40. Dear Adela
Cada día me levanto tratando de hallar algo de paz, pero no existe eso en un lugar como este. Estar en prisión apesta, y sin dudas me hace falta mi peine, aunque a veces uso el de mi compañero latino, es un tipo algo agradable. Está aquí por maltrato familiar y pertenecer a una extraña pandilla, sí, da algo de miedo, pero ya estoy acostumbrado.
Extraño todo lo que me ofrecía el exterior, cosas como el césped creciendo a las afueras del edificio donde vivía, las risotadas de los niños que vivían en el piso de abajo, extraño ese tipo de cosas, te extraño a ti.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro