Ya había pasado una semana una semana algo ardiente? Se podría decir la pareja joven en toda la semana no habían parado de tener intimidad desde que lo habían hecho por primera vez no lo habían querido dejar para nada.

Tuvieron intimidad en toda la casa de playa. En el baño en la terraza en el balcón en la cocina y en todas partes de la casa esa casa fue testigo de todo su amor que se tienen, hasta lo habían hecho en la playa en la roca Más grande a petición de Jisung porque tenía la fantasía de hacerlo en una piedra hasi como la sirenita ariel.

Y ahora estaban en la cocina preparando su cena listos para ir a ver una película en la gran televisión que estaba en la sala.

Jisung y Minho estaban preparando una deliciosa comida en la casa de playa. Los dumplings hechos por Minho olían increíblemente bien y Jisung no podía esperar para probarlos.

Mientras Jisung terminaba de preparar la salsa para acompañar los dumplings, Minho le dijo:

—Jisung, por favor, prepara todo en la mesita enfrente del sillón.

Jisung asintió con una sonrisa y comenzó a preparar la mesa. Puso dos vasos, una Coca Cola, dos platos con palillos y, por último, la salsa para los dumplings. También agregó un tazón de ramen que habían preparado como acompañamiento.

Una vez que todo estuvo listo, Jisung se dirigió a la cocina para ayudar a Minho a llevar los dumplings y el resto de la comida al sillón.

—Listo, amor —dijo Jisung—. Todo está preparado.

Minho sonrió y besó la frente de Jisung.

—Gracias, mi amor —dijo—. Vamos a disfrutar de nuestro último día aquí en la isla.

Juntos, llevaron la comida al sillón y se sentaron a disfrutar de su deliciosa comida. La vista del mar era impresionante y la compañía del otro hacía que todo fuera perfecto.

—Esto es el cielo —dijo Jisung, mirando a Minho.

Minho sonrió y tomó la mano de Jisung. Entrelazóndola con la suya.

—Estoy de acuerdo —dijo—. Contigo, todo es perfecto.

Y así, disfrutaron de su comida y de su último día en la isla, saboreando cada momento juntos.

Después de cenar y ver una película, Minho y Jisung decidieron relajarse en el jacuzzi del jardín. La noche estaba cálida y la luna brillaba en el cielo.

Minho se dirigió al interior de la casa para buscar toallas limpias y su traje de baño. Mientras tanto, Jisung se apresuró a cambiarse y se puso su traje de baño azul celeste.

Al salir al jardín, Jisung se metió directamente en el jacuzzi, sintiendo el agua caliente y relajante. Cerró los ojos y suspiró de placer.

Minho regresó con las toallas y se rió al ver a Jisung ya disfrutando del jacuzzi.

—Te encanta el agua, ¿verdad? —dijo Minho, sonriendo.

Jisung abrió los ojos y sonrió.

—Sí, me relaja —dijo.

Minho se quitó la ropa y se puso su traje de baño. Luego se metió en el jacuzzi junto a Jisung.

—Esto es el cielo —dijo Minho, abrazando a Jisung.

Jisung se recostó en Minho y cerró los ojos.

—Me encanta estar contigo —dijo.

La noche era perfecta. El jacuzzi burbujeaba suavemente y la luna brillaba sobre ellos. Minho y Jisung se relajaron juntos, disfrutando de su última noche en la casa de playa.

—¿Quieres que te lave el cabello? —preguntó Minho.

Jisung sonrió.

—Sí, por favor —dijo.

Y así, Minho comenzó a lavar el cabello de Jisung, mientras el agua caliente y la luna brillante los envolvían en un ambiente de relajación y amor.

Mientras el agua caliente del jacuzzi burbujeaba a su alrededor, Jisung se colocó encima de Minho, permitiéndole lavar su cabello con mayor comodidad. La posición cercana hizo que su cuerpo se pegara al de Minho, y ambos sintieron una llama de deseo.

Jisung, con su trasero apoyado en la entrepierna de Minho, sintió el miembro de su novio despertar. La cercanía y el calor del momento los llevaron a besarse apasionadamente.

Minho, con suaves movimientos, comenzó a aplicar shampoo en el cuero cabelludo de Jisung. Luego, con dedos expertos, empezó a lavar las hermosas hebras doradas de su novio, disfrutando de la textura suave y sedosa de su cabello.

