Oh mi amor... aunque intentes apartar tus mirada de la mía, aunque intentes que tu corazón no se acelere cuando estoy a tu lado, aunque intentes que tu cuerpo no tiemble con nerviosismo cuando me acerco a tus labios... y aunque intentes hacer desaparecer aquella conexión tan mágica que nos rodea, tus ojos no mienten.
Y tus ojos dicen que me amas con la misma intensidad con la que yo te amo.
Tus ojos dicen que aún mantienes la esperanza de un nosotros juntos... pero te juro que no esperaba perderte cuando mi alma más empezaba a necesitarte...

"Rosé..."

Fue tu nombre lo primero que fui capaz de susurrar al verte, mi corazón se apretó con dolor mientras me acercaba a ti... no me sentía lista para enfrentar la terrible montaña rusa de emociones que me acató en ese momento. El nudo en mi garganta me impidió respirar con tranquilidad, aunque ¿cómo iba a hacerlo? ¿cómo podría estar tranquila si te tenía en frente mío?

"Tan hermosa como siempre..."

Pensé al observar tus rubios cabellos caer delicadamente sobre tu rostro, cubriendo levemente tus bellos ojos. Tus ojos fueron lo que más me enamoró de ti, ¿lo sabías, Rosie?

Todo mi cuerpo empieza a temblar cuando me decido por tomar tu mano, tan suave como la última vez que la tomé ¿recuerdas? Fue nada más hace dos días cuando fuimos con las chicas al parque y sin querer terminamos solas tú y yo por alejarnos del grupo.

"Te extraño..."

Murmuro sintiendo poco a poco las lágrimas nuevamente deslizarse por mis mejillas.
Tengo mucho miedo, Rosé...
Tengo miedo de que nada vuelva a ser lo de antes luego de esto, porque el saber que estabas en el hospital con atención de emergencia a causa de un grave accidente automovilístico, fue una de las peores noticias que pudieron haberme dado en todos mis años de vida.
El imaginar que pudiera llegar a perderte fue la peor tortura de todas.

Y hoy estás aquí, mi amor, entre estas paredes y sábanas blancas rodeado de máquinas y el sonido del monitor multiparamétrico anunciando que tu corazón aún está latiendo aunque tu cuerpo no se encuentre, consciente y tus ojos se encuentren cerrados aguardando el momento en el que despiertes de tu profundo sueño.

"No me dejes..."

No puedes dejarme, prometiste no hacerlo ¿lo recuerdas?

Cuando apenas éramos unas niñas inexpertas de la vida, me prometiste con todos los anhelos de tu corazón permanecer por siempre a mi lado, porque nuestra amistad fue algo espontáneo y tan fuerte desde el primer momento en el que nos conocimos.

Nuestra amistad... tan hermosa y sincera pero fue la culpable de muchas cosas que jamás pudieron suceder entre nosotras...

¿Sabes, Rosé?
Odio tanto no poder ser fuerte, odio no poder tener el suficiente valor para tomar tu mano, mirarte a los ojos y decirte lo mucho que te amo.

Porque a pesar de todos los besos que te he robado, y a pesar de todas esas noches en donde me entregabas tu cuerpo y me permitías dibujar miles de caricias en él mientras gemías mi nombre en pequeños susurros bajo la cálida oscuridad de tu habitación, jamás he sido lo suficientemente valiente para decirte al oído lo cuán enamorada estoy de ti.

Por varias semanas hemos mantenido esa relación, entre encuentros y secretos, anhelando ser mucho más que sólo amigas que comparten sus cuerpos.

Tenía tanto miedo, amor...

Sabía perfectamente que nuestro amor era mutuo, sabía que me amabas con la misma intensidad que yo a ti, tus ojos siempre me lo recordaban.

Me hacías sentir bien, me hacías sentir tan amada y tan especial...

El lugar que me diste sigue siendo un lugar serio para mi...

Todavía me aferro donde sea que estés, te encontraré y caminaré en mañana contigo...

Y sin duda una de las peores cosas que he podido hacer dura te toda mi vida es ser una verdadera cobarde a la hora de expresarte lo mucho que te amo.
Porque cuando mi corazón no lo soportaba más y quería poder unir mi alma a la tuya, las dudas empezaban a calcomer mi mente por completo... ¿y si nuestra relación de amistad se rompía para siempre al intentar ser algo más? ¿y si en realidad nada sucedería como lo planeamos? ¿qué pensarían las personas de nosotras? ¿en verdad te amaba lo suficientemente como para poner en riesgo años de amistad?

Sé que es ridículo siquiera cuestionarne si te amaba lo suficientemente, y ahora que lo pienso ver que jamás he amado con tal intensidad a alguien, a tal punto de admirar tu sonrisa y perderme por completo en ella, ver tus ojos y compararlos con la galaxia más hermosa del universo.

Pero yo fui una tonta al pensar que eso no era suficiente para arriesgarme...

