𝐗𝐈𝐗 ; high risk
CAPÍTULO DIECINUEVE
· • ❝〔 alto riesgo 〕❞ • ·
sangre extinta ; parte III
⚠️ ¡!: leve mención de abuso de índole sexual
Distrito Ehrmich. Muralla Sina. Año 844.
TODAVÍA RECORDABA LOS DÍAS POSTERIORES AL funeral de sus padres, cuando el dolor cada día fue más inmensurable y ella, en ese entonces de ocho años, pasó unas semanas en el hogar de su tío con la familia de él. Aún tenía presente en su memoria que su tía, esposa de Danilo, trataba de consolarla cada noche con una taza de leche caliente y sus dos primos, en especial Adah, la sacaban a los jardines del hogar para fingir que eran exploradores aventurándose en una jungla ficticia.
Eso le distraía un poco de los sentimientos de luto que traía, pero estar ahí no le traía ninguna paz. Lógico, la familia no dejaba de pertenecer al clan Xion. Si en su hogar había cierto infierno por la relación de ella y sus hermanos con sus padres, ahí era peor, porque Danilo Xion era extremadamente abierto al odio que tenía por su esposa e hijos, por hacerlo fracasar en darle una descendencia digna para la familia.
Ese hogar, construido con piedra y madera de roble oscuro, decorado con una pared de plantas trepadoras, ubicada en la sofisticada calle del distrito Ehrmich, donde vivían las personas de la alta clase que fueran oriundas de esa ciudad, parecía familiar pero no lo era. Todo lo contrario. Era un teatro de una historia ficticia sobre una supuesta familia perfecta, pero que escondía un historial tétrico que conectaba con las otras historias oscuras de los Xion.
Había recuerdos de gritos, insultos, amenazas de muerte y peleas físicas. En su mente, todavía yacía el recuerdo de ella a veces corriendo a la habitación de invitados con la excusa de que iría a dormirse temprano, lo que no sabían, es que era una mentira para que la niña huyera y se escondiera debajo de la cama para taparse los oídos tratando de no ser testigo del momento. A veces se quedaba dormida en el suelo de madera.
Para Izaro, en su etapa de niñez, esa casa le causaba mucha incomodidad. Ahora, con el pasar de los años y ya siendo una adulta, el sentimiento seguía igual.
—Bueno, esto es interesante —dijo Danilo viendo a sus dos sobrinas, Izaro y Sofía, sentadas frente a él en la mesa cerca del pequeño estanque que contenía el jardín, ideal para la hora de té o descanso—. Solo había llamado a Sofía para evaluar los preparativos para su boda el próximo año, pero es una sorpresa tenerte aquí, Izaro. Más cuando ya eres capitana y debes organizar a tu escuadrón.
La azabache lo miraba fijamente.
—Es sobre Lyon Hayworth.
—¿Ya te acostaste con él? —preguntó explícitamente, quitándole importancia la postura incómoda que tomaron ambas chicas, en especial Sofía— ¿Es malo en la cama? ¿Tuviste que fingir orgasmos o mojaste todas las sábanas?
—No quiero responder eso.
Danilo se limitó en alzar los hombros.
—Entonces, ¿para qué viniste?
Había llegado al distrito Ehrmich, su lugar de nacimiento, desde muy temprano puesto que debía realizar otras cosas el resto del día y la mañana era su única hora libre. No podía esperar otro día donde estuviera menos ocupada, necesitaba hablar seriamente con su tío respecto a eso. Suspiraba internamente, rezando para que salieran las palabras adecuadas y que la respuesta de su tío no fuera lo que ella estaba pensando.
—Lyon me dijo la verdad —inició, notando que su tío no cambiaba su expresión o se tensara—, dijo que tú le ofreciste arreglar un compromiso para los dos, a cambio de que tuviera sexo conmigo y me dejara embarazada. Prácticamente, querías que no tuviera otra opción y hacerlo de una manera rápida.
Danilo no se inmuto, ni siquiera cuando se percató de la mirada atónita que le mandaba su otra sobrina. Sofía no era de muchas palabras, casi siempre buscaba mantenerse al margen de las situaciones familiares, pero sus expresiones eran suficientes para saber sus respuestas, más cuando era un tema relacionado con su hermana menor.
—No veo cuál es el problema —respondió el hombre indiferente—, ¿acaso tiene un pene pequeño? Porque si es así, entonces creo que tiene lógica que hayas venido desde la muralla Rose para quejarte.
—¿Me dijiste todo eso la noche de mi ascenso solo para acceder a que tuviera relaciones con él? —preguntó Izaro con una expresión molesta en su mirada, su tío solo se limitó a soltar una pequeña carcajada—. Respóndeme. Lyon me dijo que rechazo tu oferta, lo hizo pensando en mí. ¿Involucraste a Levi en la oferta que me hiciste para que yo aceptara hacerlo con Lyon?
—No, realmente la familia considera a tu perro enano como un buen candidato para contribuir con la creación de nuevas generaciones nuestras —respondió con cierta elegancia, sosteniendo su taza de té a la cual le dio un sorbo al finalizar el principio de su respuesta—. Eso sí, tenía contemplado de que tal vez no aceptarías al tratarse de tu amado soldadito.
—Porque no quiero involucrar a Levi en...
—Ya me sé el cuento, Izaro, no quieres que tu soldado se entere de lo que hemos hecho y de lo que eres cómplice.
Izaro trago con fuerza. No por molestia por las respuestas de su tío, sino por los nervios que esas mismas respuestas le causaron, en especial ese último.
—Pensé que a lo mejor, si te daba la opción de tu amigo, habrían dos respuestas de tu parte: acceder al tratarse de un conocido de confianza tuyo o presionarte inconscientemente para que fueras donde el noble —sonrió de lado—. Veo que no me equivoqué con poner como posibilidad la segunda opción.
—¿Y por qué a él le ofreciste un arreglo de matrimonio, mientras que a mí me dijiste que podía no casarme si no quería?
Alzó los hombros, dando otro sorbo a su taza.
—Es más fácil cancelar una boda, además, dada a tu lamentable situación de que extrañas a tu primer amorcito, lo único que ya nos importa a la familia es que exista mínimo un donador de semen para que tengas un hijo.
Retorcido. Ese era Danilo Xion. Un hombre que podía tener las ideas más retorcidas que la mujer podría imaginar, sin importarle cómo las llevaría a cabo y qué resultados obtendría a cambio. Perturbado de la cabeza. No le importaba los sentimientos de nadie, ni siquiera de su familia, porque, de serlo así, tal vez estaría horrorizado de pensar que su plan envolvía el sexo y la manipulación sobre su propia sobrina para permitir involucrarse en situaciones de ese tipo.
En cambio de eso, sólo miró a la hermana de la recién capitana que le costaba un poco creer lo que estaba pasando entre su tío y su hermana menor.
—Mira, a diferencia del anciano moribundo, quiero darle cierta libertad a los Xion —luego señaló a Sofía mientras la seguía mirando—. Tu hermana está aquí por algo similar, para analizar si quiere continuar con la boda planeada o bien dejarlo para que sea libre de estar cuanta mujer quiera.
Trató de no mirar a su hermana para conocer qué reacción había adoptado tras aquello. Tenía tantas ganas de saber cómo había descubierto el secreto de Sofía que solo ella y sus otros hermanos sabían. Y estaba segura que Sofía nunca se le hubiera cruzado por la mente confiarle a Danilo su secreto respecto a que era lesbiana, si Xaiden nunca reveló su verdadera orientación siendo él más extrovertido y tranquilo, mucho menos Sofía que era más reservada e introvertida.
—A mí no me atraen las mujeres —respondió Sofía nerviosa, mirando a su respectiva taza de té.
Danilo simplemente se rió—. Ajá, lo que digas, chiquilla. —cruzó los brazos nuevamente—. Como te digo, Izaro, quiero darles cierta libertad en elegir lo que quieren, pero manteniendo los intereses de la familia. ¿Tu hermana no quiere fingir más que le atraen los hombres? Que haga lo que quiera, pero a cambio debe de tener hijos para mantener nuestra descendencia. ¿No te quieres casar? No lo hagas, pero quédate embarazada, o del sabueso que tienes como amigo o del noble.
—Ya te dije que a Levi no lo voy a involucrar con nosotros —dijo Izaro firme—. Y solo mencionas a Lyon para que mi hijo sea parte de la nobleza porque dudo que ustedes dejen pasar ese importante dato.
—Agradezca, Izaro —susurro Danilo, casi como si buscara que las dos chicas fueran las únicas que debían escuchar lo que diría— ¿Sabes cuántos hombres, especialmente nobles, mueren por tenerte desnuda en sus camas? Amelia y yo hemos ofrecido dinero a cambio de que hagan contigo lo que les antoje, incluso si tienen que drogarte o forzarte a hacerlo con ellos.
» Claro, nunca ha pasado porque tu soldadito guardaespaldas te protege tanto que es difícil que quite un ojo encima tuyo. Gracias a tu querido Levi es que estas intacta y dio oportunidad a que manejara el tema de embarazarte de una manera menos traumática para ti.
La presión que Izaro sentía en el pecho era horrible. Ni siquiera cuando estaba en el exterior mirando los cadáveres de sus compañeros y la sangre se sentía de esa manera. Sofía tomó de su mano con fuerza, horrorizada; no era ni siquiera un secreto a voces que Izaro era muy atractiva y cautivaba la atención de cualquier persona, sabían perfectamente que habían personas que llegaban a las fantasías sexuales con ella de protagonista, pero de ahí a escuchar a Danilo decir aquello y teniendo a Amelia como cómplice...
Existía más de una ocasión donde Levi le recomendaba a Izaro cortar contacto con su familia, a veces decía que era lo mejor para tenerla a salvo. Ella siempre pensó qué tal vez su amigo exageraba, aunque había ocasiones –incluida esta– donde pensaba que a lo mejor el azabache lo decía por algo.
—Si eso es todo, te puedes retirar —comentó Danilo mientras le daba una señal a su esposa, quien caminaba con un deteriorado Byrion en silla de ruedas por los jardines de la casa, para que viniera—. Sofía, puedes acompañarla a la salida y luego regresas para hablar de tu compromiso, aunque no hay mucho que discutir. Oh, e Izaro, los medicamentos del estúpido anciano subieron de precio, para que tengas en cuenta.
Ninguna respondió, solamente se alejaron mientras entrelazaron sus manos, en lo que llegaba la mujer de Danilo a retirar todos los platos que había en la mesa que fueron ocupados por Izaro e iba a preparar más té a su marido.
—Deberías aceptar lo que dice nuestro tío.
—¿De qué estás hablando, Iza?
—Sobre tu matrimonio —contestó mientras caminaban por los pasillos de la casa—. Sofía, vas a ser infeliz en un matrimonio con alguien a quien no amas. Y nuestro tío ya sabe de tu secreto. Tal vez lo que pide es algo muy fuerte, pero al menos podrás estar con una mujer a quien ames y...
—Voy a mantener mi compromiso en pie —dijo Sofía dejando a su hermana menor desconcertada—. Iza, si reveló eso seré un fracaso para toda esta familia. No puedo, no soportaría tanto rechazo. Además, Michael no es un mal hombre, es muy bueno en realidad. Es atento, amable, servicial, trabaja en la Policía Militar...
Izaro la interrumpió.
—Pero no lo amas románticamente hablando.
Su hermana suspiró—. Lamentablemente, Iza, no todos los matrimonios son felices. Y aquí, en nuestra familia, el único matrimonio que conocí y, por más que los odie al día de hoy, debo reconocer que hubo mucha felicidad fue la de nuestros padres.
Ninguna habló de lo que quedaba de camino, ni de los matrimonios ni del asunto que hizo traer a Izaro a ese lugar. Finalmente habían llegado a la entrada de la mansión, siendo Izaro recibida por un guardia que custodiaba a Mikaela, su caballo.
Ambas hermanas se abrazaron con fuerza, con Sofía dándole pequeños besos en la mejilla e Izaro presionando sus brazos con intensidad.
—Lyon es un buen noble, deberías conocerlo más y tal vez intentar tener de nuevo una relación —mencionó Sofía—, para que puedas olvidar a Erick, Iza, te hizo tanto daño que me duele pensar que todavía lo extrañas.
Ya no lo extraño.
—Sé feliz.
—Lo mismo deseo para ti —respondió Izaro—, pero con alguien a quien sí puedas brindarle amor.
Su hermana simplemente sonrió.
—Seré feliz viéndote elegir lo que quieres, Iza —otro beso en su mejilla—. Te quiero tanto.
༉
Su padre había dirigido un escuadrón en sus años de vida hasta el día de su muerte. El escuadrón, conocido como el escuadrón de operaciones de alto riesgo, se especializaba en las operaciones más complejas que podían existir dentro de la Legión de Reconocimiento, como eliminar el mayor número de titanes excéntricos que representaran alguna amenaza significativa para los demás soldados o bien tuvieran que proteger la vida de sus compañeros en una situación donde la muerte jugará con ellos.
Heredar ese escuadrón representaba una gran responsabilidad sobre Izaro, más aún sabiendo que su posición como capitana la obligaba a elegir soldados con mayor rango de habilidad que el promedio. Las misiones del escuadrón no eran fáciles, muchas de esas tareas guiaban a sus soldados a una muerte grotesca e instantánea, la posibilidad de sobrevivir era más baja que la de otros soldados que formaran parte de la Legión. Zachary, su padre, siempre estaba en un continuo papeleo para las actos de defunción que traían los nombres de sus subordinados. Izaro siempre creyó que el escuadrón también se había llevado a sus padres a la tumba, no había duda teniendo el historial que tenía el escuadrón de operaciones de alto riesgo.
La opción más ideal y menos controvertida era reclutar a soldados experimentados, que comprendieran mejor que otros el panorama del exterior y los peligros que los perseguían. Veteranos. Que ya sus testimonios sobre el deceso de sus compañeros fuera el pan de cada día y ya no sintieran el terror de morir a manos de un titán a cambio de entregar su corazón a la lucha para la victoria de la humanidad. Era lo indicado, más no lo hizo.
En su lugar, eligió a cinco soldados jóvenes. Novatos. Quienes tenían una larga vida por delante, pero habían decidido entregarla para pelear por la libertad de las personas dentro de las tres murallas. Tenían potencial de ser grandes soldados en un futuro y les quería dar esa oportunidad, les dijo días atrás que estarían en su escuadrón y cumpliría su palabras.
Elián Cobain, Deva Orson, Damian Slora, Keira Mai y Nicholas Rymes estaban frente a ella escuchando con atención cada palabra que ella brindaba.
—No les voy a mentir, hay más posibilidad de que mueran con este trabajo que a otras asignaciones que haya aquí —decía Izaro, apoyada en la paja mientras miraba a los jóvenes adolescentes. Había elegido hablar con ellos en las afueras del establo donde yacían los caballos para tener un ambiente tranquilo, ideal para que los novatos pudieran procesar lo que implicaba estar ahí y no se sintieran sofocados—. Por eso preferí hablar de esto antes de que ustedes tomen la decisión final, se respetará la elección que ustedes sientan que será lo mejor para sus vidas. Si bien este grupo será para ser el principal escudo de la Legión, es importante que cada integrante piense en su propia seguridad.
—¿Y se usará la técnica que el capitán Zachary Xion utilizaba? —preguntó Damian con los brazos cruzados.
—Sí, es hasta el día de hoy el más efectivo para este escuadrón.
Era una técnica, diseñada por la propia Theodore, sencilla, aunque peligrosa. Consistía en separar a los miembros en cada extremo del grupo, cuidando y estando al pendiente de los peligros que había alrededor, y en cuanto se anunciaba el retiro de la Legión para retornar a las murallas, los miembros se reunían para evaluar los daños junto con un cambio de posición.
Eso fue antes de la propuesta del capitán Erwin Smith sobre una nueva formación de exploración a larga distancia, aquella que probaron en su primera expedición donde Farlan Church, Isabel Magnolia, Ruby Fitzgerald y Oscar Starr habían fallecido. Ahora, años después y ya teniendo la formación diseñada por Erwin como un método efectivo, Izaro buscaba volverla a diseñar bajo la estrategia de su amigo, utilizando las pistolas de bengalas como ventaja y permitiendo, si el universo o alguna deidad existente se lo permitiera, que sus subordinados no fallecieran de manera constante como ocurría cuando su padre tenía el liderazgo de ese grupo.
Solo necesitaba saber qué opinaban los novatos que reclutó.
—Y aún así, las posibilidades de morir seguirán siendo las mismas, ¿verdad? —preguntó Elián balanceando su cuerpo de delante para atrás.
—Probablemente sí, probablemente no —respondió Izaro—. Quiero que la técnica que utilizaba mi padre y diseño mi madre se acople a la formación diseñada por el capitán Erwin, para que el índice de probabilidad baje, aunque no puedo prometer que quede en cero.
El pelinegro de ojos azules suspiro, sin mirar a su capitana.
—No estoy seguro —dijo él—, ya le provocó suficiente preocupación a mi madre estando aquí, ni siquiera le gustó cuando le dije que entre aquí para pelear con titanes. Si muero, eso la matará y soy la única persona que tiene en este mundo, incluso mando parte de mi salario para ayudarla.
Izaro le sonrió levemente.
—Ante todo, quiero que estés bien, Elián y respetaré tu decisión de no entrar si es lo que deseas.
De pronto, Deva se acercó a su amigo para susurrarle con una mirada extrañada.
—No entraste aquí para pelear con titanes, entraste para poder conocer a la capitana Xion...
—Shhhhhh, se supone que eso es secreto —reclamo molesto.
