— Ahora mismo.. ¡ALEJA MI OJO DE TUS SUCIO CRÁNEO!

— JAJAJA… ¿ALEJARLO? No.. no… amiguito, entendiste mal la situación. Eres TÚ el que está dentro de una celda, eres tú el que va a morir por un monstruo con determinación, solo mírate, ¿Crees que estás en posición de reclamarme algo? Bueno, lo siento por ti pero no lo estas.

Papyrus se acercó a los barrotes.

— Creo que te llevaré afuera para matarte. Y asimismo, a esa flor estupida.

Él abrió una puerta que estaba entre esos barrotes y tomó al humano del brazo de manera bastante fuerte y se lo llevó hacia afuera rompiendo la puerta de la cabaña de una patada. Mientras estaban saliendo Frisk recordó aquella caja donde estaba su cuchillo, no llegó a agarrarlo. Ya habiendo llegado al último camino de Snowdin, o al menos eso parecía, ya que al final de este empezaba a tornarse un tono azul. Papyrus sacó un hueso que era al menos del tamaño de el mismo, basicamente bastante largo. Cabe resaltar que el humano estaba del lado del final, y el monstruo estaba de espaldas a Snowdin. Justo cuando aquel alto y frío esqueleto empezó a acercarse se empezaron a escuchar pasos, como si alguien estuviera corriendo… pero hacia ellos. La cara de Frisk parecía que estaba tornándose de pena a felicidad. Papyrus se dio vuelta y una chica de pelo y ropa rosa estaba allí mirándolo.

— Una.. humana?... parece que mi día solo va de bien a mejor.

Flowey salió de la nieve y le lanzó el cuchillo al niño de pulover gris y este logró atraparlo. Corrió hacia el esqueleto y le apuñaló en el torso, haciendo que algunos huesos cayeran al suelo perforados por este filo. Papyrus se dio vuelta otra vez luego de soltar un gran grito de dolor.

— D- DE DONDE SACASTE ESO..?!.......... Oh.. la flor.. ¿Verdad?

Él solo usó ese largo y grueso hueso para golpear en la cara a Frisk y dejarlo tirado sobre la fría nieve del suelo. Se giró hacia la humana de tonos rosas para hacerle lo mismo, pero esta ya no se encontraba allí. Su ojo seguía goteando negro, e incluso algunas gotas de la cara del monstruo estaban cayendo.

— Uf.. esto.. la determinación es pesada.. habré alucinado esa niña?.. pero.. estoy seguro de haberla visto.

— ¡ESTOY AQUÍ!

Un grito que vino desde la dirección en donde se encontraba Frisk. Al darse la vuelta el esqueleto vio a Flowey y a la chica junto al chico de pelo largo que estaba en el piso. Ella sacó un revólver un poco largo para lo que son ese tipo de armas, apuntó hacia el ojo de Papyrus y apretó el gatillo. El ojo salió volando perforado y fue a parar a un río que estaba al lado del camino. El monstruo se desplomó en el suelo, tenía un gran agujero en donde estaba su cuenca, bueno, más grande que su cuenca. De este salían algunas grietas que hacían ver que ese cráneo estaba cerca de romperse. De este “agujero” salía ese líquido negro, y ya que Papyrus estaba tirado con la cara al suelo, solo se hizo un charco bajo su cara. Pasados unos segundos solo quedaba su ropa y polvo que se había mezclado con esa sangre tan extraña de la raza monstruosa.

— Vaya.. estuvieron cerca de que les hiciera algo…

Dijo aquella voz femenina. Frisk abrió.. su ojo y con dificultad se levantó y la miró.

— ¿Y yo que?

— Jajaja, vamos Frisk, no me digas que eso te ha hecho daño.

— Nah, ni un rasguño.

— Bueno, ni un rasguño, pero creo que te falta algo en la cara..

— ¡CALLATE!

Flowey los miró mientras estos hablaban, parecía que ya se conocían.

— Eh.. disculpen chicos.. bueno, Frisk, ¿Sabes quien es?

— ¿Que si se quien es? Claro que sé quién es, aunque ella ya puede presentarse sola, verdad?

— Claro que puedo, no soy una niña. Kaori, ese es mi nombre.

— Kaori.. lindo nombre. Bueno, ¿Se puede saber cómo llegó otra humana tan rápido?

Frisk devolvió la mirada a Flowey

— ¿Sabes, pequeña flor? Creo que puedes adelantarnos el paso, ver si es apto para Kaori y yo.

La mirada se hizo fría luego de esas palabras por parte del tuerto. Él aceptó ir antes, así que procedió a entrar bajo tierra e ir por las profundidades del suelo hasta donde pudiera.

— Vaya, ¿Tan mal la tratas a esa flor?

— No la he tratado mal, o acaso viste que la haya golpeado?... por cierto, tenemos que seguir nosotros también, quiero salir de este lugar.

— Está bien, pero vamos a descansar en el camino, llegar hasta acá me cansó mucho

— Bueno, vamos, parece que nos queda bastante de camino.