Jisung se relajó, dejando que Minho lo cuidara. El placer de sentirse limpio y relajado se mezcló con la pasión que sentía por su novio.

—Me encanta cuando me lavas el cabello —dijo Jisung, con los ojos cerrados.

—Me encanta cuidarte —respondió Minho, sonriendo.

Mientras el agua caliente y las manos expertas de Minho trabajaban en su cabello, Jisung se sintió envuelto en un abrazo de amor y relajación.

—Te amo —susurró Jisung.

—Te amo también —respondió Minho, besando su frente.

La noche era perfecta, y el momento, íntimo y relajante.

Jisung comenzó a moverse lentamente, frotando su trasero en la entrepierna de Minho, quien seguía lavando su cabello con shampoo. La tensión sexual era palpable, y ambos se comían con la mirada.

Minho se detuvo un momento, mirando a Jisung con ojos ardientes.

—Eres irresistible —dijo Minho, su voz baja y ronca.

Jisung sonrió, moviendo su trasero de nuevo.

—Tú también —respondió Jisung, su voz seductora.

La pasión se intensificó, y Minho se inclinó para besar a Jisung. La boca de Minho se unió a la de Jisung, y sus lenguas se entrelazaron en un beso apasionado.

Mientras besaban, Jisung continuó frotando su trasero en la entrepierna de Minho, quien respondió con un gemido de placer.

—Quiero estar dentro de ti —dijo Minho, su voz llena de deseo.

Jisung se rió, su voz sensual.

—Estoy listo para ti —respondió Jisung.

La noche era cálida, y el jacuzzi burbujeaba suavemente. La luna brillaba en el cielo, iluminando el momento íntimo entre los dos amantes.

Después de la confirmación de Jisung, Minho le quitó a su chico el shampoo de la cabeza para después empezar a besarse más comiéndose la boca del rubio mientras  paseaba sus manos por todo el cuerpo de Jisung para después llegar a su trasero y empezar a amasarlo con lujuria esa noche lo arian a lo desgraciado sería su última noche ahí así que querían aprovechar al máximo.

Minho y Jisung se separaron por un momento, jadeando por la falta de aire. Sus ojos se encontraron, llenos de deseo y pasión.

—Mi-Minho, quiero que lo hagamos aquí —dijo Jisung, su voz jadeando y llena de anhelo.

Minho sonrió, sabiendo exactamente lo que Jisung quería. No había nadie alrededor, solo ellos dos, y el jacuzzi era el lugar perfecto para una noche de pasión.

—Quiero hacerlo aquí también —dijo Minho, su voz baja y sensual.

Jisung se rió, su respiración pesada.

—Vamos a hacerlo —dijo Jisung, tirando de Minho hacia él.

Minho se acercó, y sus bocas se unieron en un beso apasionado. Mientras besaban, Minho comenzó a desvestir a Jisung, quitándole el traje de baño.

Jisung se rió, ayudando a Minho a quitarse su propio traje de baño.

—Quiero sentirte dentro de mí —dijo Jisung, su voz llena de deseo.

Minho sonrió, y se acercó a Jisung. El agua caliente del jacuzzi los envolvía, y la luna brillaba sobre ellos.

—Voy a hacerte sentir tan bien —dijo Minho, su voz ronca.

Y con eso, Minho tomó a Jisung y lo llevó hacia el centro del jacuzzi. El agua burbujeaba a su alrededor, mientras ellos se unían en una noche de pasión y amor.

Minho una vez lo llevó al centró del jacuzzi puso de nuevo al menor sobre de el y ambos se miraron con una sonrisa pícara y mirada ardiente.

Rápidamente Jisung volvió
a acomodarse en el regazo
de su novio con una sonrisa en su rostro mientras que daba saltitos encima de Minho estaba ansioso

En eso Minho cuidadosamente agarró su longitud y la alineó en el trasero de Su novio no quería lastimar a Jisung así que fue ingresado dentro suyo con cuidado esta vez no estaban utilizando lubricante así que Minho quería ser cuidadoso.

Pego el trasero de Jisung a su entrepierna ya su miembro dentro de su cavidad anal, Jisung frunció el ceño mientras soltaba un quejido
de dolor ante la intromisión.

—Sunggi e~estas bien?. Preguntó preocupado Minho lo que quería era hacer sentir placer a Jisung no dolor.

—E-estoy bien... gimió
Jisung mientras se recargaba en el pecho de Minho Descansando.

Ambos se quedaron quietos, Minho no se atrevería a moverse ya que sabía que sí lo hacía podía lastimar a su bebe y eso sería algo que nunca se
perdonaría.

Y Jisung por su parte solo estaba esperando que el dolor bajara para Comenzar a saltar sobre
aquel exquisito miembro.

Después de aproximadamente 6
minutos Han comenzó a
dar pequeños saltos sobre
el miembro de su novio.

—AHH~ frunció el ceño mientras aumentaba
un poco su movimiento de
caderas mientras que los movimientos del agua se hacían más fuertes.

—Se~se siente bien b-bebé? —preguntó Lee en medio de un gemido ronco acariciando la espalda de Jisung.

—S-si... Demasiado B~bien.
Dijo el menor recargando su cara en el cuello de Minho disfrutando de esa sensación.

y dicho aquello Minho lo vio en una señal de luz verde, para asi comenzar a ayudar con las embestidas.

Los movimientos del agua se hacian mas fuertes como si fueran olas.

Jisung paso sus brazos por
el cuello de Minho para
apegarse más a su cuerpo,
y que las embestidas
aumentarán en su interior aunque el agua no les dejaba hacer bien su trabajo eso no les impedía se estaba sintiendo muy bien.

Minho paso una de sus
manos en el vientre de
Han, sintiendo así un
bulto, Minho sonrió, pues
le fascinaba sentir su
miembro en el abdomen de Su novio se volvió su adición.

—HONEY!!!~~.. llamó Jisung en un grito de placer al sentir como el pelirojo aumentaba las embestidas en su interior.

El agua del jacuzzi se movía sin parar debido a los fuertes movimientos que hacían ambos disfrutando de la placentera sensación de unirse de esa forma tan especial e íntima.

El agua salpicaba sin sesar ambos mojandose, las cabezas pero no les importarba para nada ellos estaban en su propio mundo amándose y queriéndose el uno al otro.

—Ahh~ ah~ Minnn!!. Repetía y Repetía Jisung sintiendo como su interior era profanado por el miembro de su novio sin piedad alguna.

Aunque no era tan fuerte e intenso. Como la semana pasada pero se sentía verdaderamente increíble.

—Ahhh~ e~estoyyy serca!!. Decía Minho con un gemido ronco en la oreja del rubio mientras aumentaba más el ritmo de sus embestidas.

Después de cinco embestidas más Minho se corrió en el interior de Jisung llenandolo de su esencia mientras que Jisung se vino en el agua.

Después ambos se miraron con una sonrisa con los ojos dilatados mirándose con tanto amor. Uniéndose en un abrazó regulando sus respiraciones aceleradas.

En eso Minho fue el primero en hablar susurrando en el oído de Jisung— Esto aun no acaba mi amor. Dijo para seguido de eso mordisquear la oreja del joven para en eso levantar los a ambos.

Minho tomó a Jisung para cargarlo en su hombro dándole una nalgada en su trasero. Escuchando el agudo gemido que solto el rubio.

El pelirrojo los guió a su habitación que se encontraba en el segundo piso, Jisung no desia nada ya sabía lo que se venía era algo que lo anhelaba mucho.

Minho llegó a su habitación y tilo bruscamente a Jisung en la cama ambos empapados de agua sin importarles que mojarian la cama.

Minho se colocó encima de Jisung quedando el encima del menor mientras que este acostado boca abajo tal cual como el pelirojo lo puso en la cama.

Minho llevó sus manos a sus mejillas traseras y las abrió, dejando a la vista su entrada rosada y mojada y medio inchada devido a lo ocurrido unos minutos antes.

Minho sin esperar nada más Insertó su miembro de golpe, tan brusco y placentero, que hizo gritar a Jisung tan fuerte que la pregunta de si alguien los escuchó le rondó por la cabeza unos segundos antes de desaparecer bajo la ola de placer que estaban experimentado ambos.

pelirrojo tomó en un puño el cabello del rubio y la otra en su ancha cadera mientras que sus sensuales gemidos y grititos que soltaba fueran escuchados por nadie más que el en esa habitación.

—AAHH~!. Dejaba salir el menor su novio le estaba dando la mejor follada de su antes virgen vida.

Jisung se sujetó firme de
Las rojas sábanas mientras  las embestidas que Minho daba se volvían mas
agresivas, más rudas y más serteras.