—Chicos, miren —habló nuevamente Izaro, captando la atención de los cinco adolescentes—, sé cómo se sienten, yo también fui novata alguna vez y conozco perfectamente ese sentimiento. Ahora tiene inseguridad si es buena idea estar en mi escuadrón, o incluso estar tan siquiera en la Legión, pero si no somos nosotros quienes arriesguemos nuestras vidas para la humanidad, nadie lo será.
»» Si desean entrar, los someteré a un entrenamiento más duro, que los ayudará a desarrollar mejor sus habilidades, los hará más flexibles, fuertes y ágiles con los equipos tridimensionales. Aprenderán de lo necesario a través de los documentos que mi padre escribió para futuras generaciones de este grupo, así para que sepan mejor que nadie a cómo enfrentarse a los titanes. En la Legión de Reconocimiento estamos dispuestos a dedicar nuestro corazón por la lucha y la libertad nuestra, quiero que este escuadrón lo dedique el doble. Claro, sólo si ustedes quieren.
El viento se había convertido en el único sonido que se escuchaba en el lugar. Cada joven comenzó a analizar la propuesta, tomando en cuenta las desventajas y ventajas que implicaba formar parte de ahí. Izaro seguía manteniendo su mirada tranquila, aunque comenzaba a impacientarse mientras sentía que los minutos pasaban y seguía sin respuesta de los soldados. Rezaba para que tomaran pronto una decisión a la cual no debían arrepentirse.
Fue ahí que Nicholas dio un paso adelante.
—Quiero entrar —respondió, Izaro se sintió serena, sabía que él no le fallaría por nada del mundo—. Mi hermanita menor debe vivir en un mundo donde no se esconda bajo estas murallas. Si estar en el escuadrón me ayudara a crear ese mundo ideal para Sylje, entonces estoy dentro.
—¡Yo me apunto! —exclamó Deva también dando un paso adelante, apoyando su codo en el hombro del rubio—. Será divertido, además de que no todos los días recibes la invitación de un Xion y que te diga que tienes futuro. Elián, deja de ser un bobo y vení a ser un bobo en el escuadrón de Izaro Xion.
El joven igual seguía inseguro con la propuesta, pero caminó hacía sus dos amigos mientras trataba de convencerse de que no se arrepentiría de la decisión.
—Espero que esto no le provoque un infarto a mamá —comentó Elián a lo que Nicholas rió.
—No te preocupes por eso, ya se lo provocaste el día que le dijiste que entraste aquí para conocer a...
—¡Eso es un secreto! —gritó enfadado ocasionando las burlas entre sus dos mejores amigos.
Ante eso, Damian también dio un paso mientras miraba a la azabache de ojos carmesí.
—En ese caso, entonces también estoy dentro —comentó el castaño—. Este trío de idiotas morirán en el primer día si los dejó solos, desgraciadamente debo vigilar que sigan con vida.
—Ni que fueras nuestra madre —reclamó Deva mientras Damian la miraba con extrema seriedad.
Y por último, Keira, con una sonrisa formada en sus labios, dio también un paso adelante, abrazando el brazo de Nicholas.
—Cuenten conmigo.
No cabe duda que estos chicos tienen futuro. Pensó Izaro mientras se acercaba a ellos para darles oficialmente la bienvenida al equipo.
༉
Izaro estaba mirando el pergamino extendido en la mesa que tenía dibujado el diseño de la formación que Erwin había creado años atrás. Con una pluma salpicada de tinta en su mano, analizaba los puntos que podían servir como propuesta para las posiciones de su escuadrón. Miraba fijamente aquellos puntos que había indicado como ideales, usando a la vez su única mano libre para peinar su cabello negro que estaba suave y algo húmedo gracias a la ducha que había tomado luego de un largo día que aprovecho para iniciar a entrenar con sus subordinados.
Mike, su amigo de casi dos metros de altura, aprovechó la concentración de su amiga para apoyar su barbilla en su cabeza, apreciando el olor a cabello húmedo que captó su desarrollada nariz.
—Tu barba me hace sentir que tengo piojos en la cabeza, Mike —se quejó Izaro sin quitarle un ojo al pergamino, oyendo al hombre de cabellos castaños claros reir—. Mejor ayúdame con esto, ¿de acuerdo?
—Yo lo veo bien —respondió el hombre alejándose de su compañera—. Las posiciones les permitirán buen ángulo para vigilar y atacar cuando aparezca una de esas bestias.
—Ahí está el problema —dijo ella—. Debe verse perfecto, que no me lleve a cometer ningún error que vaya a lamentar cómo la muerte de mis subordinados o la mía propia.
Escuchó a Mike reírse de manera irónica.