Ambos emprendieron paso entre la niebla y siguiendo por el camino empezaron a notar que el suelo y algunas rocas, tierra, etc. se volvían de tonos azules y violetas, además de que el ambiente era mucho más húmedo que Snowdin. Llegaron hasta un lugar en donde parecía que el camino se cortaba. Había un puesto al parecer de vigilancia como el de Sans en Snowdin, una pequeña cascada que parecía venir por debajo del suelo desde el río del otro lado y caer a.. la verdad es que parecía un vacío, o al menos un lugar demasiado oscuro como para ver el fondo. Un monstruo que estaba allí se les acercó.

— Vaya.. que peculiar.. ¿Son ustedes monstruos?

Kaori, indignada, lo miró a los ojos.

— ¿Te parecemos monstruos?

— No.. no parecen.

Frisk la tomó del brazo y se la llevó siguiendo por el camino.

— Calmate, no tenemos que llamar la atención, tenemos a la EPPH atrás de nuestros pasos, lo último que vamos a hacer va a ser que todos sepan de nuestra existencia.

— Que molesto.

Notaron que estaban en la parte de otro río, así que metieron pies en agua y esquivando algunas rocas que venían de una cascada que formaba el río lograron pasar y se sacudieron un poco al llegar a tierra otra vez. Unos pasos más y vieron algo que parecía como un pasto, bastante alto, más que ellos. Entraron en este y cuando estaban los dos por salir de este corto obstáculo, Frisk chocó con un niño.. bueno, con un monstruo. Ambos cayeron al suelo fuera de ese pasto y pudieron verse. Se levantaron y el humano se veía algo enojado. Kaori solo se estaba riendo.

— ¡Ten más cuidado niño! Casi me haces un rasp--

— ¿Ustedes también vienen a ver a Undyne?

— Undyne..?

— ¡Si! ¡Esa misma!

De entre el pasto y las hojas salió un monstruo oculto en su armadura de metal. Kaori dejó de reír y agarró del brazo a Frisk para luego correr casi arrastrandolo, aunque luego se logró levantar bien y seguirle el paso. Llegaron hasta una sala bastante grande que tenía una campana y un río que separaba algunas partes del suelo. Aquel monstruo ya no los perseguía, de hecho, es como si hubiera desaparecido.

— Parece que la logramos perder, verdad, Frisk?

— Kao, cómo llegaste hasta este lugar.

— ¿Ni un gracias vas a decirme?

— ¿Gracias? Mataste a uno de los encargados del grupo más importante en el subsuelo, y entre nuestros dos asesinatos estamos perdidos, Undyne va a tomar el lugar de Toriel..

— ¿Toriel? Vamos, cuéntame un poco.

— Era la.. líder del EPPH, según me dijo ella y me confirmó Papyrus, el plan era quedarme allá viviendo, en Las Ruinas, pero parece que solo querían mantenerme unos días para después extraerme el alma. Me contó en sus últimos momentos que Undyne era la guerrera más fuerte, y que ella tomaría el control.

— En resumen, ¿Estamos jodidos?

— Probablemente.

Ambos se miraron y soltaron unas risas leves. Luego Frisk desvió la mirada al agua mientras movía un poco los pies.

— Kaori, enserio, por qué estás acá.

— Frisk, Frisk, no podés hacer algo sin que tu novia se de cuenta, ¿O no? Me di cuenta en el momento en el que no te encontré que irías al Monte. Las clases de historia decían que los monstruos estuvieron encerrados en este lugar desde hace mucho mucho tiempo. Ya habías dicho que querías acabar con todo lo que te rodeaba, o de no ser posible, hacer lo contrario, acabar solo contigo. Y bueno, siempre hablaste mucho de los monstruos y el lugar donde estaban.

— Vaya, ¿Fue tan obvio?

— ¿Eh?

Kaori le pegó una cachetada al chico, dejando su mejilla roja.

— No hagas tu muerte un acertijo o una adivinanza, si tenias la decencia como para desaparecer así al menos tendrías que haberlo hecho asegurando que no sobrevivieses.

— Quizá tenés razón. Aunque tengo otra pregunta.

— A ver, decime.

— ¿Cómo llegaste tan rápido hasta Snowdin?

— Las Ruinas, bueno, no era un gran reto, al llegar a la casa encontré un par de manchas de sangre en un cuarto y una montaña de polvo. Exploré el lugar y encontré algunas cosas. Un frasco roto en la cocina, que tenía algún líquido raro, quizá ahí estuvo tu ojo antes de pasar a Papyrus. No solo eso, si no que encontré en el otro cuarto, bajo la cama, una libreta, era un álbum de fotos bastante grande.

— ¿Lo viste?

— Había fotos de una cabra mujer, y un hombre, también cabra, y tenían dos hijos.

— Asgore, Toriel y… sus dos hijos, ella no me dijo sus nombres.

— Frisk, había al final del álbum fotos de Toriel y Asgore con un niño nada más, y no era ninguno de los de antes.

— Que raro, tal vez tuvieron un tercer hijo antes de que los otros dos murieran.

— Se parecía mucho a vos, pero no eran iguales, vos me contaste que.. tenias un hermano que desapareció, ¿No?

— Sí.

— ¿Cuantas posibilidades hay de que sean ellos dos la misma persona?

— …

— Quizá podamos preguntar a Asgore si lo encon..-

— Tenemos que llegar a Asgore, y no solo para salir de este infierno.

— ¡Así se habla! Vamos, Frisk, nos espera un largo viaje.