La fiesta estuvo bien; mi padre se cambió los pantalones y me regalaron un montón de cosas, entre ellas el iPhone 15.Después de unos días, me iría a Nueva York con mis amigas mientras mi padre estaba de viaje de negocios en Luxemburgo, pero lo que no me esperaba era lo que mi padre me dijo esa tarde.

- Blancanieves, quiero presentarte a alguien muy especial.

- A ver, ilumíname.

En ese momento, una mujer de aproximadamente 40 años, muy guapa, apareció.

- Esta es Grimhilde, mi nueva novia.

- Pero si tienes un nombre incluso peor que el mío.

- Hola - me estrechó la mano.

- Hola, insisto, tu madre tiene que estar loca para ponerte ese nombre - le respondí.Ella solo me miró y no se limitó a responder.

- Espero que os llevéis bien - dijo mi padre.

- Seguro que sí - le dijo ella, dándole un beso.

Por ahora, Grimhilde no iba a vivir con nosotros, pero probablemente pronto se mudaría.Esa mañana me levanté y bajé a desayunar, donde ya me esperaba mi padre.

- Blancanieves, tengo que decirte algo.

- Venga, que no tengo tiempo, voy a hacer un directo.

- Me temo que no vas a poder ir a Nueva York porque nos vamos en familia a una casa de campo con Grimhilde - dijo serio.

- Mira, majo, yo me voy a ir a Nueva York quieras o no. No pienso ir a una casa con bichos - dije levantándome de la mesa.

- Me temo que he anulado los billetes.

- Deja de decir "me temo", me pones nerviosa - dije enfadada. ¡Te odio!