—Esto me trajo recuerdos —sonrió—. Tu padre decía exactamente lo mismo. Qué miedo. Ya te estás convirtiendo en su pequeña y femenina versión.
—Querrás decir qué honor que me esté volviendo igual a él —contestó Izaro con una sonrisa de orgullo.
—No, créame, conviví más con tu padre que tú —se burló Mike—. Tu padre resultaba aterrador cuando exigía mucha perfección y...
El carraspeo de Erwin lo obligó a callarse junto con una mirada de reprimenda antes de señalar a la azabache, quien había borrado su sonrisa y la transformó en una mueca de incomodidad. Mike supo en ese instante que había golpeado en el tema sensible de la relación entre su compañera con su fallecido padre y agradeció al cielo que Levi no estuviera presente en ese momento. Si Erwin, con el paso de los años, se había vuelto un poco protector con Izaro como si fuera una especie de hermano mayor, Levi era otro asunto.
Un asunto que no había que indagar si uno deseaba salir con vida.
—Iza...
—Erwin, ¿cuándo tendremos la siguiente expedición? —preguntó la joven, cambiando repentinamente el tema mientras obligaba a su rostro traer de vuelta su sonrisa. Tanto el mencionado como Mike decidieron seguirle la corriente.
—Cuatro meses si conseguimos el presupuesto que propusimos en la última reunión —respondió el rubio mientras se servía un poco de té y leía un informe que llevaba en su mano.
La pelinegra sonrió—. Perfecto, suficiente tiempo para preparar a mis muchachos. Eso significa que mi trabajo por hoy ha terminado.
El sol comenzaba a bajar del cielo, permitiendo que el trío apreciara un espectacular atardecer que incluía colores anaranjados, amarillos y tonos azules que traían arrastrando la noche. Usualmente disfrutaba verlo con ellos dos, también con Levi tomando té juntos, aunque sentía que ese día no habría debido a lo que había pasado el día anterior.
Ninguno se dirigió la palabra desde que se tocó el tema del encuentro entre ella y el noble pretendiente, apenas se miraban y se daban a entender que tendrían un día ocupado, sin posibilidad alguna de tomar un descanso para charlar y convivir con el otro. Izaro seguía segura de que los sentimientos que atravesó Levi en ese instante era cualquiera menos celos; probablemente fue consternación al notar que, aparte de un beso, hubo algo más entre su amiga y el noble, tal vez era preocupación a que ella sufriera un encuentro forzado a manos de Lyon Hayworth. Fuera lo que fuera, no eran celos y estaba confiada en ello.
Aunque en el fondo deseaba hablar con el peligro y decirle que el encuentro no significó nada romántico para ella, y a su vez se preguntaba por qué debía aclararle algo si eran solo amigos.
—Por cierto, ¿cómo te fue con tu cita con el noble Lyon Hayworth? —preguntó Erwin, dispuesto a cambiar el tema para no incomodar a la azabache en caso de que volvieran a hablar de su difunto padre.
—Estuvo bien, Lyon es un buen hombre —respondió ella, cruzando los brazos mientras balanceaba su cuerpo atrás y adelante, de manera delicada—. Es amable, atento, respetuoso, lindo...
—¿Y es cierto que se besaron? —preguntó Mike, ocasionando que ella nos mirara sorprendida.
Las miradas de sus dos compañeros no la podían engañar. Mike aguantaba una pequeña risa debido a la expresión dada como respuesta de la azabache de ojos carmesí, Erwin alzó una ceja con una sonrisa en su rostro al ver que el tema se pondría interesante en un par de segundos.
—¿Hange les contó? —Al menos no parecen que saben lo otro.
—Nos contó de hasta cómo reaccionó Levi —contestó Erwin, acercándose para golpear levemente a Mike cuando vio que una risa se le iba a escapar.
—El soldado más fuerte de la humanidad, el terror de los titanes y aún sigue sin declarar su amor a ti —soltó Mike con una sonrisa de orgullo.
Izaro los señaló con una expresión como si los estuviera retando a repetir lo anteriormente dicho.
—Ah, no —dijo—. Ustedes tampoco se unan a esos que dicen que Levi está enamorado de mí. Él y yo no somos nada. Solo es mi amigo y ya.
Ambos hombres quedaron callados, eso hizo que Izaro pensara por un segundo que si recapacitaron y entendieran ese asunto, pero luego supo que estaba equivocada cuando Mike le pidió que repitiera lo que había dicho. No le quedó de otra que poner sus ojos en blaco y decirlo una vez más.
—No hay nada entre Levi y yo, ¿de acuerdo? Él es mi amigo y así va a quedar. Nada de lo que hace por mí implica que sienta algo más allá de una amistad, es ridículo, nunca habrá una relación de pareja entre él y yo.
Fue ahí que Erwin abrió la boca mirando algo que estaba detrás de Izaro.
—Oh, hola Levi, ¿cómo te encuentras?
Sintió que fue bañada en un balde de agua fría, incluso podía jurar que su cuerpo se vio invadido por sentimientos de miedo cuando la idea de voltear cruzó por su cabeza. Podía deducir cuál era la expresión que estaba teniendo el azabache de ojos grises, su habitual mirada seria, aunque dirigida a ella por la sensación que estaba teniendo sobre ser observada.
Efectivamente. Su deducción no se equivocó. Levi estaba detrás de ella con su natural expresión, sin los brazos cruzados, simplemente mirándola con una paz que le aterraba sin saber el por qué, él siempre la veía de esa forma y ella nunca tuvo esas sensaciones que, en ese momento, estaba experimentando.
—L-Levi...
—Erwin, aquí está el informe que me pediste —la ignoró, caminando hacia el capitán de cabellos rubios mientras le entregaba unos documentos.
Era increíble ver una interacción de aquellos dos, sobre todo si los testigos eran personas que habían recibido a Levi en su primer día en la Legión. Seguían sin comprender cómo esos dos hombres pasaron de una cierta enemistad –e intento de homicidio– a un respeto mutuo e inclusive una amistad.
Izaro se sintió incómoda cuando Levi pasó de lado, más no ofendida debido a que varios pensamientos de que fue por culpa de ella inundaron su cabeza.
—Gracias, los necesitaba para preparar de una vez la siguiente expedición —comentó Erwin mientras terminaba su té, recogiendo un par de papeles más antes de dejar la oficina—. Si me disculpan, iré con el comandante Shadis para hablar de los detalles de la próxima salida al exterior.
No espero a que los tres soldados le respondieran y simplemente se alejó un pequeño silencio que incomodó a Izaro mientras notaba que la mirada de Levi cayó nuevamente sobre ella.
—Y yo me voy —declaró Mike, despertando, ahora sí, el nerviosismo de la mujer.
—¿N-No te vas a quedar?
—No, Nanaba me está llamando, me necesita.
Qué mentira tan vaga y sin sentido.
—¡Nanaba ni siquiera está en el cuartel, salió a comprar cosas en Trost!
—Y por eso mismo me voy, adiós, cuidensen.
Y el silencio apareció una vez más, más incómodo que hace unos segundos, sobre todo ahora que ella estaba a solas con él.
Llevó su mano con cuidado a su pecho, notó que su corazón latía con rapidez, a un nivel mayor que cuando estaba en el exterior peleando contra los titanes y era irónico que quién provocaba que estuviera así fuera un simple humano que estaba a centímetros de distancia de ella.
—¿Estás bien? —preguntó Levi mirándola.
No—. Sí —contestó Izaro con una tranquila sonrisa—, no te preocupes, son simples... —No supo cuáles debían ser sus siguientes palabras, menos cuando vió que Levi se acercaba a ella, mirándola de pies a cabeza para analizar su estado. Era extraño, esas sensaciones nunca las tuvo con otra persona, ni siquiera con Erick cuando ella seguía enamorada de él—... nervios.
—¿Y por qué estás nerviosa? —cuestionó él, su voz suave y grave hizo temblar el cuerpo de su compañera, podía jurar que casi lo escuchó susurrarle en el oído por la poca distancia que había entre los dos.
—Yo... —Está muy cerca—, quedé pensando mucho sobre lo que pasó el otro día. Ya sabes, sobre lo de mi beso con Lyon y cómo reaccionaste.
Se dio cuenta que Levi de inmediato se alejó de ella dando por finalizada la poca distancia que ambos tenían, continuaba con su mirada indiferente, lo cual frustra a Izaro porque a veces le confundida tanto esa expresión que no podía indagar qué era lo que verdaderamente sentía su amigo.
—Ya te dije que no me importa lo que hagas en tu vida amorosa, lo único que me preocupaba y seguiré preocupándome es sobre que no te forzara a hacerlo.
Ella suspiró—. Lo sé, pero me dejaste pensando en la manera en cómo reaccionaste cuando Hange dijo eso, era como... si estuvieras celoso.
—¡Tch! —exclamó el hombre—. No estoy celoso.
—Pero, Levi...
—Solo dime una cosa —habló él— ¿Ese noble te trato bien, te respeto, no te vio cómo un objeto que podía llevarla fácilmente a la cama para luego presumirlo a otros? ¿Él es bueno contigo?
