrás, apretando el trasero de su alfa.

el omega llegó al miembro del alfa y antes de bajar los bóxers depositó un beso húmedo en la punta que resaltaba en la ropa interior, tomando su tiempo para bajarlo por completo.

cuando lo bajo sintió la necesidad de hacerlo sentir bien... era largo y con una cabeza ancha, las venas de marcaban en su superficie y una gota de presemen salía por la punta.

el omega vio con atención al alfa que lo veía con deseo, disfrutando de ver a louis de rodillas frente a él, con su mirada perdida en el deseo.

el omega no se contuvo más y acercó sus labios al miembro del alfa que pesaba en su lengua.

con sus manos acariciaba la espalda del alfa queriendo que este maneje la situación, pero la timidez del alfa lo detenía. su omega rogaba por más.

rogaba por sentirlo todo en su boca, sentir su semilla bajar por su garganta y las manos pesadas del alfa en su cabello.

el omega chupaba el miembro del alfa, apretaba sus mejillas y con su lengua se aseguraba de tomar todo lo que podía.

el sonido de la boca de louis chocando con el miembro del alfa lo hacía gemir, con sus gemidos llenando la casa.

no podía pensar en nada más que en el hecho de que la lengua del omega anhelaba su semen.

el omega con cuidado busco la mano del alfa, tomándola entre sus dedos y acercándola a su cabeza, con el alfa acariciando su cabello plumoso.

el omega se separó del miembro del alfa y dejó una lamida en la punta, disfrutando de la mirada del alfa arriba de él.

su mirada perdida en el omega, disfrutando de la forma en que su trasero se veía detrás de él, con su espalda arqueada y sus ojos mirándolo con súplica.

—follame la boca, alfa... —susurró el omega. —estoy aquí para ti, alfa mío.

el alfa gimió con fuerza.

sus manos tomaron entre sus dedos los mechones del omega que gimió de placer al sentir las fuertes manos del alfa en su cabeza.

su fuerza y gentileza a la vez.

el alfa gimió al poner a su empalmado miembro en la boca caliente del omega.

comenzó moviendo la cabeza del omega para que su miembro entrase y saliese de su boca con dureza.

el omega lo veía a los ojos... eso lo hacía gemir mucho más.

el omega disfrutaba de la vista, de sus abdominales marcándose más por el esfuerzo, su pecho subiendo de arriba a abajo y su mandíbula apretada pero moviéndose en cuanto el alfa gemía con dureza.

el alfa detuvo los movimientos cuando sentía que estaba cerca, con su nudo comenzando a formarse en la base de su pene.

quería correrse en la cara de inocencia de su omega.

el omega supo en el instante y sin dudarlo se separó un poco y abrió su boquita frente a él, esperando esa esencia blanca en su rostro.

harry acarició su miembro latente con una de sus manos, resbaladizo por la cantidad de saliva y presemen que había.

jadeaba con fuerza y líneas de blanco comenzaron a salir.

su esencia se repartía en la cara de su omega, con la corrida en la boca y lengua del omega, un poco en sus pómulos afilados y otro poco en su pequeña nariz de botón.

al detenerse el alfa con esa imagen mental irrumpiendo en sus fantasías el omega sonrió con autosuficiencia.

el alfa se agachó hacia el omega y con sus dedos recolectó el semen en la cara de su omega.

beso al omega que veía sus dedos llenos de su semen. con una sonrisa de satisfacción el alfa acercó los dedos a la boca de su omega que con gusto los chupo.

—mierda, amor... te amo. —el alfa pronunció con seguridad. —yo fui hecho para ti... yo necesitaba encontrarte.

louis gimió y se acercó al alfa poniéndose nuevamente en su regazo.

—alfa... —el omega gimió. —te necesito, necesito que me destroces. —louis susurró con una voz seductora. —hazlo por favor, alfa. —suplicó nuevamente

el alfa lo vio con deseo.

—yo cumpliré todos tus deseos, omega hermoso.

el omega se acomodó en sus rodillas, presentando su redondo culo frente a su rostro.

el alfa gimió al ver como la tela de la braga se apretaba entre sus mejillas.

el omega con una de sus manos bajo la lencería que el alfa ansiaba que ya no estuviera entre ellos.

al bajar las bragas una piedra imitación de un diamante se encontraba entre las mejillas de su omega.

la piedra rosada lo hizo ver con más deseo a su omega.

abrió las nalgas de su omega para poder volver a soltarlas con fuerza.

sus manos acariciaban los suaves cachetes de su omega, con sus dedos marcándose en la piel pálida del omega.

—mierda, lou... —el alfa gimió. —¿mi omega se ha tocado pensando en este momento?

el omega gimió por la ligera nalgada que el alfa le propició.

—¡h-harry! —el omega gimió al sentir al alfa empujar el plug un poco más, con sus manos comenzando a temblar.

—¿quieres que te folle, amor? —el alfa susurró en su oído. —que te marque y te llene de mis cachorros.

el omega gimió.

dios...

lo necesitaba.

necesitaba de su alfa.

—alfa... soy tuyo. —el omega susurró.

harry con cuidado se deshizo del plug, dejando salir el lubricante que comenzó a lamer desde que vio como ese delicioso y afrodisíaco líquido salía por entre las piernas del omega.

con cuidado el alfa tomó las caderas del omega, con sus manos viajando hasta su cintura.

introdujo su miembro en la estrecha entrada de su omega, con un gemido fuerte saliendo de entre sus labios.

las respiraciones de ambos eran fuertes y sus movimientos comenzaron, siendo profundos y lentos al principio. disfrutaba de la calidez y estreches de la entrada de su omega que gemía con cada estocada que le daba el alfa, con sus labios dejando salir las palabras en que halagaba a harry.

el alfa no podía dejar de pensar en esa frase: te amo, te amo, te amo, te amo... eres mío.

louis era suyo.

era su omega.

y no podía dejarlo ir, no después de no haberlo encontrado desde el principio.

el alfa gimió al aumentar sus movimiento, siendo rápidos y erráticos, haciendo que el omega grite de placer y le pida más.

le gustaba eso.

le gustaba el hecho de que louis era una pequeña mente sucia con deseos de ser amado.

y él le puede ofrecer todo eso.

él le dará todo lo que quiera su omega.

el alfa se acercó a la parte de unión del cuello de su omega cuando sabía que louis estaba cerca, con sus paredes apretándolo más.

sentó al omega en su regazo dejando su cuello a su disposición y sintiendo la saliva que caía del lado de la boca de su omega que murmuraba de placer lo que sentía.

su cabeza no dejaba de pensar.

marcar, marcar, marcar...

necesitaba marcar a su omega.

tomó con una de sus manos el cuello de su omega y besó su mejilla.

—te amo, omega mío... —el alfa susurró. se acercó a los labios de su omega que no dejaban de gemir. —hoy reclamó lo que la vida me dio, y me dio al omega más hermoso del mundo.

sin más el alfa marcó al omega que gimió con fuerza.

la unión se formó cuando la piel se rompió y el alfa solo podía pensar en cómo ahora louis era suyo y él era de louis.

sin más el omega se corrió, con su cuello sangrando por la marca y el alfa con un nudo en él.

—te amo, harry. —el omega murmuró. —eres mi todo. —murmuró con la voz baja.

—louis... cásate conmigo, por favor. —murmuró el alfa. —hazme el honor de que yo pueda ser tu esposo.

louis sonrió grande con una sonrisa adormilada y vio directamente a los ojos de su alfa.

—claro que si alfa... —murmuró el omega.

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