Y justo después de la hermosa salida al parque, llegamos a tu departamento, y mientras te besaba con tanta dedicación, quería gritarte cuanto te amaba, decirle al mundo que nada podría separarnos y poder salir adelante juntas, como mucho más de lo que en ese entonces éramos... pero el miedo me invadió otra vez.
Y mientras escondía mi rostro en tu cuello al mismo tiempo que besaba tu piel, varias lágrimas cayeron de mis ojos al sentirme tan cobarde e inservible, al tener tanto miedo y sentir tanta confusión conmigo misma, una vez más decidí callar, y decidí que aquella noche... sería la última vez.

"Creo que debemos olvidar esto, tú y yo sólo somos amigas, Rosé. Debemos dejar de hacer esto..."

Fueron las crueles palabras que te dije nada más hace algunos días cuando aquella mañana despertaste desnuda entre mis brazos. Palabras que lograron lo que menos quería, lastimarte.
Porque pude ver en tu mirada de desilusión, todo el dolor que cause, tu corazón destrozado mientras las lágrimas adornaban tus mejillas y me mirabas con tristeza irme de tu departamento.

Y fueron días que parecieron interminables y tortuosos porque no había recibido ni una sola llamada tuya, ni una sola respuesta a mis mensajes. Y yo empezaba a cuestionarme si en verdad fue correcto dejarte ir de la forma en que lo hice, porque estaba tan confundida que creía estar tomando la decisión correcta para salvar nuestra amistad.

Lo único que hice fue causar más dolor en ambas.

Y no imaginaba que aquella mañana sería la última vez que vería tus ojos, porque dos días después recibí la llamada más dolorosa de mi vida.

Ahora estoy aquí, sin poder decirte que te convertiste en mi todo, Rosé... Y lo peor de todo es que me di cuenta demasiado tarde de como en realidad eran las cosas, que de si valía la pena arriesgar todo cuando se trata de ti. De que si me amabas tanto como yo a ti, nada más debía importar porque saldríamos adelante sin importar lo que suceda.

Tengo miedo de perderte...

"Te amo... ¡Te amo, Rosé!"

Confieso al fin, pero mi mundo se cae a pedazos cuando el sonido del monitor anuncia que tu corazón a dejado de latir.

No, no, no, no...

Más lágrimas caen.

"Te amo, te amo, te amo, te amo tanto"

Repito más de una vez sin atreverme a soltar tu mano, no puedo, no puedo dejarte ir.

No esperaba perderte cuando mi alma más empezaba a necesitarte...

Mi corazón se rompe a medida que pasan los segundos, y grito con dolor al observar a los enfermeros llegar.
Nada me importa, sólo tenerte de vuelta.

Ellos me sostienen de los brazos y me alejan de ti con intenciones de sacarme de la habitación, no puedo permitirlo.
No cuando aún no te he dicho lo mucho que te amo.

No te puedes ir, amor... no puedes dejarme, mi vida.

"¡Rosé, Rosé, Rosé!"

Un futuro sin ti, es un futuro sin color...

Entre sollozos les suplico que me dejen llevarte conmigo, que en realidad estás bien... que pronto estarás a mi lado y podré demostrarte mis verdaderos sentimientos, mi garganta parece desgarrarse cuando observo como cubren tu cuerpo con una sábana blanca y la enfermera me observa con tristeza.

No puedo dejarte ir, no quiero hacerlo... perdóname... perdóname, perdón por no poder hacer todos nuevo y recuperar el tiempo que desperdicié a tu lado... perdóname por ser tan temerosa de mis propios sentimientos y no darte un amor sincero.

Y mientras intento safarme de los brazos de los enfermeros, siento aquella inyección en mi brazo... Y justo después la luz del lugar a mi alrededor desaparece al mismo tiempo que mi cuerpo deja de luchar.

Mi amor... te prometo que en nuestra próxima vida seré digna de ti, prometo que te amaré como realmente lo mereces y no seré una cobarde llena de temores que admitió lo que sentía cuando ya fue demasiado tarde, no amor mío, en nuestra próxima vida te sostendré entre mis brazos para jamás dejarte ir.

En nuestra próxima vida podré decirte lo que mi corazón no se atrevió a confesar en esta. Pero mis ojos no mienten... Y después de varios meses de tu muerte, mis ojos aún dicen que te amaré eternamente.

Incluso la oscuridad que vemos es tan hermosa...
quiero que confíes en mi.
Mirarte directamente a ti, para que no te vayas a ningún lado...

Tú me enseñaste... que algún día esa tristeza nos unirá...

Tus ojos dicen...

— FIN —

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Bueno, llegamos al final del libro. ^^
Siendo sincera, pensaba hacerlo un poquito más largo al libro, pero en este último tiempo mi salud en general no ha sido la mejor, por lo que me ha desanimado un poco en el transcurso de querer seguir publicando/actualizando OS. Sin más, espero que les haya gustado, tal vez en algún futuro lo vuelva a retomar.

Muchas gracias por el apoyo. ¡Les quiero! <3

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¡Adaptación Autorizada!

Todos los créditos a @-ReaIMeDream.