Por alguna razón, sintió una leve sensación de tristeza en la voz de su amigo. Estaba genuinamente preocupado por ella, lo demostraba cada día de convivencia y cuando ella conocía a otras personas. Tal vez los demás exageraban, tal vez Levi no poseía ningún sentimiento romántico por ella y lo que había experimentado desde que lo supo no eran celos. Tal vez Levi solo actuaba como siempre, como su compañero y su amigo, simplemente estaba preocupado que ella volviera a caer en unas garras parecidas a las de Erick o peores.
—Lyon es una buena persona —respondió Izaro con calma—, ese día me demostró que no busca hacerme algún mal. Incluso he pensado que... tal vez deba darle una oportunidad.
Aquello había sido una pequeña mentira formulada. Izaro todavía no había pensado en la propuesta del noble, ni siquiera se había puesto a pensar que conllevaría aceptar el trató. Tampoco se había tomado un rato de su día para pensar en lo de su tío proponiendo tener hijos con Levi, aunque su respuesta seguía siendo un no, pero quería saber que podía pensar él de eso.
Aunque no era el momento adecuado.
—Bien —fue lo único que soltó Levi antes de alejarse por completo de ella, caminando a la entrada de la oficina que tenía la puerta cerrada, cortesía de Mike—, es lo único que me interesa.
Levi...
No pudo contestarle nada para que él se detuviera, no hizo falta, ya que en cuanto el hombre abrió la puerta, se sorprendió al toparse con un enorme ramo de diferentes flores obstruyendo su salida.
—Oh, hola, disculpe —era Lyon—, me dijeron que Izaro Xion se encontraba aquí. ¿Está disponible?
—Lyon —contestó ella acercándose, dándose cuenta que el ceño de Levi se arrugaba mientras hacía compañía a una expresión de seriedad absoluta—, ¿qué haces aquí?
El joven sonrió con delicadeza—. Bueno, iba de camino a Trost para unos asuntos y aproveché para traerte este regalo —le entregó el ramo al otro hombre presente en el sitio, sin dejar de mirar a la mujer—. También, quería saber si te gustaría ir a cenar conmigo.
Izaro se sonrojó un poco.
—Es muy tierno de tu parte, Lyon —respondió—, pero el regalo...
—Izaro es alérgica al polen. —dijo Levi con frialdad en sus palabras, devolviendo bruscamente el ramo al noble que ahora se notaba sorprendido por lo que escuchó—. Tus flores harán que se le corté la respiración.
—Mierda —maldijo asustado—. No lo sabía, una disculpa.
—¡Tch! Tan interesado en ella y ni sabe algo tan importante como eso —pensó en voz alta, tanto que el noble y la capitana lo escucharon. No dijo nada más y salió de la oficina para dirigirse a otro lugar, sin mirar atrás y sin notar que había dejado a Izaro ahogada en pensamientos sobre su reacción.
—¿Él está bien? —preguntó Lyon.
—Sí —mintió Izaro, no estaba segura—, Levi es un poco gruñón, no le hagas mucho caso —Al menos el noble de cabellos azabaches le tranquilizó la respuesta y no se contagió de lo que Izaro estaba sintiendo—. Si gustas, vamos a comer, conozco un lugar donde hacen una comida deliciosa y nadie nos molestará.
Tal vez era lo mejor, después de todo, él era un buen hombre. Salir con él y experimentar un poco sería lo ideal para influenciar en su decisión. Además, hacía feliz a Lyon Hayworth.
—Iré donde tú quieras, milady.
༉
INFORMACIÓN ACTUALMENTE DISPONIBLE PARA EL PÚBLICO
Información básica sobre los miembros de la familia:
to be continued...
N/A:
tú tranquilo, levi, nadie le dirá a izaro que estás celoso JABAJJABAJAJA
en fin, actualización para celebrar que es 3 de marzo y se estrenó la tercera parte de la temporada final. ¿cómo se encuentran? ¿están llorando? ¿hacer grupo para ir a terapia?
si ustedes creían que byrion era un maldito con la familia, es que todavía no han visto a danilo. i mean, byrion nunca se le hubiera cruzado por la mente eso que hizo su hijo, apenas hubiera forzado ya enojado a izaro a casarse. algún día les mostraré el iceberg de esta familia.
no olviden votar y comentar sobre lo que les pareció este capítulo, me ayuda bastante para saber cómo ando manejando la historia. ❤️
los quiero mucho, pronto comenzaremos con los arcos de la primera temporada que se vienen intensos !
con cariño, nicky🌙
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro