30. Dear Adela
Seguimos con lo nuestro, nunca nos cansabamos del otro, queríamos más y más. En ese momento de nuestras vidas, ya había calmado mis pensamientos de culpabilidad por joderte. Te quería solamente para mí, no quería compartirte, por más egoísta que sonora, eras mía, la única cosa buena que tenía.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro