11. Dear Adela
Siempre tenía una excusa para visitarte, y parecían funcionar hasta que un día me diste un trozo de papel con tu número de teléfono seguido de decirme "Háblame cuando quieras"
Y vaya que lo hice ese mismo día, en la noche. No sé si fue buena idea llamarte a eso de las 11pm mientras estaba drogado. Parecías divertirte con cada cosa que decía, la mayoría de la conversación no la recuerdo, pero sé que fue buena.
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