Su propio miembro dolía, quería, ansiaba el toque de Minho, pero sabía que no lo tendría si no hasta que su novio  supiese del climax, y eso estaba tan lejos de ocurrir.

—M~más M~mas HONEYYY!!!. logró decir de
forma un poco audible a
través de sus fuertes gemidos que no lo dejaban hablar.

Minho sonrió con sornia y orgullo de que su chico le haga sentir tan bien.

— C~claro todo Lo que mi bebe pida. le dijo antes de
impactar con mas fuerza su pelvis contra el trasero del chico por toda la habitación se escuchaban los fuertes gemidos jadeos y las fuertes embestidas que se escuchaban en toda la casa.

Minho se acercó mas a Jisung y dejó un suave
beso sobre las empapadas
mejillas del rubio, tan
lagrimosas de placer qué
era una erótica imagen que quería conservar siempre.

Dejó más besos en su
cuello y hombros, marcando su propiedad como lo hace un animal en celo, tan posesivo que derretía el corazón de Jisung.

El pene de Jisung estaba
preso entre su Cuerpo y
la suave cama, recibiendo cada dura embestid una caricia sobre la suave y cómoda cama.Era tortuoso, pero le producía una excitación que nunca
creyó, poder experimentar.

—AHH... AHH MINHO!
El glande del pelirrojo golpeó fuerte contra el punto dulce del mas joven, un delirio perverso que ansiaba sentir una y otra vez.

Era esa deliciosa sensación de su pequeño agujero siendo abusado por el pene de su novio, golpeando
Contra sus paredes, tan
palpable en su vientre esa
majestuosidad.

—Tu culo se está
tragando mi polla tan bien
—gruñó viendo como el
ano de Jisung se extendía
al tomar con gula el
miembro de Minho, sin querer dejarlo salir.

—Ahhh... Ah!—chillaba el menor Como un animal en celo estaba tan sumergido en esa deliciosa sensación que le estaba dando su novio.

"Voy a correrme, estoy tan
cerca" pensó Jisung.

—¿Quieres mi leche, bebé?
—preguntó Minho sabiendo que su miembro pronto estallaría dentro de su chico.

La cabeza del menor se
movió de arriba a abajo,
asintiendo desesperado por esa propuesta lujuriosa.

Faltó poco para que el pene de Jisung se descargara sobre la cama, y un par de embestidas más lo hizo el pelirrojo, llenando el interior
de Jisung con semen,
tiñéndolo de blanco espeso.

Sus respiraciones agitadas
mezcladas con jadeos y
gemidos ante el orgasmo.

El pelirrojo se dejó caer al lado de Jisung, para no aplastar al rubio.

Después de un rato, Minho y Jisung se miraron exhaustos pero felices. Se abrazaron, disfrutando del calor del momento y de la compañía del otro.

—Eso fue increíble —dijo Jisung, sonriendo.

—Lo sé —respondió Minho—. Siempre es así contigo.

Se besaron suavemente, saboreando el momento y la conexión que compartían.

Después de eso ambos se acomodaron en la cama Minho poniendo a Jisung en su pecho dándole mimos y acariciando las doradas hebras de Jisung.

Ambos se amaban y eso era más que obvio.

Minho se rió mientras Jisung repartía besos por todo su pecho, su corazón lleno de amor y felicidad.

—Eres adorable —dijo Minho, acariciando el cabello de Jisung.

Jisung sonrió y siguió besando el pecho de Minho, disfrutando de la cercanía y la intimidad del momento.

—Te amo —dijo Jisung, mirando a Minho con ojos brillantes.

—Te amo también —respondió Minho, besando los hinchados labios de Jisung.

La habitación estaba en silencio, solo interrumpido por el sonido de sus respiraciones y los besos que se daban. El amor que sentían era palpable, y ambos se sentían en paz.

De repente, Minho sonrió con una mirada pícara.

—Tengo una sorpresa para ti mañana —dijo Minho.

Jisung se intrigó.

—¿Qué es? —preguntó.

Minho se rió y se acercó a Jisung.

—Es un secreto —dijo—. Pero te prometo que te encantará.

Jisung se emocionó.

—No puedo esperar —dijo.

Minho sonrió y abrazó a Jisung.

—Mañana lo sabrás —dijo.

Y con eso, ambos se abrazaron y se durmieron, soñando con el mañana y la sorpresa que Minho tenía preparada.

Que tal? Les esta gustando?

Ya muy pronto acaba esta historia.